3. ¿QUIÉN MATÓ A JESÚS?
Autores de la Pasión de Cristo (su causa eficiente):
1.Los que tenían la intención de matarlo, lo condenaron y le hicieron
sufrir los tormentos que produjeron su muerte.
2. Detrás de ellos actúa Satanás, homicida desde el principio (cfr. Jn
8, 44).
44
3. Pero también los pecadores son autores de la Pasión: “la Iglesia no
duda en imputar a los cristianos la responsabilidad más grave en el
suplicio de Jesús” (CCE 598).
598
Nostra aetate 4: “Aunque las autoridades de los ju-
4
díos con sus seguidores reclamaron la muerte de
Cristo, lo que se perpetró en su pasión no puede ser
imputado indistintamente a todos los judíos que vi-
vían entonces ni a los judíos de hoy (...). No se ha
de señalar a los judíos como reprobados por Dios
y malditos como si tal cosa se dedujera de la Sagrada Escritura”.
4. CAPÍTULO II: CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO
DE DIOS
96.¿Por qué se condenó a un hombre de paz como
Jesús a morir en la cruz?
Jesús colocó a su entorno ante una cuestión
decisiva: o bien él actuaba con poder divino,
o bien era un impostor, un blasfemo, un
infractor de la ley, y debía rendir cuentas
por ello según la ley. [574-576]
En muchos aspectos Jesús fue una provocación única
para el judaísmo tradicional de su tiempo.
Perdonaba pecados, lo que sólo puede hacer Dios;
relativizaba el mandamiento del sábado; se hacía
sospechoso de blasfemia y se le reprochaba ser un
falso profeta. Para todos estos delitos la ley
preveía la pena de muerte. 4
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
5. CAPÍTULO II: CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO
DE DIOS
97. ¿Son culpables los judíos de la muerte de Jesús?
Nadie puede atribuir a «los judíos» una culpa colectiva
en la muerte de Jesús. Lo que la Iglesia confiesa con
certeza, por el contrario, es la responsabilidad de
todos los pecadores en la muerte de Jesús. [597-598]
El anciano profeta Simeón predijo que Jesús llegaría a ser
«signo de contradicción» (Lc 2,34b). Existió el rechazo
decidido de Jesús por parte de las autoridades judías, pero
entre los fariseos, por ejemplo, hubo también partidarios
secretos de Jesús, como Nicodemo y José de Arimatea. En
el proceso de Jesús estuvieron implicadas diferentes
personas y autoridades romanas y judías (Caifás, Judas, el
Sanedrín, Herodes, Poncio Pilato), cuya culpa individual
sólo Dios conoce. La tesis de que todos los judíos de
entonces o los que viven actualmente sean culpables de la
muerte de Jesús es absurda y no se sostiene según la
Biblia. 135
5
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
6. CAPÍTULO II: CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO
DE DIOS
98. ¿Quería Dios la muerte de su propio Hijo?
No se llegó a la muerte violenta de Jesús por desgraciadas
circunstancias externas. Jesús fue «entregado conforme al
plan que Dios tenía establecido y previsto» (Hch 2,23). Para
que nosotros, hijos del pecado y de la muerte, tengamos vida,
el Padre del Cielo «a quien no conocía el pecado, lo hizo
pecado en favor nuestro» (2 Cor 5,21). La grandeza del
sacrificio que Dios Padre pidió a su Hijo corresponde sin
embargo a la grandeza de la entrega de Cristo: «y ¿qué diré?:
'Padre, líbrame de esta hora'. Pero si por esto he venido, para
esta hora» (Jn 12,27). Por ambas partes se trata de un amor
que se demostró hasta el extremo en la Cruz. [599-609, 620]
Para librarnos de la muerte, Dios se lanzó a una misión arriesgada:
introdujo en nuestro mundo de muerte una «medicina de la
inmortalidad» (san Ignacio de Antioquía): su Hijo Jesucristo. El Padre
y el Hijo eran aliados inseparables en esta misión, dispuestos y
deseosos de asumir sobre sí lo máximo por amor al hombre. Dios
quería llevar a cabo un intercambio para salvarnos para siempre.
Quería darnos su vida eterna, para que gocemos de su alegría, y
quería sufrir nuestra muerte, nuestra desesperación, nuestro
abandono, para estar en comunión con nosotros en todo. Para
amarnos hasta el final y más allá. La muerte de Cristo es la voluntad
del Padre, pero no su última palabra. Desde que Cristo murió por
nosotros, podemos cambiar nuestra muerte por su vida. 6
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
8. A los 33 años Jesús fue condenado a muerte.
La ''peor'' muerte de la época.
Sólo los peores criminales murieron como Jesús.
Y con Jesús todavía fue peor, porque no todos
los criminales condenados a aquel castigo
recibieron clavos en sus miembros.
Sí, fueron clavos... ¡y de los grandes!
Cada uno tenía de 15 a 20 cm..,
con una punta de 6 cm.. y el otro extremo
puntiagudo.
9. Estos eran clavados en las muñecas y no en las manos
como dicen.
En la muñeca, hay un tendón que llega a nuestro
hombro, y cuando los clavos fueron martillados, ese
tendón se rompió, obligando a Jesús a forzar todos los
músculos de su espalda por tener sus muñecas
clavadas
para poder respirar porque perdía todo el aire de sus
pulmones.
10. De esta forma era obligado a apoyarse en el clavo
metido en sus pies
que todavía era más grande que el de sus manos,
porque clavaban los dos pies juntos.
Y como sus pies no aguantarían por mucho tiempo
sin rasgarse también, Jesús era obligado a alternar ese
''ciclo'‘ simplemente para lograr respirar.
11. Jesús aguantó esa situación por poco más de 3 horas.
Sí, ¡más de 3 horas!
Mucho tiempo, ¿verdad?
Algunos minutos antes de morir, Jesús ya no sangraba
más.
Sencillamente le salía agua de sus cortes y heridas.
Cuando lo imaginamos herido, imaginamos meras
heridas, pero no, las de Él eran verdaderos agujeros,
agujeros hechos en su cuerpo...
Él no tenía más sangre para sangrar, por lo tanto, le salía
agua.
12. El cuerpo humano está compuesto de
aproximadamente 3,5 litros de sangre (en un adulto).
Jesús derramó 3,5 litros de sangre;
tuvo tres clavos enormes metidos en sus miembros;
una corona de espinas en su cabeza y además
un soldado romano le clavó una lanza en su tórax.
Todo esto sin mencionar la humillación que pasó
después de haber cargado su propia cruz por casi dos
kilómetros, mientras la multitud le escupía el rostro y
le tiraba piedras (la cruz pesaba cerca de 30 kilos,
tan solo en la parte superior, en la que le clavaron sus
manos).
13. Jesús no murió de muerte natural…
¡Lo mataron!
¡Y muy
cruelmente!
¿Por qué lo mataron?
¿Qué nos enseña
su muerte?
¿Qué provecho
sacamos de ella?
14. LO PRIMERO QUE PODEMOS
PENSAR Y QUE ES INNEGABLE
ES QUE LE PILLARON
• Jesús era muy molesto
• 1. Mostraba un Dios incómodo para los
romanos
• 2. Se enfrentaba al Templo y por tanto a
los saduceos
• 3. Su manera de entender la religión era
totalmente opuesta al rigorismo de los
fariseos
15. Las religiones del
imperio romano,
insistían en la
omnipotencia divina,
para apoyar en ella
sus poderes absolutos…
Se inventaban
dioses orgullosos,
celosos siempre de su dignidad,
para apoyar en ellos el orgullo autoritario del Imperio.
Dioses caprichosos y acaparadores,
que defendían cruelmente sus poderosos privilegios …
Dioses llenos de lujo y ostentación, como ellos…
Dioses que repartían bienes a su antojo…
Dioses con el derecho a despreciar al pueblo
y privilegiar a los gobernantes…
16. El Imperio Romano admitía,
respetaba y ayudaba
a todas las religiones,
pues sus dioses servían
para mantener
los privilegios de los
gobernantes
y obligar al pueblo
a someterse a ellos…
Pero los profetas bíblicos y Jesús rechazaron
tajantemente a todos esos dioses…
Proclamaron a un solo Dios,
defensor de la vida y la dignidad
de todos los seres humanos,
y por ello defensor de los derechos de los pobres.
17. Fariseos, saduceos y
sacerdotes habían olvidado
el mensaje progresivo
que había ido dando
el Antiguo Testamento sobre
la bondad universal de Dios
y la dignidad de todo ser
humano.
Jesús, en cambio, recogió todo
lo bueno que se había ido
diciendo sobre Dios y sobre
la dignidad humana…
Lo actualizó y lo aumentó…
¡El Dios de Jesús es
todo bondad!
18. El Estado teocrático judío
y el Estado imperial romano
se dieron cuenta con razón
que Jesús minaba
los cimientos de sus privilegios.
Jesús no vivía en los palacios,
sino entre el pueblo.
Él
criticaba
a los ricos
y bendecía
a los pobres…
19. Según los fariseos era muy difícil
conseguir el perdón de Dios.
Había que rezar mucho
y dar muchas limosnas…
Según Jesús, Dios está siempre
dispuesto a
perdonar.
Basta con que
acudamos a él
con toda confianza,
como en el caso
del hijo pródigo.
20. Decían los fariseos que las enfermedades
y la pobreza eran castigos de Dios.
Les demostraban con sus desprecios
que Dios no los quiere…
Pero Jesús prefería a los enfermos
y a los pobres, los bendecía,
los atendía
con cariño…
Les
demostraba
con su
actitud
que Dios
los quiere…
21. Los fariseos prohibía pronunciar
el nombre de Dios.
No podían hablar directamente a Dios.
Había que dirigirse en tercera persona al
“Todopoderoso”, al “Santo”, al “Innombrable”…
Jesús enseña a
dialogar con Dios
con toda confianza,
como con un
Papito querido
que sólo busca
nuestra felicidad…
22. El Dios de los fariseos
está siempre
amenazando y castigando.
El Dios de Jesús está
siempre
ofreciéndose
para
ayudar…
…ayudar a bajar de
la cruz a todos los
crucificados…
23. Jesús hubiera evitado una muerte tan cruel
si hubiera pactado con las autoridades…
Si aceptara no bendecir más a los pobres,
no poner tan fácil el perdón de Dios,
no presentar a Dios tan cercano y cariñoso,
no curar más en día de sábado,
respetar más las instituciones religiosas,
no criticar tanto a las autoridades…
Así ciertamente no lo hubieran matado.
