2. Realizado por: Ars erótica http://ars-erotica.blogspot.com Profesores de Enseñanza Secundaria
3. ARTE ERÓTICO Término aplicado al arte de contenido sexual, y, especialmente, al arte que celebra la sexualidad humana. Se deriva de eros , la palabra griega para el amor físico por otra persona (en oposición a ágape , el amor espiritual y desinteresado po un dios). La imaginería del arte erótico puede ser tanto de sexualidad explícita como implícita, siendo los ejemplos de esta última más comunes en muchas culturas, debido tanto a los códigos de conducta como a la mojigatería y la censura. La mayoría de las obras de arte de sexualidad explícita en el mundo occidental han sido producidas como parte de un deseo general de expresar la totalidad de la experiencia humana: muy pocos artistas han hecho del erotismo su única motivación. En muchas otras sociedades y culturas, no obstante, el sexo ha proporcionado una más que evidente fuente de inspiración.
4. . 1. ANTIGUAS CULTURAS. Todas las antiguas culturas buscaron humanizar y “sexualizar” el universo proyectando sus emociones y actividades sobre los poderes espirituales que se pensaba controlaban la naturaleza. Un tema básico en muchas religiones antiguas fue la promoción ritual de la fertilidad en la humanidad y el aprovisionamiento de alimentos. La magia sexual fue también ampliamente utilizada como defensa contra las fuerzas malignas, y la sexualidad impregnó las creencias y los ritos que marcan los ciclos de la vida humana. Así, los mitos, los rituales y las artes de antiguas culturas, y de muchas tradiciones continuadas enraizadas en ellas, expresan una amplia variedad de temas sexuales. Las imágenes eróticas se encuentran entre los más primitivos indicios que sobreviven de la cultura humana en el período Paleolítico entre 30. 000 y 10. 000 a. C..
5. Por lo general se acepta que este arte refleja creencias relacionadas con la magia de la caza y la pesca y con el totemismo. Relieves esculpidos y relieves en cuevas en sitios como La Ferassie, Angles-sur-L’Anglin, La Magdeleine y Le Portel en el sur de Francia incluyen figuras con pronunciadas vulvas y falos, con frecuencia yuxtapuestos a imágenes de caza. Las estatuillas de “Venus” paleolíticas encontradas en Lausell, Francia, y Willemdorf, Austria, que subrayan enormes pechos, estómagos hinchados y vulvas son probablemente emblemas de la veneración por la sexualidad femenina y por la maternidad
6. Del período Neolítico comprendido entre 9. 000 y 7. 000 a. C. sobreviven muchas imágenes y artefactos eróticos. Una piedra tallada de Ain Sakri en el desierto de Judea (Londres, Museo Británico) representa quizás la más antigua imagen de cópula humana. Con la llegada de la ganadería, el papel del hombre en la procreación debió haber sido bien entendido y altamente valorado: muchas figuritas de mujeres, normalmente obesas y con la vulva muy señalada, muestran imágenes asociadas de toros y otros animales con cuernos. Algunas de las más impresionantes imágenes neolíticas del culto de fertilidad han sido encontradas en los yacimientos de Çatal Hüyük y Hacilar en la meseta de Anatolia, en Turquía. Estas han sido interpretadas como representaciones de la Diosa Madre, la Madre de las Bestias y la Unión Sagrada (la cópula ritual para promover la fertilidad de la humanidad, de los animales y de toda la naturaleza).
7. Figuritas groseramente esculpidas y falos de caliza han sido encontrados en varios yacimientos neolíticos en Inglaterra, tales como Maumbury Rings, Dorset (ejemplos en Dorchester, Dorset); en Grimes Graves, Norfolk, fue encontrada una estatuilla de caliza de una mujer obesa asociada a falo y testículos (Londres, Museo Británico), lo que se considera como evidencia de un ritual de fertilidad. Hacia el 3. 000 a. C. las grandes civilizaciones de la Edad del Bronce de Egipto y Mesopotamia habían evolucionado desde la cultura de los poblados neolíticos. Mientras que las interpretaciones del arte primitivo pueden ser sólo materia de conjetura, los textos escritos de estas antiguas civilizaciones iluminan el simbolismo religioso y sexual de su arte
8. Los mitos egipcios de la creación se representan en muchos papiros como parejas que copulan con exagerados órganos sexuales, como el Papiro de Tameniu , de la 21 dinastía (c. 1075-950 a. C, Londres Museo Británico). Grandes estatuas itifálicas de Min de Coptos , dios de la creatividad masculina y del placer sexual, han sido encontradas en Coptos, y la misma figura también aparece con el faraón Remsés III (siglo XII a. C) en el templo funerario de este último. El culto de Isis y Osiris fue celebrado en muchas imágenes eróticas, y el dios itifálico Bes , patrón de las prostitutas e iniciador de la magia sexual, también fue pintado con frecuencia. El arte mesopotámico es rico en sellos cilíndricos y placas de terracota: colecciones de estos objetos (N. York, Metropolitan; Paris, Louvre; Oxford, Ashmolean; y Londres, museo Británico) contienen numerosas imágenes desnudas de la diosa Inamia-Isthar , con frecuencia en variadas posiciones del coito, así como escenas de actividad sexual de sus sacerdotes.
9. El arte de la edad del bronce y de la Europa céltica se relaciona a veces con la Madre Tierra como un símbolo de fertilidad sexual, pero más frecuentemente se encuentran guerreros itifálicos: se ven muchos ejemplos en los grabados de las rocas de Suecia y del sur de Europa. Se ha encontrado a lo largo de toda Europa estatuillas y joyas con claro significado sexual. Una de las más notables imágenes eróticas -que una vez se pensó que eran de este período- es el Gigante de Cerne Abbas , figura itifálica de una ladera de Dorset que se creyó era una representación de la divinidad romano-británica Hércules Ogmios. Investigaciones a mediados de los 90 indicaron que probablemente es mucho más tardío
10. En África, las ceremonias de iniciación y los ritos de fertilidad han proporcionado imaginería sexual durante milenios, aunque no está claro si tales imágenes ha pretendido ser eróticas. Rocas grabadas que datan de 5. 000 a. C. en Ti-n-Lalan en Libyan Fezzan representan una criatura semihumana con un enorme pene, cabeza canina y rabo, a veces copulando con una mujer. Entre los Dogon de Sudán occidental, el diseño de máscaras, vestidos e incluso casas presenta un fuerte simbolismo sexual. En el sur de Etiopía se estima que hay unas 10.000 columnas de piedra fálicas, algunas de hasta 6 metros de altura, que son de origen antiguo, pero que todavía eran veneradas en el siglo XX .
11. El falo ha sido visto desde hace mucho como símbolo del poder masculino, y las imágenes de algunas deidades como Legba y Eshu, con sus penes prominentes, se pueden encontrar todavía a lo largo de África occidental. De forma parecida, los Yoruba de Nigeria, ha hecho esculturas de bronce de la divinidad femenina Onile luciendo su vulva, y tales imágenes se incorporan también a máscaras ceremoniales. No obstante, la escultura más sexualmente explícita suele ser más bien educativa que erótica, y en muchas culturas el arte más erótico es la escarificación (forma de arte consistente en crear en la piel una trama de pequeñas incisiones con finalidad decorativa).
12. Los aborígenes australianos graban también sus leyendas en las rocas y pinturas, con frecuencia de contenido sexual. Los ejemplos sobre paredes de roca en Djilgu, en el noroeste de Australia, muestran los espíritus fálicos del rayo y el espíritu del yame salvaje Ungamin , cuyo pene eyaculando representa un yame enorme. En otras islas del Pacífico, la imaginería erótica fue encontrada sobre todo en las construcciones ceremoniales. Por ejemplo, un poste de madera labrado de forma muy elaborada que sostiene el techo del haus tambaran en Sepik River, área de Nueva Guinea, mostraba a una mujer desnuda exhibiendo su vulva, e imágenes similares (conocidas como dilukai ) , eran también características de las fachadas de las casas sagradas de las fraternidades de los hombres solteros, en Palaos, en Micronesia. Las dilukai eran acompañadas por procesiones de hombres itifálicos que portaban regalos.
13. Divinidades sexuales fueron frecuentemente descritas en el antiguo arte mesoamericano. El Códice de Dresde , del período clásico maya (c. 250-900 d. C.), muestra al viejo dios Mam copulando con la joven diosa de la procreación y del amor Ix Chel , y la misma pareja aparece con frecuencia abrazándose en terracotas contemporáneas. Por contraste, estatuillas de cerámica groseramente itifálicas fueron producidas en las culturas de los modernos estados de Colima y Michoacán. Una magnifica figura azteca de mujer denuda agachada en el parto, del siglo XV, se piensa que representa a Tlazoltéotl , la diosa de la fertilidad y la sexualidad, dando a luz al dios del maíz, Cintéotl
14. En Perú, han sido excavadas numerosas tumbas que datan de culturas sucesivas, y en la mayoría se han encontrado vasos figurativos para beber que contenían bebidas alcohólicas para consolarse de la muerte en el más allá. La civilización Moche, del siglo I al VIII de nuestra era, fue la más prolífica y variada en la producción de este tipo de cerámica, y muchos de estos vasos eróticos están ahora en el Museo de Arte de Lima y en el Institute for Sex Reserch de la Universidad de Indiana, en Bloomington. Cacharros con asas- pitorros en forma de estribo representan los genitales masculinos y femeninos. Motivo favorito es el del hombre sentado sosteniendo su enorme falo. La principal abertura está en la parte superior de su tocado, pero el líquido chorrearía de las perforaciones debajo del borde si uno tratase de beber de allí, de modo que nos vemos forzados a chupar del pequeño agujero en el glande del falo-pitorro.
