Los trastornos de personalidad son patrones de conducta anormales que difieren de las normas sociales y se manifiestan en varias áreas como las emociones, las relaciones interpersonales y el control de impulsos. Los principales sistemas de clasificación (CIE y DSM) identifican 10 trastornos de personalidad que se agrupan en tres categorías basadas en los síntomas. Estos patrones de comportamiento generalmente comienzan en la adolescencia o infancia y causan problemas personales y emocionales. El tratamiento de los trastornos de personal
2. Los trastornos de personalidad son un
conjunto de perturbaciones o anormalidades
que se dan en las dimensiones
emocionales, afectivas, motivacionales y
de relación social de los individuos.
3. Personalidad, que se define
psicológicamente, como rasgos mentales y de
comportamiento permanentes que distinguen
a los seres humanos. Un trastorno de
personalidad se define como experiencias y
comportamientos que difieren de las normas
sociales y expectativas.
4. Las personas diagnosticadas con un trastorno
de la personalidad pueden tener alteraciones
en la cognición, emotividad, funcionamiento
interpersonal o en el control de impulsos. En
general, los trastornos de personalidad se
diagnostican al 40-60 % por ciento de los
pacientes psiquiátricos, y representa el
diagnóstico psiquiátrico más frecuente.
5. Estos patrones de conducta son asociados con
alteraciones sustanciales en el comportamiento de
un individuo, por lo general involucran varias
áreas de la personalidad, y casi siempre se asocia
con perturbaciones significativas en la esfera
personal y social. Además, un trastorno de
personalidad es inflexible y se extiende a muchas
situaciones, debido en gran parte al hecho de que
tales comportamientos anormales son ego
sintónicos, en el que los elementos de la
conducta, pensamientos, impulsos, mecanismos y
actitudes de una persona están de acuerdo con
el Yo y con la totalidad de su personalidad
6. Este comportamiento puede suponer estilos
de afrontamiento des adaptativos, que
pueden conducir a problemas personales y
alteraciones tales como ansiedad
extrema, angustia o depresión. La aparición
de estos patrones de comportamiento por lo
general se remontan al principio de la
adolescencia y el comienzo de la edad adulta
y, en algunos casos, a la infancia.1
7. Los dos principales sistemas de clasificación,
el CIE y el DSM, deliberadamente han
fusionado sus diagnósticos hasta cierto
punto. El DSM-IV-TR (Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales de la
Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos)
menciona diez trastornos de personalidad,
los cuales se agrupan en tres grupos:
8. Este grupo de trastornos se caracteriza por un
patrón penetrante de cognición (por ej.
sospecha), expresión (por ej. lenguaje
extraño) y relación con otros (por ej.
aislamiento) anormales.
Grupo A (trastornos raros o excéntricos)
Trastorno paranoide de la personalidad,
personalidad paranoide.
Trastorno esquizoide de la personalidad,
personalidad esquizoide.
Trastorno esquizotípico de la personalidad,
personalidad esquizotípica.
9. Estos trastornos se caracterizan por un patrón
penetrante de violación de las normas sociales (por ej.
comportamiento criminal), comportamiento impulsivo,
emotividad excesiva y grandiosidad. Presenta con
frecuencia acting-out (exteriorización de sus rasgos),
llevando a rabietas, comportamiento auto-abusivo y
arranques de rabia.
Trastorno antisocial de la personalidad, personalidad
antisocial.
Trastorno límite de la personalidad, personalidad
límite.
Trastorno histriónico de la personalidad, personalidad
histriónica.
Trastorno narcisista de la personalidad, personalidad
narcisista.
10. Este grupo se caracteriza por un patrón
penetrante de temores anormales, incluyendo
relaciones sociales, separación y necesidad de
control.
Trastorno de la personalidad por evitación,
personalidad fóbica o evitativa.
Trastorno de la personalidad por dependencia,
personalidad dependiente.
Trastorno obsesivo-compulsivo de la
personalidad, trastorno anancástico de la
personalidad o personalidad obsesiva-
compulsiva.
11. El tratamiento de los trastornos de personalidad ha
entrado en una etapa de madurez, lo que se ve en la
expansión de la investigación como en la
consecuente aparición de adaptaciones y nuevas
propuestas teóricas.
Aún así la investigación sobre los tratamientos
psicológicos para los trastornos de personalidad es
todavía escasa (lo que limita su comprensión), y se
topa con dos fuentes importantes de dificultad: las
relacionadas con el diagnóstico de los trastornos de
personalidad, y las relativas a la evaluación de los
cambios que producen las intervenciones
psicológicas.