Pero su misión es demostrar siempre
que Dios es amor,
aunque lo calumniaran, lo maltrataran
o lo mataran por ello…
24. LO PRIMERO QUE PODEMOS
PENSAR: PORQUE LE PILLARON
Pero podía haberse escapado
Jesús mismo dice que muere porque quiere,
su muerte es una entrega, un sacrificio
3 perspectivas complementarias
1. Por solidaridad con nosotros:
Experimenta todo lo nuestro, se une a
los que más sufre
2. Para demostrarnos su amor
3. Para redimirnos
25. CAPÍTULO II: CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO
DE DIOS
¿Por qué tuvo Jesús que redimirnos precisamente en la
101.
Cruz?
La Cruz, en la que Jesús inocente fue ajusticiado
cruelmente, es el lugar de la máxima humillación y
abandono. Cristo, nuestro Redentor, eligió la Cruz
para cargar con la culpa del mundo y sufrir el dolor
del mundo. De este modo, mediante su amor
perfecto, ha conducido de nuevo el mundo a Dios.
[613-617,622-623]
Dios no nos podía mostrar su amor de un modo más penetrante
que dejándose clavar en la Cruz en la persona del Hijo. La
cruz era el instrumento de ejecución más vergonzoso y más
cruel de la Antigüedad. Los ciudadanos romanos no podían
ser crucificados por grandes que hubieran sido sus culpas.
De este modo Dios penetra en lo más profundo del dolor
humano. Desde entonces ya nadie puede decir: «Dios no
sabe lo que yo sufro».
25
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
26. CAPÍTULO II: CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO
DE DIOS
102. ¿Por qué debemos nosotros también aceptar el
sufrimiento en nuestra vida y así «cargar con la cruz»
y con ello seguir a Jesús?
Los cristianos no tienen que buscar el dolor, pero
cuando se enfrentan a un dolor que no se puede
evitar, éste puede cobrar sentido para ellos si
unen su dolor al dolor de Cristo: «Cristo padeció
por vosotros, dejándoos un ejemplo para que
sigáis sus huellas» (1 Pe 2,21). [618]
Jesús dijo: «El que quiera venir en pos de mí, que se
niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga»
(Mc 8,34). Los cristianos tienen la tarea de mitigar el
dolor en el mundo. Sin embargo, siempre habrá dolor.
En la fe podemos aceptar nuestro propio dolor y
compartir el ajeno. De este modo el dolor humano se
hace uno con el amor redentor de Cristo y con ello se
hace parte de la fuerza divina que transforma el
mundo hacia el bien.
26
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
27. SI JESÚS MUERE PORQUE QUIERE ¿ERA CRISTO
MASOQUISTA?
Cristo aceptó libremente su Pasión y su Muerte por amor a su
Padre y a los hombres que el Padre quiere salvar. Se entregó
libre y voluntariamente a la Pasión, por amor nuestro. Pero esa
entrega no significa en modo alguno que se matara a sí mismo,
sino que no impidió, pudiendo, la acción de los que le ajusticiaron.
Flp 2, 8: “Se humilló a sí mismo haciéndose
8
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.
Se trata de una obediencia vivida por amor. El
verdadero amor a Dios se muestra cumpliendo
libremente su voluntad.
28. Cristo murió, porque morimos.
Cristo murió, porque matamos.
1. POR SOLIDARIDAD
Dios se hizo hombre para conocernos
como humanos por propia
experiencia, y así poderse dar mejor a
conocer y poder ayudarnos más de
cerca. jor
os ente nder me
odem a él con
Así lo p cercarnos
po demos a nfianza.
y toda co
Experimentó vitalmente las consecuencias
de las ignorancias,
las debilidades
y las maldades humanas:
todo lo que nos hace sufrir…
29. En Jesús Dios se hizo del todo cercano a nosotros.
Conoció por propia experiencia
lo que es luchar por la vida,
nuestros sufrimientos
y nuestras tentaciones,
nuestras pruebas y enfermedades.
Sabe lo que son las críticas, las torturas y la muerte…
Por eso puede comprendernos y ayudarnos
de una forma humana.
Dios en Jesús es
absolutamente solidario
con la humanidad.
Siempre está en actitud
de servicio respetuoso.
Acerquémonos, pues, a él con toda confianza...
31. ¡Por eso lo mataron!
Porque mostraba,
con su vida
y con su palabra,
que Dios es
siempre AMOR…
Este testimonio era tan peligroso
para los gobernantes opresores,
que quisieron silenciarlo para siempre…
32. Desde la Encarnación del Hijo de Dios,
no es justo echarle la culpa a Dios
por nuestros sufrimientos.
Ahora es Dios el que nos reclama a nosotros
por qué maltratamos y matamos a sus hijos.
Cuando le reclamamos por
nuestros dolores, Él nos
muestra el rostro sangrante
de su Hijo, y nos dice:
A mí también me lo mataron...
Somos nosotros,
cada uno y en sociedad,
los que estropeamos
el proyecto divino
de felicidad para todos.
Dios sufre con los que sufren,
y pedirá cuentas a los responsables
33. 2. Jesús
muere en la
Cruz para
mostrarnos
cuánto nos
ama Dios
Jesús en la El amor de verdad
Cruz amó sabe sufrir, el
sufirmiento es
más que la medida del
amor
sufrió
34. Jesús está metido en lo más profundo de la historia
humana, a veces sufriendo, a veces triunfando,
pero nunca imponiéndose a la fuerza.
¿Qué podía hacer para cambiarnos?
Sólo sufrir por nosotros y con nosotros
Jamás dictador…
Siempre ofreciéndose a ayudar…
Su respeto es total…
Su ofrecimiento, sin fin…
35. Amor gratuito
“Al entregar a su Hijo por nuestros
pecados, Dios manifiesta que su designio
sobre nosotros es un designio de amor
benevolente que precede a todo mérito por
nuestra parte: ‘En esto consiste el amor: no
en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que él nos amó y nos envió a su
Hijo como propiciación por nuestros
pecados’ (1 Jn 4, 10). ‘La prueba de que
10
Dios nos ama es que Cristo, siendo
nosotros todavía pecadores, murió por
nosotros’
36. En Jesucristo, el propio Dios va tras la
oveja perdida,
la humanidad doliente y extraviada.
Cuando Jesús habla del pastor
que va tras la oveja descarriada, de
la mujer que busca el dracma, del
padre que sale al encuentro del
hijo pródigo y lo abraza, no se
trata sólo de meras palabras, sino
que
es la explicación de
su propio ser y actuar.
En la Cruz Dios
es amor
37. Dios es amor, hasta la
muerte
•En su muer te en la cr uz se
r ealiza ese poner se Dios
contr a sí mismo, al
entre gar se par a dar nueva
vida al hombre y salvar lo:
esto es amor en su for ma
más r adical. Poner la
mir ada en el costado
tr aspasado de Cristo ayuda
a comprender que… “Dios
38. Es ahí, en la
cruz, donde puede
contemplarse esta
verdad. Y a partir
de allí se debe
definir ahora qué
es el amor. Y,
desde esa mirada,
el cristiano
encuentra la
orientación de su
vivir y de su amar.
Benedicto XVI, Dios es amor, 12.
40. EN PASCUA SE CONMEMORA
la resurrección de Jesús. Su cruel
muerte por crucifixión coincidió
con la celebración de la Pascua
judía. Lo que los judíos llevaban
más de 1.400 años
representando por medio del
sacrificio de corderos y la cena de
Pascua fue precisamente lo que
sufrió el Cordero de Dios. Al
mismo tiempo que por toda la
tierra de Israel seleccionaban y
mataban el cordero pascual,
Jesús era crucificado.
Adsemás de esto, la misma forma en que Jesús murió
significó el cumplimiento de muchas otras profecías del
Antiguo Testamento con asombrosa precisión. Al
resucitar Jesús los apóstoles se dan cuenta de ello.
41. Profecía:
«Como cordero fue llevado al
matadero; y como oveja
delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió Su
boca»
(Isaías 53:7).
Cumplimiento:
Durante el juicio de Jesús
ante Poncio Pilato —en el
que estaba en juego Su vida
—, no pronunció palabra
alguna para defenderse
(Mateo 27:12-14).
42. Unos 1.000 años
antes que se instituyera la
crucifixión como método de
ejecución en el Imperio
Romano, el rey David
escribió del Mesías: «Todos
Mis huesos se descoyuntaron
[...]. Horadaron Mis manos y
Mis pies»
(Salmo 22:14,16).
En la muerte por crucifixión,
el propio peso de la víctima le
dislocaba los brazos. A la
mayoría de los condenados
los ataban a la cruz. En
cambio, a Jesús lo clavaron a
la Suya traspasándole las
manos y los pies.
43. Los romanos tenían además por
costumbre quebrar las piernas de
los condenados que no hubieran
muerto a pesar de llevar horas
colgados de la cruz. Al perder el
punto de apoyo de los pies, el peso
del cuerpo hacía colapsar las vías
respiratorias y los pulmones, lo
cual aceleraba la muerte. Cuando
los verdugos romanos se
aprestaban a romperle las piernas
a Jesús, descubrieron que ya
estaba muerto.
Así se cumplió otra profecía
bíblica: «[Dios] guarda todos Sus
huesos; ni uno de ellos será
quebrantado» (Salmo 34:20).
44. En lugar de romperle las piernas para garantizar su defunción, uno de los
soldados romanos le clavó una lanza en el costado atravesándole el corazón.
«Al instante salió sangre y agua», reza el Evangelio (Juan 19:34). Así se cumplió la
Escritura: «He sido derramado como aguas [...]; mi corazón fue como cera,
derritiéndose en medio de Mis entrañas» (Salmo 22:14).
Cabe pensar que de una herida de lanza saldría sangre, no agua. ¿De dónde
provino esta? Los médicos han descubierto que quienes mueren con gran angustia
sufren una enorme acumulación de agua alrededor del corazón.
Imagínate: Jesús murió de pena, por ti y por mí.
45. Además, en aquel momento se sintió como un pecador perdido. Pasó por
una experiencia por la que, gracias a Dios, nosotros nunca tendremos que pasar:
no sólo la crucifixión, no sólo la agonía física, sino el dolor y la angustia mental y
espiritual de sentirse abandonado por Dios. Al morir, «Jesús clamó a gran voz,
diciendo: "Elí, Elí, ¿lama sabactani?" Esto es: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me
has desamparado?"» (Mateo 27:46).
¿Lo había desamparado Dios? Sí, momentáneamente. Tuvo que hacerlo para
que Jesús muriera como un pecador, sin Dios. Imagínate: murió angustiado como
una persona no salvada. Dios tuvo que volverle la espalda temporalmente a Su
propio Hijo para que pereciera como un pecador.
46. ¿Respondió Dios a Jesús cuando estaba en la
cruz?
En la Escritura no consta ninguna respuesta. En aquel
momento sintió que Dios lo había abandonado, justo
cuando más lo necesitaba.