15. En la religión y la mitología de la Grecia y Roma clásicas, las historias de amor de los dioses eran de vital importancia, no sólo como poderosa inspiración erótica sino como representación de la fertilidad en la naturaleza. Sexo, religión y magia estaban estrechamente entretejidos: objetos de arte, desde lámparas y vasos hasta pinturas y esculturas, muestran actividades sexuales explícitas de una manera completamente abierta. Zeus o Júpiter, rey del monte Olimpo, es el héroe divino de muchas leyendas clásicas, y sus conquistas amorosas están descritas en muchos vasos griegos, lámparas y camafeos romanos. Especialmente popular era la historia de su cópula con Leda, esposa del rey Tíndaro de Esparta, bajo la forma de un cisne. Relieves en mármol del siglo II d. C. del Museo Arqueológico de Heracleion, Creta, y del Museo Arqueológico Nacional de Atenas muestran la figura desnuda de Leda ayudando al cisne a penetrarla, animada por un Cupido desnudo
16. El cariño de Júpiter por la belleza juvenil de Ganímedes fue también tema de muchas imágenes, ya que el amor homosexual no sólo era considerado normal sino incluso deseable en ciertos contextos. Así, las seductoras figuras de Eros , dios del amor, producidas por Praxíteles en el siglo IV a. C. fueron muy admiradas, como lo fueron las de Afrodita , la diosa de la belleza ( Afrodita de Cnido , Afrodita de Delphi ), que con una mano se señalan la vulva para enfatizar su feminidad. Vasos, platos, cuencos y copas fueron los regalos más comunes en Grecia, y puesto que muchos estaban dirigidos a amantes y cortesanas, las escenas explícitas de sexo fueron comunes. Una copa atribuida a Skythes (París, Louvre), muestra escenas de una orgía salvaje con varios tipos de coito pintados con vívido detalle .
17. La religión justificaba todas las clases de amor sexual, y la excitación erótica estaba dotada de un carácter sacro, en gran medida debido a su asociación con el culto de Dionisos, dios de la fertilidad y del placer. Así, dos cuencos áticos (Londres, Museo Británico) muestran rituales dionisiacos, con el dios rodeado de seguidos sexualmente excitados. El culto a Dionisos estaba caracterizado por el culto al falo , que fue probablemente tomado de la deidad egipcia Min de Coptos . Encontró expresión en los monumentos fálicos de los templos dionisíacos, tales como los erigidos por Karystios en Delos a comienzos de la época helenística, y también en las crudas figuras de Hermes con falos erectos que fueron populares como símbolos de fertilidad de los campos.
18. Figuras similares que describen al dios de la fertilidad, Príapo , se vieron favorecidas por los muy supersticiosos romanos, que consideraban tales imágenes fálicas como poderosos talismanes. Pruebas abundantes de tales creencias se encuentran en las ruinas de Pompeya, destruida por la erupción del Vesubio en el año 79 d. C.: los ejemplos incluyen amuletos y colgantes de la buena suerte en forma de falos con alas y patas traseras con campanitas a ellos unidas (Londres, Museo británico). Las lámparas domésticas tenían colgantes en forma de falos , y las mesas estaban sostenidas por figuras itifálicas. Con frecuencia los suelos de mosaico estaban pintados con un falo, y tales imágenes se incorporaban con frecuencia a los muros, y también en las lápidas
19. Los etruscos primitivamente habían asociado la muerte con una renovación de los poderes sexuales, y la Tumba del Toro en Tarquinia (siglo VI a. C) incluye dos pinturas murales de figuras copulando, acompañadas de animales. Los paralelos entre la sexualidad humana y la animal fueron descritos en escenas bestiales en los muros de los templos romanos en honor de Príapo, y una famosa escultura encontrada en pompeya (ahora en el Museo Y galería Nacional de Capodimonte, Nápoles) muestra a pan copulando con una cabra . El escultor inglés Joseph Nollekens hizo una copia en terracota (Londres, museo Británico) mientras vivía en Nápoles en la década de 1760.
20. Pompeya nos dan una valiosa visión del arte erótico romano de mediados del siglo I a. C. En la Casa de los Vetti hay una pintura de una deidad que se pesa su enorme falo con un par de balanzas contrapesadas con fruta y cosechas. Las escenas de prostíbulo muestran relaciones sexuales de todo tipo y en todas las posiciones , representando una filosofía del amor humano derivada de los ahora perdidos tratados helenísticos ilustrados sobre los modos de copular. Alrededor de los muros de una habitación en la Villa de los Misterios , 29 figuras de tamaño natural están pintadas sobre un rico fondo rojo, representando lo que se cree que son ritos secretos de iniciación del culto de Dionisos . El dios es mostrado acariciando con ternura a Ariadna mientras una mujer descubre un cesto que contiene un enorme falo, y otra con grandes alas negras blande una larga y delgada fusta sobre la espalda arqueada de una joven. La calidad de la obra es excepcional.
21. 2. EL MUNDO OCCIDENTAL. En el mundo occidental la globalidad del concepto de erotismo está teñida de un trasfondo de tabúes. El desnudo femenino parece dominar el arte erótico en Occidente puesto que la mayor parte de la pintura ha sido ejecutada por hombres. Raramente el desnudo se pinta desapasionadamente, pues por su propia naturaleza enciende los sentidos. Sin embargo, el poder de su atractivo ha conducido a temérsele en la civilización judeo-cristiana, y la consiguiente censura de la sexualidad explícita en el arte se ha resuelto en obras cuyo erotismo está deliberadamente velado y cuyo poder erótico, de este modo, se ha incrementado fuertemente
22. Mientras otras religiones han considerado el placer sexual como una parte importante del culto y han tratado las aventuras sexuales de los dioses y de las diosas como textos sagrados, el Cristianismo no es una religión sexual. Jesús se mostró comprensivo con el estado del matrimonio, pero la antipatía de San Pablo hacia la unión de los sexos, se convirtió en la influencia más poderosa. Y puesto que la Iglesia fue unos de los principales patrones de las artes en Occidente hasta el siglo XVIII, el proceso tuvo un profundo efecto sobre la pintura y la escultura y llevo a una inconfundible tradición artística en la cual el contenido erótico de muchas obras fue presentado de una forma implícita o codificada .
23. La Edad Media . El erotismo no es común en el arte del primer período cristiano y en la Edad Media. Las representaciones de escenas eróticas suelen encontrarse, no obstante, en contextos tanto religiosos como seculares. Eso ocurría con los objetos de valor propiedad de gente rica, tales como alhajas, muebles decorados y manuscritos. Los ejemplos incluyen un juego de platos de plata (San Petersburgo, Hermitage); el joyero Veroli , de marfil y hueso, de finales del siglo XI o principios del XII (Londres, Victoria y Alberto); y un espejo dorado del siglo XIII (Frankfurt del Main, Galería del Estado), todo decorado con escenas amorosas o motivos eróticos. Refinadas miniaturas eróticas aparecen en los manuscritos relacionados con Chaucer y Bocaccio o La fuente de la vida y El jardín del amor (por ejemplo, Douce Manuscript , del siglo XV, Oxford Bodleian Library; o Las muy ricas horas del Duque de Berry , c. 1411/13-16, Chantilly, Museo Condé)
24. Más fuerte es el Roman de la Rose o una escena en el Tapiz de Bayeux (siglo XI) que muestra una pareja desnuda en la que el hombre tiene una erección y extiende sus brazos hacia la mujer. Otros muchos manuscritos medievales incluyen escenas marginales altamente eróticas. Iglesias de toda Europa estaban provistas de imágenes eróticas de varias clases, muchas de las cuales han sido destruidas. Las más obvias son las Shelag-na-Gig figuras de fertilidad de mujeres desnudas exponiendo sus vulvas, que se encuentran en algunas iglesias inglesas, y, especialmente, irlandesas, sajonas y normandas. Normalmente fueron tomadas de lugares de culto paganos e incorporadas a los muros de las iglesias cristianas. Buenos ejemplos ingleses se pueden encontrar en la iglesia de Santa María y David en Kilpeck, Hereford & Works, y en la iglesia de Oaksey , cerca de Leicester. Muchos ejemplos irlandeses se encuentran ahora en el Museo de la Real Sociedad de Anticuarios de Irlanda, en Dublín. Una inusual variante sobre la ventana de la iglesia de Whittlesford , muestra una Shelah-na-Gig en un lado y un hombre itifálico enfrente de ella.
25. Figuras femeninas similares se encuentran por toda Europa (por ej. los capiteles de la catedral románica de Piacenza). Las Shelah-na Gig tienen sorprendentes semejanzas con las heráldicas figuras de Sepik River de Nueva Guinea y en su concepción están relacionadas con el gigante itifálico de Cerne Abbas. La imaginería erótica puede también encontrase en los capiteles, claves y misericordias de las iglesias románicas y góticas de toda Europa. Los ejemplos incluyen a un diablo con una gran erección en la Catedral de Hereford ; parejas en la posición del 69 en el coro escuela del castillo de Montreuil Bellay (Maine-et-Loire) y en la iglesia de San Gregorio de Valladolid ; parejas desnudas que se abrazan en la catedral de Módena ; y parejas que copulan en la catedral de Toledo y la iglesia de San Martín en L’isle-Adam (Val d’Oise) en Francia. Esta erótica dispersa no era tanto prueba de la liberalidad de la Iglesia como de la astucia desprovista de arte de los artesanos empleados.
