3. MILITANCIA E IDEOLOGÍA
En 1983, cuando se le preguntó a Gabriel García Márquez: « ¿Es usted comunista?» el
escritor respondió: «Por supuesto que no. No lo soy ni lo he sido nunca. Ni tampoco he
formado parte de ningún partido político». García Márquez contó a su amigo Plinio Apuleyo
Mendoza: «Quiero que el mundo sea socialista y creo que tarde o temprano lo será». Según
Ángel Esteban y Stéphanie Panichelli, «Gabo entiende por socialismo un sistema de
progreso, libertad e igualdad relativa» donde saber es, además de un derecho, un izquierdo
(hay un juego de palabras que ambos autores utilizan para titular el capítulo de su libro: "Si
saber no es un derecho, seguro será un izquierdo").
4. MILITANCIA E IDEOLOGÍA
García Márquez ha viajado a muchos países socialistas
como Polonia, Checoslovaquia, Alemania Oriental, la Unión Soviética, Hungría, y
después escribió algunos artículos, mostrando su «desacuerdo con lo que allí
ocurría». En 1971, en una entrevista para la revista "Libre" (que patrocinaba)
declaró: «Yo sigo creyendo que el socialismo es una posibilidad real, que es la buena
solución para América Latina, y que hay que tener una militancia más activa».
5. MILITANCIA E IDEOLOGÍA
En 1959, García Márquez fue corresponsal en Bogotá de la agencia de prensa Prensa
Latina creada por el gobierno cubano después del comienzo de la revolución cubana
para informar sobre los acontecimientos en Cuba. Allí «tenía que informar
objetivamente sobre la realidad colombiana y difundir a la vez noticias sobre Cuba y su
trabajo consistía en escribir y enviar noticias a La Habana. Era la primera vez que
García Márquez hacia periodismo verdaderamente político». Más tarde, en 1960,
fundó con su amigo Plinio Apuleyo Mendoza una revista política, Acción Liberal, que
quebró después de publicarse tres números.
6. AMISTAD CON FIDEL CASTRO
Gabriel García Márquez conoció a Fidel Castro en enero de 1959 pero su amistad se
formó después, cuando García Márquez estaba trabajando con Prensa Latina, viviendo
en La Habana y se vieron de nuevo varias veces. Después de conocer a Castro, «Gabo
estaba convencido de que el líder cubano era diferente a los caudillos, héroes,
dictadores o canallas que habían pululado por la historia de Latinoamérica desde el
siglo XIX, e intuía que solo a través de él esa revolución, todavía joven, podría
cosechar frutos en el resto de los países americanos».
7. AMISTAD CON FIDEL CASTRO
Según Panichelli y Esteban, «ejercer un poder es uno de los placeres más
reconfortantes que el hombre puede sentir», y ellos piensan que eso es el caso con
García Márquez «hasta una edad madura». Por eso, se ha cuestionado la amistad entre
García Márquez y Castro y si es un resultado de la admiración de García Márquez por
el poder.
Jorge Ricardo Masetti, ex guerrillero y periodista argentino, piensa que Gabriel García
Márquez «es un hombre a quien le gusta estar en la cocina del poder».
8. AMISTAD CON FIDEL CASTRO
En opinión de César Leante, García Márquez tiene algo de obsesión con los caudillos
latinoamericanos. También dice que «El apoyo incondicional de García Márquez a
Fidel Castro cae en buena parte dentro del campo psicoanalítico […] cual es la
admiración que el criador del Patriarca ha sentido, siempre y desmesuradamente, por
los caudillos latinoamericanos brotados de las montoneras. Verbigracia, el coronel
Aureliano Buendía, pero sobre todo el innominado dictador caribeño que como Fidel
Castro envejece en el poder». Dice Leante que García Márquez «es considerado en
Cuba como una especie de ministro de cultura, jefe de cinematografía y embajador
plenipotenciario, no del Ministerio de Relaciones Exteriores, sino directamente de
Castro, que lo emplea para misiones delicadas y confidenciales que no encarga a su
diplomacia».
9. AMISTAD CON FIDEL CASTRO
Juan Luis Cebrián ha llamado a Gabriel García Márquez «un mensajero político»,
debido a sus artículos.
Según el británico Gerald Martin, quien publicó en 2008 la primera biografía
autorizada del novelista, García Márquez siente una «enorme fascinación por el
poder». Señala que «Él ha querido ser siempre testigo del poder y es justo decir que esa
fascinación no es gratuita, sino que persigue determinados objetivos» y menciona que
muchos consideran como excesiva su proximidad al líder cubano Fidel Castro. Martin
recuerda que también se ha relacionado con Felipe González (ex presidente del
Gobierno español) o con Bill Clinton (ex presidente de Estados Unidos) pero «todo el
mundo se fija sólo en su relación con Castro».
10. AMISTAD CON FIDEL CASTRO
Por otra parte, el diplomático, periodista, biógrafo y compadre del Nobel, Plinio
Apuleyo Mendoza señala que «Él es amigo de Castro, pero no creo que sea partidario
del sistema, porque nosotros visitamos el mundo comunista y quedamos muy
desencantados».
