Louis Jean François Lagrenée. Erotismo y sensualidad. El erotismo en la Hist...
Sintesis del pensamiento de Marx
1. 1
SINTESIS DEL PENSAMIENTO DE MARX. (Lo escrito en azul no debe escribirse en el examen)
INTRODUCCIÓN PARA COMPRENDER EL PENSAMIENTO DE MARX. (NO ESCRIBIR ESTO EN EXAMEN):
En el siglo XIX aparecieron las siguientes corrientes filosóficas:
-Idealismo: se caracteriza por afirmar que el mundo es una realidad espiritual. Destacan pensadores como Fichte,
Shelling y, sobre todo, Hegel. Su sistema filosófico se denomina idealismo absoluto.
-Positivismo: defiende que el conocimiento científico es el único válido. Destaca Comte.
-Liberalismo y utilitarismo (corrientes de filosofía política y ética, respectivamente): J.Stuart Mill.
IDEALISMO ABSOLUTO: Hegel parte de que la realidad es espíritu, que se ha desarrollado desde sus inicios dando lugar
a todos los fenómenos naturales y acontecimientos políticos, culturales, artísticos, filosóficos y religiosos de la historia.
La noción de espíritu engloba todo, por esto esta concepción filosófica se denomina idealismo absoluto. Para Hegel la
realidad se describe mediante un proceso que llamó dialéctica: un proceso por el que la realidad logra progresar. La
realidad está en constante cambio. El motor que pone en marcha ese proceso es una contradicción y su superación. En
la dialéctica se distinguen tres etapas: tesis, antítesis y síntesis. La tesis es una afirmación sobre el mundo, una
corriente de pensamiento, un proceso histórico, etc. La antítesis es la negación de la afirmación anterior. Finalmente
se alcanza la etapa de síntesis, que aúna las dos fases anteriores en una superior. Para comprender el significado de
todo proceso histórico es necesario estudiarlo mediante la dialéctica.
LA IZQUIERDA HEGELIANA: Hegel había intentado comprender la realidad a través de la dialéctica, señalando las
contradicciones que se dan en el ser humano, en la historia y en la naturaleza. La interpretación de su pensamiento dio
lugar a dos movimientos opuestos: la izquierda hegeliana, también conocida como los jóvenes hegelianos, y la derecha
hegeliana. Mientras que la derecha hegeliana subrayaba los aspectos de la teoría de Hegel que justificaban la religión y
el poder, la izquierda sostiene que la realidad debía ser transformada. Así que los jóvenes hegelianos se servirán de la
dialéctica como método para denunciar las contradicciones de la sociedad de la época, dándole a la dialéctica un giro
materialista y antirreligioso, al considerar que la legitimidad del poder imperante en esa época se basaba en la
religión. Así, defenderán una mayor independencia del poder civil frente a la religión, y harán una gran crítica a la
religión. Mientras la derecha hegeliana dominaba en las universidades y las instituciones, los jóvenes hegelianos eran
rechazados en los medios académicos. Uno de los pensadores más importantes de este grupo, y que es fundamental
en la génesis del marxismo, es Feuerbach. También destaca Engels.
Feuerbach publicó “La esencia del cristianismo”, introduciendo el concepto de alienación religiosa: Dios es una
creación del hombre, que proyecta sus cualidades fuera de sí, idealiza su propia imagen y la atribuye a un ser
superior. De este modo el ser humano se niega a sí mismo para afirmar a Dios. Dios no ha creado al hombre, sino que
es el hombre quien ha creado a Dios, siendo el hombre dominado por su propia creación. Este concepto de alienación
religiosa es retomado por Marx.
MARX.
Karl Marx nace en Alemania, siglo XIX. En el seno de una familia burguesa. Estudió derecho. Se interesó por la filosofía y
se asoció con los jóvenes hegelianos, pero la actitud teórica y falta de compromiso social de este grupo le hace alejarse.
