El documento critica la postura de Gerardo Inserrator sobre la segregación en la educación. Argumenta que considerar la segregación como algo malo es un problema de envidia, ya que se enfoca en las diferencias entre lo que reciben otros estudiantes en vez de mejorar la calidad absoluta de la educación. La segregación en sí no es ni buena ni mala, por lo que no debería ser el foco del debate. Lo que realmente importa es mejorar la calidad de la educación para todos los estudiantes.
Desarrollo y Aplicación de la Administración por Valores
[Columna] Segregación en la Educación
1. SEGREGACIÓN EN LA EDUCACIÓN RESPUESTA A GERARDO INSERRATOR
En el pasado debate del día jueves 16 de Octubre, Gerardo Inserrator, representante de la lista “Avanza”, emitió unas declaraciones que me llamaron mucho la atención. Gerardo, al ser consultado sobre temas relativos a la reforma educacional, citó un estudio de la Pontificia Universidad Católica en el que se probaba que el copago en la educación particular subvencionada no aumentaba significativamente la segregación, dando a entender que la segregación era algo malo pero que no era causado por el copago. Por lo tanto, la razón por la que no se opondrían al copago sería porque no aumento la segregación. Esta postura considera la segregación como un factor para medir lo bueno o malo de una política. En otras palabras, su postura podría definirse como: “el copago no sería malo porque no segrega”. Frente a dichas declaraciones le pregunte a Gerardo “¿Qué importaba la segregación si en última instancia es un problema de envidia?” a lo que respondió con más ambigüedades y falacias ad hominem (criticar al portador de los argumentos y no a los argumentos)
El propósito de esta columna es demostrar porqué el mirar la segregación como algo malo si es, en última instancia, un problema de envidia. Para partir, la filosofía que está detrás de quienes se oponen a la segregación es simplemente que haya igualdad en educación para todos y que, por lo tanto, nadie que pueda acceder a un colegio de mejor calidad que los demás, ya que eso atentaría contra la igualdad que proponen.
La igualdad en educación (implícita detrás del discurso de la segregación) mira la educación en términos relativos y no absolutos. Esto quiere decir que compara la educación que recibe “x” frente a la educación que recibe “w” y no se preocupa del problema real en la educación: la calidad que recibe “x” independientemente de la calidad que recibe “w”. Por lo tanto, el tema de la segregación en educación es un problema de envidia ya que mira la educación que recibe “w” como causa de la mala calidad que recibe “x”. El problema de esta postura, es que distorsiona el verdadero problema a curar: la calidad en la educación. El problema real es la calidad de la educación y no la segregación. La segregación no es ni buena ni mala, por lo tanto no importa. Pero si adoptamos la postura envidiosa de calificar como mala la segregación, nunca podremos mejorar lo que realmente importa: la calidad en educación, debido a nuestros “dardos” apuntarían a la segregación. Por mucho que se busque mejorar la calidad en la educación y no se esté de acuerdo con la igualdad en la educación, resulta muy peligrosa y “resbaladiza” la postura de considerar también
2. como algo malo la segregación debido, tal como fue señalado en el párrafo de atrás, al discurso que se encuentra implícito detrás de eso: un igualitarismo envidioso. José Antonio Vidal