1. TRASTORNOS DEL SUEÑO
El sueño juega un
papel muy importante
en el desarrollo del
niño, ya que puede
incidir en el
comportamiento,
rendimiento escolar,
crecimiento, como en
la vida de las personas
que lo rodean.
Las personas
invertimos en promedio, una tercera parte de nuestra vida en dormir, ya que es
una actividad necesaria para restablecer el equilibrio físico y psicológico.
Favorece en los procesos de atención y memoria, ayudando a consolidar el
aprendizaje y promoviendo el buen comportamiento.
Cada niño es único en cuanto a cantidad de sueño, ya que cada quien tiene
diferente estado emocional, edad, sexo etc. Estos son factores que
condicionan el periodo de sueño de cada niño.
Un sueño inadecuado atrae muchas dificultades como ya he mencionado, es
por esto que de manera simple como padre o madre de familia puedes:
Para comenzar, tener en cuenta que todos los niños son diferentes, así
que tu hijo no necesariamente debe dormir lo mismo que los hijos de tus
amigos.
Es conveniente que construya sus rutinas y horarios en función de las
necesidades y ritmos propios de su hijo. Sólo cuando se haya
familiarizado con esos patrones propios de su hijo, podrá empezar a
establecer unos ritmos y rutinas acordes con las necesidades familiares.
Sea realista en cuanto a objetivos y expectativas. La forma en la que su
hijo duerme irá cambiando con su edad y proceso de maduración.
2. ¿Sospechas que tu hijo padece algún trastorno de sueño?
Hay una serie de señales que los padres pueden observar y que pueden
ayudar a sospechar si en el niño existe algún problema de sueño.
Test
• ¿Mal rendimiento escolar? ¿problemas de aprendizaje y
DURANTE EL DÍA, ¿el niño escuela?
de memoria en la tiene…:
• ¿Hiperactividad (está más activo de la cuenta)?
• ¿Agresividad, irritabilidad, problemas de comportamiento?
• ¿Mejor comportamiento si duerme más?
• ¿Accidentes frecuentes?
• ¿Dolores de crecimiento?
• ¿Dolores de cabeza por la mañana?
• ¿Retraso en el peso y la estatura?
• ¿Más de 5 años y se duerme durante el día?
Si a más de cuatro ítems tu respuesta ha sido positiva, es probable que tu hijo
tenga tendencia a padecer algún trastorno de sueño, lo más conveniente es
que acudas con un profesional para que te ayude.
Sabias que…
Las siestas son normales hasta los 3-4
años de edad (hasta los 18 meses de
edad, una siesta matutina y
otra por la tarde).
¿Cuánto sueño es suficiente?
Todo depende de la edad el niño. No existe un número
mágico de horas requeridas por todos los niños de un grupo
de edad en concreto. El sueño es muy importante para el
bienestar de los niños. La relación existente entre la falta de
sueño y el comportamiento del niño no siempre es evidente.
3. Herramientas para padres
Rutinas positivas; son útiles cuando el niño suele quedarse despierto
hasta tarde, en este caso, hay que inculcarle hábitos muy estrictos de
baño, comida y cama. La rutina debe comenzar 20 minutos antes de la
hora en que el niño se duerme, y cada semana hay que adelantar la
rutina 5 o 10 minutos hasta que su comienzo coincida con un horario
adecuado para ir a dormir. Ante cualquier resistencia, la respuesta debe
ser “es hora de dormir”, mientras se coloca al niño de nuevo en su cama.
Extinción graduada: Consiste en ignorar los berrinches por un tiempo
determinado de antemano. Una vez que comienzan los gritos y los
llantos, hay que esperar unos minutos antes de entrar en la habitación
para acostar al niño de vuelta en la cama diciendo “es hora de dormir”.
Con el paso de los días hay que extender el tiempo que se espera antes
de entrar en la habitación.
Despertar programado: Son aquellos pequeños que se despiertan
frecuentemente por las noches, hay que tomar nota de las horas en las
cuales el niño suele despertarse, en las noches siguientes se procede a
despertarlo entre 15 y 60 minutos antes de que se despierte
espontáneamente.
Extinción: ignorar sistemáticamente el llanto y las pataletas del niño.
Cuando llegan a los oídos paternos los primeros signos de que este se
ha despertado, hay que ir a su habitación sólo para comprobar que no
está enfermo y, de ser necesario, cambiarle los pañales. Tras haberse
asegurado de que el niño se encuentra bien, abandonar el cuarto y no
volver aunque continúe llorando y pataleando. En cada nuevo episodio
de llanto, actuar de la misma manera.
4. Enuresis
Mojar la cama es un problema común entre los niños pequeños, a ésta acción
la llamamos enuresis, que es orinar repetidamente en la cama durante el sueño
de manera involuntaria e inconsciente, a una edad que ya deberían tener
control de esfínteres.
