2. • Las dos grandes
herejías cristológicas
de la antigüedad son
el arrianismo y el
monofisimo. Las
demás son menores
o derivadas de ellas.
Dos grandes herejías
cristológicas
3. Visión de conjunto
• En 395 muere el
emperador Teodosio
en Milán y deja el
Imperio Romano
dividido entre sus
hijos Arcadio
(Oriente) y Honorio
(Occidente), y se
traslada la capital a
Constantinopla.
5. • Algunos de los
pueblos bárbaros
eran paganos; otros,
arrianos. Los francos
se convirtieron junto
con su rey Clodoveo
(año 493); y más
tarde se convirtieron
los visigodos a la fe
católica, en tiempo de
Recaredo (598).
Clodoveo
6. Después del Concilio de
Constantinopla (381)
• Había quedado
resuelto el problema
de la
consustancialidad del
Hijo con el Padre;
pero surge después
la cuestión sobre el
modo de unión de
las dos naturalezas
en Cristo.
7. El conflicto estalló con Nestorio
• Nestorio era obispo
de Constantinopla y
predicó que la Virgen
no era Madre de Dios
(Theotókos), sino sólo
madre del hombre
Jesús. Este eco llegó
hasta Alejandría,
donde vivía Cirilo.
8. Nestorio era
necio
• Su gran reputación
como orador hizo que
Teodosio II le diera la
sede de
Constantinopla (428).
• A Nestorio lo refutó
Cirilo, obispo de
Alejandría, en su
carta pascual (429) a
los obispos de Egipto.
9. Controversia cristológica
Nestorio afirmó que en
Cristo hay dos
personas: una persona
divina, que es el Logos, que
mora en una persona
humana, unidas por una
única voluntad. Es difícil
clasificarlo como hereje
porque la terminología queda
explicitada a partir de San
Agustín.
10. Nestorio = Cristo, hombre
• Nestorio decía que la naturaleza humana en Cristo
prevalecía sobre la divina. Cristo era hombre y luego se
convirtió en Dios, por eso la Virgen no es Madre de
Dios, sólo es madre de Cristo Hombre.
• San Cirilo lo rebate y afirma que la Virgen es Teothókos,
y muchos lo siguen; pero Nestorio no se amilanó y
acudió al emperador. Antes de citar al concilio, el
emperador acude al Papa y el Papa dijo que irían sus
enviados para evitar un cisma. El Papa Celestino envió a
los obispo Arcadio y Proyecto.
11. Cirilo redactó doce proposiciones
• Nestorio no suscribió esas doce proposiciones.
Cirilo recurre al emperador Teodosio II (408-
450) para que convocara un Concilio en Éfeso.
Cirilo tenía delegada la representación del Papa.
El Papa le dijo a Cirilo que no se condenara a
Nestorio antes de oírlo.
• El Concilio se abrió con 154 obispos partidarios
de Cirilo. Más que de una cuestión mariológica
se trataba de una cuestión cristológica.
12. Al termino la sesión se produjo una
manifestación del pueblo de Éfeso:
• El pueblo entero, desde las primeras horas de la
mañana hasta la noche, permaneció ansioso en
espera de la resolución… cuando se supo que
el autor de las blasfemias había sido depuesto
(Nestorio), todos a una voz comenzaron a
glorificar a Dios y a aclamar al Sínodo, porque
había caído el enemigo de la fe. Apenas salidos
de la Iglesia, fuimos acompañados con
antorchas a nuestras casas. Era de noche: con
antorchas a nuestras casas toda la ciudad
estaba alegre e iluminada. S. Cirilo de
Alejandría, Epistolae, 24 (PG 77, 138).
16. Después de su
condena, Nestorio
se retiró a un
monasterio, y
después de 4 años
fue desterrado por
el emperador.
Cirilo fue el 4º
sucesor de
Atanasio en la
sede alejandrina.
17. Cirilo de Alejandría
• Sus escritos se dividen
en dos períodos: el
primero, está dedicado a
la exégesis y a la
polémica contra los
arrianos; el segundo,
está casi completamente
absorbido por la
refutación de la herejía
nestoriana.
• Muchas de sus cartas se
conservan.
18. Cirilo de Alejandría
• Es Doctor de la Iglesia.
• Cirilo enseña la unión
hipostática, Ενωσις καθ’
υπόστασιν, entre el Logos y la
carne que asumió. Afirma con
toda claridad: “Si rechazamos
unión hipostática como
imposible o inconveniente,
caemos en el error de admitir
dos hijos”.
19. Los ocho primeros concilios
ecuménicos
• Se observará que
los primeros
concilios se
celebran en Oriente,
pero esto no debe
extrañar si se tiene
en cuenta que todas
las herejías habían
surgido en la Iglesia
griega (A.
Boulenger).
• Concilio I de Constantinopla