Curso = Metodos Tecnicas y Modelos de Enseñanza.pdf
Expo de lenguaje rimas y leyendas de gustavo adolfo becquer
1. INSTITUTO NACIONAL DE SAN RAFAEL
Alumnos: Jonathan Adalberto García
Tatiana Estefany Ramos
Kevin Bladimir Alvarenga
Josué Emmanuel Ramos
Wendy Anabel Hernández
Maestra: Dinora Guadalupe Derás
Materia: Lenguaje y Literatura
3. INTRODUCION
Rimas yleyendas es un libro compuesto por 98 poemas, y 11 leyendas, escrito por Gustavo
Adolfo Bécquer. Bécquer escribió toda su obra en una época convulsa, en la que las
conspiraciones políticas para conseguirel poder eran el pan de cada día y en la que se vivía un
intento de avance hacia un mundo mejor. Durante su vida (1836-1870) se sucedieron
gobiernos de todo tipo tanto en España como en el resto delmundo lo que propició el
Romanticismo (movimiento cultural que defendía el exaltamiento del yo y de la evasión de la
realidad con lugares exóticos o fantásticos).
Todo esto influyó decisivamente en laobra de Bécquer y obviamente en su obra más
importante, Rimas y Leyendas.
Rimas yleyendas es un libro compuesto por 98 poemas, y 11 leyendas, escrito por Gustavo
Adolfo Bécquer. Bécquer escribió toda su obra en una época convulsa, en la que las
conspiraciones políticas para conseguirel poder eran el pan de cada día y en la que se vivía un
intento de avance hacia un mundo mejor. Durante su vida (1836-1870) se sucedieron
gobiernos de todo tipo tanto en España como en el resto delmundo lo que propició el
Romanticismo (movimiento cultural que defendía el exaltamiento del yo y de la evasión de la
realidad con lugares exóticos o fantásticos).
Todo esto influyó decisivamente en laobra de Bécquer y obviamente en su obra más
importante, Rimas y Leyendas.
4. OBJETIVOS
GENERAL: Que los alumnos de primer
año de bachillerato general conozcan
acerca de Gustavo Adolfo Bécquer y
sus libros rimas y leyendas.
ESPECÍFICOS: Dar a conocer las partes
importantes de rimas.
Explicar con claridad la exposición de
rimas y leyendas.
5. BIOGRAFIA
Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida (Sevilla, 17 de
febrero de 1836-Madrid, 22 de diciembre de 1870), más
conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y
narrador español, perteneciente al movimiento del
Romanticismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado
igualmente con el movimiento posromántico. Aunque en
vida ya alcanzó cierta fama, solo después de su muerte y
tras la publicación del conjunto de sus escritos alcanzó el
prestigio que hoy se le reconoce.
Su obra más célebre son las Rimas y Leyendas. Los poemas
e historias incluidos en esta colección son esenciales para el
estudio de la literatura hispana, sobre la que ejercieron
posteriormente una gran influencia.
6. RIMA I
Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de este himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirlo, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar; que no hay cifra
7. RIMA II
Saeta que
voladora
cruza, arrojada al
azar,
sin adivinarse
8. RIMA III
Sacudimiento extraño
No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;
9. RIMA IV
Como la brisa que la sangre orea
sobre el oscuro campo de batalla,
cargada de perfumes y armonías
en el silencio de la noche vaga;
símbolo del dolor y la ternura,
del bardo inglés en el horrible drama,
la dulce Ofelia, la razón perdida,
cogiendo flores y cantando pasa
10. LEYENDA I
EL RAYO DE LA LUNA:
Manrique era un noble solitario, cuyas
aficiones eran escribir y, sobre todo la
soledad, porque cuando estaba solo
imaginaba un mundo fantástico y
perfecto. Manrique disfrutaba paseando
a la luz de la luna por las orillas del
Duero. Un día, casi a medianoche
cuando de repente Manrique vio
agitarse una extraña cosa blanca que
apareció y desapareció en un instante
12. LEYENDAS II
LOS OJOS VERDES:
Fernando de Argensola, primogénito de
los marqueses de Almenar salió un día
de caza por sus tierras, éste hiere un
ciervo y llega hasta la fuente de los
Álamos, sin que ninguno de sus vasallos
pueda detenerlo, donde dicen que vive
un espíritu del mal, por lo que nadie se
atreve a llegar hasta allí. Furioso Don
Fernando parte hacia la fuente sin que
su montero, Iñigo pueda detenerlo.