Jesús murió sufriendo
la angustia de un
pecador perdido, sin
salvación, sin Dios, que
muere por sus propios
pecados; sólo que en Su caso
murió por los nuestros, por los
pecados del mundo entero.
Estuvo dispuesto a sufrir todo
aquello para propiciar nuestro
perdón y darnos la vida
eterna.
¡Qué demostración
de amor!
47. «Se dispuso con los impíos Su sepultura, mas con los ricos fue en Su muerte»
(Isaías 53:9). Jesús fue condenado injustamente junto a dos delincuentes comunes
(Mateo 27:38). Pese a ello, luego de morir, un hombre acaudalado que se contaba
entre Sus seguidores —José de Arimatea— puso el cuerpo de Jesús en una tumba
nueva que tenía (Mateo 27:57-60).
Una vez sepultado, las autoridades religiosas judías pretendieron asegurarse de
que los discípulos no hurtaran el cuerpo y adujeran que había resucitado. Así que
se selló la tumba, y unos soldados romanos montaron guardia delante de ella
(Mateo 27:62-66).
48. Tres días después, cuando María Magdalena
y la otra María se presentaron en el sepulcro
de madrugada, se les apareció un ángel que
retiró la piedra de la entrada. «De miedo de él
los guardas temblaron y se quedaron como
muertos. Mas el ángel […] dijo a las mujeres:
"No temáis […]. No está aquí, pues ha
resucitado, como dijo"».
Entonces el ángel indicó a las mujeres donde había
yacido el cuerpo de Jesús. (Mateo 28:1-8).
¡Había resucitado de
los muertos!
Tres días después que sepultaran Su
cuerpo sin vida, sucedió algo que dejó
pasmados a Sus enemigos y demostró a
todos Sus seguidores que Él era
indiscutiblemente el Hijo de Dios:
¡resucitó, triunfando para siempre sobre
la muerte y el infierno!
49. 3. La muer te en la Cr uz
sobre todo es redención
No se puede entender la vida de Cristo
sin el pecado
El pecado existe, basta que miremos al
mundo
No es algo para meter miedo o traumas
psíquicos
50. Sin pecado no hay Salvador
La Biblia nos enseña que el origen del mal y del
sufrimiento está en el “misterio de iniquidad”
que es el pecado: el de unos ángeles y los de los
hombres, principalmente el original, pero tam-
bién los personales de cada hombre y cada mujer.
La imagen de Dios en la persona humana ha sido oscurecida y
desfigurada por el pecado, pero no destruida totalmente.
El hombre con sus solas fuerzas no puede liberarse del pecado y sus
consecuencias. La liberación verdadera y completa del hombre
procede únicamente de Dios: “la prueba que Dios nos ama es que
Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros”
(Rom 5, 8).
8
51. ¿Qué es el pecado
original?
No es un pecado personal, sino el
estado caído de la humanidad en nace
cada uno
Todos tenemos una tendencia al mal
Nuestra voluntad está herida, pero no
estamos obligados a pecar
El pecado original se concreta en los
siete pecados capitales
60. Negar todo lo que sea sobrenatural
Por eso no se entiende a Jesucristo
Tampoco la Iglesia
La Misa se convierte en una
celebración festiva demasiado
terrena, no en una antesala del cielo,
renovación del sacrificio de la Cruz
61.
62. ESTOS 7 PECADOS CAPITALES LOS
TENEMOS TODOS
Son como unas zarzas que si no las
arrancamos todos los días, nos van
rodeando cada vez más
En resumen hay pecado en el mundo,
en cada uno de nosotros y también
en el mundo, 36 millones de niiños
mueren de hambre al año, 2 millones
de prostitución infantil. Tenemos
armas para destruir el planeta miles
de veces
63. Jesucristo padeció y murió por
nuestros pecados: así lo dice la
Biblia
Dios quiere que todos los hombres se salven
.
(1Tm 2,4).
Por nuestro amor, Dios Padre entregó a su
Único Hijo
Cuando llegó la plenitud de los tiempos,
envió a su Hijo Unigénito, para que,
redimidos del pecado, fuéramos constituidos
hijos de Dios, partícipes de la vida.
64. VAMOS A EXPLICAR LA REDENCIÓN
CON UN PEQUEÑO VIDEO : “El
puente”
65. Para explicar la muerte de
Cristo nos servimos de
diferentes palabras
• Sustitución
• Propiciación
• Rescate
• Reconciliación
• Satisfacción
• Todo esto la teología lo ha
sintetizado con la palabra
REDENCIÓN
66. DIFERENCIA ENTRE SALVAR,
LIBERAR Y REDIMIR
• Salvar de un peligro, miedo…
• Liberar es más específico, prisión, atadura
• Redimir es que otro pague mi condena
• Cervantes fue redimido un fraile ocupó su
lugar en Argel
La muerte de Jesucristo nos salva nos
libera, pero sobre todo nos redime
67. La muerte de Jesucristo es
redención
El castigo que merecían
nuestros pecados lo carga
Cristo sobre sí
68. TODO PECADO MERECE UNA REPARACIÓN
SI ME ROBAS 1000 EUROS…
¿Qué tienes que hacer
para que te perdone?
¿Cómo se perdona un
asesinato, un mal tan
grande?
69. SÓLO DIOS PUEDE REPARAR
TODO EL MAL QUE HACEMOS
LOS HOMBRES
• Cristo como hombre • Para redimirnos
es el representante Cristo acepta la
de toda la humanidad muerte
• Las acciones de
Cristo como Dios
tienen valor absoluto
• En la Cruz paga todo
el castigo que
merecían nuestros
pecados
70. Jesucristo padeció y murió por
nuestros pecados
Sólo Cristo, por ser Dios y Hombre,
Sólo Cristo, por ser Dios y Hombre,
podía pagar el precio de nuestra
podía pagar el precio de nuestra
libertad; y lo pagó, reparando por
libertad; y lo pagó, reparando por
nuestros pecados, y consiguiéndonos
nuestros pecados, y consiguiéndonos
de nuevo la amistad con Dios.
de nuevo la amistad con Dios.
Lo aceptó libremente, por amor al Padre y
porque nos “amó hasta el extremo” (Jn 13,1)
(CEC, 609)
71. CRISTO SATISFACE NUESTRO PECADO
Satisfacción = reparación de una falta u ofensa mediante la en-
trega de alguna compensación. Con Dios, analogía: significa
la acción que Dios requiere del hombre para cancelar su pecado
(arrepentimiento, obras de penitencia).
CCE 615: “Por su obediencia hasta la
615
muerte, Jesús llevó a cabo la sustitución
del Siervo doliente que ‘se dio a sí mismo
en expiación’, ‘cuando llevó el pecado de
muchos’, a quienes ‘justificará y cuyas
culpas soportará’ (cfr. Is 53, 10-12).
10-12
Jesús repara por nuestras faltas y satis-
face al Padre por nuestros pecados”.
72.
73.
74. Los sacrificios de Israel eran sustituir
Se hizo
nuestro al culpable por un animal Jesucristo
SUSTITUT fue el cordero de Dios que muere
O por los inocentes mataron el
cordero del sacrificio.
75. Se hizo El pecado de todo el mundo fue
nuestro colocado sobre Jesús. El más
SUSTITUT
O
pecador no debe tener temor de
que Dios no lo perdone,)
76. Nos
RESCATÓ
Se emplea la palabra “redentor”
de la para describir el proceder del
esclavitud pariente cercano que TIENE QUE
del pecado
RESPONDER POR LAS DEUDAS
DEL DIFUNTO , o que compra de
nuevo la propiedad que ha sido
vendida por un pariente (Lev. 25:
25), o que se casa con una
parienta viuda (Rut 3: 13,
"redimir"). Así Dios es su redentor
(Sal. 107: 2) y su nuevo esposo
77. Nos
Jesús declaró que el Hijo del hombre
RESCATÓ vino "para dar su vida en rescate
de la por muchos" (Mar. 10: 45). Pablo
esclavitud habla de Cristo como de Aquel "que
del pecado se dio a sí mismo en rescate por
todos" (1 Tim. 2:6). Se habla de los
cristianos como "rescatados" (2
Ped. 2: 1), o "comprados por
precio" (1 Cor. 6:20). "Cristo nos
redimió de la maldición de la ley
hecho por nosotros maldición"
(Gál. 3: 13).
78. Nos
De modo que, en un sentido, la
RESCATÓ justificación no es gratuita, pues se
de la ha pagado un grandísimo precio por
esclavitud ella: los sufrimientos y la muerte de
del pecado Cristo. Pero es gratuita para
nosotros, pues no tenemos que
pagar su costo, pues ya fue pagado
por el Hijo de Dios. Esta redención
nos rescata del pecado, de la
corrupción y de la muerte (Rom. 8:
23), y finalmente nos liberará de
nuestra mala condición actual y nos
llevará a un estado de gloria y
bienaventuranza
79. El propiciatorio era la tapa que cubría el
La arca de la alianza. Si bien las tablas de
PROPICIACI la ley dentro del arca testificaban en
ÓN por contra del pueblo, el propiciatorio SE
nuestros ROCIABA CON SANGRE PARA
pecados MOSTRAR QUE QURÍAN HACER UN
ESFUERZO POR CUMPLIR LA LEY
ese sacrificio conseguía hacer propicio
a Dios. La sangre de Cristo nos
muestra un Dios propicio.
80. La cruz del Calvario es el puente que se
Nos tiende sobre el abismo que abrió el pecado.
RECONCIL [Jesús] vino a nuestro mundo comisionado por
IÓ con Dios el Padre. Vino a tender un puente sobre el
abismo que el pecado había producido
entre Dios y el hombre. Para la unión de la
naturaleza humana con la divina.
81. Cristo se propuso llegar
hasta los abismos de la
degradación y del dolor del
hombre y restaurar al alma
arrepentida y creyente a la
armonía con Dios. Cristo,
el Cordero sacrificado, se
ofreció como sacrificio y
sustituto para los caídos
hijos de Adán
82.
83. LA MUERTE DE CRISTO ES UN SACRIFICIO
Sacrificio es el ofrecimiento hecho a Dios de
algo propio, signo de la entrega interior a Dios
y de la renuncia a sí mismo, para reconciliarnos
con Él.
El valor del sacrificio exterior está en ser signo
del sacrificio interior o espiritual (entrega del
alma a Dios por amor), elemento principal del
sacrificio.
La Pasión es un sacrificio porque en ella Cristo se ofrece voluntaria-
mente a su Padre para reconciliar a los hombres con Dios. Por parte
de los que le crucificaron la Pasión no fue ningún sacrificio, sino
iniquidad; pero por parte de Cristo que padecía libremente y por
amor, fue un acto supremo de entrega, un verdadero sacrificio.
84. PASIÓN Y MUERTE, 10
Cristo no sólo mereció que Dios
Padre nos otorgue la gracia, sino
que el mismo Cristo es quien nos
la comunica. La salvación de cada
uno procede de nuestra Cabeza,
como la vida de los sarmientos
procede de la vid.
