Este documento describe la vida y trayectoria política de Máximo Kirchner, el hijo mayor de la presidenta Cristina Fernández. Máximo ha mantenido un bajo perfil público a lo largo de su vida, pero recientemente su agrupación juvenil La Cámpora ha ganado protagonismo. Máximo fundó La Cámpora en Santa Cruz y ahora es vista como una red nacional de jóvenes que apoyan al proyecto político de Néstor y Cristina Kirchner, aunque su rol de liderazgo en la organización es incierto. Máximo
1. La importancia de llamarse Máximo
Cultor del bajo perfil y reacio hasta ahora a buscar un cargo público,
el hijo mayor del matrimonio Kirchner ha rehuido siempre el centro de
la escena, pero en las últimas semanas se ha convertido en eje de
crecientes especulaciones. Es que el súbito protagonismo que
asumió La Cámpora, la agrupación juvenil K que ayudó a fundar,
podría, según algunos, ser indicio de que el joven aspira a hacer
valer su herencia política
Domingo 11 de mayo de 2008
Una tensión irresuelta atraviesa el presente de Máximo Kirchner, el
hijo mayor de la presidenta Cristina Fernández y su antecesor,
Néstor Kirchner. Una tirantez inevitable entre el culto a la baja
exposición pública que practicó a lo largo de su vida y al agitado
protagonismo que conquistó en los últimos dos meses su criatura, la
organización juvenil kirchnerista La Cámpora.
Máximo Kirchner figura entre los fundadores de La Cámpora en su
período embrionario de Santa Cruz, antes de que se transformara en
un nombre de alcance nacional. Desde el 10 de abril, cuando exhibió
carteles contra el diario Clarín y la señal de cable TN, la agrupación
juvenil acrecentó su exhibición, que se renovó la última semana con
nuevas pegatinas y denuncias. Pero el primogénito de los Kirchner
se mantuvo fuera de los escenarios y fiel a su rutina.
Una historia, una práctica de años lo lleva a Máximo Kirchner a
preservar su intimidad, su silencio, aunque la dinámica política lo
empuje a la primera línea de la contienda.
Lejos de los micrófonos
Máximo, quot;el más grandequot; según su etimología, es un nombre con
historia. En la antigua Roma, donde encuentra su origen, se lo usaba
para bautizar a los primogénitos o para ensalzar a los generales que
habían trajinado los campos de batalla. Desde hace siglos, el peso
de ser bautizado quot;el más grandequot; sella una carga. Máximo Kirchner,
que apenas quebró la barrera de los treinta años (nació en 1977), lo
sabe. En torno a su nombre se hilaron teorías de sucesión y al
2. mismo tiempo fue denostado por quienes creen que son invenciones
alrededor de una persona desinteresada de la vida pública.
El destino lo transformó en el primer heredero del anterior y de la
actual mandataria de los argentinos. Nunca antes en la historia del
país había recaído sobre un ser humano la descendencia conjunta
de dos presidentes. Y aunque él intenta que su participación política
no lo obligue a estar en el candelero, su nombre ya despierta
suspicacias, críticas y el apoyo cerrado de sus allegados. Elisa
Carrió, de la Coalición Cívica, denunció que es usado por sus padres
como quot;fuerza de choquequot;. Se tejieron análisis sobre una posible
estrategia dinástica. Los amigos lo desmienten.
quot;Algunos medios preferirían verlo salir con modelos o andar en jetski
en Pinamar, en cambio se encuentran con un chico que vive en su
casa de siempre, que tiene bajo perfil, que milita y quiere a su ciudad
y forma parte de un proyecto colectivoquot;, enfatiza su amigo y
legislador porteño Juan Cabandié, que participó en las columnas
kirchneristas que se enfrentaron en Plaza de Mayo con los
manifestantes del último cacerolazo.
Mientras los demás hablan por él y contra él, el primogénito de los
Kirchner se mantiene impasible, apartado de los micrófonos. Quienes
escucharon sus análisis sobre política destacan sus conocimientos
de los actores del juego del poder; incluso un crítico del Gobierno
como el ex gobernador de Santa Cruz Sergio Acevedo habló del
quot;talento políticoquot; del heredero.
Pero la oposición de Río Gallegos no suscribe el elogio y considera
al primogénito un joven más interesado en administrar y extender los
bienes de la familia que en participar activamente en política. Es
más, las declaraciones de Acevedo fueron consideradas
prácticamente una traición al proyecto que dirigentes de la Coalición
Cívica y la UCR delinean en Santa Cruz de cara a 2009. Sin
embargo, aunque su nombre fue echado a rodar en el pasado, nunca
fue candidato ni ocupó cargos. A su alrededor descartan un cambio
inminente que quiebre su bajo perfil.
