El documento argumenta que el concepto de "exceso de confianza" como causa de accidentes es un paradigma erróneo. En su lugar, propone que la capacidad de percibir riesgos es una habilidad que se puede mejorar mediante la formación y experiencia. También sugiere que la gestión de seguridad debería enfocarse más en los factores psicológicos individuales y contextuales de los trabajadores para elevar su percepción del riesgo.
1. ¿Exceso de confianza? Un alto a este paradigma erróneo
A veces cuando se pretende explicar el origen de un determinado evento no deseado se recurre a
lo más fácil: “el Exceso de Confianza”. La impotencia de muchos de comprender las complejas
funciones psicológicas del ser humano y dar con el diagnostico ‐ O también llamado: Causa Básica
– se trasunta en la consabida frase: “Sucedió por Exceso de confianza”.
¿Realmente suceden las cosas por exceso de confianza?
¿Que es la confianza? El diccionario de la Real Academia define que la confianza es la Esperanza
firme que se tiene de alguien o algo. Es la Seguridad que alguien tiene en sí mismo. ¿Es malo tener
una gran confianza en si mismo? ¿Es negativo tener una esperanza firme? No. El modo como se
“hace seguridad” hoy en dia no es el más eficiente. Contrariamente a lo a más conveniente, se
estudian y tratan los procesos y se redoblan esfuerzos para conseguir la adaptaciòn de las
personas a ellos, la mayoría de los sistemas de gestión están basados en este inadecuado enfoque,
cuya base està en la ingeniería, la producción, las utilidades y no en la psicología del trabajador.
Exceso de Confianza: Eliminemos ya este viejo paradigma o creencia errónea Cada persona tiene
la capacidad de percibir e identificar los peligros a su alrededor, es parte de su “instinto de
conservación vital”, de su autoestima, de su valoración y de su adaptaciòn al entorno. Aun cuando
las valoraciones que realizamos los prevencionistas no siempre son exactas, muchos dicen que
los prevencionistas “vemos lo que otros no ven”, y ello es muy cierto.
Los prevencionistas por donde van evalúan los riesgos y toman acciones correctivas. Esta
referida capacidad de percepciòn ha sido forjada por la experiencia y la formación académica. Es
un logro adquirido en el cual basa su actividad y desempeño profesional. A ello, se le llama:
Capacidad de Percepciòn del Riesgo. Cuando en el trabajador o en el funcionario a cargo de el,
dicha capacidad no es adecuada surgen los problemas, no se detectan los peligros y se subestima
el riesgo, se sobreestima la capacidad de respuesta frente al riesgo subestimado, se ignora el
riesgo, no se identifica el peligro, etc., y todas estas cualidades se basan en el buen
funcionamiento de la esfera psicológica.
Uno de los objetivos de todo Sistema de seguridad es elevar la autoconfianza, tanto en cada
trabajador como en toda la organizaciòn. Mientras más confianza tenga una persona en realizar
un trabajo bien hecho, más satisfacción obtendrá luego del cumplimiento de su labor. No es el
exceso de confianza lo que genera accidentes. Lo es si: la discapacidad o nivel inadecuado de
percibir y darse cuenta de los riesgos a los que se està expuesto y el que por dicha discapacidad
se actué inadecuadamente dando como consecuencia una conducta no acorde con la
autoprotección.
Una de las tareas cotidianas que tiene el prevencionista moderno es la de observar las conductas
de las personas (Conductas deseadas y Conductas No deseadas), dicha observación permite
evidenciar y darse cuenta como lo “seguro” se transforma hasta convertirse en algo “menos
seguro”. Esa es la percepción del prevencionista y a dicha capacidad de percepción como está
dicho se le llama: Percepción del Riesgo. En las diversas gestiones de la actividad preventiva, que
se realizan en las diferentes empresas cuando se intenta abordar la prevención desde la vertiente
de la conducta, se centran en los cumplimientos e incumplimientos de los procedimientos de
alguna parte de los procesos, se desestima la psicología del trabajador, se ignora cuál es su
cultura general, su inteligencia emocional, el entorno en el cual creció y desarrolló su
2. personalidad, el entorno psicosocial y laboral, etc. Realmente por lo punitivo, se trabaja “al
látigo”. Dichos tipos de gestión predisponen a un estancamiento.
La gestión preventiva, como interdisciplinar que es, requiere de una intervención diferente
polifactorial y sistémica. Se debe comprender al trabajador inmerso en un todo, holísticamente,
su psicología, su comportamiento y su adaptación al entorno o contexto: Su desempeño
individual y su desempeño en la organización. Estamos de acuerdo que todos somos diferentes,
que tenemos una psicología diferente y por ende una capacidad de percepción diferente, pero
generalmente no se atiende a los factores contextuales como: Cultura, alternativas disponibles,
contexto geográfico, contexto político, situación económica, condiciones de Estrés,
acontecimientos recientes en dicha tarea o puesto de trabajo, el modo y cualidad de la
comunicación de los riesgos. Etc. y a los factores individuales como: Variables demográficas
(edad, etnia por ejemplo), personalidad, valores y creencias (paradigmas), vulnerabilidad
personal a la influencia del grupo (incluidas las presiones de los compañeros), control, destreza,
temeridad y clima organizacional percibid, motivación que genera el riesgo, homeostasis del
riesgo, atención y estado de ánimo, etc.
Centro Sur Colombiano de Logística Internacional ‐ SENA
Salud Ocupacional ‐ Tutor – Guido Enrique Ceballos Huertas ‐ Psicólogo y Licenciado en Informática
Aunque será muy traumático para algunos profesionales, es sumamente necesario realizar un
gran cambio en la formación del futuro prevencionista: El prevencionista debe ser formado en las
canteras de la psicología y no de la ingeniería. Para comprender esta audaz postura basta con
revisar cual es el objeto de estudio de cada profesional: Mientras que para la psicología el objeto
de estudio es la persona humana y su felicidad, para el prevencionista formado en la ingeniería lo
es la productividad, los procesos y la generación de utilidades, postura incongruente con las
funciones que realizan. Es imperativo un enfoque diferente para la prevenciòn de accidentes que
trabaje en la psicología de la persona, que logre elevar su percepciòn del riesgo al nivel del
prevencionista.
La gestión de la actividad preventiva continúa mejorando y perfeccionándose en muchos
aspectos, sin embargo, otros quedan relegados a un segundo o tercer plano, como son los
aspectos psicosociales. Entre estos últimos cabe destacar, por su trascendencia e influencia, la
percepción que tienen todos y cada uno de los trabajadores respecto de los riesgos a los cuales
consideran que están expuestos, así como el grado de exposición y la estimación del posible daño
en el supuesto que se materialice dicho riesgo, en un accidente.Si el trabajador se dà cuenta y
percibe de manera subjetiva la existencia de un riesgo, aunque de manera objetiva no exista, el
trabajador se comportará como si realmente existiese, y por tanto empleará parte de sus
esfuerzos en poder controlar ese riesgo subjetivo, porque él lo percibe como objetivo. El objeto
de todo sistema de gestión de la seguridad es elevar el nivel de percepciòn de los riesgos de las
personas expuestas a los riesgos, pero, ¿si hablamos de niveles de percepciòn, acaso no es algo
que pudiera diagnosticarse, medirse, moldearse, modificarse o tratarse? Por supuesto que si.
Manos a la obra.
29/06/2007 ‐ Lic. Luis Asunción Valverde ‐ Psicologo, Prevencionista