Desde ese día Fernando esta cabizbajo
13. TEMA PRINCIPAL :
Los bellos ojos verdes.
PERSONAJES:
Fernando de Argensola,
su montero, Iñigo
bellísima mujer
14. RIMA V
Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar te quejas:
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva
y verdes son las pupilas
de las hurís del profeta.
El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera.
Entre sus siete colores
brillante el iris lo ostenta.
Las esmeraldas son verdes,
verde el color del que espera
y las ondas del Océano
y el laurel de los poetas.
Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta,
en que el carmín de los pétalos
se ve al través de las perlas.
15. RIMAS VI Es tu boca de rubíes
purpúrea granada abierta.
que en el estío convida a
apagar la sed en ella.
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas,
que parecen, si enojada
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.
Es tu frente que corona
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo eras,
que, entre las rubias pestañas,
junto a las sienes, semejan
broches de esmeralda y oro
que un blanco armiño sujetan.
16. RIMAS VII
Tu pupila es azul y, cuando ríes,
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.
Tu pupila es azul y, cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta.
17. RIMAS VIII
Tu pupila es azul y, cuando ríes,
su claridad süave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.
Tu pupila es azul y, cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una vïoleta.
18. LEYANDA III
EL BESO:
Cuando el ejército francés entró en
Toledo, uno de sus oficiales se hospedó
en una iglesia, en la cuál se hallaba,
sobre una tumba, la escultura de una
mujer, doña Elvira de Castañeda.
Nuestro joven protagonista quedó
maravillado ante la delicadeza de la
figura. Tanta fue la admiración que le
causaba, que a la mañana siguiente, se
lo comentó a sus compañeros. Estos en
19. Tema principal:
La mujer de piedra
Personajes:
Doña Elvira de Castañeda
El capitán
20. LEYENDA IV
Maese Pérez el organista:
Había en un convento Sevillano,
llamado Santa Inés un famoso organista
llamado Maese Pérez al cual iba a
escuchar toda Sevilla. El día de la misa
del Gallo ésta se retrasa porque Maese
Pérez está enfermo y un organista
envidioso y enemigo de Maese Pérez se
ofrece para tocar, en esto aparece
Maese Pérez que es llevado en un sillón
21. TEMA PRINCIPAL:
La vocación por la iglesia católica
PERSONAJES :
Maese Pérez
Hija de Pérez
22. RIMA IX
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros
nombres...
¡esas... no volverán!.
23. RIMA X
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?
24. RIMA XI
Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza;
el sol besa a la nube en occidente
y de púrpura y oro la matiza;
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza;
y hasta el sauce, inclinándose a su peso,
al río que le besa, vuelve un beso.
25. RIMA XII
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
26.
27.
28. RIMA XIII
Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
29. RIMA XIV
No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
30. RIMA XV
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dónde camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
31. RIMA XVI
¡Cuántas veces, al pie de las musgosas
paredes que la guardan,
oí la esquila que al mediar la noche
a los maitines llama!
¡Cuántas veces trazó mi silueta
la luna plateada,
junto a la del ciprés, que de su huerto
se asoma por las tapias!
Cuando en sombras la iglesia se envolvía,
32.
33.
34. RIMA XVII
En las noches de invierno, si un medroso
por la desierta plaza
se atrevía a cruzar, al divisarme
el paso aceleraba.
Y no faltó una vieja que en el torno
dijese a la mañana,
que de algún sacristán muerto en pecado
acaso era yo el alma.
35. RIMA XVIII
¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es sin espíritu,
podredumbre y cieno?
No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
algo que repugna
aunque es fuerza hacerlo,
el dejar tan tristes,
tan solos los muertos.
36. RIMA XIX
En las largas noches
del helado invierno,
cuando las maderas
crujir hace el viento
y azota los vidrios
el fuerte aguacero,
de la pobre niña
a veces me acuerdo.
Allí cae la lluvia
37. RIMA XX
¡Quién sabe!
¡Oh! Y si ha suspirado, ¿dónde estará ese
suspiro?