En Francia estudiará a los economistas liberales ingleses (Adam Smith, David Ricardo). Conoce a socialistas franceses,
como Proudhon, y al ruso Bakunin, padre del anarquismo. Conoce a Engels, que también provenía del grupo de los
jóvenes hegelianos. Con Engels escribe “La sagrada familia”, obra en la que se critica el idealismo y sostenía que las
etapas de la lucha de clases eran el factor que determinaba la ley, la moral y el Estado. Es expulsado de Francia, por ser
considerado un revolucionario peligroso. Estudia a Feuerbach, del cual le impresiona su crítica a Hegel y, sobre todo, su
crítica a la religión. En 1848, año en que las revoluciones liberales empiezan a extenderse por toda Europa, escribe su
famoso “Manifiesto comunista”, escrito en colaboración con Engels. Es expulsado de Bruselas y va a Londres, donde
conoce la miseria en que viven los asalariados, y funda la Asociación Internacional de los Trabajadores. Publica “El
2. 2
capital”, considerada su obra fundamental, y en la que sostiene que el capitalismo implica necesariamente la lucha de
clases y la explotación del trabajador.
La concepción filosófica que defiende Marx es el MATERIALISMO DIALÉCTICO: defiende una concepción materialista de
la realidad en el sentido de que considera la naturaleza (la materia) como lo único real. Esta realidad es dialéctica,
dinámica, que se transforma a partir de elementos contradictorios. Marx tiene esta concepción de la realidad como
dialéctica por la influencia de Hegel. Sin embargo, se separa de este autor al afirmar que la realidad es materia, y no
espíritu. La realidad tiene que ser estudiada en tanto que es dialéctica, y aplicado esto a la sociedad supone que toda
organización social debe ser interpretada como resultado de un proceso histórico:
EL MATERIALISMO HISTÓRICO. Es la explicación marxista de la historia. Esta teoría defiende una interpretación
dialéctica de la historia (la sociedad se entiende como resultado de la intervención de las leyes de la dialéctica en la
historia, como resultado del choque entre contrarios y la superación de esas contradicciones.) También defiende una
concepción materialista de la historia (la materia son las relaciones de producción de los bienes materiales). Para Marx
lo que determina el conjunto de creencias, valores la cultura misma. Para comprender el materialismo histórico es
necesario conocer sus conceptos básicos:
-Las relaciones de producción: para transformar la naturaleza, es decir, para producir, los seres humanos necesitan
establecer entre ellos unas relaciones. Estas relaciones de producción incluyen también las que se crean con respecto a
la propiedad de los medios de producción. (Ejemplo: propietarios de las fábricas, máquinas, etc.)
-Fuerzas productivas: son todos los elementos que actúan en el proceso de producción. Estos elementos son la fuerza
de trabajo (las personas que lo producen), los medios de producción (maquinaria o tierra, por ejemplo) y la tecnología
empleada para llevar a cabo el proceso.
-Modo de producción: es el conjunto de relaciones de producción y las fuerzas productivas en un momento histórico
determinado. El modo de producción es lo que Marx denomina la infraestructura de una sociedad (su estructura
económica).
-La infraestructura de una sociedad determina su superestructura, es decir, el conjunto de concepciones políticas,
morales jurídicas y filosóficas que existen en esa sociedad. La superestructura se materializa en organizaciones e
instituciones como, por ejemplo, el Estado, los partidos políticos y el sistema educativo.
-Una infraestructura y una superestructura constituyen una formación social (por ejemplo, el Antiguo Régimen o la
sociedad capitalista).
HISTORIA Y DIALÉCTICA: desde el punto de vista del materialismo histórico, la historia avanza de una manera dialéctica:
tesis, antítesis (negación de la tesis) y síntesis. Un modo de producción puede ser considerado una tesis. En ese modo
de producción surgen contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, generándose una
antítesis al llegar un momento en que las relaciones de producción se conviertan en un obstáculo para el avance de las
fuerzas productivas. De esta tensión surge un nuevo modo de producción (síntesis), y el proceso vuelve a empezar.