26. 1500-c. 1700 . El nuevo humanismo del Renacimiento en Italia durante el siglo XV, con su renovado interés en el mundo de la antigüedad clásica, llevó a cambios espectaculares en el progreso de las artes. Las vergonzosas connotaciones asociadas con la desnudez per se, comenzaron a desaparecer, y con el incremento del mecenazgo secular ilustrado, el control de la Iglesia sobre las artes se debilitó, aunque continuó siendo la mayor fuente de patronazgo tanto en el norte como en el sur de Europa. Los asuntos religiosos predominan en el arte de la época, pero los temas eróticos o de tono subido están presentes frecuentemente. Ciertas historias del Antiguo Testamento eran ideales para un tratamiento erótico, tales como Susana y los viejos (pintadas por artistas como Tintoretto, Domenichino y Guido Reni ), José tentado por la mujer de Putifar ( Tiziano, Guercino, Veronese ) y Lot cometiendo incesto con sus hijas ( Rafael, francesco Furini )
27. La más poderosamente erótica es la historia de Judith , que sedujo al comandante enemigo Holofernes y luego le cortó la cabeza mientras se recuperaba de los ejercicios físicos del coito. Este fue un tema favorito de artistas del norte como Lucas Cranach el Viejo y Hans Bandung, y en Italia fue pintado por Mantenga, Giorgione y Tiziano , entre otros. La versión de Tintoretto (c. 1555, Madrid, Prado) expresa el erotismo subyacente de la muerte violenta, y la pintura de Artemisia Gentileschi (c. 1613-14), Florencia, Uffizi) es especialmente interesante como una de una de las más tempranas pinturas eróticas de una mujer artista.
28. La figura más obvia para la representación erótica en el Nuevo Testamento fue María Magdalena . Francesco Furini la retrató (Dublín, Nacional Gallery) en un desnudo frontal de cuerpo entero en estado de excitación, agarrando un crucifijo y acariciando un cráneo. Más frecuentemente, no obstante, se nos muestra de medio cuerpo con las manos cruzadas sobre sus pechos desnudos y un aire de éxtasis en sus facciones, como en las versiones de Tintoretto y Guercino. Una pintura de Elisabetha Sirani (Besançon, Museo de Bellas Artes y Arqueología) nos la presenta apretando una fusta contra sus pechos desnudos, y la representación de Tiziano (1554; Florencia, Pitti) nos la muestra mirando arrebatada hacia el cielo mientras se agarra su sedosa cabellera, dejando la totalidad de sus pechos provocativamente expuestos
29. Las escenas de martirio también proporcionan temas eróticos. Las santas Bárbara, Cristina, Catalina y Margarita con frecuencia fueron pintadas desnudas, azotadas por excitados torturadores. Santa Ágata fue pintada por Sebastián del Biombo (1520; Florencia, Pitti) con dos hombres arrancándole los pezones con tenazas. Los patrones homosexuales con frecuencia encargaban el Martirio de San Sebastián . Los ejemplos del Sodoma (1525; Florencia, Pitti) y Guido Reni (Roma; Museo Capitolino) muestran unos bellos e idealizados desnudos masculinos atravesados por flechas y luchando por liberarse, al tiempo que miran hacia arriba con una expresión que mezcla la agonía con el éxtasis. La homosexualidad estaba condenada por la doctrina cristiana, pero tales artistas, como Perugino y Sodoma fueron capaces de ocuparse de tales intereses
30. Quizás el más significativo icono homosexual fue el David de Miguel Ángel (1501-04; Florencia, museo de la Academia, que, en retrospectiva, puede ser visto claramente como expresión de la propia preferencia sexual del artista. Encarna la representación de la atracción y la excitación de la sexualidad masculina, y por ello es comprensible (aunque no menos lamentable) que se añadiese una hoja de parra, para horror de Miguel Ángel, con que ocultar la figura de su poderosa masculinidad. La ofensa no fue rectificada hasta principios del siglo XX. Muchas de las pinturas de jóvenes desnudos y figuras mitológicas del Caravaggio muestran un similar grado de implicación homosexual, la más provocativa de las cuales es el Cupido victorioso (c. 1603; Berlin, Gëmaldegal).
31. Figuras de la mitología griega rivalizaron con los santo y personajes bíblicos, proporcionando oportunidades si fin para las representaciones eróticas. De estas, Venus fue la más popular. El Nacimiento de Venus de Botticelli (c. 1484; Florencia, Uffizi), la Venus dormida de Giogione (1505-10; Dresde, Gëmaldegal.) y la Venus de Urbino de Tiziano (c. 1538; Florencia, Uffizi) pueden todas de distinta forma reconocerse como la personificación de la belleza sexual. El apetito amoroso de Júpiter era notoriamente inagotable y la inspiración que él puso en sus cortejos inspiró a la mayoría de los pintores del período, en el norte y el sur de Europa. Así Dánae y la lluvia de oro fue objeto de imágenes eróticas de Jan Gossaert , Tiziano, Correggio , Tintoretto y Veronés, entre otros., y Leda y el cisne fue pintado por Tiziano , Correggio , Bronzino, Lorenzo di Credi y Perino del Vaga .
32. Rafael ejecutó un dibujo de Leda (Castillo de Windsor, Biblioteca Real) después una famosa pintura (c. 1510, paradero desconocido) de Leonardo, con la princesa desnuda de pié en un prado florido abrazando al cisne. Miguel Ángel pintó el desnudo Leda en 1529, con el cisne entre sus piernas después del coito, el cuello entre sus senos y su pico tocando los labios. Un ala se agitaba en el aire mientras la princesa se sumergía en sus almohadas en el agotamiento postcoital. En el siglo XVII la pintura fue destruida por obscena y se conoce solamente a través de copias y grabados. El más notorio de los trabajos eróticos de Rafael son sus frescos sobre el tema de la Historia de Venus , ejecutado hacia 1515 para el baño del cardenal Bibbiena, en el Vaticano. Fueron cubiertos en el siglo XIX y ahora se encuentran en pobres condiciones y están prohibidos a los visitantes
33. Uno de los más celebrados de todos los escándalos artísticos en la Italia del siglo XVI implicó al discípulo de Rafael Giulio Romano . Fue la publicación hacia 1524 de Los sonetos de Aretino o Posturas , un libro compuesto por grabados de Marcantonio Raimondi al estilo de unos dibujos perdidos de Giulio Romano , acompañados de sonetos en un lenguaje subido de tono de Pietro Aretino. Cada pintura mostraba a un hombre y a una mujer en diferentes posturas del coito. Todas las copias de la publicación original parecen haber sido destruidas, aunque una simple lámina se encuentra en el Graphische Sammlung Albertina, de Viena, y otra sola sobrevive en el Museo Británico de Londres. Los intereses eróticos de Giulio pueden ser vistos en los frescos mitológicos del Palacio del Té de Mantua. Los dibujos perdidos de Aretino fueron probablemente una serie de Los amores de los dioses . Tales escenas eróticas fueron también producidas por Tiziano, Francesco Primaticcio y Perino del Vaga pero son conocidas hoy día solo a través de grabados.
34. El más prolífico grabador de temas eróticos de esta época fue Agostino Carracci (ejemplos en Londres, MB; París, Biblioteca Nacional; y Lyon, Museo de Bellas Artes). El Museo Británico también tiene grabados eróticos de Enea Vico al estilo de Parmigianino, de un artista desconocido, según Jacopo de’ Barbari , y de Giovanni del Porto . En Francia, en el siglo XVI, Francisco I formó una colección de arte erótico en el castillo de Fontainebleau que incluía la antes mencionada Leda y el cisne , de Miguel Ángel (destruida) y de Leonardo (de paradero desconocido), así como Venus, Cupido, la Locura y el Tiempo , de Bronzino (c. 1544-45; Londres, Nacional Gallery), recientemente retocada. El Rey alentó el arte erótico, y la escuela de Fontainebleau produjo muchas escenas mitológicas ( Venus ante el espejo y Marte y Venus , ambas en París, Louvre), también retratos desnudos de amantes de Francisco y de su sucesor Enrique IV ( Diana de Poitiers como Diana cazadora y Dos cortesanas en el baño ; ambas en París, Louvre).
35. Este arte galante en Francia continuó en el siglo XVII con muchos dibujos eróticos de Poussin y escenas mitológicas, tales como Sátiro descubriendo a Venus dormida (Londres, Nacional Gallery) y Leda y el cisne (Chantilly, museo Condé). En la Europa nórdica, del siglo XVII, la Dánae de Rembrandt (1636, San Petersburgo, Hermitage) y Betsabé (1654; París, Louvre) sugieren íntimas ojeadas a la vida privada del artista, y para ellas posaron su esposa y amante, respectivamente. Su grabado Ledikant (Lecho a la francesa , 1646) muestra a una pareja haciendo el amor que se cree representa al artista y a su amante Hendrickje Stoffels. Rubens retrató a su esposa con muchos disfraces mitológicos, y en Helena Fourment en bata de piel (1630-33; Viena, Kunsthistoriches Museum) la pintó casi desnuda, quizás acabada de salir de la cama.
36. El arte italiano del Barroco incluye muchas representaciones de santos desfallecientes y extáticos que sugieren una sexualidad reprimida. El más famoso ejemplo es quizás la escultura en mármol, de tamaño natural, de Bernini, El éxtasis de Santa Teresa (1647-52) en la Capilla Cornaro en la Iglesia de Santa maría de la Victoria en Roma, en el que la santa parece encontrarse en la agonía del orgasmo al pié de un bello y juvenil ángel. Cercana a la tendencia nórdica es la Venus de Rokeby o Venus del espejo de Velázquez (1650; Londres, Nacional Gallery), donde la diosa desnuda parece un ejemplo muy contemporáneo de la belleza española, al presentar su trasero a nuestra mirada, observándonos a través del espejo sostenido por un Cupido desnudo.
