8. El trabajo cooperativo es un término genérico usado
para referirse a un grupo de procedimientos de
enseñanza que parten de la organización de la clase
en pequeños grupos donde los alumnos trabajan
conjuntamente de forma coordinada para resolver las
tareas académicas y profundizar en su aprendizaje.
Se trata de una forma de organizar el aula y las
tareas que se realizan de manera que los objetivos de
los componentes de cada grupo están estrechamente
vinculados, cada uno de ellos sólo puede alcanzar
sus objetivos si el resto consigue alcanzar los suyos.
9. Prácticamente todo el mundo está de acuerdo en que las
interacciones sociales que se establecen en el proceso de
enseñanza / aprendizaje, tanto entre el alumnado, como entre
éste y el profesorado, juegan un papel clave en la construcción
del conocimiento. No obstante estos dos tipos de interacciones
no se fomentan de la misma manera, ni con la misma
intensidad.
Normalmente, se promueven sobre todo las interacciones
alumno-profesor. No es tan corriente que se fomenten, de una
forma explícita en el aula, las interacciones entre los propios
alumnos. Más bien sucede lo contrario. Sólo en contadas
ocasiones los alumnos trabajan en común y el aprendizaje se
considera básicamente una función estrictamente individual.
No obstante, se ha demostrado que cuando un alumno
interacciona con otro para explicar lo que ha aprendido,
además de desarrollar habilidades comunicativas, se ve
obligado a organizar sus ideas, afina su conocimiento y es
capaz de percibir sus errores y vacíos. Estos procesos
cognitivos favorecen sin duda su aprendizaje.
10. Cuando hablamos de responsabilidad individual
nos estamos refiriendo al desarrollo de las tareas
que cada uno de los integrantes del grupo deberá
afrontar personalmente, como encargo del equipo
de trabajo.
En el trabajo cooperativo cada alumno debe
hacerse responsable de una parte de la tarea a
realizar. Este trabajo que promoverá el
aprendizaje individual es indispensable para el
éxito (aprendizaje) del grupo (del resto de
componentes del equipo)
11. Se usa el término interdependencia positiva para
definir aquella situación en que el aprendizaje de los
diferentes componentes del grupo depende de las
acciones que realice cada uno de los miembros del
equipo. Así cada chico, cada chica, es consciente
de que su aprendizaje depende del aprendizaje de
los demás integrantes y, a la vez, que el aprendizaje
del resto de compañeros depende de su propio
aprendizaje.
12. La tarea de un equipo de trabajo cooperativo implica, entre otras, la
colaboración en el grupo, la toma de decisiones, el trabajo individual, la
comunicación, la evaluación mutua e incluso la resolución de conflictos que
puedan aparecer mientras se realizan estos trabajos.
Las tareas que acabamos de enumerar se repasan muy rápidamente, pero
a sus espaldas, encontramos un montón de habilidades sociales (algunas
relacionadas con los sentimientos, otros con la capacidad de cooperar, con
el debate o con la planificación). Lejos de aparecer de forma infusa entre
las habilidades personales, estas habilidades se deben trabajar para que
puedan aprender.
De hecho las habilidades sociales son comportamientos que permiten a una
persona actuar sin ansiedad en el marco de un colectivo, expresar
cómodamente sus sentimientos, argumentos y opiniones, ejerciendo los
derechos personales sin negar los derechos de los demás
13. El trabajo cooperativo favorece determinadas
actividades cognitivas y de dinámica interpersonal
que difícilmente se pueden promover a través de
otras organizaciones de las tareas en el aula, ya
que se toman decisiones sobre los trabajos que
hay que hacer y cómo hacerlas, se hace un
seguimiento del estado y problemática de las
tareas individuales, se aportan y se debaten las
conclusiones de los trabajos personales, etc