A lo largo de la historia, la contradicción se manifiesta en una lucha entre dos clases sociales antagónicas: la lucha de
clases se convierte en el motor de la historia. Marx afirma esto en su “Manifiesto comunista”, donde explica que la
clase dominante se sirve de la superestructura para mantener su dominio: el Estado y las leyes, pero también el arte, la
religión, la filosofía y la moral son el reflejo de los intereses de la clase dominante. La ideología de esta clase se extiende
a toda la sociedad, que acaba teniendo una falsa conciencia, es decir, una visión deformada de la realidad que justifica
los privilegios de la clase explotadora.
Marx pretende que esta teoría de la historia sea una ciencia, y como tal, un instrumento para descubrir las leyes que
rigen los cambios sociales y también para predecir el futuro de la historia.
El análisis de Marx descubre los diversos modos de producción históricos, la forma comunitaria en la que se basaban
las sociedades primitivas, el sometimiento del esclavo al amo en las sociedades esclavistas o del siervo al señor en las
sociedades feudales y, finalmente, el modo de producción en la sociedad capitalista, basada en la propiedad privada de
los medios de producción en manos del burgués capitalista y la explotación del proletariado. Este último análisis, que
toma el capitalismo como tesis, desembocará en la predicción de un nuevo sistema económico y social que constituirá
su síntesis: el comunismo.
3. 3
CRÍTICA DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA: en su obra “El capital”, Marx expone cuáles son los mecanismos que rigen el
modo de producción capitalista. En primer lugar hay que decir que el capitalismo es un modo de producción en el que
el capitalista aporta bienes y dinero (capital) que le convierten en el dueño de los medios de producción. Por otra
parte, el trabajador está obligado a vender al capitalista lo único que posee, su fuerza de trabajo, a cambio de un
salario. El producto de su trabajo es un objeto que puede ser cambiado por otros objetos, una mercancía. Esta
mercancía tiene un valor de uso y un valor de cambio real, que viene determinado por una cantidad de dinero que
depende del tiempo de trabajo necesario para producir la mercancía. Esa mercancía tiene también un valor de cambio
de mercado, que depende de la ley de la oferta y la demanda. Esta ley va ligada al consumo, y es la que explica suba o
baje el precio de la mercancía. Por otra parte, el capitalista paga la fuerza de trabajo del obrero, pero el salario que éste
recibe no está de acuerdo con el valor que el producto de su trabajo tiene en el mercado: la diferencia entre lo que
efectivamente cobra el obrero y el beneficio que su trabajo genera en el mercado se denomina plusvalía. Este beneficio
se queda en las manos del capitalista y no retorna al trabajador, que es quien lo ha generado.
Las consecuencias de este modo de producción son una distribución desigual de la riqueza y la explotación del
asalariado por parte del capitalista. Esta situación injusta se acabará cuando se ponga fin a la plusvalía. Para ello es
necesario sustituir la propiedad privada por la propiedad colectiva de los medios de producción. Mientras esto no
ocurra, el trabajador, tratado como como una mercancía, un objeto, no podrá realizarse, sino que se sentirá esclavo de
sus propios productos, es decir, alienado.
LA ALIENACIÓN: este concepto había sido utilizado por Hegel y Feuerbach. Feuerbach en concreto hablaba de la
alienación religiosa, diciendo que para conocerse a sí mismo, el hombre proyecta fuera de sí mismo sus cualidades en la
figura de Dios. No es Dios quien crea al hombre, sino el hombre quien crea a Dios, y el hombre se ve dominado por su
propia creación. Esta alienación desaparece cuando el hombre reconoce a Dios como una creación suya y se reconcilia
así consigo mismo.
