Las pandillas juveniles se forman por jóvenes sin afecto familiar o rechazo social que buscan imponerse en los barrios. Estos grupos se dedican a delitos como robos, peleas y venta de drogas. Las causas incluyen falta de empleo, pobreza y maltrato familiar. Para prevenir la formación de pandillas, se debe concientizar a los jóvenes y sus familias sobre los riesgos y buscar alternativas que eviten la participación de los jóvenes en estas organizaciones.