2. LA TV Y LA ESCUELA
El día once de Abril de 2012, nuestros compañeros expusieron ante el resto de la clase
su tema: “La TV y la Escuela”. A continuación, haré un breve resumen de todo lo que dio de sí
esta muestra en clase, sobre uno de los temas de mayor relevancia en nuestra actualidad.
En primer lugar, nuestros compañeros hablaron de cuáles son los orígenes de la
Televisión, aportándonos la información de que la primeras emisiones giraron en torno a
finales de la década de los años 20 en adelante, destacando el dato de que en nuestro país, no
podremos hablar de emisiones televisivas hasta el año 1952, momento en el que TVE se
decidió a producirla.
Por otro lado, ellos nos descubrieron el mundo de la financiación televisiva, el cual gira
en torno a los siguientes medios: pública, privada, de pago o la actual televisión digital
terrestre (TDT). Y, pudimos conocer cuáles eran las funciones de un programador
(planificación, marketing y realización de la parrilla televisiva), de la legislación (determinar el
tiempo de los programas, la cantidad de publicidad, la publicación de la programación…), así
como entrar en contacto con el mundo de la competición televisiva (por la cual las distintas
cadenas televisivas compiten con el resto por medio de estrategias tales como: puenteo,
contraprogramación, hamaca o punta de lanza).
Al mismo tiempo, nuestros compañeros quisieron mostrarnos la diferencia que existe
entre televisión educativa, televisión escolar y televisión cultural.
- Al hablar de la primera, hacemos referencia a aquella televisión que desarrolla
contenidos cuyo fin en formativo y educativo.
- La televisión escolar es aquella que, sin la intención de sustituir al profesor, se postula
como un elemento de colaboración.
- Y, la televisión educativa es aquella que busca como objetivo alfabetizar a la
población.
Pero, sin duda alguna, la aportación de nuestros compañeros, que mayor parte de la
clase absorbió fue la de la programación infantil. Ellos nos hicieron un breve recorrido por toda
la parrilla televisiva infantil que desde los años sesenta hasta nuestros días inunda nuestra
televisión. Así, hablamos de las siguientes series en función de su década de aparición:
- En los años 60, se puede hablar de Cesta y Punto, el Hombre y la Tierra, los
Chiripitiflauticos…
- De la parrilla infantil de los años 70, destacamos la presencia de series tales como El
recreo, La locomotora o el Gran Circo de TVE.
- Los años 80 (que pueden ser considerados los años dorados de la programación
infantil) tuvo series tan importantes como, Barrio Sésamo, la Abeja Maya, La bola de cristal, la
vuelta al mundo en ochenta días de Willy Fog…
- En cuanto a los años 90, se hizo referencia al Club Megatrix, a Vip Guay, Club Disney o
Xuxa park.
- Finalmente, de las series infantiles que llenan nuestro día a día, hablamos de Dora la
Exploradora, los Pingüinos de Madagascar, Arthur, Caillou…
3. Al igual que hablamos de estas series, ellos no quisieron olvidarse de aquellos dibujos
que durante muchos años, acompañaron a los niños a la cama. Así, en los años sesenta se hizo
referencia a la Familia Telerín, en los setenta a los Televidentes, en los 80 a Casimiro y en los
90/2000 a los Lunnis.
Tras este recorrido por la televisión de nuestra historia, los compañeros quisieron
hacer referencia a una serie de recursos televisivos que nosotros, como futuros docentes,
podremos usar en nuestras aulas, recursos tales como: That’s English, La Ruta Quetzal o Saca la
Lengua.
Finalmente, ellos quisieron aportarnos una serie de consejos para que los más
pequeños puedan disfrutar de la televisión sin ningún riesgo:
- Limitar las horas de TV diarias.
- Buena planificación y selección de la programación.
- Evitar la asociación de la TV a refuerzos positivos o negativos.
- Evitar que los niños estudien mientras ven la TV.
- Participación de los padres mientras los niños ven la TV.
- Alertar a los niños de la publicidad.
4. COMENTARIO
El mundo en el que nos encontramos en la actualidad, es sin duda un lugar en el que la
televisión se ha concebido como un elemento que va más allá del mero entretenimiento del
telespectador. Ahora, y prácticamente desde su surgimiento, la televisión ha tenido
contenidos que han ido dirigido única y exclusivamente a un público menor de edad, con el
objetivo en muchos en los casos, de poder servirles de ayuda para su correcta formación y
educación.
En el caso de los educadores, si sabemos seleccionar con criterio y acierto los
contenidos televisivos, podemos hacer de este recurso un elemento que sirva de gran ayuda
para colaborar con la labor educativa de la escuela. En la actualidad, series infantiles como
Caillou, Dora la Exploradora o Pocoyó, trasmiten a sus telespectadores una serie de valores
realmente importantes para nuestra vida: el valor del respeto, la tolerancia, el saber estar, así
como el gusto por otras culturas o el fomento del inglés.
Si hablo desde mi experiencia personal, he de decir que recuerdo con gran ilusión cada
vez que en clase de inglés, nuestro profesora llegaba con la TV portátil y nos ponía varios
capítulos de una colección para aprender inglés que se llamaba “Magic English”. Con ella, y con
ayuda de los personajes de Disney los más pequeños aprendíamos palabras en inglés, por
medio de la repetición.
Desde siempre, he creído que la televisión puede ser un buen medio para poder atraer
a los niños a un aprendizaje mucho más entretenido que el tradicional libro de texto, pizarra y
profesor. Pero, para que este aprendizaje pueda resultar positivo, se debe saber seleccionar
los contenidos que queremos que nuestros alumnos vean para aprender.
Bien es cierto, que nuestra televisión está cada vez más inundada de dibujos animados
que contienen valores que los niños no deben aprender, pero hemos de reconocer que la
mayoría de ellas, aunque estén concebidas como series animadas, no buscan en los menores
sus fieles telespectadores. De ahí que en este punto, sea realmente importante de presencia
de un adulto responsable, para adecuar al niño aquellos contenidos que sí son aptos para su
edad.
Por todo ello, no podemos adoptar una radicalizada postura en contra de la televisión
actual, por la existencia en ella de algunas series violentas, sino que debemos saber encontrar
aquella programación que mayor beneficio pueda ofrecer a quienes más control televisivo
precisan: los menores.