Marx, a diferencia de Hegel, considera que la alienación se da en una clase social concreta: el proletariado. El trabajo
constituye la esencia del individuo. Es la praxis, la actividad productiva, lo que distingue al hombre de los animales y lo
que configura su relación con el mundo y con los otros seres humanos. El objetivo del progreso histórico es que sea el
hombre quien desarrolle totalmente sus capacidades creativas y controle su propio destino. El hombre se proyecta en el
producto de su trabajo, dejando en él algo de sí mismo. Cuando aquello que produce se convierte en mercancía, él
mismo pasa a ser mercancía. El producto de su trabajo no retorna a él, sino que revierte en los propietarios de los
medios de producción: el hombre queda, pues, desdoblado, se pierde a sí mismo. La alienación se produce cuando el
trabajador considera el producto como algo ajeno a sí mismo y tiene lugar, por tanto un distanciamiento y una
deshumanización. Esta alienación no es natural, sino consecuencia de las relaciones de producción de un momento
histórico, y se da especialmente en el capitalismo. Marx descubre distintas formas de alienación:
FORMAS DE ALIENACIÓN:
-Alienación económica: es la alienación fundamental, de la cual derivan todas las demás. El trabajador la padece en
diversos sentidos: en relación a su esencia (el trabajo creativo que le caracteriza no es posible en la sociedad
capitalista); en relación con la propia actividad (se trata de un trabajo forzado y repetitivo, en el que no se siente
realizado y al que considera como algo ajeno, sintiéndose él mismo como una mercancía en manos de un capitalista); en
relación con el producto de su trabajo (el obrero no tiene ningún poder sobre ese producto, es más el producto acaba
por esclavizarle y aumentar las desigualdades entre las dos clases sociales); en relación con el capitalista burgués que
se queda con el beneficio de su trabajo, y con el que las relaciones no pueden ser sino conflictivas. En el sistema
capitalista, las relaciones sociales no pueden estar basadas en la justicia y en la igualdad.
-Alienación social y política: la alienación económica está en la base de la división de la sociedad en clases y la
separación entre los ciudadanos y el Estado. El Estado representa siempre los intereses de la clase dominante y se
convierte en un poder enemigo.
-Alienación religiosa: Marx acepta el concepto de alienación religiosa de Feuerbach (Dios es una creación del ser
humano) pero la considera una consecuencia de la alienación económica y social. La religión, dice Marx, es “el opio del
pueblo”, porque ofrece consuelo frente a la miseria y a la injusticia, pero lo hace en un mundo más allá de éste, y
resulta así un freno para la transformación de las condiciones de vida aquí y ahora. La dimensión religiosa del hombre
no es, por tanto, natural, y desaparecerá si se produce esa transformación de la realidad social. Dice Marx que la
4. 4
historia avanza hacia un nuevo sistema -el comunismo- que abolirá la propiedad privada, constituirá la superación del
capitalismo y acabará con la alienación.
LA REVOLUCIÓN DEL PROLETARIADO: el capitalismo lleva en sí el germen de su propia destrucción: el capital tiende a
acumularse en unas pocas manos mientras que el proletariado aumenta y acaba por desarrollar conciencia de clase y
por oponerse violentamente a la burguesía capitalista. La tensión que surge entre las dos clases antagónicas
desembocará inevitablemente en la revolución del proletariado.
Marx señala tres etapas dentro del proceso revolucionario: la primera será una etapa de transición -la dictadura del
proletariado- que es la antítesis dialéctica del sistema capitalista (tesis) en la que el proletariado controle al Estado y se
apropie de los medios de producción burgueses. Le seguirá una etapa de socialismo, en la que se abolirán
progresivamente las clases sociales y la propiedad privada, y se harán colectivos los medios de producción. Finalmente
llegará el comunismo, la fase final, la síntesis dialéctica, en la que habrá desaparecido la sociedad de clases y el Estado.
El comunismo supondrá la realización del hombre, la igualdad y la desaparición de las divisiones de clase.