37. 1700-c. 1900 . El siglo XVIII no sólo fue la Edad de la Razón sino también la Edad del Placer. La pintura francesa del período refleja la atmósfera amoral y el divertimento amoroso de la vida cortesana; los placeres de las relaciones sexuales fueron celebrados con la aprobación oficial, y Francisco I y Enrique IV fueron sucedidos como patrones por el hedonista Luis XV y sus amantes. Artistas que se especializaron en grabados de asunto erótico incluían a Nicolás Lafrensen , Charles Eisen , Luis Biner (1744-c. 1800) y Pierre Antoine Baudouin , todos los cuales disfrutaron del patronazgo real. El Museo Británico tiene un álbum de 68 acuarelas (la Historia universal ) que muestra escenas eróticas explícitas de la historia bíblica y de la leyenda mitológica, con el escudo de la familia de Orleáns en cada página. Felipe II, duque de Orleáns, fue un gran admirador de Antoine Watteau , cuya Peregrinación a la isla de Citera (1717; París, Louvre) es una nostálgica y poética alegoría del amor, pero cuya Dama en la toilet (c. 1716-17; Londres, Wallace) es una mirada íntima a un voluptuoso desnudo en el dormitorio
38. El arquetipo del pintor francés del siglo XVIII fue François Boucher , pintor cortesano de Luis XV, cuyo tema favorito fueron las aventuras sexuales de Venus. La amante del Rey, Madame Pompadour encargo una serie de cuatro Amores de Venus en 1754 (Londres, Wallace) así como una Venus, Mercurio y Cupido (Berlín, Dahlem Skulsamml.) en la cual se muestra a Mercurio con una erección. El rey presentaba a su amante en seis escenas de erotismo rústico de Boucher, que se cree fueron destruidas en 1871 en el fuego del Palacio de las Tullerías, y que sólo se conocen a través de viejas fotografías. Otra amante del Rey, Louise O`Murphy , puede haber sido el tema del Desnudo reclinado de Boucher (1752; Munich, Antigua Pinacoteca; aquí, la muchacha de 18 años yace sobre su estómago provocativamente desnuda, con unas apetecibles nalgas que demandan ser acariciadas, en la que ha venido a ser considerada una de las más eróticas pinturas del desnudo femenino en el arte occidental
39. La última amante del rey, la Condesa Du Barry , favoreció a Jean-Honoré Fragonard, que se especializó en aventurillas de alcoba con títulos tales como Resistencia inútil (c. 1770; Estocolmo, Mmus.), y Cupido robando un camisón (París, Louvre). Para el castillo de Madame Du Barry en Louvenciennes pintó una escena mostrando El desarrollo del amor (Nueva York, Frick), pero su más famosa obra es El columpio (1767; Londres, Wallace) en el cual una linda muchacha sobre un columpio levanta sus piernas descubriendo sus medias de satén a un excitado joven. La joyería y los pequeños objets d’art utilizaban con frecuencia temas sexuales durante este período en Francia, Alemania e Inglaterra; por ejemplo, una cajita de rape de Birmingham (c. 1765; Wolverhampton, A. G.) tiene una falsa tapa que muestra a un soldado copulando con una monja sobre un altar. Sin embargo, el arte inglés, con frecuencia, trató el sexo de una forma moralista, como con El progreso de Harlot , serie de 1732 (pinturas destruidas en 1755).
40. La fascinación de Hogarth por los temas sexuales está muy claramente reflejada en dos series de pinturas llamadas Antes y Después de 1730-31 (versión, Cambridge, Fitzwilliam), que relata la violación de una joven. Los grabados fueron la forma más usual de arte erótico: Los contrastes a la moda, o El zapatito de la Duquesa sucumbiendo a la envergadura del pié del Duque , de 1792, es una visión satírica de la duquesa de York, mostrando un par de piernas con zapatos femeninos en posición horizontal, con un par masculino entre ellos. Los grabados eróticos de Thomas Rowlandson forman una pequeña pero importante parte de su producción total. Rowlandson fue amigo del crápula Príncipe Regente (más tarde Jorge IV), para el que produjo una serie de dibujos eróticos (Castillo de Windsor, Berks, Colección Real). Su erótica data de sus últimos años y con frecuencia contiene un fuerte elemento voyeurístico, con viejos que observan a muchachas o a parejas que copulan. No obstante, podía trabajar también con una vena cómica: una serie de diez grabados de amantes de 1810 titulada Lindos jueguecitos para jóvenes damas y caballeros: Con figuras de los viejos deportes y pasatiempos ingleses (Londres, Museo Británico), incluyen El caballero rural monta de nuevo, Felicidad rural o El una silla y Nuevas hazañas en el arte de montar .
41. El artista suizo Henry Fuseli produjo también en Londres arte erótico por esta época. Su famosa pintura titulada La pesadilla (1781; Detroit, MI, Inst. A; y 1782-91; Weimar, Goethe-Nmus. Frauenplan), relata una leyenda popular y muestra a una mujer desfallecida sobre su cama con un demonio agachado sobre su cuerpo. También produjo cientos de dibujos eróticos, muchos de los cuales fueron quemados por su viuda: aquellos que ha sobrevivido incluyen una imagen de la década de 1820 de tres jóvenes desnudas en una cama sirviendo a un hombre desnudo con una erección (Londres; V&A). Las muchachas tienen peinados exóticos que nos hablan del conocido fetichismo de Fuseli por el pelo de las mujeres. Otro ejemplo de hacia 1815-29 muestra dos jóvenes elegantemente peinadas en actividad lésbica delante de un espejo .
42. La celebración abierta de la sexualidad en mucho arte del siglo XVIII encontró poco paralelismo en el arte del siglo XIX, que, paradójicamente, demostró ser un período más obsesionado con el sexo que ningún otro con anterioridad. En Inglaterra, la intensa mojigatería de John Ruskin tuvo significativa influencia en las artes. Después de la muerte de J. M. W. Turner, Ruskin destruyó ciertos dibujos del artista que consideró censurables, pero afortunadamente algunas piezas,(e. g. Venus y Psyche ; Londres, Tate), han sobrevivido, así como la colección de los cuadernos de bocetos del museo Británico. Excepcional es una hoja separada, de una mujer realizando una fellatio a un hombre, por un lado, y por el otro, un primer plano a plumilla del pene de un hombre entrando en la vulva de una mujer; también un boceto de acuarela con un Sileno desnudo.
43. Por toda Europa el arte neoclásico contuvo los trasfondos fuertemente eróticos. El Cupido y Psyque de Antonio Cánova (1789-93; París, Louvre), chocó profundamente a Wordsworth pero excitó sexualmente a Flaubert, mientras los mármoles de Bertel Thorwaldsen , tales como Cupido recibido por Anacreonte (1823-24; Copenhagen, museo Thorwaldsen) fue altamente valorado en algunos círculos por sus fuertes implicaciones homoeróticas. Los desnudos pintados por Ingres, tales como La bañista de Valpinçon (1808; Paris, Louvre) y la Gran Odalisca (1814; París, Louvre), delatan una obsesión con la atracción sexual del cuerpo femenino, y el Baño turco (completado en 1863; París, Louvre), con sus masas de desnudos y mujeres entrelazadas, parecen representar la visión de los lujuriosos deseos de un anciano. En el museo Ingres de Montauban hay una colección de cuidadas copias del artista de grabados eróticos italianos del siglo XVI .
44. Para los artistas románticos franceses la violencia añadía un ingrediente esencial al erotismo, por ejemplo en La matanza de Quíos de Eugène delacroix (1824; París, Louvre). El ejemplo obvio es Théodore Gericault , cuyas escenas de dormitorio, como Los amantes (1815-16; París, Colección privada Dubaut) y El beso (1822; USA, colección privada), despliegan un inquietante trasfondo que es aún más claro en Desnudo torturado (c. 1817; Bayona, Museo Bonnat), y sus dos esculturas Ninfa atacada por un sátiro (c. 1818-19; París, Colección privada Rollin; y Buffalo, Nueva York, Albright-Knox A. G.) Avanzado el siglo, el realismo de Gustave Courbet fue una reacción directa contra los excesos del Romanticismo, y sus desnudos eróticos, como Mujer con loro (1866) y Desnudo en las olas (1868; ambos en el Metropolitan de Nueva York)), chocaron a mucha gente por su alegada “fealdad” y franqueza .
45. Khalil Bey, antiguo embajador turco en San Petersburgo, encargó a Courbet dos pinturas que causaron escándalo en los 60. El sueño (1866; París. Petit Palais), muestra dos mujeres desnudas abrazadas, relajándose en la cama tras haber hecho el amor, una de las pocas obras mayores sobre el tema lésbico del arte occidental. El origen del mundo (c. 1867; París, Museo d’Orsay) muestra el torso de una mujer desnuda con las piernas separadas, centrando la atención en la vulva. Esta pintura, que fue ensalzada por Edmond de Goncourt en 1889, estuvo desaparecida hasta bien avanzado el siglo XX, cuando fue encontrada en la colección del psicoanalista Jacques Lacan. Edouard Manet también atrajo la controversia. Su Almuerzo sobre la hierba (1863; París, Museo d’Orsay) provocó una violenta protesta porque mostraba a una mujer desnuda, de picnic con dos hombres vestidos, en un ambiente contemporáneo más que mitológico.
46. De forma similar, su Olimpia (1863; París, Museo d’Orsay) fue atacada en el Salón Oficial de ese año sobre la base de que su título mitológico pretendía oscurecer el tema de la pintura, una prostituta echada en la cama. Estas dos pinturas fueron muy significativas para el posterior desarrollo del arte moderno, pero, sin embargo, la obra más aclamada en el Salón de 1865 fue El nacimiento de Venus (1862; París, Museo d’Orsay) del muy respetado Alexandre Cabanel , una excitante y provocativa pin-up que pretendía representar a una diosa clásica. Esta fue comprada por el Emperador Napoleón III, quien públicamente había condenado a Courbet y Manet por obscenos.
