1. La literatura medieval. Siglos XIII y XIV
La poesía: el mester de clerecía
Milagros de Nuestra Señora. Gonzalo de Berceo
EL LADRÓN DEVOTO
Era un ladrón malo que prefería robar,
Le metió bajo los pies mientras estaba colgado,
a ir a la iglesia o ponerse a trabajar:
las sus manos preciosas: lo sostuvo aliviado,
sabía malamente su casa gobernar,
no se sintió de cosa ninguna embargado,
cogió mala costumbre y no la podía dejar.
nunca se sintió más dichoso ni más agradado.
Entre sus obras malas tenía una bondad
Por fin, al día tercero vinieron sus parientes,
que al final le libró y le dio salvedad
vinieron sus amigos y los sus conocientes,
creía en la Gloriosa con toda su voluntad
venían a descolgarlo apenados y dolientes;
se inclinaba siempre ante su majestad.
salió mejor la cosa de lo que tenían en mente.
Como quien en mal anda en mal ha de caer
Lo encontraron con vida alegre y sin daño;
consiguieron en un hurto a este ladrón prender
no estaría más dichoso ni tomando un baño;
no encontró ninguna excusa con que se defender
dijo que bajo sus pies tenía tal escaño,
juzgaron que lo fuesen en la horca a poner.
que no sentiría mal alguno aunque colgase un año.
Fueron a degollarlo, los mancebos más livianos,
Lo alzaron de tierra cuanto alzarlo quisieron,
con buenas cuchillos grandes y afilados:
cuantos cerca estaban por muerto lo tuvieron:
metió Santa María entre medio las manos,
si hubieran sabido antes lo que después supieron,
su cuello salió completamente sano.
no le hubieran hecho eso que le hicieron.
Cuando vieron que no lo hacían sucumbir,
La Madre Gloriosa experta en socorrer,
que la Madre Gloriosa lo quería cubrir,
que suele a sus siervos en las penas valer,
acordar dejarlo y de allí partir,
a este condenado lo quiso sostener
hasta que Dios quisiese, lo dejaron vivir.
se acordó del servicio que le solía hacer.
EL LABRADOR AVARO
Había en una tierra un hombre labrador más amaba a la tierra que a su Creador,
que usaba más la reja que no otra labor, y era de todas formas hombre revolvedor.
2. El cuerpo que llevaba esta alma consigo
Quería, aunque era malo, mucho a Santa María, fue de Santa María vasallo y amigo".
oía sus sermones siempre los acogía.
La saludaba siempre diciendo cada día:
"Ave, llena de gracia que pariste al Mesías" Luego que este nombre de la Santa Regina
escucharon los diablos huyeron por la esquina.
Se derramaron todos igual que una neblina,
Murió el avaricioso de tierra bien cargado dejando abandonada aquella alma mezquina.
y en soga de diablos fue pronto cautivado.
Lo arrastraban con cuerdas de coces bien sobado,
le cobraban al doble que el pan que había robado. La vieron los ángeles quedar desparramada,
las piernas y las manos con sogas bien atadas.
Parecía una oveja que yacía enzarzada;
Doliéronse los ángeles de esta alma mezquina fueron y la llevaron para la su majada.
porque se la llevaban los diablos en rapiña,
quisieron socorrerla tenerla por vecina,
mas, para hacer tal pasta, les faltaba la harina. Nombre tan milagroso y de virtudes tantas
que a los enemigos ahuyenta y espanta
Entonces habló un ángel dijo: "Yo soy testigo, no nos debe doler ni lengua ni garganta que no
es verdad, no mentira esto que yo os digo. digamos todos: "Salve Regina Santa".