La causa eficiente principal de la gracia de la salvación sólo puede
ser Dios; pero Dios produce esta gracia en nosotros mediante la
humanidad de Jesucristo que es el instrumento de la divinidad para
comunicar -y no sólo para merecer- todas las gracias a los hombres.
Las acciones realizadas por Cristo en el pasado tienen un poder
divino y alcanzan con su eficiencia toda la historia.
85. 2 39 de 55
PASIÓN Y MUERTE, 11
La contemplación de la Pasión de Cristo nos mueve a amarle, ya
que Él nos ha dado pruebas de la verdad y de la grandeza de su
amor. Nos mueve a la contrición, a la conversión, a evitar el pe-
cado (apreciamos más claramente su malicia), a seguir a Cristo e
imitarle y a la generosidad para abrazar la voluntad de Dios
(aunque a veces suponga cargar con la cruz).
La Pasión de Cristo nos enseña el sentido del
dolor: Jesús no ha eliminado nuestros sufri-
mientos ni nos evita la muerte, pero los ha
transformado. Ahora esas penalidades no son
una simple pena del pecado, sino que sirven
de purificación y de mérito, son participación
de su cruz y de su obra redentora, son camino
de la salvación y de la verdadera vida.
86. 2 55 de 55
FRUTOS DE LA REDENCIÓN, 7
María no sólo ha recibido la más perfecta parti-
cipación de los frutos de la salvación (sin peca-
do, llena de gracia, en cuerpo y alma en el Cie-
lo), sino que también ha sido asociada de un
modo singular y eminente a la persona de
Cristo y a su obra redentora. Es nuestra Ma-
dre en el orden de la gracia.
Es Mediadora en la obra salvífica de Cristo, unida a su Hijo. Y
“la Iglesia no duda en atribuir a María un tal oficio subordinado:
lo experimenta continuamente y lo recomienda al corazón de
los fieles para que, apoyados en esta protección maternal, se
unan más íntimamente al Mediador y Salvador” (Lumen gen-
tium 62). Se va y se vuelve a Jesús por María.
62
87. ¿CÓMO LA MUERTE DE
ALGUIEN HACE 2000 AÑOS
PAGA MIS PECADOS?
• CRISTO ES MEDIADOR Y CABEZA
• PONTÍFICE HACE PUENTE ENTRE
DIOS Y LOS HOMBRES, EL QUE ES
DIOS Y HOMBRE A LA VEZ
• COMO DIOS SU SACRIFICIO TIENE UN
VALOR INFINITO
• COMO HOMBRE ES EL NUEVO ADÁN
CABEZA DE TODA LA HUMANIDAD
88. TÍTULOS QUE NOS PUEDEN
EXPLICAR ALGO MÁS LA
REDENCIÓN
Mediador
Pontífice
Cabeza de la humanidad: Sí a Dios
Modelo perfecto
Sacerdote eterno
Profeta: La palabra
Rey desde la Cruz
Nuevo Adán
Juez y legislador
89. MEDIADOR Y CABEZA, 1
Mediador es nombre de oficio. Se aplica a quien hace de medio
entre los que están separados para reconciliarlos, o para unirlos
de alguna forma.
En la economía divina, los mediadores no son
primariamente representantes del pueblo ante
el Señor, sino representantes de Dios. La
alianza y la salvación vienen de lo alto; no es
obra humana.
“Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre en la unidad de
su Persona divina; por esta razón Él es el único Mediador entre
Dios y los hombres” (CCE 480).
480
90. MEDIADOR Y CABEZA, 2
Cristo, mediador de la Nueva y eterna Alianza: las anteriores eran
parciales e imperfectas, pues no hacían a los hombres partícipes
de la intimidad divina. Jesús nos revela plenamente al Padre, qui-
ta el pecado del mundo y establece la verdadera comunión de vida
entre Dios y los hombres.
Cristo es el único Mediador entre Dios y los hombres: sólo Él une
a los hombres con Dios (Jn 14, 6: “Nadie va al Padre sino por mí”).
6
TODAS LAS RELIGIONES ESTABAN
PREOCUPADAS DE CÓMO LLEGAR
A DIOS CÓMO AGRADR A DIOS,
Jesucristo resuelve ese problema con
perfección es un hombre que a la vez
es Dios
91. EL JUSTO NOS REPRESENTA A LOS INJUSTOS
La Pasión de Cristo satisface por los pecados del mundo. Es una
satisfacción vicaria: “del justo por los injustos” (1 P 3, 18).
18
El Hijo de Dios, Santo y Justo, pero hecho
solidario por amor con nosotros pecadores,
representándonos a todos y llevando las
penalidades de nuestro pecado, como víc-
tima del pecado, intercede por todos para
cancelar nuestra falta. Así se deben inter-
pretar algunos textos de la Escritura como
2 Cor 5, 21 (“a quien no conoció pecado
Dios le hizo pecado por nosotros”) o
Gal 3, 13 (“nos redimió de la maldición de
la Ley haciéndose por nosotros maldición”).
92. Cabeza de la humanidad porque es el modelo perfecto
Cristo en cuanto hombre es Cabeza del géne-
ro humano. Tiene la misma naturaleza de los
hombres y es solidario con todos ellos.
Es Cabeza de los hombres porque tiene una
preeminencia sobre ellos por su plenitud de
gracia, en virtud de la cual es el más perfecto
y el ejemplar de cada uno de los hombres.
Es Cabeza del género humano porque es el principio de la gracia
de todos los hombres, el salvador de todos ellos.
El fundamento o raíz de la plenitud de gracia de Cristo hombre es
la unión hipostática: si Cristo no fuera Dios hecho hombre, no
sería Cabeza del género humano.
93. Un hombre que hace todo bien y agrada infinitamente a Dios
Cristo en cuanto Dios no tiene condición de mediador (no difiere del
Padre ni del Espíritu Santo). Tampoco la tiene simplemente por el
hecho de ser hombre. La tiene porque cumplió perfectamente lo que
dios quería, es un modelo para nosotros perfecto y y es el único
hombre que hace plenamente lo que Dios quiere. Como cabeza de la
humanidad da un sí definitivo a Dios
Hay otros mediadores, pero subordinados a Cristo y partícipes de su
mediación. Cuanto más unidos a Cristo más nos ayudan a llegar a
Dios
1) la Virgen María Mediadora de todas las gracias,
2) los ángeles,
3) los santos,
4) los sacerdotes,
5) todos los cristianos.
94. Cristo borra la desobediencia del
pecado
•• Cristo, “por nosotros los hombres y por
Cristo, “por nosotros los hombres y por
nuestra salvación, bajó del cielo... y por
nuestra salvación, bajó del cielo... y por
nuestra causa fue crucificado (Credo)..
nuestra causa fue crucificado (Credo)
Pecado = desobediencia a la voluntad divina
Cristo se hizo (CEC, 606-607) Toda su vida es
“obediente hasta la entrega a la
muerte y muerte de voluntad del Padre,
cruz” (Flp 2,8). sobre todo la Cruz.
95. Cristo ejerce su mediación como
Sacerdote, Profeta y Rey.
• Ese ser puente, en la Escritura aparece con
los títulos de Sacerdote, profeta y Rey, que
eran los ungidos, aquellos a los que les
untaban: Cristo
• Cristo es el Sumo sacerdote, el verdadero
profeta y el Rey de paz esperado
96. SACERDOTE PARA RECONCILIAR CON DIOS
Cristo, Sacerdote de la nueva Alianza
El sacerdote es mediador entre Dios y los
hombres. Pero el término “mediador” es más
amplio que el de “sacerdote”. No toda media-
ción es un sacerdocio (profetas, reyes, etc.).
La suya es la principal: consiste en unir y re-
conciliar a los hombres con Dios quitando
el pecado. Ofrece sacrificios para reconciliar-
nos con Dios.
Cristo es el único y sumo Sacerdote que con su sacrificio nos re-
concilia con Dios. Todo otro sacerdocio (ministerial o común) es
participación de su sacerdocio y subordinado a él.
Su sacerdocio es distinto y superior al levítico, y es eterno. Tú eres
sacerdote eterno según el rito de Melquisedec (Sal 110 y Hb)
97. CRISTO ES LA REVELACIÓN DE DIOS:
LA PALABRA, EL VERBO ENCARNADO
Cristo, Profeta: mediador y plenitud de la revelación
Es mucho más que los profetas del AT y se
distingue de todos ellos: “en diversos mo-
mentos y de muchos modos habló Dios en el
pasado a nuestros padres por medio de los
profetas. En estos últimos días nos ha habla-
do por medio de su Hijo” (Heb 1, 1-2).
1-2
El Hijo de Dios, al venir a este mundo, como hombre, es el media-
dor perfecto de la revelación pues nos manifiesta a Dios a quien ve
y oye. Él es la misma verdad.
Él es la plenitud de la revelación: es la Palabra única y perfecta del
Padre. Dios en su Verbo lo ha dicho todo: no habrá otra palabra
más que ésta. Nos libera de la ignorancia y del error.
98. CRISTO REINA DESDE LA CRUZ
Jesucristo, Rey
Cristo se presenta como Buen Pastor y Rey: “el pueblo de Dios
participa en la función regia de Cristo. Cristo ejerce su realeza
atrayendo a sí a todos los hombres por su muerte y su resurrección.
Cristo, Rey y Señor del universo, se hizo el servidor de todos, no
habiendo ‘venido a ser servido, sino a servir y dar su vida por mu-
chos’ (Mt 20, 28). Para el cristiano, ‘servir a Cristo es reinar’
28
(Lumen gentium 36)” (CCE 786).
36 786
La Iglesia también ha presentado a Cristo como
Legislador (nos da la Ley nueva de la gracia y
de la caridad), o como Juez (dispensa la gracia
y el perdón de los pecados, y premia con la
gloria).
99. CRISTO, NUEVO ADÁN
Dios quiso que la humanidad tuviera su principio en Adán. Éste
pecó no sólo como persona individual, sino también como cabeza
del género humano, y su acción implicaba a toda su descendencia
(cfr. Rom 5, 12-19). Cristo es el “nuevo” o “segundo” Adán.
12-19
Dios quiso que Jesucristo fuera el principio y la causa de la vida
sobrenatural de todos, el inicio de una humanidad redimida.
Adán y Cristo son principios de todo el género
humano: el primero en cuanto a la naturaleza y
al pecado, Cristo en cuanto a la salvación.
Cristo es el hombre nuevo y perfecto, superior a
Adán y a todos los hombres, el ejemplar de todos
los demás.
100. ¿Cristo nos redimió sólo con su muerte?
