El documento describe la arquitectura del Quattrocento en Italia, con un enfoque en los principales arquitectos Brunelleschi, Alberti y sus obras más importantes. Se caracteriza por la ausencia de decoración, el uso de elementos constructivos clásicos como bóvedas y arcos de medio punto, y el predominio del orden corintio. Algunas de las obras destacadas son la cúpula y edificios de Brunelleschi en Florencia, y los palacios y iglesias de Alberti que se inspiran en modelos clásicos romanos.