Al momento de acostarse, en lugar de que sea una situación agradable se
convierte en algo estresante e irritable, ya que el niño muchas veces está ya
consciente de que mojará la cama.
Momento ideal para que tu hijo avise
que quiere ir al baño:
Es aproximadamente al año medio,
aunque es hasta los dos años y medio
cuando el ya puede ir sólo.
A los tres años ya no debe mojar la
cama.
La enuresis es un trastorno que ocurre durante la primera parte de la noche, y
muchas veces ocurre en niños que tienen una vejiga pequeña, por
5. consiguiente, tiene la dificultad física para retener el liquido durante toda la
noche.
Ahora mencionaré algunas de las causas de la enuresis:
Factores hereditarios: en muchas ocasiones en los niños que se ha
detectado la enuresis, también los padres la han padecido.
Factores hormonales: los niños que presentan enuresis no producen
suficiente cantidad de hormona antidiurética que ayuda a concentrar la
orina para que la vejiga no se llene demasiado.
Desarrollo más lento del sistema nervioso central, lo cual reduce la
capacidad de controlar la vejiga durante el sueño.
Infecciones en las vías urinarias.
Alguna disfunción en la uretra.
Otras enfermedades (por ejemplo la diabetes).
Problemas emocionales.
El tratamiento presenta varia opciones:
El médico es quien decide como se va a actuar, se puede prescribir
medicamento por vía oral o nasal, dependiendo de cada caso y de los
resultados de la evaluación, dichos medicamentos ayudarán a retener el
líquido en la vejiga y otros a producir menos cantidad de orina en los riñones.
6. Terrores Nocturnos
Es un trastorno del sueño que se parece a una pesadilla pero es mucho más
espectacular. El niño, estando dormido, se incorpora bruscamente en la cama
gritando o llorando, alterado y agitado. Muestra un comportamiento de miedo
intenso (respira muy deprisa, suda, tiene y las pupilas dilatadas) como si
estuviera ocurriendo algo muy grave. Mantiene los ojos abiertos, con la mirada
fija en alguna parte, pero no ve, y parece que tampoco oye lo que se le dice en
ese momento, ya que el niño, aunque no lo parezca, permanece dormido. El
episodio dura unos minutos y termina de manera espontánea con el niño
volviendo a dormir. Al igual que en el sonambulismo, el niño no responde el
episodio.
¿Qué los causa?
7. Los episodios de sonambulismo y de terrores del sueño generalmente ocurren
durante la fase del sueño más profundo, una o dos horas después de que el
niño se haya dormido. No se conoce con exactitud la causa, aunque se sabe
que es mucho más frecuente en niños que en adultos y en aquellos niños con
antecedentes familiares. Los siguientes factores, entre otros, pueden
desencadenar episodios de sonambulismo o terrores del sueño:
• Sueño insuficiente.
• Horarios de sueño irregulares.
• Fiebre u otra enfermedad.
• Algunos fármacos.
• Dormir con la vejiga llena.
• Estrés
Para disminuir el riesgo de que tu hijo tenga un terror nocturno debes:
El niño debe dormir las horas suficientes.
• No se deben suprimir las siestas si las hacen habitualmente.
• Se deben mantener horarios de sueño regulares.
• Hay que evitar que tome cafeína antes de irse a dormir.
• No se debe permitir que beba demasiado durante la noche, y
debe orinar antes de acostarse.
En caso de que tu hijo sufra algún
episodio debes:
8. No despertarlo, porque puede provocar que se agite aún más.
Durante los episodios de terrores del sueño los padres no deben
interferir. La respuesta normal de los padres es intentar confortar
al niño; sin embargo, esto puede provocar el efecto contrario al
deseado y hacer que el niño se muestre más agitado. La mejor
forma de reaccionar ante un terror nocturno es esperar
pacientemente a que pase y asegurarse de que el niño no se hace
daño al agitarse
No es conveniente discutir acerca del episodio al día siguiente, ya
que podemos preocupar al niño y provocar que se resista a
acostarse.
Este trastorno no representa riesgo para la salud, sin embargo, como padre o
madre de familia puedes:
Cerrar con seguro puertas y ventanas, con mecanismos que
no utilicen habitualmente los niños, y no sólo en la
habitación del niño, sino también en el resto de la casa.
Esconder las llaves de los vehículos.
Evitar que el niño duerma en literas o camas altas.
Mantener los objetos peligrosos fuera de su alcance.
Retirar de alrededor de la cama los objetos afilados o que
puedan romperse.
No dejar trastos en las escaleras o en el suelo para prevenir
que el niño se tropiece.
Se pueden colocar alarmas o campanillas en la puerta de la
habitación del niño que alerten a los padres si éste sale de
la habitación.