47. Tal hipocresía también reinaba por esta época en la Real Academia de Londres, donde pinturas como En el tepidario , de Sir Lawrence Alma-Tadema (1881; Port Sunlight, Galería de Arte Lady Lever), fue alabada como clásica y noble a pesar de su clara intención de excitar. La lindeza y superficialidad de estas pinturas, contrasta fuertemente con los esfuerzos de artistas que estaban tratando de profundizar en la naturaleza de la sexualidad. Edgar Degas , por ejemplo, hizo una serie de monotipos que describían la vida en los prostíbulos de París en los 80; estos mostraban una compasión auténtica por las internas y con frecuencia describían las relaciones lésbicas que florecían entre ellas. Henri de Toulouse-Lautrec compartió con Degas la fascinación por el mundo de las prostitutas y pintó al menos 50 escenas de prostíbulo en los 90, de las cuales Al salón: Rue des Moulins (1895; Museo Toulouse-Lautrec de Albi) es excepcional .
48. Hacia finales del siglo XIX la asociación del sexo con la muerte se convirtió en una característica de los artistas relacionados con la decadencia y el declive. Uno de sus temas característico fue el de la mujer como diosa misteriosa que usa su sexualidad para dominar a los hombres. Los primeros ejemplos incluyen la Beata Beatriz (1863) y Proserpina de Dante Gabriel Rossetti (1874; ambas en la Tate), que parecen exudar un perturbador erotismo. En Francia, Gustave Moreau personifica su visión de la mujer en el personaje histórico de Salomé , y sus pinturas de Salomé danzando (1876; Los Ángeles, CA, Museo Armand Hammer) y La aparición (1876; París, Louvre) fueron hechos famosos por Joris-Karl Huysmans en su novela A Rebours . En La aparición una casi desnuda Salomé gesticula hacia la severa cabeza de San Juan Bautista, que se mantiene en el aire delante de ella, chorreando sangre .
49. En 1894 Oscar Wilde publicó un drama titulado Salomé que fue ilustrado con 17 dibujos de Aubrey Beardsley . J’ai baisé ta bouche (1893; Londres, V&A) presenta a la muchacha acariciando la grave cabeza que acaba de besar, mostrando así su triunfo sobre el Santo cuya muerte ella ha causado. Otros dibujos de la serie fueron censurados por su sugerida androginia y masturbación. Las ilustraciones de Beardsley para la Lisístrata de Aristófanes fueron publicados en una limitada edición secreta en 1896 y son los más explícitos sexualmente de todas sus obras, con su travestismo, cupidos que se masturban y falos enormemente exagerados. El artista cuyo trabajo probó lo más chocante fue el belga Felicien Rops . En 1884 Rops produjo una serie de imágenes titulada Los satánicos , una fantasía en la que participa una mujer llevada al infierno, donde tiene relaciones sexuales con Satán sobre un altar
50. Siglo XX La hipocresía sexual que requería de tantos artistas disfrazar o hacer correcto el erotismo en su obra durante el siglo XIX, decayó considerablemente durante el siglo XX, cuando un compulsivo grado de autodescubrimiento se convirtió en característico del arte erótico. El ferviente mujeriego Auguste Rodin ejecutó 20 litografías extremadamente francas en 1902 para El jardín de los suplicios , y produjo muchos dibujos tanto de relaciones heterosexuales como lésbicas, así como de mujeres masturbándose (e. g. Desnudo femenino reclinado ; c. 1905; U. Londres, Courtauld Inst. Gals.). Temas similares fueron dibujados por el artista austriaco Gustav Klimt . Las ilustraciones de Klimt para los Diálogos de cortesanas de Luciano (publicado en 1907), y la obra gráfica de 1910 a 1917 incluyen muchas amantes lesbianas, parejas heterosexuales en variadas posturas de cópula, y mujeres explorando sus cuerpos y masturbándose .
51. Klimt estuvo obsesionado por la imagen de la femme fatale , que aparece en su Judith I (1901; Viene, Museo 20 Jhts), pintura de una mujer medio desnuda con la boca abierta a garrando la grave cabeza de Holofernes, y su Mito de Danae (c. 1905; Colección privada Graz), en la cual una mujer desnuda es pintada masturbándose en posición fetal. El contemporáneo de Klimt , Egon Schiele también vivió en Viena, donde los escritos de Sigmund Freud y Otto Weininger acababan de ser publicados. La obra erótica de Schiele refleja las profundas tensiones emocionales del período, sin la sensual excitación de Klimt. Independientemente de que pintara hombres, mujeres, su propio cuerpo o chicas jóvenes (un asunto que le costó 24 días de prisión en 1912), Schiele se concentraba en la sexualidad esencial de la figura, teniendo gran cuidado de mostrar los genitales.
52. Las imágenes de Egon Schiele describen un erotismo angustiado y solitario: por ejemplo, en Muchacha reclinada con vestido azul (1910; Nueva York, Colección privada Stefan Ellis) la joven de mirada ausente se ha levantado el vestido para revelar los vívidos labios rojos de su vulva, y en Autorretrato desnudo (1911; Londres, Colección privada de Richard Nagy), la culminación de toda una serie de autoexámenes, el artista se pintó a sí mismo agarrándose su pene erecto en un solitario intento de autogratificación, como alivio pasajero de la infelicidad.
53. Ocasionalmente, las imágenes eróticas de Schiele son más positivas. Observada en un sueño (1911; Nueva York, Metropolitan), muestra a una mujer desnuda sonriente, abriendo los labios de su vulva, mientras en El huésped rojo (1911; Nueva York, colección privada) el artista se pinta a sí mismo con una gran erección roja que está siendo reverencialmente atendida por una mujer desnuda. Otro artista cuyo erotismo reflejó los tiempos en los que vivió fue el alemán George Grosz . Su desprecio por la humanidad en general, y por la República de Weimar en particular, se revela en dibujos ácidamente satíricos publicados como Ecce Homo (1923) y Der Speisser Spiegel (1924)
54. Grosz desenmascara la vida privada de las clases dirigentes, reduciéndolas a su común naturaleza animal, en visiones de una sexualidad hastiada: un asesino sexual se restriega sus manos tras cometer un crimen repugnante, y prostitutas que hacen ostentación de sus encantos en calles y cafés, u ofrecen sus servicios a los gustos pervertidos de abotargados capitalistas. Para Pablo Picasso el erotismo fue una obsesión consciente a través de su larga carrera. Su obra se concentró en la forma femenina coherentemente, desde los primeros bocetos de Barcelona hasta sus grabados y pinturas, y su preocupación estuvo con toda la gama de sentimientos eróticos, desde el amor al odio. Motivos sexuales aparecen intermitentemente durante su Época Azul y especialmente en las obras neoclásicas, tales como una serie de dibujos de 1920 de un centauro raptando a una mujer.
55. Hacia mediados de 1920 los múltiples aspectos de la experiencia sexual de Picasso se han convertido en el tema principal de sus esculturas, dibujos y pinturas (e. g. Figuras junto al mar , c. 1931; París, Museo Picasso); Dos figuras , 1933; París, colección privada). Hacia fines de los 40 Picasso produjo un conjunto de pinturas y dibujos de parejas copulando y una serie del artista pintando y haciendo el amor a su modelo desnuda. El tema fue continuado en grabados de 1963-65 y también en su Suite 347 , y una serie de aguafuertes de 1968 sobre el tema de Rafael y la Fornarina , de Ingres. Aquí Picasso aparece como un viejo que mira a una pareja copulando con una expresión que mezcla la excitación con la añoranza: las fantasías de un viejo pintor que retrocede al entusiasmo de su juventud. La concentración de Picasso en sus sentimientos eróticos fue muy apreciada por los surrealistas , quizás los más ávidos exploradores de la sexualidad del siglo XX.
56. Los surrealistas eran conscientes de la naturaleza revolucionaria de la expresión erótica sin restricciones y estuvieron inspirados por el argumento de Freud de que la sexualidad está en la raíz de toda creatividad. El arte erótico surrealista posee una intensidad compulsiva que puede tener un profundo efecto en el observador, comunicándose con frecuencia con un directo nivel del subconsciente. Sueños y pesadillas en la obra de Paul Delvaux y Max Ernst , y los fetiches personales y juegos sexuales (en la obra de Pierre Moliner y Hans Bellmer ) juegan todos una parte importante en la imagineria erótica surrealista. Más que concentrarse en los órganos genitales, los surrealistas prefieren transformar la totalidad del cuerpo en un ruedo erótico para experiencias excitantes. Por ejemplo, el tema de René Magritte Violación (1934; Houston, TX, Colección Menil) es la cara de una mujer donde los pechos y el vello púbico representan los ojos y la boca, y el cuello y la cara son también un falo entrando en la vagina
57. . La joven virgen autosodomizada por su propia castidad , de Salvador Dalí (1954; Nueva York, Colección privada Alemany) describe el cuerpo desnudo de una mujer formado de partes desmontables para pasar alrededor y admirarlo. Pierre Moliner utilizó el fotomontaje para crear múltiples imágenes de cuerpos masculinos y femeninos fetichizados (e. g. Sur le Pavois , 1950s). Hans Bellmer centra su atención enteramente en crear imaginería erótica. Construyó la figura articulada de una joven cuyas partes podían ser ensambladas de varias formas diferentes. Die Puppe , una serie de fotografías que tomó de su muñeca en 1934, expresaban un perturbador erotismo que ha provocado controversia desde entonces. Los últimos dibujos y grabados de Bellmer (e. g. Breve tratado sobre moral , 1968), ilustran sueños sexuales de jovencitas y exploran las fantasías sexuales de su autor. La sexualidad de las muchachas es característica también de la obra del francés Balthus, p.ej. El sueño de Teresa (1938; California, colec. priv.) y Muchacha con gato (1937; Chicago, IL, colec priv), En La lección de guitarra ( 1934; Boston, MA, Colec priv) una mujer sentada acaricia a una muchacha que yace en su regazo .
