2. ESQUEMA
Significado y origen
Fragmento de Horacio
Comentario de obras artísticas
Fray Luis de León
Andrés Fernández de Andrada
Luis de Góngora
Beatus ille en la actualidad
Poema
3. SIGNIFICADO Y ORIGEN
Es un tópico de origen latino cuya traducción literal al
castellano es “feliz aquel...”, locución con la que Horacio (65
a.C-8 a.C) iniciaba su Epodo II en alabanza a la vida alejada de
la ciudad y sus ataduras para vivir refugiado en la tranquilidad
y austeridad del campo, en cierta manera ideal compartido
por Epicuro y Séneca.
De este modo, el tópico habría sido creado por Horacio
principalmente para idealizar el modo de vida rural en el que
se deja de lado la corrupción y los demás males de la sociedad
a la que el poeta critica, y en menor medida para satirizar a
prestamistas usureros que considerarían retirarse al campo a
vivir conforme al estilo agrario pero que finalmente prefieren
seguir haciéndose ricos a costa de los demás.
4. Un fragmento traducido del Epodo II
de Horacio
Dichoso aquél que vive, lejos de los negocios,
como la antigua grey de los mortales;
y, con sus propios bueyes, labra el campo
paterno,
libre del interés y de la usura.
No le despierta el fiero toque de la trompeta,
ni le aterra la mar embravecida;
y esquiva el foro público, y el umbral altanero
de las aristocráticas mansiones.
Enlaza, sabiamente, los elevados álamos
con el pujante brote de las vides;
o, en apartado valle, vigila los rebaños
de las reses que mugen y campean;
o poda con su hoz las inútiles ramas,
trasplantando las más reverdecidas;
o pone en limpios cántaros las estrujadas
mieles,
o trasquila a las tímidas ovejas. [...]
'Beatus ille qui procul negotiis,
ut prisca gens mortalium,
paterna rura bubus exercet suis
solutus omni faenore
neque excitatur classico miles truci
neque horret iratum mare
forumque vitat et superba civium
potentiorum limina.
ergo aut adulta vitium propagine
altas maritat populos
aut in reducta valle mugientium
prospectat errantis greges
inutilisque falce ramos amputans
feliciores inserit
aut pressa puris mella condit amphoris
aut tondet infirmas ovis.’
5. COMENTARIO DE OBRAS LITERARIAS
Fray Luis de León
Andrés Fernández de Andrada
Luis de Góngora
6. Fray Luis de León (1527-1591)
La imitación de los temas clásicos de la cultura grecolatina durante el Renacimiento hizo
que este tópico horaciano fuese uno de los preferidos por los poetas del siglo XVI, de
entre los cuales es inevitable nombrar a Fray Luis de León con su Oda a la vida retirada y
también ‘A la salida de la cárcel, Oda XXIII’, unos de los poemas más conocidos de la
literatura española muy similar al de Horacio.
¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio moro, en jaspes sustentado.
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con solo Dios se compasa
y a solas si vida pasa
ni envidia ni envidioso.
7. Andrés Fernández de Andrada
(1575-1648)
Durante el Barroco surge como
tema similar la “alabanza de
aldea y el menosprecio de
corte” (a veces confundido con
el tópico de Horacio) cuyo
máximo exponente es Andrés
Fernández de Andrada con la
Epístola moral a Fabio. Se centra
más en la crítica a la codicia y
ansia de poder que
contaminaba las grandes
ciudades y los ambientes
cortesanos, pero también
describe la vida rural como el
ideal de sobriedad y mesura.
¡Pobre de aquel que corre y se dilata
por cuantos son los climas y los mares,
perseguidor del oro y de la plata!
Un ángulo me basta entre mis lares,
un libro y un amigo, un sueño breve,
que no perturben deudas ni pesares.
Esto tan solamente es cuanto debe
Naturaleza al simple y al discreto,
y algún manjar común, honesto y leve.
No, porque así te escribo, hagas conceto
que pongo la virtud en ejercicio;
que aun esto fue difícil a Epicteto. [...]
8. Luis de Góngora (1561-1627)
En su afán por el
desequilibrio propio del
barroco, Luis de Góngora
parodia en cierto modo
el tópico con métrica
popular en su letrilla
"Ándeme yo caliente y
ríase la gente", cargada
de coloquialismos (el
título es de por sí
proviene de un refrán),
aunque el mensaje viene
a ser el mismo.
Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno;
y las mañanas de invierno
naranjada y aguardiente,
y ríase la gente.
Coma en dorada vajilla
el Príncipe mil cuidados,
como píldoras dorados;
que yo en mi pobre mesilla
quiero más una morcilla
que en el asador reviente,
y ríase la gente.
10. POEMA INVENTADO
La ferocidad de lo salvaje,
el sentimiento de perderse
y la de felicidad de encontrarse.
Dichoso aquel que lo consigue,
el poder estremecerse
en tan bellos paisajes.
Sin necesidad de pensar,
simplemente poder reír, correr, bailar.
No hay nada como encontrar la paz,
viviendo apartado de la sociedad
en un entorno tan tranquilo y rural.
Que alegría poder encontrar un sitio como tal,
dedicándome a lo mío, lejos de la ciudad,
y sin ninguna preocupación que me haga cometer un mal.
Definitivamente, aquí encontré mi verdadera felicidad.
Por Íñigo Gómez y Mari Carmen González