1. República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
Universidad Panamericana del Puerto
PROCASO-UNIPAP-CUAM
Diseño y Evaluación de Proyectos
La Economía Naranja
Autor Yuri Pérez Dolinski. C.I.Nª 17.159.887
Cagua, marzo de 2023
2. La Economía Naranja
La economía naranja ya existía era nombrado como la economía creativa por
John Howkins en 2011, basada en una economía con la creatividad, el conocimiento
y la cultura. Esta economía se basa por la ley de financiamientos, es decir, un
espacio para que las empresas se incluyen dentro de la economía naranja. Además,
el color naranja es utilizado para caracterizar esta economía y se asocia con la
cultura, la creatividad y la identidad.
John Howkins público en su libro para el año 2001 “La economía creativa:
Cómo las personas hacen dinero de las ideas”. Para Howkins, las ideas son los
principales aportes y los principales resultados. Es una economía o sociedad en la
que la gente se preocupa y reflexiona sobre su capacidad de generar ideas, en la
que no se limita a ir a la oficina de 9 a 5 para hacer un trabajo rutinario y repetitivo,
como se lleva haciendo desde hace años, ya sea en el campo o en las fábricas. Es
una economía en la que la gente, allá donde se encuentre, hablando con los amigos,
tomando una copa, al despertarse a las cuatro de la mañana, piensa que puede
tener una idea que funcione de verdad, y no sólo una idea por el mero placer
esotérico, antes bien, el motor de su carrera, condición e identidad, dijo el autor
británico.
Por lo tanto, la Economía Naranja o Economía Creativa es aquella que
abarca todas las actividades económicas que se desarrollan en la producción y
distribución de bienes y servicios de carácter cultural y creativo para potenciar el
crecimiento económico y desarrollo del mismo, generando condiciones rentables y
sostenible para garantizar una calidad de vida óptima, generando empleos e ideas
innovadoras.
Ahora bien, en Venezuela la economía naranja es una alternativa para la
recuperación de la economía venezolana, que ha estado bajo el yugo petrolero por
3. años. Para lograr esta alternativa se necesita una mayor inversión pública en el
sector cultural y aún está lejos de recibir los recursos necesarios para lograr
importantes cambios en el ecosistema económico y social del país.
En Venezuela, sin embargo, el retraso en cuanto a la incorporación de la
economía de cultura a planes culturales y de desarrollo sostenible se debe, más
que a la pandemia, a la profunda crisis en la que están sumidos muchos de estos
espacios de recreación, ya denunciada, por ejemplo, por el Consejo Internacional
de Museos (ICOM) -Venezuela, que ha pedido la introducción de políticas
museológicas para garantizar la continuidad de las infraestructuras y obras de arte
en el país.
En conclusión, el arte, los medios y las creaciones funcionales no son sólo
expresiones humanas que se realizan con el fin de llevar un mensaje a la sociedad,
sino que hoy en día también deben concebirse como un medio para el crecimiento
económico y un motor de innovación.