58. Los artistas británicos del siglo XX estuvieron aparentemente menos preocupados con el erotismo que sus colegas del continente, con la excepción de D. H. Lawrence , cuyas pinturas fueron confiscadas por la policía en su exposición de la Galeria Warren de Londres, en 1929. No obstante, ciertos artistas británicos mostraron un claro interés por la imaginería erótica en su obra más privada. El artista religioso Eric Gill consideraba que no debería haber conflicto entre el catolicismo romano y la sinceridad sexual. Éxtasis , una piedra grabada de 1910-11 (Londres, Tate) muestra a dos amantes, y muchos de los dibujos de Gill en el Museo Victoria y Alberto y en el Museo Británico, ambos en Londres, se concentran en penes (flácidos y erectos), vaginas y parejas que copulan (a veces con las Mano de Dios bendiciéndolos
59. Stanley Spencer vió una clara conexión entre sexo religión: para él, el éxtasis espiritual y sexual era lo mismo, y referencias al fetichismo y la masturbación se pueden encontrar en obras religiosas como Amor sobre el páramo (1949-54) y Amor entre las naciones (1935-36; all Cambridge, Fitzwilliam). La última fue una serie de ocho pinturas pensadas para la nunca realizada “Church-house ”, para la que también pintó Autorretrato con Patricia (1937; Cambridge, Fitzwilliam) y Pierna de vieja desnuda (1937; Londres, Tate), que son ambos desnudos del artista con Patricia Preece, que llegó a ser su segunda esposa. David Hockney no se centró exclusivamente en asuntos eróticos, pero sus pinturas de muchachos desnudos junto a piscinas, tales como Persona que toma el sol (1966; Colonia, Museo Ludwig), y otras por el estilo como aquella de su amante Peter , semidesnudo sobre una cama ( La habitación, Tarzana , 1967; Estados Unidos, colección privada), expresan su fascinación por el amor homosexual .
60. David Hockney se hace más explícito en sus Ilustraciones para 14 poemas de C. P. Cavafis , y su grabado para el libro de Peter Webb, Las artes eróticas (1975). Lucien Freud pintó en 1979-80 El hombre desnudo y su amigo , donde describe a dos hombres dormidos en un sofá (Londres, colecc priv).Con frecuencia pintó a mujeres desnudas, centrándose en los genitales, como Rose (1978-79; Tokio, Sukejiro Itani). Las obras de Allen Jones se relacionan directamente con la imaginería sexual de la cultura popular. A Jones le fascinaba la forma femenina en cuero y caucho, con medias y altos tacones, en obras como Deséame (1968; Londres, V&A) y Mesa (1969; Londres, Tate).
61. El artista americano de nacimiento, R. B. Kitaj , que se asentó en Londres, expuso en 1977 una serie de obras que intentaban casar el intelecto y los sentidos. Estas pinturas explícitamente eróticas incluían Comunista y socialista, Este nudo de la vida y Su hora (todas en Londres, Marlborough F. A.), en las que aparecen sexo oral, cópulas y voyeurismo. A finales del siglo XX hubo un mayor interés por el arte erótico en los Estados Unidos que en Gran bretaña. Las pinturas de Richard Lindner son con frecuencia imágenes de mujeres colosales con corsés ajustados y zapatos de tacón alto, llenas de una sexualidad amenazante que quizás se relacionen con los primeros años del artista como judío en la Alemania nazi (e. g. Mujer , 1970; Inglaterra, colección privada).
62. Imágenes eróticas de mujeres dominan también la obra de Tom Wesselmann , cuya serie cuidadosamente pintada de Grandes desnudos americanos , desvelan sus misterios en realistas escenas de dormitorio. La fría objetividad de Wesselmann contrasta con la implicación de Lindner. El humor del Pop Art impregna su obra, como en Pintura de dormitorio Nº 20 ( 1969; Nueva York, Galería Sydney Manis), imagen de un pene enorme y brillantemente coloreado. Otros muchos artistas americanos del Pop se han centrado en el tema prohibido del pene, incluido Robert Rauschenberg, Jasper Johns, Erigid Polk y Andy Warhol . Jim Dine expuso su Serie de Londres, de bonitas acuarelas de penes, en la Galería Robert Fraser de esta ciudad, en 1966, un esfuerzo por divorciar el teme de su habitual contexto pornográfico, pero la muestra fue cerrada por la policía.
63. Robert Graham creó miniaturas de modelos de cera de parejas copulando, y John De Andrea se especializó en desnudos de chicas y parejas haciendo el amor, de tamaño natural y fibra de vidrio y resina. En 1975 Claes Oldenburg expuso dibujos de fantasías sexuales con mujeres chupando y acariciando penes gigantes que brotan por sí mismos de los cuerpos de sus acompañantes. Uno de los más controvertidos experimentos en erotismo fue la exposición de Jeff Koons en la Bienal de Venecia de 1990. La serie de Koons de esculturas de tamaño natural y enormes grabados de fotopantallas se titulaban Hecho en el cielo, y describían con explícito detalle al artista y su esposa, La Cicciolina, estrella húngaro-italiana del porno y miembro del parlamento, haciendo el amor.
64. El arte erótico moderno en Dinamarca incluye los obsesivos dibujos de parejas copulando de Ernst Hansen, y los collages y pinturas surrealistas de Wilhelm Freddie . Obras modernas de Suecia incluyen los collages de Max Walter Svanberg y las historietas de Ulf Rahmberg . En Bélgica, Roland Decol pintó desnudos asombrosamente fotográficos en escenas domésticas, mientras en Francia Mario Tauzin produjo grabados explícitos de lesbianas y parejas copulando, y Leonor Fini siguió pintando imágenes extrañamente eróticas y misteriosas. Artistas holandeses como Karen Appel (escenas de animales copulando con mujeres); Cornelis Doolaard (pintó una extraña fantasía en la que se implicaba él mismo con mujeres y animales), y Melle, produjeron historias de implicaciones sexuales meticulosamente pintadas.
65. Mientras tanto, el arte erótico en Alemania tendía a acentuar la violencia sexual implícita, por ejemplo en las obras gráficas de Horst Janssen y en las imágenes de violación de Paul Wunderlich . Wunderlich también produjo muchas obras sobre el amor lésbico y homosexual. En Austria Ernst Fuchs grabó intrincadas imágenes que evocan un mundo de pesadilla de demoníaca energía sexual, y un grupo de artistas practicó el body art. Günter Brus, Otto Muehl, Hermann Nitsch y Vito Acconci decoraron y al mismo tiempo dañaron sus cuerpos desnudos en ritualizadas y con frecuencia sensacionales performances . Tales ideas fueron recogidas más adelante en distintas partes del mundo po Rudolf Schwarzkogler, Stuart Brisley y Mickey Greenhall .
66. Otro fenómeno característico del siglo XX tardío fue una fuerte preocupación por el erotismo gay y lésbico . Con la demanda creciente de los derechos homosexuales, pintores como David Hockney se sintieron animados a crear explícita imaginería gay, y otros artistas se concentraron en expresar sus preferencias por los hombres. Este es el caso de Robert Crowl y Lowell Nesbitt (nacido en 1933) en USA, Philip Core , Mario Dubsky, Michael Leonard y Jean-Marc Prouveur en Inglaterra, Francisco López en España. Charles Beauchamp en Francia, Rainer Fetting y Salomé en Alemania, y Marcel Joosen y Hans van Manen en Holanda. En Inglaterra, Gilbert and George produjeron enormes fotos de hombres jóvenes de formato cuadriculado y brillantes colores que recuerdan las vidrieras de las iglesias. Los títulos explican los temas: Polla, Culo, Corrida, Fe sodomita, Polla sagrada
67. El fotógrafo norteamericano Robert Mapplethorpe expuso imágenes que podrían ser bellas artísticamente pero que estaban eróticamente cargadas. Hombre en traje de poliester (1981) muestra a un hombre negro visto sólo desde el pecho a las rodillas, con un enorme pene fláccido colgando de manera informal de la cremallera abierta de su traje. Marty y Hank (1982) muestra a dos hombres haciendo sexo oral. La mayor parte de la obra de Mapplethorpe explora la subcultura sadomasoquista de Nueva York: en Autorretrato (1978), el fotógrafo lleva botas de cuero y chaleco y tiene u látigo insertado en el recto. Brian Ridley y Lyle Heeter (1979) llevan cuero negro y pesadas cadenas, mientras Elliot y Dominick (1979) toman parte en un ritual de servidumbre.
68. Mientras que la mayor parte de la imaginería lésbica había sido producida por hombres, en el siglo XX tardío mujeres lesbianas comenzaron a crear sus propias imágenes eróticas, inspiradas por las obras de Leonor Fini y Tamara de Lempicka . Los ejemplos incluyen a Kate Millet , Nancy Fried , Tee Corinne y Joan Semmel (nacida en 1932). La artista americaba Betty Dodson también produjo meticulosos dibujos de mujeres desnudas ocupadas en una relación sexual o en la masturbación. En Inglaterra, Christia Berry exploró los temas sadomasoquistas en sus montajes de suave cuero negro, y la artista sueca de nacimiento, Monica Sjoo pintó mujeres desnudas en íntimos abrazos (e. g . Amantes , 1975; colección de la artista).
69. La fotógrafa holandesa Diana Blok y Marlo Broekmans celebraron su propia relación y la de otras lesbianas en su obra: en Átame para que pueda ser libre (1980), cintas blancas forman el vínculo entre los cuerpos desnudos, y en El mordisco (1980) los cuerpos están superpuestos unos sobre otros mientras unos y otros se muerden la oreja suavemente. La Comida (1979), de Judy Chicago , una mesa triangular que contiene cubiertos en forma de iconos vaginales para 39 mujeres famosas, fue uno de los ejemplos más influyentes de la crítica feminista del patriarcado. Las artistas feministas evitaron crear una imaginería que imitase las fantasías sexuales masculinas, y algunas preferían evitar el erotismo totalmente, pero otras eligieron centrarse en la imagen del hombre. Nancy Grossman en USA y Mandy Havers en Inglaterra produjeron esculturas de cuero con elementos sadomasoquistas que llevaron a la acusación de que estas artistas eran sensacionalistas y antihombres., lo que las dos negaron.
