3. MEMORIAL De fondo están dos textos del Nuevo Testamento: el primero es el mandato de Jesús de «Haced esto en memoria de mí» que siguió a la consagración del vino en los relatos de la institución de la Misa (cf. Mc 14 22-24 y paralelos). El segundo, la afirmación de la Carta a los Hebreos según la cual el sacrificio de Cristo es único y definitivo (Hb 9 24-28; 10 12-14.18). Si se debía repetir la celebración de la Misa con su sentido sacrificial según el mandato de Cristo, esto no involucraba un nuevo sacrificio sino la participación al sacrificio único de Cristo, es decir, un memorial. El Sacrificio de Dios Hijo ofrecido a Dios Padre en virtud (por la fuerza) de Dios Espíritu Santo