Las propiedades
3. Todas las mañanas, Máximo Kirchner se levanta muy temprano,
cuando el sol apenas clarea el vasto horizonte de Río Gallegos. Su
casa de la calle Cañadón Seco se levanta en el barrio APAP, una
zona residencial de construcciones sólidas, de las más antiguas de la
ciudad. El caserío se construyó en los 70 y conserva las siglas del
sindicato que impulsó su nacimiento, la Asociación del Personal de la
Administración Pública.
Tras un desayuno inevitable, el joven Kirchner parte rumbo a la
inmobiliaria Sancho-San Felice, de Alberdi 43, donde administra las
propiedades de su familia. Lo acompaña permanentemente una
camioneta con dos custodios. Al mediodía generalmente vuelve a
almorzar a su casa. No duerme la siesta.
Administrar propiedades es una tarea crucial en la economía de la
familia. Néstor Kirchner, según publicó LA NACION en agosto de
2007, aseguró en su última declaración jurada de bienes que había
multiplicado por cinco los ingresos en concepto de alquileres de
inmuebles, con una ganancia en 2006 de 1.380.448. En el mismo
año, la compra y venta de casas significó para los Kirchner un
ingreso adicional de alrededor de un millón de pesos.
quot;Imagino que Máximo debe querer comenzar a participar más
activamente en política, no es una persona de mucha exposición y
trabaja en la inmobiliaria donde está incorporado Kirchner, que antes
de asumir como intendente de Río Gallegos tenía más de veinte
propiedades y en la actualidad Dios sabráquot;, dice el senador radical
Alfredo Martínez, quien fue intendente de Río Gallegos cuando
Néstor Kirchner era gobernador.
Quienes lo tuvieron de alumno mientras cursaba el secundario en el
colegio Guatemala -escuela a la que también fue el ex presidente
Néstor Kirchner- recuerdan a Máximo como un chico tranquilo, sin
soberbia aparente. quot;Jamás abusó de su situación, de ser el hijo del
gobernador, era más bien un estudiante normal, con una caligrafía
ininteligible, un poco dubitativo y respetuosoquot;, recordó un docente de
aquella época. Otra se animó a decir que, de adolescente, el hijo de
la Presidenta quot;era un chico piola, tranquiloquot;; no se le veía espíritu de
líder. Lo que sí todos recuerdan es su resistencia, al igual que el
resto de los estudiantes de su generación, a usar el guardapolvo,
4. uniforme que no usaban los varones en el Guatemala hasta que se
provincializó la escuela, en los 90.
Según cuentan en la ciudad, por aquellos años María Juana Ostoik
Dragnic, su abuela paterna, fue prácticamente su segunda madre
frente a las ausencias obligadas de Cristina Fernández, muy
requerida por su carrera política.
Hincha de Racing como su padre, la atracción por el fútbol lo llevó a
probar con el periodismo deportivo (que después fue descartado, al
igual que la carrera de abogacía que ensayó en La Plata). Incluso
llegó a colaborar con emisiones radiales de la provincia, en las que
entrevistaba a los jugadores. En la Quinta de Olivos se sumó más de
una vez a partidos en que jugaban figuras como Sergio Massa, el
actual intendente de Tigre, y un rotativo de ministros y secretarios.
Adversarios y compañeros de equipo certifican que su temperamento
futbolístico es equiparable a la rabia de su padre en una disputa
política.
Así como Cabandié, hijo de desaparecidos nacido en la ESMA en
1978, es hoy uno de sus amigos, Juan Carlos Dante Gullo es para él,
y para sus compañeros de La Cámpora, una figura de referencia
entre ideológica y afectiva.
Sin embargo, entre todos los nombres de su entorno político y
afectivo se destaca uno: Rudy Ulloa Igor, un verdadero hermano
para Máximo Kirchner. El ex cadete del estudio de los Kirchner y hoy
poderoso empresario de medios en Santa Cruz es el quot;ángel
guardiánquot; del hijo de la Presidenta, según lo definen en La Cámpora.
Pero si pese a su ostensible voluntad de no aparecer su nombre
comenzó a ligarse a la política, esto fue a partir de La Cámpora, la
agrupación juvenil que él impulsa en Santa Cruz y que luego fue
replicada por dirigentes nacionales cuando su padre llegó al poder.
Como siempre cuando se indaga en torno al hijo de la Presidenta, el
origen de La Cámpora presenta dos relatos. Uno lo tiene como
protagonista, como cerebro de la extensión nacional de su proyecto
provincial. Otro, en cambio, asegura que un grupo de dirigentes
porteños actuó con reflejo oportunista y reprodujo el nombre de la
agrupación de Santa Cruz para involucrar a Máximo Kirchner en la
5. red nacional que pretendían encabezar y así ganarse indirectamente
el beneplácito de Néstor Kirchner.