70. Otras artistas preferían el desnudo masculino. Sylvia Sleigh pintó a Philip Golub reclinado (1971; Nueva York, Galería Solo 20), en la cual el modelo el presentado desde atrás, yaciendo en un sofá y mirando a un espejo que refleja no solo su cara sino también a la artista pintándolo. Los roles tradicionales de tales obras, como en La Venus del espejo de Velázquez, son así invertidos. La posterior Imágenes dobles muestra a un joven cubierto con una generosa cantidad de pelo visto desde frente y desde detrás, mientras contempla la visión desde otro espejo. La virilidad de tales imágenes masculinas está bastante alejada de la belleza andrógina de los desnudos del arte clásico y renacentista. Desnudos masculinos eróticamente inspirados han sido también pintados por Marta Edelheit, Connie Green, Jillian Denby y Alice Neel , mientras Eunice Goleen se ha centrado en fantasías fálicas asociadas a penes erectos y masturbación que expresan su fascinación con la forma en que el hombre experimenta su propia sexualidad .
71. ASIA Y EL MUNDO ISLÁMICO. India, China y Japón han producido una gran riqueza de arte erótico, la mayor parte poco conocido en Occidente. Las filosofías Indú, Islámica y Taoista aceptan todas las relaciones físicas entre humanos como naturales, admirables y bellas. La creación del mundo es vista en algunas filosofías como resultado de un proceso análogo a la actividad sexual humana, con la deidad manifestando un rol sexual dual. Los iconos de la naturaleza masculina y femenina, representaciones de falos y vulvas son venerados como encarnaciones de aspectos de la divinidad, y se considera que la actividad sexual tiene un aspecto religioso con un fin en sí mismo, más que un simple medio para la procreación.
72. Así, en algunas culturas el sexo se ha convertido en un ritual que debe ser aprendido, como puede verse en numerosos manuales sobre la sexualidad e ilustraciones de las posturas sexuales. India. Posiblemente desde la primera civilización del Indo (c. 2550-2000 a. C.), y ciertamente desde que los Vedas fuero codificados (c. 1500-1200 a. C.), la sexualidad fue concebida en la India como intrínsicamente divina y el impulso sexual entendido como indicación de la presencia de la creatividad divina. Así, el placer sexual (en sánscrito kama ) es uno de los objetivos prescritos en la vida hindú ortodoxa. Dentro de este contexto, el impulso sexual toma expresión en dos formas: el linga , que representa el pene, y el yoni que representa la vulva. Los ejemplos más primitivos probablemente datan de los siglos I y II d. C., y de no más allá del siglo VII hay ejemplos que describen a los dos combinados en un icono, un cilindro de tapa redonda de pie sobre un cuenco poco profundo
73. La imaginería erótica es también evidente en muchas esculturas indias. Los indicios más primitivos de escultura erótica son las escenas de dampati , que representan a un hombre y una mujer abrazados, vistos en emplazamientos budistas desde el siglo II a. C. hasta el siglo II d. C. En Mathura en particular, en los primeros siglos de la era cristiana, hay muchas imágenes de parejas y atractivas yaksis (espíritus femeninos de la naturaleza), precursoras de las ninfas celestiales ( apsarasas ) con frecuencia encontradas en esculturas más tardías. Del período Gupta (siglo IV d. C.), una época de grandes logros artísticos y culturales, las representaciones de un aristocrático estilo de vida comenzaron a emerger en la literatura.
74. Incorporando el antiguo objetivo del placer sensual ( kama ), estas descripciones de la vida cortesana estaban eróticamente significadas, con frecuencia modeladas sobre una vida noble en los reinos celestiales donde las ninfas divinas proporcionaban a los héroes todas las formas del placer erótico La atmósfera de esta literatura es capturada visualmente en las pinturas Amanta . Este período vio también la composición del más antiguo manual erótico hoy existente, el Kamasutra de Vatsyayana . Los templos decorados con esculturas que representan escenas eróticas aparecen en el siglo V y continúan hasta el XVII en el sur de la India. Quizás las más famosas esculturas eróticas se encuentran en Khajuraho y Konarak .
75. Las inscripciones indican que algunos templos tenían prostitutas conocidas como devadasis (sirvientes de Dios). Los relieves de los templos muestran figuras desnudas solas, parejas representando una variedad de actos sexuales, y grupos complejos, aparentemente ocupados en ritos orgiásticos. Las fantásticas proezas sexuales ilustradas en estas esculturas sólo pueden entenderse en relación con el Kamasutra. Otra importante influencia sobre el desarrollo del arte erótico en la India fue la aparición en el siglo VI d. C. de la creencia esotérica conocida como Tantrismo que formalizó la idea de la naturaleza divina del impulso sexual. El objetivo era espiritual y la práctica fundamentalmente yóguica: sus adeptos se excitaban y se ocupaban en una copulación ritual. Pero más que para la consecución del orgasmo eran entrenados para replegar la energía sobre sí mismos y trasmitirla a través del sistema nervioso central al cerebro, para experimentar así el gozo divino.
76. El Tantrismo se convirtió en una parte del budismo y dio origen al “Vehículo del Rayo” ( vajrayana ), una escuela que predominó en el Tibet desde el siglo VIII, que produjo esculturas y pinturas murales de parejas doradas y radiantes, sentadas juntas, en unión sexual. En siglos posteriores aparecieron muchos álbumes de pinturas eróticas relacionadas con las prácticas tántricas (e. g. Amantes en una terraza , finales del siglo XVIII; Londres, V&A). Finalmente, la fusión entre religión y sexo encontró plena expresión en la representación de los amores de Krisna y se convirtió en tema común de las miniaturas del Rajasthan y de las colinas del Punjab . Con frecuencia imbuidas de un profundo sentido erótico, estas encantadoras miniaturas transformaron la sexualidad común en amor divino y ofrecieron así instrucción a sus educados devotos.
77. China. El erotismo en el arte chino esta, con frecuencia, religiosamente inspirado, aunque la imaginería es, a menudo, alusiva y filosófica antes que explícita. La principal influencia presente en este arte es el Taoismo encarnado en el Yijing del siglo XII a. C. El concepto de ying y yang , literalmente “sombra” y “luz”, refleja una creencia en la unión de los contrarios como fundamental componente de creación. Lo femenino ( yin ) y lo masculino ( yan ) son otra expresión de su esencial complementariedad. La unión de ambos proporciona un contacto con la fuerza cósmica del Tao. Los antiguos libros taoístas, tales como el Chen kao (“Las artes de la alcoba” ), nos son ahora sólo conocidos por sus textos, pues sus explícitas ilustraciones han sido todas destruidas; pero el simbolismo erótico aparece frecuentemente en la imaginería china.
78. El dragón celestial sobre las togas de la aristocracia, la porcelana imperial y artículos decorativos representa el yang , mientras el dragón femenino con el hongo lingzhi en su boca es el ying . Representan el cielo y la tierra, y su acto sexual es la lluvia. Así, las nubes y la lluvia ( yunyu ) son una imagen de la relación sexual en la literatura y la pintura chinas. Del mismo modo, las metáforas para el órgano masculino incluyen un semental y un árbol, y para el femenino, un ciervo, un loto y un durazno. Las estatuas de parejas que se abrazan encontradas en los templos de la tradición tibetana budista, usan la imagen de la unión erótica del padre y la madre ( yab-yum ) para representar la unión de la compasión y la sabiduría. Escenas explícitas del acto de amar tienen lugar en las acuarelas de los siglos XVI al XIX, por ejemplo las Escenas íntimas del amor pausado (c. 1550), del artista de la apoca Ming, Jin Ying , e ilustraciones para novelas eróticas como Rou Putuan (“La alfombra de oración de la carne” ).
79. Japón El arte y la literatura japoneses están relacionados desde la época más temprana con el acto de amar. La religión Shinto da una explicación sexual para la creación del mundo, y en las procesiones Shinto se transportan falos gigantes y representaciones de vaginas. Símbolos y talismanes de la fertilidad fálica, figuras de la Diosa Madre y amuletos eróticos se encuentran en los santuarios Shinto . Excelentes contribuciones del Japón al arte erótico son los shunga , grabados de madera coloreados que glorifican el placer sexual. Se derivan de los “libros de almohada ” (rollos de grabados eróticos concebidos como manuales para el conocimiento sexual, guardados dentro de la almohada) que ya eran comunes en el Japón hacia el siglo VIII.
80. Los shunga con frecuencia pintaban a cortesanas, que proporcionaban un servicio esencial en la vida japonesa, y con frecuencia obtenían un alto rango social. Mezclaban las tareas de figurín, publicidad para las cortesanas y libro-almohada. Algunos de los más antiguos, como Las pinturas Yoshiwara de la almohada , de hacia 1660 -obra del Maestro de Kanbun (1660-73) y una guía para los placeres del sexo en 48 posiciones- fueron en realidad encargados por cuidadores de burdeles. No obstante, los shunga raramente pintan la desnudez. La generalización del baño comunal en el Japón, ha despojado al desnudo de implicaciones eróticas, y las prendas hermosas que en parte disimulan o enfatizan los órganos sexuales se consideran verdaderamente voluptuosas. Y puesto que la exposición de los genitales no es infrecuente entre los japoneses, los artistas han tendido a exagerarlos para obtener un efecto dramático.