“Mérito” es el derecho a un premio o retribución
por una obra realizada. Con relación a Dios, el
hombre propiamente no tiene ningún derecho ante
Dios. Si puede merecer algo ante Dios, es porque
Él previa y libremente ha establecido retribuir al-
gunas acciones nuestras nacidas del amor. No apa-
rece la palabra en la Escritura, pero sí su contenido.
Todas las acciones de Cristo son meritorias (nacen de su amor y li-
bertad) y obtienen del Padre nuestra salvación. Pero en su Pasión
mereció de modo particular.
Cristo mereció la vida sobrenatural para todos los hombres y para
todos la gracia que quita el pecado: se ofreció por nosotros como
Cabeza nuestra.
101. Cristo se quiere hacer solidario con nosotros nosotros nos toca
colaborar
Solidaridad de Cristo con el género humano: 1) físi-
ca, de la sangre (comparte nuestra naturaleza, es hijo
de Adán); 2) moral e intencional por el amor (nace
de la libre voluntad de Jesús, de su amor, virtud que
une e identifica al amante con el amado y que hace
que las cosas del amado sean como propias; “me ha
amado y se ha entregado a sí mismo por mí”
(Gal 2, 20)).
20
Cristo representa a los hombres ante Dios y se ofrece por todos,
pero propiamente no nos sustituye: no decide por nosotros,
puesto que debemos arrepentirnos de los pecados e incorporar-
nos voluntariamente a Él como miembros suyos; y tampoco nos
ahorra en esta vida las penas del pecado, incluida la muerte.
103. Es la tarde de un viernes típico y estás manejando
hacia tu casa. Sintonizas la radio. El noticiero
cuenta una historia de poca importancia:
En un pueblo lejano han muerto 3 personas de alguna
gripe que nunca antes se había visto. No lo piensas
mucho... El lunes cuando despiertas, escuchas que ya
no son 3, sino 30.000 personas las que han muerto
en las colinas remotas de la India. Gente del control
de enfermedades de EEUU, ha ido a investigar.
El martes ya es la noticia más importante en la
primera plana del periódico, porque no solo es la
India, sino Pakistán, Irán y Afganistán y pronto la
noticia sale en todos los noticieros. Le están
llamando "La Gripe Misteriosa" y todos se preguntan
¿Cómo vamos a controlarla?
104. Entonces una noticia sorprende a todos. Europa
cierra sus fronteras, no habrá vuelos a Francia desde
la India, ni de ningún otro país en el cual se haya visto
la enfermedad. Estás viendo las noticias cuando
escuchas la traducción de una mujer, en Francia, que
dice que hay un hombre en el hospital muriendo de la
“Gripe Misteriosa". Hay pánico en Europa. La
información dice que cuando tienes el virus, es por
una semana y ni cuenta te das. Luego tienes 4 días de
síntomas horribles y mueres. Inglaterra cierra
también sus fronteras, pero es tarde, pasa un día más
y el presidente de los EEUU cierra las fronteras a
Europa y Asia, para evitar el contagio en el país,
hasta que encuentren la cura...
105. Al día siguiente la gente se reúne en las iglesias a orar por
una cura y entra alguien diciendo:
Prendan la radio y se oye la noticia: 2 mujeres han muerto
en Nueva York. En horas, parece que la cosa invade a todo
el mundo. Los científicos siguen trabajando para
encontrar el antídoto, pero nada funciona. Y de repente,
viene la noticia esperada: ¡Se ha descifrado el código de
ADN del Virus Se puede hacer el antídoto! Va a
requerirse la sangre de alguien que no haya sido infectado
y de hecho en todo el país se corre la voz de que todos
vayan al hospital central para que se les practique un
examen de sangre. Vas de voluntario con tu familia, junto
a unos vecinos, preguntándote que pasará? ¿Será esto el
fin del mundo...?
106. De repente el doctor sale gritando un nombre
que ha leído en su cuaderno. El mas pequeño de
tus hijos está a tu lado, te agarra la chaqueta y
dice: -¡Papi, ese es mi nombre! Antes de que
puedas reaccionar se están llevando a tu hijo y
gritas: -¡Esperen! Y ellos contestan: -Todo está
bien, su sangre está limpia, su sangre es pura.
Creemos que tiene el tipo de sangre correcta.
Después de 5 largos minutos salen los médicos
llorando y riendo. Es la primera vez que has visto
a alguien reír en una semana. El doctor de mayor
edad se te acerca y dice: Gracias, señor! La
sangre de su hijo es perfecta, está limpia y pura,
podemos hacer el antídoto contra esta
enfermedad...
107. La noticia corre por todas partes, la gente
está orando y riendo de felicidad. En eso el
doctor se acerca a ti y a tu esposa y dice:
-¿Podemos hablar un momento? Es que no
sabíamos que el donante sería un niño y
necesitamos que firmen este formato para
darnos el permiso de usar su sangre.
Cuando estás leyendo el documento te das
cuenta de que no ponen la cantidad que
necesitarán y preguntas: Cuanta sangre?...
La sonrisa del doctor desaparece y
contesta: -No pensábamos que era un niño.
108. ¿No estábamos preparados? ¡¡¡La necesitamos
toda!!! No lo puedes creer y tratas de contestar:
-"Pero, pero..." El doctor te sigue insistiendo:
Usted no entiende, estamos hablando de la cura
para todo el mundo. Por favor firme, la
necesitamos... ¡toda!. Tú preguntas: -¿Pero no
pueden darle una transfusión? Y viene la
respuesta: -Si tuviéramos sangre limpia
podríamos... ¿Firmará...? ¿Por favor...? ¡¡Firme...!!
En silencio y sin poder sentir los mismos dedos
que tienen la pluma en la mano lo firmas.
109. Te preguntan: -¿Quiere ver a su hijo?
Caminas hacia esa sala de emergencia donde
tu hijo está sentado en la cama diciendo: -
¡Papi!, ¡Mami! ¿Qué pasa?. Tomas su mano y
le dices: -Hijo, tu mami y yo te amamos y
nunca dejaríamos que te pasara algo que no
fuera necesario, ¿comprendes eso? Y
cuando el doctor regresa y te dice: -Lo
siento necesitamos empezar, gente en todo
el mundo está muriendo... -¿Te puedes ir? -
¿Puedes darle la espalda a tu hijo y dejarlo
allí...? Mientras él te dice: -Papi, mami ¿por
qué me están abandonando?
110. Y a la siguiente semana cuando hacen
una ceremonia para honrar a tu hijo,
algunas personas se quedan dormidas
en casa, otras no vienen porque
prefieren ir de paseo o ver un partido
de fútbol y otras vienen a la ceremonia
con una sonrisa falsa fingiendo que les
importa. Quisieras pararte y gritar:
¡Mi hijo murió por ustedes! ¿Es
que no les importa?
111. Tal vez eso es lo que Él quiere decir:
¡Mi hijo murió por vosotros! ¿No
sabéis cuánto os amó?"
112. ¿Asistes cada semana
a la Eucaristía
en tu Parroquia?
¿Cómo vas de contento?
¿Te queda claro que es
el Memorial de la
entrega de Jesús por
tu salvación?
113. DIOS TE DA
SIETE DIAS DE
VEINTICUATR
O
HORAS...
Y SOLO TE PIDE
MENOS DE UNA
HORA A
CAMBIO
¡No faltes al encuentro
con tu mejor Amigo!
114. Bernardo
Cortina
Corredimir con Cristo
114
Pasión y muerte
La Redención obrada por Cristo en la Cruz
La Redención obrada por Cristo en la Cruz
es universal: se extiende a todo el género
es universal: se extiende a todo el género
humano.
humano.
Pero es preciso que se aplique a cada uno el
fruto y los méritos de la Pasión y Muerte de
Cristo, principalmente por medio de los
sacramentos.
115. Bernardo
Cortina
Corredimir con Cristo
115
Pasión y muerte
Cristo es el único mediador,
Cristo es el único mediador,
Pero el Padre quiere que seamos no sólo
redimidos, sino corredentores (CEC, 618).
Cristo “ofrece a todos la posibilidad de que, en
la forma de Dios sólo conocida, se asocien a
este misterio pascual” (GS, 22).
116. Bernardo
Cortina
Corredimir con Cristo
116
Pasión y muerte
Tomar la cruz y
Tomar la cruz y Porque Él “sufrió por
Porque Él “sufrió por
seguirle
seguirle nosotros dejándonos
(Mt 16,24),,
nosotros dejándonos
(Mt 16,24)
ejemplo para que
ejemplo para que
Estoy sigamos sus huellas
sigamos sus huellas
crucificado con (1Pe 2,21)
(1Pe 2,21)
Cristo. Vivo,
pero ya no soy Completo en mi carne
yo el que vive, lo que falta a la
es Cristo quien Pasión de Cristo, por
vive en mí (Ga
(Ga
su Cuerpo que es la
2,20)
2,20) Iglesia (Col 1,24)
(Col 1,24)
117. Bernardo
Cortina
Corredimir con Cristo
117
Pasión y muerte
Dios no ha querido librarnos de las penali-
Dios no ha querido librarnos de las penali-
dades de esta vida, para que aceptándolas
dades de esta vida, para que aceptándolas
nos identifiquemos con Cristo
merezcamos la vida eterna
cooperemos en la Redención
En unión con Cristo, la enfermedad, el
dolor y la mortificación voluntaria, libre y
por amor (como la suya), alcanzan un gran
valor redentor.
118. Bernardo
Cortina
Corredimir con Cristo
118
Pasión y muerte
En la Cruz, Jesucristo nos da ejemplo
En la Cruz, Jesucristo nos da ejemplo
de todas las virtudes: caridad,
de todas las virtudes: caridad,
obediencia, humildad, desprendimiento
obediencia, humildad, desprendimiento
de las cosas terrenas...
de las cosas terrenas...
Quiso asociar a su Madre, más
íntimamente que nadie, al misterio de su
sufrimiento redentor (Lc 2,35; CEC, 618): Ella nos
enseña a estar junto a la Cruz de su Hijo.
119. Imaginaos que inventáis un
juego de ordenador, con
unos muñequitos muy
potentes que pueden
fastidiar todo el ordenador y
a vosotros mismos
Les dais libertad y empiezan
a estropear todo
• ¿Qué haríais?
120. 1. EMPEZAR DE NUEVO
2. Mandar alguien que ponga
orden.
3. ¿A qué nunca se os ocurre haceros un
muñequito y entrar en el juego para
intentar convencerles?
121. Pues a Dios se le ocurrió
meterse dentro del ordenador,
no sólo para convencernos sino
para pagar el castigo que
habíamos hecho
• Esta es la muestra más grande de amor
Por eso decimos que la Cruz es el
signo de los cristianos
122. ¿CÓMO AGRADECER TANTO
AMOR
• 1. AMOR CON AMOR SE PAGA
• 2. El amor se concreta en el día a día
• 3. El que ama cumple todos los
mandamientos
• 4. Ama y haz todo lo que quieras
123. ¿PODEMOS HACER INÚTIL LA PASIÓN DE CRISTO?