En cierto sentido, podría decirse que La Cámpora no existe. Al
menos no existe si uno imagina una organización con autoridades,
niveles jerárquicos, locales y límites definidos. Mucho de fantasía la
rodea. La Cámpora es en realidad una red de agrupaciones y
dirigentes unidos por su apoyo al proyecto de Néstor Kirchner y
Cristina Fernández. Pero hasta hoy es básicamente una cadena de
correos electrónicos que permiten en determinadas coyunturas la
confluencia de dirigentes con historias muy distintas. Suman fuerzas
pero también compiten entre sí.
Cuando Néstor Kirchner convocó a seis representantes de la
juventud kirchnerista a Puerto Madero, definió indirectamente la
conducción que La Cámpora nunca se había dado. Los elegidos
fueron Andrés quot;El Cuervoquot; Larroque, de la Juventud Presente; Mauro
Cabral y Mariana Grass, del Movimiento Social Kirchnerista (MSK);
José Ottavis, de Compromiso K; Eduardo De Pedro, de NBI, y
Cabandié, de GEN (Generación Emancipación Nacional). Todos
tienen diálogo con Máximo, aunque sólo unos pocos, como Cabandié
o Larroque, comparten una relación más estrecha.
Sin embargo, las fuentes coinciden en que el hijo de la Presidenta
carece de contacto con los diferentes eslabones de la red. Sólo con
un puñado de los elegidos por Néstor Kirchner. Además, muchos de
los referentes locales -que nunca tuvieron vínculo con Máximo
Kirchner y sí una historia de militancia y trabajo territorial de mayor
envergadura que algunos de los bendecidos en la reunión de Puerto
Madero- no lo reconocen como autoridad. Más aún: hay
agrupaciones de la juventud peronista -como Libres del Sur o los
jóvenes del Movimiento Evita- que prefieren mantener distancia de
La Cámpora y están quienes directamente mascullan malestar por la
forma en que el protagonismo de la red fundada por el primogénito
opacó al resto, como la agrupación Generación Federal, del hijo del
gobernador de Chubut, Pablo Das Neves, o la JP bonaerense,
encabezada por Diego Vélez.
En la ciudad del viento
6. Por ahora, el verdadero mapa juvenil del peronismo descascara la
idea de Máximo Kirchner como el titiritero infalible cuyas redes llegan
a cada recoveco del entramado de agrupaciones y dirigentes, al
parecer un mito construido por oficialistas y opositores.
El hijo de la Presidenta viaja cada tanto a Buenos Aires. En la Capital
elige para vivir la quinta de Olivos, pero para trabajar prefiere la Casa
de Santa Cruz, en 25 de Mayo al 200, o la fundación kirchnerista
Primero Argentina, también vinculada a Ulloa Igor y a los
empresarios y operadores kirchneristas Carlos Long y Olaf quot;Piloquot;
Aaset. De todas formas, Río Gallegos es el lugar donde se siente
cómodo, y se reúne con sus amigos, como Juan Manuel Silva, el
responsable del área Juventud de Santa Cruz. En Río Gallegos, a la
vez, La Cámpora tuvo su primer éxito electoral con la victoria del
basquetbolista Mauricio Gómez Bull como concejal. Todos los
miércoles, Gómez Bull, Silva, Máximo y su prima Romina Mercado,
la hija de Alicia Kirchner, se reúnen para analizar la situación política
local.
El mundo político lo observa y parece hacer apuestas, pero Máximo
Kirchner disfruta la ciudad de los vientos interminables. Si finalmente
resuelve abandonar la opción de la privacidad y enfrentar la política
pública, si se lanza como candidato -tal como se especuló en las
elecciones municipales de 2005-, será primero, seguramente, en el
ámbito conocido de su ciudad. Llegará entonces el momento de
confrontar la herencia con su propio recorrido y dar a conocer su
propia voz.
Por Damián Nabot
Con la colaboración de Mariela Arias, corresponsal en Río
Gallegos.
Quién es
Los primeros años
Nacido en 1977, el primogénito de los Kirchner cursó el secundario
en el colegio Guatemala, de Río Gallegos, incursionó en el
periodismo deportivo y en la actualidad se ocupa de administrar las
7. propiedades de sus padres.
Ingreso en la política
En el terreno político participó en la creación de La Cámpora, en
Santa Cruz, una agrupación juvenil kirchnerista que se ha
nacionalizado y que ahora ganó protagonismo con una campaña
pública contra el diario Clarín .