81. El primer gran maestro de shunga fue el artista del siglo XVII Hishikawa Moronobu que fue el primero que utilizó el vestido con efecto decorativo en su El elegante libro de la almohada Yoshiwara (c. 1683). En el siglo XVIII Suzuki Harunobu desarrolló la técnica del grabado-bloque de cuatro colores, que le permitió dar una atmósfera poética a sus escenas sexuales. Probablemente el más grande artista shunga fue Kitagawa Utamaro , que produjo los más delicados ejemplos del género con álbumes como La canción de la almohada (1788) y Doce horas de las Casas Verdes ( Seiro juniji tsuzuki , c. 1795). Su arte es francamente sexual, como consecuencia de trabajar con modelo, lo que no fue práctica habitual en el Japón, y muestra un bien desarrollado sentido del diseño junto con asombrosos efectos de color.
82. En el siglo XIX Katsuhika Hokusai produjo Modelos de parejas de amantes ( c. 1810) y también el más sensacional de todos los shunga japoneses, el Sueño de la mujer del pescador , que muestra a dos pulpos haciendo el amor con una mujer desnuda .
83. Mundo islámico . Aunque al Islam se le asocia con estrictos códigos de conducta moral, el mundo árabe ha producido una gran cantidad de arte y poesía eróticos. La sociedad islámica aceptaba el sexo como una parte natural y necesaria de la actividad humana, y los manuales de sexo tales como El jardín perfumado del jeque Nefzawi , fueron populares porque provocaban la satisfacción y la armonía en el matrimonio. Manuscritos ilustrados de poemas de amor y manuales de sexo son las fuentes principales del arte islámico erótico y muestran la fuerte influencia de las miniaturas indias sobre los mismos temas. Las restricciones del Islam hicieron del desnudo algo muy raro, pero los poetas y los artistas hacen uso de metáforas eróticas (tales como “cipreses erectos” , “labios de rubí” y “fruta suculenta ”) en la descripción de los amantes
84. Los ejemplos incluyen páginas en el estilo del maestro persa Riza Abbasi (siglos XVI y XVII; Londres, V&A) y volúmenes iluminados de los poemas de amor de los poetas persas Saadi (Edimburgo, Biblioteca de la Universidad) y Nizami (París, Biblioteca Nacional), ambos del siglo XVII. En una sociedad donde los sexos estaban segregados y el adulterio fuertemente condenado, era natural que florecieran las relaciones dentro del mismo sexo, de ahí que el amor lésbico y homosexual aparezcan tanto en los manuales de sexo como en los poemas de amor (los ejemplos turcos incluyen la traducción del Koka Sastra indio, del siglo XI, y los poemas de Atai , del siglo XIX, ambos en el Museo de Estambul.
85. Historiografía y colecciones. Las obras de arte sexualmente explícitas han sido con frecuencia calificadas de pornográficas y esto ha llevado a muchos escritores a intentar diferenciar entre arte erótico y pornografía. James Joyce, por ejemplo, creía que el arte era una experiencia estética que excluía las emociones perturbadoras suscitadas por la pornografía; el arte y la pornografía eran, para él, por tanto, polos opuestos. D. H. Lawrence escribió: “Puedes reconocer (la pornografía) por el insulto que ofrece, invariablemente, al sexo y al espíritu humano”. Para él, la pornografía llevaba a la masturbación, lo que a su vez llevaba a “atacar la autoconciencia”, mientras que el arte erótico desviaba al espectador desde la autoconciencia acosada a la “verdadera individualidad”.
86. Steven Marcus escribió que el arte estaba en buena parte preocupado con “las relaciones de los seres humanos entre sí”, mientras que la pornografía “no está interesada en las personas sino en los órganos”. Peter Webb describió la pornografía como “cualquier material cuyo único propósito es excitar el apetito sexual sin preocupación por una respuesta estética”, y continuaba: “confundir erotismo con pornografía es menoscabar nuestra habilidad para apreciar algunas de las más gratificantes experiencias del arte”. Otros comentaristas (ver Peckam o Kronhausen), encontraron imposible o innecesario hacer cualquier distinción entre arte erótico y pornografía.
87. El pionero de los estudios sobre arte erótico fue Eduard Fuchs , que publicó una serie de libros eruditos y controvertidos en los primeros a años 20. Sus ideas liberales fueron atacadas por algunos críticos, pero Kenneth Clark defendió el potencial artístico del tema erótico en El desnudo: “ Toda buena pintura y escultura de desnudo es sexualmente estimulante…Ningún desnudo, a no ser abstracto, debería dejar de levantar en el espectador algún vestigio de sentimiento erótico, aunque sea una sombra apenas perceptible”. Lo Duca analizó el arte erótico desde una perspectiva psicoanalítica como algo que hunde sus raíces en el inconsciente colectivo de los mitos y fantasías sexuales.
88. Georges Bataille expresó una filosofía del erotismo como un sentimiento conscientemente intelectualizado que sólo es posible en un contexto donde la sexualidad es reprimida.: “El erotismo, a diferencia de la simple actividad sexual, es un búsqueda psicológica, independiente del objetivo natural de la reproducción y el deseo de hijos”. Desde finales de los 60 se han publicado muchas contribuciones serias a la investigación en el arte erótico. Hacia los 80 se expresaron puntos de vista críticos sobre el tema tanto por miembros de la derecha puritana moralista como por otros de la izquierda política, incluyendo numerosas feministas, tales como Andrea Dworking .
89. Ambos grupos coincidían en no ver razón alguna para distinguir entre arte erótico y pornografía, ni para apoyar la censura. Las escritoras feministas concentraron su investigación en las olvidadas o infravaloradas mujeres artistas, para contrarrestar el patriarcado que ellas veían en el origen de todas las historias del arte y particularmente en el respaldo a las imágenes de mujeres creadas por hombres y para hombres. Otros escritores del siglo XX tardío se preocuparon por discutir la imagineria erótica gay y lesbiana ( Feinstein, Cooper ) y el papel de las mujeres artistas que crean arte erótico para mujeres ( Nochlin ; Chicago y Hill; Pollock , 1982 ; Kent y Moreau ).
90. Durante mucho tiempo el coleccionismo de arte erótico fue la fascinación privada de los ricos y poderosos. Famosos coleccionistas fueron la familia de los Medici en el Renacimiento florentino, el emperador alemán Rodolfo II, Francisco I, Enrique IV y Luis XV de Francia, Felipe II, el Duque de Orleáns, Lord Houghton, el segundo Conde de Crawford, el segundo Marqués de Milford Haven, Jorge IV, Eduardo VII y Eduardo VIII de Inglaterra, Richard Payne Knight, Charles Townley, Sir William Hamilton (i) y George Witt. En el siglo XX tardío la mayor parte de las colecciones de arte erótico son privadas, pero los museos de arte erótico se abrieron en los 70 en los Estados Unidos (San Francisco) y Suecia (Lund), y la mayor parte de los grandes museos del mundo contienen ahora obras de naturaleza erótica .
91. En París, tanto el Museo del Louvre como la Biblioteca Nacional poseen obras que no se consideran apropiadas para la exposición pública, desde la cerámica griega a grabados y dibujos europeos. Se dice que, en Roma, el Vaticano tiene un museo de arte erótico privado, y es cierto que el palacio del Vaticano tiene un cuarto de baño con frescos eróticos de Rafael. El Museo y Galería Nacional de Capodimonte , en Nápoles, tiene un “gabinete secreto” en el cual se guardan los objetos y pinturas sexuales encontrados en Pompeya. El Museo nacional de Arte de Ciudad de México , tiene un “salón secreto” que contiene imágenes sexuales del México precolombino. El Museo de Arte de Lima tiene una colección de terracotas eróticas de las tumbas mochicas. En los estados Unidos el Instituto para la Investigación Sexual , en Bloomington, Indiana, ha estado reuniendo objetos de naturaleza sexual.
92. Londres posee dos interesantes colecciones públicas de arte erótico, pero poco es lo que está expuesto. La Sala del Grabado del Museo Victoria y Alberto tiene una bella colección de shunga , de artistas como Harunobu y Utamaro , que están guardados en la Colección Restringida. El Departamento Indio del mismo Museo tiene diversidad de dibujos, pinturas y esculturas eróticas, disponibles mediante solicitud. El Museo Británico tiene una de las más bellas colecciones de arte erótico del mundo. El Departamento Griego y Romano tiene un Museo Secreto que contiene vasos y platos griegos, amuletos fálicos de Pompeya, figuritas itifálicas de Príapo y Hermes y falos arrancados (como alternativa a fijar una hoja de parra) de las estatuas clásicas
93. El Departamento Etnográfico posee un pene dorado de una momia egipcia, vasos eróticos para beber, del Perú, y arte erótico de Australia, Yucatán, África e Isla de Pascua, ninguno de los cuales están expuestos al público. El Departamento de Antigüedades Medievales y Posteriores incluye una figura de fertilidad Sheila-na-Gig en piedra, de Irlanda, relojes y cajas de rapé con decoraciones eróticas, y una escultura en terracota de un sátiro copulado con una cabra de Joseph Nollekens en 1760. Todos en la Colección Restringida. Arte erótico de China y Japón, incluyendo álbumes de Harunobu, Utamaro ( Poema de la almohada ), Hiroshige y Hokusai ( El sueño de la mujer del pescador ) , están bajo llave en el Departamento de Antigüedades y Manuscritos O. La colección de grabados de la Sala Restringida incluye italianos del siglo XVI, de Rafael y posteriores, de Giulio Romano, Agostino Carracci, Jacopo de’ Barbari y Eneas Vico, y los restos de una serie de las famosas Posturas de Marcantonio Raimondi sobre Giulio Rom ano .
94. Otras rarezas incluyen la Historia Universal con acuarelas eróticas del siglo XVIII, y arte erótico de Felicien Rops, Aubrey Beardsley y Gustav Klimt . Especialmente interesantes son los dibujos eróticos de J. M. W Turner , algunos dibujos explícitos de Eric Gill, y los ocho platos decorados con la obra de Thomas Rowlandson, Jueguecitos para damas y caballeros , junto con una serie de grabados del mismo autor.
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