La voluntad salvífica universal de Dios se centra en Cristo. Quiere
que todos los hombres se salven participando de la redención de
su Hijo hecho hombre: “por todos ha muerto Cristo” (2 Cor 5, 15).
15
Se llama “redención objetiva” a la obra del Redentor, tanto en su
vida terrena como desde el cielo en su vida gloriosa, con la coo-
peración del Espíritu Santo. Esta obra es causa de la salvación.
Se llama “redención subjetiva” a la participa-
ción de los frutos de la obra de Cristo en cada
uno de los hombres. Por la acción del Espíritu
Santo, Cristo ofrece a cada hombre la salva-
ción, pero el hombre puede rechazar la gracia
que se le ofrece.
124. ¿Cuándo se alcanzará la salvación completa?
La salvación es una realidad prin-
cipalmente escatológica: se dará
completa cuando Cristo reaparezca
con gloria al fin del mundo y todos
sus enemigos sean puestos bajo
sus pies.
Ahora ya alcanzamos la salvación (el mundo ya está
salvado), aunque todavía no es completa. Ahora ya
poseemos realmente la semilla de vida eterna y por
eso tenemos la certeza de recibir sus frutos en plenitud.
125.
126.
127. La vida cristiana
es unirse a Cristo
• Comienza
Bautismo
• Se va
desarrollando
• La perdemos con
el pecado
• Recuperamos
nuestra unión con
la Confesión
129. Para unirse a nosotros a
Cristo se le ocurrió otra
cosa maravillosa
• Imaginaos 2 amigos que no van
a verse más
• ¿Qué hacen?
• Se dejan un recuerdo, pero…
• En el recuerdo les gustaría
quedarse ellos mismos
131. Aquí
Jesús
empieza
una
ALIANZA Sala del
con todos cenácu
132. No comáis conmigo, comedme a Mí
Capitel del
cenáculo,
con
pelicanos
que beben
la sangre
del pecho
Su Sangre
nos va
transforman
do día a día
133. ESTO ES MI CUERPO
• “ES” NO SIN MÁS REPRESENTA,
SIGNIFICA, SIMBOLIZA
• CRISTO ESTÁ REALMENTE, POR ESO
LAS MUESTRAS DE RESPETO
¿CUÁLES?
• GENUFLEXIÓN,
• COMULGAR SIN PECADO MORTAL
• HABLAR CON ÉL CUANDO
COMULGAMOS
134. Pero además la última cena
también explicaba lo que iba aser
la cruz
Cristo quiso explicar que su muerte iba a
ser un sacrificio
Una ofrenda, una expiación
para el perdón de los pecados
De todos los hombres
Y además quiso que lo repitieran
135.
136. ¿Cuál es la alianza vieja?
Las alianzas se sellaban con sangre
La de Moisés con la sangre de…
Eso celebraban y siguen celebrando en
Pascua (primera luna llena de primavera)
En esa fiesta Jesús hace otra alianza
¿Con qué sangre la sella?
137. ESA SANGRE DE CRISTO
¿CUÁNDO SE DERRAMA?
• CADA MISA
ACTUALIZA
REPITE,
RENUEVA LA
CRUZ DE
CRISTO.
• ¿Entendéis la
importancia de
cada Misa?
138. Bernardo
Cortina
El sacrificio del Calvario
138
Pasión y muerte
Jesús anticipó en la Última Cena la ofrenda de
Jesús anticipó en la Última Cena la ofrenda de
su vida, instituyendo la Santísima Eucaristía:
su vida, instituyendo la Santísima Eucaristía:
“Este es mi Cuerpo que va a ser entregado
“Este es mi Cuerpo que va a ser entregado
por vosotros” (Lc 22, 19).. “Esta es mi sangre de la
por vosotros” (Lc 22, 19) “Esta es mi sangre de la
Alianza que va a ser derramada por muchos
Alianza que va a ser derramada por muchos
para remisión de los pecados” (Mt 26, 28)..
para remisión de los pecados” (Mt 26, 28)
La Eucaristía que instituyó en este momento
será el "memorial" (1 Co 11, 25) de su sacrificio.
Jesús incluye a los apóstoles en su propia
ofrenda y les manda perpetuarla: “Haced esto
en conmemoración mía” (Lc 22, 19).
139. Bernardo
Cortina
El sacrificio del Calvario
139
Pasión y muerte
En la Cruz, Cristo se ofreció a sí mismo como
En la Cruz, Cristo se ofreció a sí mismo como
víctima inmaculada a Dios Padre por medio
víctima inmaculada a Dios Padre por medio
del Espíritu Santo (Hb 9, 14)..
del Espíritu Santo (Hb 9, 14)
Es Sacerdote y Víctima a la vez, y realizó un
perfecto sacrificio, pues entregó su vida, en un
acto de amor y obediencia a la voluntad del
Padre, y “se ofreció a Dios por nosotros en obla-
ción y hostia de olor suavísimo” (Ef 5,2) (CEC, 613).
Este sacrificio es único, da plenitud y sobrepasa
Este sacrificio plenitud y sobrepasa
a todos los sacrificios (Hb 10,10) (CEC, 614)..
a todos los sacrificios (Hb 10,10) (CEC, 614)
140.
141.
142. La misa es la
r enovación del
sacrificio de la Cr uz
Por eso cada Misa tiene un valor infinito
Donde se celebra la Misa se llama altar
Los cristianos no ofrecemos animales
Ofrecemos nuestra vida
Pero sobre todo ofrecemos a Jesucristo
143.
144.
145. Pero cada día Cristo se hace
realmente presente a unos pocos
• Por eso todade donde estamos. Es
metros unión sexual debe respetar y
comprender ambos la manera de lo cual
una locura, es aspectos, con
esa relación expresa todo su que es. Ni
cómo Cristo cumple lo palabra
relaciones quecon vosotros todos los
yo estaré carezcan de amor
verdadero (relaciones sólo para procrear
días hasta el fin del mundo
da igual con quien y por qué), ni
relaciones que excluyan directamente la
procreación.
146.
147. Cristo adelanta el Jueves lo que iba
a pasar el viernes
► Esta es mi Sangre
► Sangre de la Alianza Nueva y eterna
► Que será derramada por vosotros y por
todos los hombres para el perdón de los
pecados
► Haced esto en conmemoración mía
148.
149. Bernardo
Cortina
El sacrificio del Calvario
149
Pasión y muerte
El sacrificio de Cristo tiene valor de:
Redención Reparación
Porque nos re- Sana la
dime (rescata) enfermedad,
de la esclavitud CEC, 616 levanta la caída
del pecado del pecado
Expiación Satisfacción
Expía o sufre en Por la ofensa a
nuestro lugar la Dios reconcilián-
pena del pecado donos con Él
151. Es algo tan grande que no nos
entra en la cabeza
Dios quiere ser la persona
más cercana a cada uno de
nosotros
Por eso quiere quedarse
dentro de nosotros
Pensándolo fríamente es una
locura. Este el sacramento de
nuestra fe anunciamos tu muerte
proclamamos tu Resurrección ven
Señor Jesús
152.
153. La Misa, paso a
paso
Liturgia de la Palabra y
Liturgia Eucarística
Texto extraído de la Página
http://www.conelpapa.com
154. La Misa cuenta con
una preparación,
llamada Ritos
iniciales.
Tiene dos partes
importantes: Liturgia
de la Palabra y
Liturgia Eucarística Concluye con los
que constituyen un Ritos finales.
sólo acto de culto.
culto Esta conjunción entre
la Liturgia de la
Palabra y la Liturgia
Eucarística se daba ya
en la Iglesia
apostólica.
155. Ritos iniciales
Todo lo que precede a la Liturgia de la Palabra tiene el
carácter de introducción.
Sirve para que los asistentes se dispongan a formar
comunidad, y se dispongan a una celebración consciente y
fructífera, oyendo atentamente la palabra de Dios y
participando en la celebración de la Eucaristía.
Estos ritos son: el Canto de entrada, el Saludo, el Acto
Penitencial, el Señor ten piedad, el Gloria (los domingos) y la
Oración Colecta.
156. anto de entrada
¿Qué finalidad tiene?
Abrir la celebración, fomentar la unión entre los fieles reunidos y elevar sus
corazones para la contemplación del misterio litúrgico del día.
¿Como se desarrolla?
El ministro entra en el templo y se dirige procesionalmente hacia el altar.
Esta procesión simboliza el camino que recorre la Iglesia peregrina hasta
la Jerusalén celestial.
Cuando forma parte del cortejo un ministro que lleva la Cruz y otro, el
Evangeliario, que lleva los Evangelios, se simboliza que Cristo, Redentor y
Maestro nos llevará hasta el fin de ese camino.
¿Qué deben hacer los fieles?
Los fieles se ponen de pie para indicar su disponibilidad en la celebración
que va a tener lugar.
¿Qué hace el sacerdote al llegar al altar?
Mientras el sacerdote se dirige hacia el altar tiene lugar el canto de
entrada, que se introdujo en la liturgia romana en el siglo V.
Al llegar al altar, que simboliza a Cristo, se realiza:
- Inclinación profunda, que es un gesto de intenso respeto
- Beso del sacerdote al altar, en nombre de todo el pueblo reunido, que es
representación de la Iglesia: es el beso de la Iglesia a su Esposo, que
es Cristo. Si la misa es concelebrada, lo besan todos los concelebrantes.
- Incensación: (en algunos casos) es un símbolo de honor, de purificación
y santificación
157. Saludo
El sacerdote, extendiendo las manos saluda al Pueblo: "El
Señor esté con vosotros..."
¿Qué finalidad tiene este saludo?
Anunciar a la Asamblea congregada la presencia del Señor.
¿Cómo se desarrolla?
Al terminar el canto de entrada, el sacerdote y toda la
comunidad hacen el gesto de señal de la Cruz, unida a la
fórmula "en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo".
El gesto de la señal de la cruz recuerda que el sacrificio de
Cristo es la fuente de toda santificación.
La fórmula es un acto de fe en la Trinidad y recuerda el
Bautismo.
Luego el sacerdote y los fieles se intercambian un saludo, un
diálogo.
El saludo manifiesta el misterio de la Presencia de Dios
entre los que se han reunido en su nombre.
158. Acto Penitencial
El sacerdote invita a los fieles al arrepentimiento: "Hermanos: para
celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos
nuestros pecados".
¿Para qué se hace?
El acto penitencial manifiesta el sentimiento que tiene la Iglesia de
ser comunidad de pecadores. Sirve para valorar la realidad del
pecado, crecer en espíritu de penitencia, y considerar la misericordia
de Dios.
