La conquista de América tuvo consecuencias negativas para los pueblos indígenas al ocasionarles la pérdida de su territorio y cultura, y en muchos casos su extinción, mientras que para Europa representó una oportunidad de expansión y acceso a recursos económicos. La historia oficial latinoamericana ha retratado a los europeos como superiores y conquistadores, y a los aborígenes como atrasados, por lo que es importante recuperar la memoria cultural indígena.