11. MEDIACIONES Y APOYOS POLÍTICOS
García Márquez ha participado como mediador en las conversaciones de paz
adelantadas entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno colombiano
que tienen lugar en Cuba; igualmente participó en el proceso de paz entre el gobierno
de Andrés Pastrana y la guerrilla de las FARC que sin embargo fracasó.
También brindó su apoyo y se unió a la amplia lista de prominentes figuras de la
América Latina que han manifestado su apoyo a la independencia de Puerto Rico a
través de su adhesión a la Proclama de Panamá aprobada por unanimidad en
el Congreso Latinoamericano y Caribeño por la Independencia de Puerto
Rico celebrado en Panamá en noviembre de 2006.
12. MEDIACIONES Y APOYOS POLÍTICOS
Entre estos autores que dieron su apoyo inequívoco al derecho de Puerto Rico a ejercer
su derecho a la plena descolonización y libre determinación, se encuentran las
siguientes figuras cuyo reconocimiento es de talla mundial: Pablo Armando
Fernández, Ernesto Sábato, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Thiago de Mello, Frei
Betto, Carlos Monsiváis, Pablo Milanés, Ana Lydia Vega, Mayra Montero y Luis
Rafael Sánchez.
13. MEDIACIONES Y APOYOS POLÍTICOS
Además de ser partícipe, colaborador y activista en numerosos eventos de paz, una de
sus grandes virtudes y hazañas ha sido el apoyo permanente a Fidel Castro, su proceso
socialista y a la revolución cubana.
Ha sido enfático en repudiar el bloqueo estadounidense impuesto en la isla, actitud que
ha servido para instar a la cooperación de otros países hacia Cuba, evitando nuevas
intervenciones norteamericanas.
14. LA POLÍTICA EN SUS OBRAS
La política desempeña un papel importante en las obras de García Márquez, en las que
utiliza representaciones de varios tipos de sociedades con diferentes formas políticas
para presentar sus opiniones y creencias con ejemplos concretos, aunque sean
ejemplos ficticios. Esa diversidad de maneras con que García Márquez representa al
poder político es una muestra de la importancia de la política en sus obras. Una
conclusión que puede ser derivada de sus obras es que «la política puede extenderse
más allá o más acá de las instituciones propias del poder político».
15. LA POLÍTICA EN SUS OBRAS
Por ejemplo, en su obra Cien años de soledad tenemos la representación de un lugar
«donde no existe todavía un poder político consolidado y no hay, por lo tanto, ley en el
sentido de precepto votado por el Congreso y sancionado por el presidente, que regule
las relaciones entre los hombres, entre estos y el poder público y la constitución y
funcionamiento de este poder». En contraste, la representación del sistema político
en El otoño del patriarca es la de una dictadura, en la que el líder es grotesco, corrupto
y sanguinario y con un poder tan grande que alguna vez preguntó qué hora es y le
habían contestado la que usted ordene, mi general».
16. LA POLÍTICA EN SUS OBRAS
La primera novela de García Márquez, La mala hora, puede ser una referencia a la
dictadura de Gustavo Rojas Pinilla y representa la tensión política y la opresión en un
pueblo rural, cuyos habitantes aspiran a la libertad y la justicia pero sin éxito en
conseguir ninguna de las dos.
17. ESPIONAJE EN MÉXICO
La razón era su afinidad con la izquierda latinoamericana y con Fidel Castro.
La comunicación entre el círculo de confianza del nuevo presidente de Francia y el
gobierno de México marchaba sobre ruedas en mayo de 1981.
Desde París, Mitterrand incluso había anunciado una visita de Estado al país en
octubre; sin embargo, en Los Pinos (residencia presidencial) y en la Gobernación
reinaba la inquietud del hormiguero. ¿A santo de qué, si el nuevo inquilino del Eliseo,
el socialista François Mitterrand, parecía tan receptivo a los mensajes que recibía su
oficina de asesores desde el Distrito Federal?
18. ESPIONAJE EN MÉXICO
La respuesta está en documentos hasta ahora inéditos de los servicios de inteligencia
mexicanos: la inquietud se debía a que aquella comunicación no sólo se había
establecido con las autoridades de la Cancillería sino también con otro epicentro de la
diplomacia con sede en la capital del país: la casa de Gabriel García Márquez.
Era obvio que estaba fichado. El autor, un colombiano residente en México desde los
años 60 y ya entonces vinculado con la izquierda latinoamericana, posee un historial
creado por la Dirección Federal de Seguridad (DFS).
19. ESPIONAJE EN MÉXICO
Los documentos, en custodia del Archivo General de la Nación desde 2002, han sido
revisados por primera vez para esta investigación.
Como a otros artistas e intelectuales mexicanos y extranjeros, las actividades de García
Márquez fueron observadas y consignadas por la DFS. En su caso, el seguimiento fue
cercano.
20. ESPIONAJE EN MÉXICO
El primer documento que la inteligencia mexicana recogió como antecedentes del
escritor está fechado en noviembre de 1967, cuando Gabo participó como delegado
colombiano en el II Congreso Latinoamericano de Escritores, organizado en el DF,
Guanajuato y Guadalajara.
El segundo es la transcripción de una carta abierta de un “grupo de intelectuales que
se solidariza con los presos políticos” después de la represión estudiantil en octubre del
68. El último es el reporte de su salida hacia Cuba en agosto de 1985. A partir de esa
fecha, toda la información continúa clasificada en los archivos del Centro de
Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).