Este acto consta de tres partes:
- invitación a los fieles para que se examinen y reconozcan
pecadores. Este momento de silencio es importante y forma parte
de este acto.
- petición de perdón, que se expresa con la oración "Yo confieso
ante Dios todopoderoso" con el gesto de un golpe de pecho al
decir: Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. En el anterior
rito eran tres golpes; ahora basta con uno.
- absolución, que no es sacramental, sino que expresa un deseo
de perdón de Dios. El sacerdote implora: Dios todopoderoso tenga
misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve
a la vida eterna.
159. eñor, ten piedad
¿Qué es?
Es un canto de súplica en la que los fieles aclaman al Señor y solicitan
su misericordia.
Aunque es un canto, puede recitarse. En ese "ten piedad" se incluyen todos
los hombres, con todas sus necesidades materiales y espirituales
oria
Se canta o se dice el himno: Gloria a Dios en el Cielo, y en la tierra paz a los
Se se dice el himno: Gloria a Dios Cielo, y
hombres de buena voluntad...
hombres de buena voluntad...
¿Qué es?
¿Qué es?
Es un canto antiquísimo de aclamación y súplica. Se canta los domingos -fuera
Es los domingos
del tiempo de Adviento o Cuaresma- y en celebraciones solemnes o con asistencia
del tiempo de Adviento o Cuaresma- con asistencia
especial del pueblo
especial
Comienza con las palabras del ángel en Belén.
Comienza con las del ángel en Belén.
Sigue con una estrofa dirigida a Dios Padre, como Señor, Rey del Cielo y
Sigue una estrofa dirigida a Dios Padre, como Señor, Rey del Cielo y
Omnipotente
Omnipotente
Continúa con una segunda estrofa dirigida a Dios Hijo, al que se llama Señor,
Continúa con una segunda estrofa dirigida a Dios Hijo, al que se llama Señor,
Cordero de Dios, Hijo del Padre: es decir, se resalta su señorío, su carácter
Cordero de Dios, Hijo del Padre su señorío, su carácter
redentor y su filiación natural divina.
redentor
Concluye con una glorificación a Cristo, al Espíritu Santo y al Padre.
Concluye con una glorificación a Cristo, al Espíritu Santo y al Padre.
160. Oración Colecta
¿Qué es?
Es una oración que el sacerdote dice con las manos
juntas, introducida probablemente por san León
Magno en el siglo V, que consta de cuatro partes:
1. Invitación a la oración.
2. Un momento de silencio, para la oración
personal, abierta a intenciones universales.
3. Oración por parte del Sacerdote, dirigida a la
Trinidad: Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo...
4. Conclusión, con una profesión de fe.
5. Aclamación y asentimiento por parte del pueblo,
que contesta: Amén; es decir: Así se sea, que se
haga así.
161. Liturgia de la Palabra
¿Qué significa la expresión "liturgia de la Palabra"?
En esta parte de la Misa escuchamos la “proclamación” de la Palabra de
Dios. Cristo mismo es quien la realiza, ya que es Palabra de Dios
encarnada, la única Palabra que resuena en el antiguo y en el Nuevo
Testamento.
Se lee una selección de textos de la Sagrada Escritura, tanto del Antiguo
como del Nuevo Testamento.
No es una evocación de palabras pronunciadas en el pasado: es una
memoria que actualiza lo que se recuerda, haciéndola eficaz, en el
momento de su proclamación, a aquellos a quienes se dirige.
¿De qué consta la Liturgia de la Palabra?
Consta de:
1. Lecturas
2. Cantos interleccionales: Salmo responsorial, Aleluya y Secuencias
3. Homilía
4. Credo
5. Oración de los fieles
162. . Lecturas
¿Qué son?
Son lecturas variadas de la Sagrada Escritura, que se van haciendo en
determinados periodos del año, de tal forma que el pueblo vaya conociendo
las partes más significativas del Antiguo y del Nuevo Testamento.
En ellas Dios habla a su pueblo, le descubre el misterio de la redención y la
salvación, y el mismo Cristo, por su palabra, se hace presente en medio de
los fieles.
¿Cómo se leen?
El lector va al ambón y los fieles se sientan
No se dice "Primera lectura" o "Segunda lectura", sino que se leen
directamente.
Terminan con la expresión: Palabra de Dios. Esto no es una aclaración,
sino una confesión de fe.
Todas estas lecturas, lo mismo que el salmo responsorial que viene a
continuación, se hacen desde el ambón.
163. 2. Cantos interleccionales
Son tres:
El salmo responsorial. Es una respuesta a la Palabra de
Dios, relacionada con la primer lectura. Es un texto bíblico
por el que Dios habla a su pueblo.
La Iglesia recuerda que sustituir ese salmo por cualquier canto
sería empobrecer la Liturgia de la Palabra: "Sería
antipedagógico transformar la Misa en un festival de canciones
que nada tiene que ver con la acción litúrgica". Directorio, 41
Aleluya. Significa en hebreo: "alabad al Señor". Se canta
siempre, salvo en Cuaresma
Secuencias: durante los siglo IX-XII llegó a haber más de cinco
mil. Ahora se rezan cuatro. Son una continuación del Aleluya. En
el Misal de Pablo VI: Victimae Paschali (octava de Pascua); Veni
Creator Spiritus (Pentecostés); Lauda Sion (Corpus Christi) y
Stabat Mater (Virgen de los Dolores).
164. Evangelio
El diácono o el
sacerdote lee el
Evangelio, que los
fieles escuchan de pie
165. 3. Homilía
¿Qué es la homilía?
Es una predicación del sacerdote o del diácono que comenta la Palabra de Dios
dentro de la Liturgia, a partir, fundamentalmente, de las lecturas que se han escuchado.
Se debe pronunciar siempre los domingos y días festivos.
No es un discurso acerca de las ideas personales del que predica, sino una
prolongación de la lectura bíblica.
Por eso, el que predica debe ser un oyente y un servidor humilde de la Palabra de Dios
¿Qué fin tiene?
Ayudar a los fieles, a los hermanos en la fe, a captar el mensaje
que las lecturas transmiten hoy y ahora, ayudándoles en sus
necesidades y alentándoles a responder a sus exigencias.
El lenguaje debe ser claro, sencillo, adaptado a los oyentes,
encarnado en sus vidas.
¿Quién puede decir la homilía?
El Directorio (41) establece: "la homilía corresponde al
sacerdote o diácono. En la celebración litúrgica no debe ser
pronunciada por laicos.
Tampoco conviene que sea "compartida", como podría ser en
grupos muy reducidos; el diálogo a veces puede ayudar, sobre
todo en las Misas con niños: la homilía no se improvisa.
Hay otras oportunidades distintas de la Misa para "compartir el
Evangelio" y aunque existe "una tendencia a valerse de la Misa
para todo tipo de actividades pastorales, es bueno no olvidar
que "cada cosa debe hacerse a su debido tiempo".
166. CENA PASCUAL
EN EGIPTO
Sangre
Ex. 12, 1-14 EXODO
Liberación
Aliaza Sinaí
Sacrificio del Evangelio
Cordero Pascual Pan y Vino Bendición
Tierra Prometida
Conciencia de
Pueblo
Renovación Participación
AT
NT Hecho Histórico Celebración Misión
Acontecimiento PASCUA Sacramental
Memorial
1 Cor. 11, 23-26
ULTIMA CENA EUCARISTÍA
Lucas 22, 14-20 CRISTO Donación del Cuerpo y
Liberación Sangre de Cristo
Nueva Alianza
Sacrificio Verdadero
Cordero Pascual
Nuevo Pueblo
Nueva Iglesia
167. La Santa Misa
III. Liturgia de la Eucaristía
I. Nos Reunimos a. Presentación de dones
a. Procesión b. Plegaria Eucarística
b. Canto de Entrada – Prefacio
c. Saludo – Santo
d. Acto Penitencial – Epíclesis
e. Gloria – Narración de la Institución
f. Oración Colecta – Aclamación
II. Liturgia de la Palabra – Anamnesis
a. Primera Lectura – Doxología
b. Salmo c. Rito de Comunión
c. Segunda Lectura – Padre Nuestro
d. Aleluya – Rito de la paz
e. Evangelio – Fracción del Pan
f. Homilía – Cordero de Dios
g. Credo – Comunión
h. Oración Universal – Silencio
– Oración después de la
Comunión
IV. Bendición y Envío
170. Procesión y Canto de Entrada
Preparamos una entrada procesional, cantamos una
canción adecuada que muestre el sentido de
Asamblea, por ejemplo: Celebremos o Juntos
como hermanos.
El sacerdote puede iniciar la procesión con muchos
signos que permitan adentrarnos al Misterio,
además, puede estar acompañado por los lectores
y los ministros de la Eucarístía.
¡¡¡La procesión de entrada y el canto manifiestan la
condición peregrina de nuestra Iglesia!!!!
171. Saludo
Después de la procesión hacia el Altar, el sacerdote realiza una reverencia y besa el
Altar. Para solemnidades se utiliza incienso.
Al culminar el canto de entrada el sacerdote inicia la Celebración y la preside desde
la Sede y no desde el Altar. Su saludo hace presente y representa la Iglesia
Universal en la comunidad local.
Comenzamos la Celebración en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
el pueblo aclama con un fuerte Amén.
Como sugerencia la comunidad puede saludarse entre sí después del canto y antes
del saludo del sacerdote (esto crea un clima de mayor acogida).
172. Acto Penitencial
El misal nos presenta cuatro fórmulas para el Acto
Penitencial: Yo confieso…;Señor, ten
misericordia de nosotros…;Se reza con las
intenciones por las que se pide perdón….; y con
el rito de la asperción.
Debemos recuperar el sentido penitencial de este
momento, guardando el debido silencio y
realizando de manera adecuada los ritos.
El sacerdote culmina el Acto Penitencial con los
brazos extendidos y repitiendo la formula “El
Señor Todopoderoso tenga misericordia de
nosotros….” Reafirmamos la oración con
nuestro Amen.
173. Gloria
Es un himno antiquísimo en donde
expresamos nuestra alabanza al
Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo.
El Gloria actualiza la fe de la
presencia del Señor en la
Asamblea y crea un sentimieno
de alegría.
174. Oración Colecta
Es una oración presidencial que recoge,
sintetiza y reúne los sentimientos que en
silencio ha rezado la Asamblea.
Su función es dar el sentido de la
celebración del día.
Tiene tres principales partes:
1.Invocación o motivo
“Señor, que en este admirable
Sacramento nos dejaste el memorial de
tu pasión…
2. Petición
…concédenos venerar de tal manera los
sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu
Sangre….
