1. Andrés Camilo Cifuentes Solano
806-08
Colegio Nacional Nicolás Esguerra
Jornada Mañana
Tema: Matoneo…
Profesor: John Caraballo
¿Qué es el Matoneo también conocido como el bullyng?
2. El matoneo, acoso escolar, intimidación o bullying es un tipo de
violencia escolar que incluye diversas conductas de maltrato verbal,
físico, social, electrónico ó psicológico; que se repiten con alta
frecuencia en las relaciones que mantienen algunos niños y jóvenes a
lo largo de un tiempo determinado y que tienen la intención de lastimar
a alguien.
Las conductas de matoneo pueden generarse entre grupos o en
enfrentamientos individuales (entre un agresor y su víctima), pueden
presentarse como agresiones físicas (golpes o empujones), verbales o
gestuales (groserías, apodos o muecas), abiertas o encubiertas
(delante de otras personas o sólo entre el agresor y la víctima) y
directas o indirectas, de cara a la víctima o a su espalda.
Si bien estas situaciones de violencia son muy complejas, en la
dinámica del matoneo es posible identificar un agresor o intimidador
que ejerce un abuso de poder, poder que puede ser real o
subjetivamente percibido; un sujeto agredido o víctima y unos terceros
que con sus comportamientos o actitudes permiten que se siga dando
el matoneo o lo denuncian.
En este punto de la identificación del bullying, es importante aclarar
que si bien estas situaciones de violencia no son catalogadas en sí
mismas como problemas de salud mental, sí constituyen problemas
serios de convivencia y sus consecuencias pueden ocasionar en el
niño o joven maltratado, problemas emocionales como trastornos
depresivos, fobia a ir al colegio, problemas de aislamiento social e
incluso ideas de suicidio.
¿Qué hacer frente al matoneo?
3. Desde que existen los planteles ha habido problemas de convivencia
entre los adolescentes, pero hay una notable diferencia cualitativa en
los comportamientos de los estudiantes de hoy y los de las
generaciones anteriores.
Por ejemplo, los apodos, que hoy son un factor desencadenante de
severos conflictos, antes constituían apenas una simple e inocente
broma entre compañeros, sin mayores consecuencias. Incluso las
peleas a puñetazos a la salida de clases terminaban siendo un
divertido episodio boxístico, que luego concluía en un abrazo de
reconciliación entre los antagonistas, o, cuando intervenían las
autoridades disciplinarias escolares, en una amonestación que podía
derivar en unos reglazos o en unos días de suspensión. Tal vez en un
retiro de la matrícula, en el más drástico de los escenarios.
Eran los tiempos en que los profesores todavía tenían el control de sus
estudiantes, y en que los niños y adolescentes no estaban expuestos
a todo el bombardeo de violencia y mensajes negativos de hoy que
disparan los medios de comunicación y los nuevos canales
tecnológicos. Era la época en que la educación, como debe ser, era
compartida y concurrían los esfuerzos de los docentes y los padres de
familia, y los estudiantes dedicaban casi la totalidad de sus horas
libres al sano deporte.
En el caso de Colombia, no solo comenzamos a cambiar con el
avance vertiginoso de las nuevas tecnologías que impusieron su
tiranía, sino con la nefasta influencia de un paradigma de antivalores
que se tomaron la estructura mental de la sociedad, como la
intolerancia y el irrespeto, a lo que se agrega la penetración y
crecimiento que alcanzó el consumo de alcaloides entre los jóvenes.
De modo que llegamos a la situación que la ministra de Educación,
María Fernanda Campo, define como una de las mayores
problemáticas del sector educativo y de la sociedad. Y evidentemente
las soluciones no son fáciles.
Pues no es suficiente con acentuar en el currículo la educación en
valores, aunque esta es, a no dudarlo, una de las tareas en las que
debe trabajarse. Lo de fondo es que el país logre desterrar el flagelo
4. que ha enfermado nuestro cuerpo social: la violencia crónica,
estructural, de largas décadas.
En un país en paz, reconciliado, donde el respeto a la dignidad
humana se asuma como parte esencial del imaginario social, las
posibilidades de que la convivencia adopte un tono más tolerante en
los centros de enseñanza serán obviamente mejores. El mismo
discurso de los profesores contra el consumo de drogas pierde
eficacia porque en los alrededores de muchos colegios se expenden
con pasmosa facilidad los alcaloides.
La prueba más elocuente de que el problema de la violencia escolar
se salió de madre y que se les escapó de las manos a los docentes es
que ya en varios colegios han tenido que acudir a la vigilancia policial.
Está, pues, la sociedad colombiana a merced de un fenómeno que no
puede enfrentarse con opciones ineficaces. El antídoto es una
sociedad pacífica, libre de narcotráfico, responsable y solidaria, donde
las personas, incluidos los estudiantes, valoren la dignidad, lo justo y
el respeto. Pero mientras logramos esto hay que tratar de avanzar
buscando que docentes, padres de familia y medios de comunicación
cerremos filas y hagamos causa común.
Tipos de Matoneo
5. Podemos hablar de varios tipos de acoso escolar que, a menudo,
aparecen de forma simultánea:
-Físico: empujones, patadas, agresiones con objetos, etc. Se da con
más frecuencia en Básica que en Media.
-Verbal: insultos, menosprecios en público, resaltar defectos físicos,
etc. Es el más habitual.
-Psicológico: aminorarla autoestima del individuo y fomentan su
sensación de temor.
-Social: pretende aislar al joven del resto del grupo y compañeros.
•Es tímido o retraído, baja autoestima.
•Llega a la casa con sus pertenencias dañadas o rotas.
•No pasa tiempo con sus compañeros fuera del colegio •Es de pocos
amigos y se mantiene muy solo.
•Tiene pocas habilidades comunicativas y sociales por ello calla sus
sentimientos. Puede ser buen estudiante
•Algo lo distingue de los demás: usa gafas, es muy alto o muy bajo,
flaco o muy gordo
Pantallasos de Scratch
6. Aca en esta imagen podemos observar ya teniendo el fondo realizado
para poder hacer la edición de los pantallazos
7. Ya teniendo los diálogos de conversación podemos hacer el pantallazo
final.