El documento describe la primera fase de la crisis arriana entre los años 325 y 362 d.C., cuando el arrianismo se extendió a pesar del Concilio de Nicea. Los obispos arrianos depusieron a varios defensores de la fe nicena, incluido Atanasio de Alejandría. Aunque hubo intentos de restaurar la unidad, predominó la herejía arriana hasta que Teodosio I la derrotó en el siglo IV. Atanasio y Hilario de Poitiers lideraron la defensa de la ortodoxia nicena frente a la presión de