3. Finalidad
…para que podamos experimentar
siempre en nosotros los frutos de tu
redención”
176. Liturgia de la Palabra
• Primera Lectura
• Salmo Responsorial
• Segunda Lectura
• Antífona. Aleluya
• Evangelio
• Homilia
• Credo
• Oración Universal
177. Las lecturas
El esquema ritual de la liturgia de la Palabra está
constituido y estructurado a manera de diálogo
entre Dios y su pueblo.
Dios habla a su pueblo a través de la Ley y los
Profetas.
El pueblo responde a Dios y medita la revelación.
178. El Salmo
Se canta a continuación de la primera lectura; es la primera respuesta de la
asamblea creyente a la Palabra de Dios,
El salmo es una respuesta orante, con textos inspirados por Dios mismo.
179. La proclamación del Evangelio
En cada Misa el Señor nos da una Buena
Noticia.
Buena porque su anuncio y por sobre
todo su recepción provoca y
produce nada menos que la
SALVACIÓN.
Noticia porque aunque muchas veces
hemos escuchado escenas del
Evangelio y por tanto no nos
resultan novedosas, siempre tienen
actualidad.
La proclamación del Evangelio se
introduce con el ALELUYA.
180. Homilía
• El sacerdote, sacramento de
Cristo (SC 7) aplica y explica
ese mensaje al pueblo de
Dios.
• La Homilía como parte de la
Liturgia, es ocasión
privilegiada para exponer el
misterio de Cristo en el aquí
y ahora de la comunidad,
partiendo de los textos
sagrados, relacionándolos a
la vida concreta. Su
preparación debe ser
esmerada y su duración
proporcionada a las otras
partes de la celebración
(Puebla, 930).
181. Credo
• El Credo, profesión de la fe de
la Iglesia, es una respuesta a la
Palabra de Dios. Tiene un valor
de tradición que expresa al
unidad de la Iglesia en la
misma fe.
• El Credo debe ser dicho por el
sacerdote junto con el pueblo
los domingos y las
solemnidades. Si el Credo se
canta, de ordinario será
cantado por todos.
• El Misal nos propone rezar el
Credo Niceno
Constantinopolitano o el
Simbolo de los Apóstoles.
182. Oración Universal
• Es una oración hecha por
la Asamblea de los fieles.
• Una oración que tiene
por finalidad la súplica o
petición.
La comunidad cristiana reunida,
ejerciendo de modo relevante su • Una oración que tiene
sacerdocio bautismal, pide a Dios
que la Salvación que se acaba de
como objetivo las grandes
proclamar se haga realidad: necesidades de la Iglesia
- En la Iglesia
- En el mundo
y del Mundo, de allí su
- Entre los que sufen nombre de “Universal”.
- En la misma Asamblea Celebrante
183. Recomendaciones Pastorales
• La Homilía, el Credo y la Oración de los Fieles
desarrolla y concluye la Liturgia de la Palabra, por
ello estos momentos deben estar “en sintonía”
con el Evangelio.
• Es necesario preparar con tiempo la Homilía y la
Oración de los Fieles para que estos momentos
litúrgicos sean entendidos en su máxima
expresión.
• Existen libros especializados en Homilética y
Comentarios para las Lecturas, así como libros
con Oraciones Universales.
184. Liturgia de la Eucaristía
EL PAN QUE SE PARTE, SE REPARTE Y SE COMPARTE
185. Liturgia de la Eucaristía
• Presentación de dones
• Plegaria Eucarística
• Rito de Comunión
• Rito de Conclusión
Concluida la Liturgia de la Palabra (primer gran encuentro con el Señor) sigue la
Liturgia de la Eucaristía. Es el momento en que la Palabra se hace Carne en
nosotros.
En esta liturgia reproducimos ritualmente los tres gestos que Jesús hizo en la Última
Cena.
1- Tomo Pan….Presentación de dones
2- Dio Gracias….Plegaria Eucarística
3- Lo partió y lo dio….Rito de Comunión
187. Presentación de Dones
• Presentación del pan y
vino y de los otros dones
• Lavabo o purificación
• Orad Hermanos
• Oración sobre las
ofrendas
188. Pan y Vino
• Corresponde al gesto
tan simple del Señor de
tomar el pan y de
preparar la copa de
vino.
• El pan y el vino son
dones que sintetizan
nuestra condición
humana, nuestro dolor,
nuesta alegría, nuestra
vida.
189. ¿Qué ocurre en el altar mientras
cantamos?
• El pa´i presenta a Dios el
pan y el vino a través de
una oración.
• El Pa´i vierte un poco de
vino en el caliz y agrega
unas gotas de agua, realiza
una oración y presenta el
vino.
• Se inclina ante el altar y
dice una oración de súplica.
• En las solemnidades
inciensa las ofrendas, al que
preside la celebración y al
pueblo.
190. Purificación
Ese rito expresa el deseo de purificación interior.
• Además del gesto práctico de lavarse
exteriormente las manos después de tocar las
ofrendas o utilizar el incensario, simboliza el
deseo espontáneo de purificarse el corazón
antes de tocar las cosas sagradas, santas.
• Mientras se lava las manos el sacerdote ora en
silencio: “Límpiame Señor de mi iniquidad y
lávame de mi pecado”. Es decir, que hace un
acto de contrición y se prepara para celebrar más
dignamente el Santo Sacrificio de la Misa.
191. Orad Hermanos
El origen de este rito se remonta
al siglo VIII.
A continuación, dirigiéndose a
todos los fieles les dice unas
palabras que son como el
compendio de la Misa: Orad
hermanos para que este
sacrificio, mío y vuestro, sea
agradable a Dios, Padre
todopoderoso
Todos contestan: El Señor reciba
de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su
nombre, para nuestro bien y
el de toda su santa Iglesia
192. Oración sobre las Ofrendas
Es una oración que se recita en voz alta, con las
manos extendidas, y que cierra y condensa el
sentido de esta primera parte de presentación
de los dones
Esta oración prepara a la Asamblea para su
participación en la gran oración eucarística.
La Iglesia ruega para que, unidos a la entrega de
Cristo, los fieles ofrezcan su existencia entera
a Dios Padre.
193. Sugerencias Pastorales
• Es conveniente hacer notorio el paso de la
liturgia de la Palabra al de la Eucaristía,
preparando entre todos el altar
• Los dones son regalos y no simbolos, por ello se
consideran ofrendas, deben ser “eucaristizables”
• Los cantos han de expresar la entrega a Dios de
nuestra vida sintetizada en el pan y el vino
• Participamos en este momento con nuestro
canto y especialmente con el sentido de la vista y
el silencio
196. ¿Qué es la Plegaria Eucarística?
Es la Oración Eucarística, momento culminante
de toda la celebración.
Es una plegaria de acción de gracias y
santificación
El sacerdote invita a los fieles a levantar el
corazón hacia Dios y a darle gracias a través
de la oración que él, en nombre de toda la
comunidad, va a dirigir al Padre por medio de
Jesucristo.
197. Prefacio-Santo
• La Plegaria Eucarística se inicia con el Prefacio,
que es un canto de acción de gracias a Dios,
por todos sus beneficios.
• Aclamación de todo el pueblo con el
sacerdote
• Se reza el Santo, Santo, Santo, que es una
alabanza solemne a Dios.
198. Epíclesis
• La Iglesia implora el
poder divino para que los
dones ofrecidos por los
hombres queden
consagrados y se
conviertan en el Cuerpo y
la Sangre de Cristo.
• Epíclesis es una oración
especial de invocación al
Espíritu Santo y va
acompañado del gesto
epiclético, la imposición
de las manos sobre las
ofrendas.
199. Narración de la Institución
• El centro de la Plegaria
Eucarística lo ocupa la
narración de la Institución y la
Consagración.
• Este es el momento de mayor
recogimiento en el que el
sacerdote recitando las
palabras de Jesús en la Última
Cena, convierte el pan y el
vino en el Cuerpo y la Sangre
del Señor.
• “Este es mi Cuerpo” “Esta es
mi Sangre” y muestra a la
adoración de la Asamblea el
Pan y el Vino convertidos en el
Cuerpo y Sangre de Cristo.
200. Aclamación
• Después de la Consagración, el pa´i dice una oración
de aclamación que todos completamos.
1. ¡Este es el misterio de nuestra fe!
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurreción, Ven
Señor Jesús.
2. ¡Aclamen el misterio de la Redención!
Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este
caliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.
3. ¡Cristo se entregó por nosotros!
Por tu cruz y tu resurrección, nos has salvado, Señor.
201. Anamnesis
• Se recuerda la Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión de
Cristo, no como una evocación fría de hechos pasados, sino
como memorial viviente, realizado en el aquí y ahora. La
Eucaristía re-presenta, hace presente de nuevo, la fuerza
salvadora de Cristo.
• Oblación, que significa ofrenda, la única ofrenda es Cristo quien
se ofrece al Padre como víctima para la salvación de todos.
• Epíclesis de Comunión, donde imploramos de nuevo la
presencia del Espíritu Santo, con el deseo de que la Víctima sea
agradable al Padre y los fieles se ofrezcan también a sí mismos.
• Intercesión, a continuación, el sacerdote, con los brazos
abiertos, sigue dirigiéndose a Dios Padre pidiéndole por nuestras
necesidades. Pide por la Iglesia y por todos sus miembros, tanto
vivos como difuntos; pide por la paz y la unidad; etc.
202. Significado Teológico
• Anamnesis es Conmemoración, la Eucaristía no es
mero recuerdo, es el mismo Cristo quien, a través de
su ministro, se hace presente y parte para nosotros el
pan, que es Él mismo. Cristo es Sacerdote, víctima y
altar.
• Esto queda ritualizado en la oblación que significa
ofrenda, ¡Cristo es la única ofrenda!
• Además, este momento tiene un contenido
escatológico y eclesial, pedimos por toda la Iglesia, es
decir, una intercesión explícita por el Papa, el obispo,
la jerarquía, la asamblea, los ausentes, los difuntos,
por ello Comunión.
203. Doxología
• Es la coronación de la
Plegaria Eucarística, un
breve himno de
glorificación:
Por Cristo, con Él y en Él a ti
Dios Padre omnipotente, en
la unidad del Espíritu Santo
todo honos y toda gloria
por los siglos de los siglos.
Respondemos con el Gran
Amén, es decir la
aceptación a este Misterio
que sale a nuestro
encuentro.
204. Sugerencias Pastorales
• Participamos poniendo especial atención a los gestos y
palabras del sacerdote que son las palabras y gestos
del mismo Cristo.
• Nos arrodillamos en el momento de la epíclesis y
explicamos su significado.
• Respondemos a las aclamaciones como forma de
participación en el misterio, para ello, explicar a los
fieles el significado de dichas palabras.
• Pedirle al sacerdote que rece la Plegaria Eucarística de
manera pausada para que el pueblo pueda
comprenderla mejor.
• Responder con fuerza al Gran Amén.