El documento propone tres pasos para promover la convivencia democrática y pacífica en las comunidades escolares: 1) Promover el diálogo continuo entre los integrantes de la comunidad escolar, 2) Identificar las culturas de poder que sustentan prácticas excluyentes y autoritarias, y 3) Construir comunidades escolares basadas en relaciones afectivas, equitativas, participativas y solidarias que permitan resolver conflictos de manera pacífica.