3. Lección 13.1.
Contexto situacional
Violencia doméstica contra la mujer
Una de las manifestaciones más comunes de la violencia en nuestra sociedad es la violencia
doméstica. Los movimientos de mujeres en todo el mundo son quienes tradicionalmente han sido
los pioneros en la investigación de la violencia contra la mujer y en brindar atención y asistencia a
las víctimas.
Como resultado de estas acciones, se ha acumulado un caudal de conocimientos y experiencias que
pueden ser de gran ayuda en el diseño de políticas públicas que promuevan la equidad de género y
la prevención de la violencia.
Los gobiernos y las organizaciones internacionales han comenzado recientemente a estudiar
medios de reducir la incidencia de este tipo de violencia, ya que hoy en día es evidente que se debe
realizar un esfuerzo coordinado a fin de brindar una respuesta efectiva e integral a las familias
afectadas por la violencia doméstica.
4. Física
• Violencia física. Esta forma de agresión incluye golpes, empujones, puñetazos,
bofetadas, jalones de cabello, quemaduras, cuchilladas, lanzar objetos, intentos de
asfixia, cualquier acción que cause lesiones físicas, y en sus manifestaciones más
extremas, el asesinato de la víctima.
Psicológica
• Violencia psicológica. En este tipo de violencia, el perpetrador acosa a la víctima
con acciones que tienen el propósito de denigrarla, controlarla y bloquear su
autonomía. Incluye el aislamiento de la víctima de familiares y amigos, los celos
excesivos, la burla, la discriminación, la desvalorización o crítica permanente, la
ridiculización, la indiferencia, las amenazas de muerte o abandono, el control
económico, el hostigamiento y acoso, los actos violentos contra terceras personas,
animales u objetos con el propósito de intimidar; el control mental y el chantaje.
Sexual
• Violencia sexual. Esta manifestación violenta ocurre usualmente cuando un
miembro de la familia (generalmente un hombre) fuerza a otro miembro de la
familia (generalmente una mujer) a someterse a actividades sexuales contra su
voluntad, o abusa sexualmente de un menor de edad (Red de mujeres contra la
violencia, 1998).
5. En primer lugar, un gran numero de casos no
se denuncian.
Segundo, gran parte del personal en los
centros de crisis y en las distintas salas de
emergencia de hospitales y clínicas no han
recibido capacitación en técnicas de
detención de la violencia domestica.
Y por ultimo, no se ha establecido un
mecanismo especifico para denunciar este
tipo de violencia. (OPS,1998)
6. FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS A LA VIOLENCIA DOMÉSTICA
Factores Factores Factores
individuales familiares sociales
7. • Las diferencias tanto biológicas como sociales entre los sexos y la posición de inferioridad de la mujer con respecto al hombre en la
sociedad y en la familia, hacen que la mujer esté más propensa a ser víctima de maltrato, y a los hombres, más propensos a la
agresividad.
En Canadá, los hombres perpetraron el 95% de los asesinatos de mujeres adultas (Gartner y McCarthy, 1991). Un estudio realizado en
Género Brasil reveló que el porcentaje de hombres asesinados por su pareja es del 10%, a comparación del 50% en el caso de las mujeres.
• En América Latina, la edad en que la mujer tiene mayor riesgo de ser víctima de la violencia, oscila entre los 24 y 45 años (Larraín,
1997b).
• En Estados Unidos, la Encuesta Nacional de Victimización (1992-1996) de la Oficina de Estadísticas del Departamento de Justicia,
Edad reporta como edad promedio entre los 16 a 24 años de edad
• La mujer embarazada corre mayor riesgo de ser maltratada (Bohn, 1990). En un estudio de 275 mujeres que fueron entrevistadas
durante el embarazo y los 6 meses posteriores al mismo, se encontró que el 25% sufrió violencia moderada y severa con más
frecuencia durante el período postnatal, comparado con un 19% en el período prenatal (Gielén, 1994).
Embarazo
• Un historial de maltrato en la familia del hombre es un elemento vinculado al comportamiento violento de un esposo hacia su propia
familia (Jaffe et al., 1986).
• Klevens encontró que en casi el 70% de todos los casos de abuso estudiados por ella, el abusador provenía de una familia violenta
Historia de (Klevens, 1998). Un estudio realizado por la Universidad de New Hampshire mostró que el índice de esposas golpeadas es mayor en un
violencia 100% si los esposos han sido testigos de violencia familiar cuando niños (ibid).
familiar
• Algunos estudios asocian el consumo de alcohol con el aumento en la frecuencia (Kantor y Strauss, 1989; Leonard, 1992) e intensidad
(Frieze y Brown, 1989) de la violencia doméstica contra la mujer.
En Uruguay, por ejemplo, se observó que el 42% de las familias con problemas de alcoholismo presentaba también problemas de
maltrato físico, mientras que este tipo de violencia sólo estaba ausente en un 12% de las familias con problemas de alcoholismo
(Traverso, 1998).
Consumo de Sin embargo, algunos autores afirman que, en términos generales, la violencia no ocurre únicamente bajo los efectos del alcohol. Dos
alcohol estudios a gran escala realizados en Canadá revelaron que la mayoría de las víctimas de agresión por parte de su pareja en estado de
ebriedad, habían sido víctimas de la misma pareja cuando ésta estaba sobria (Jaffe et al., 1986; Dutton, 1988).
9. Factores La violencia del hombre hacia la mujer tiene su raíz en las
sociales sociedades patriarcales, donde la violencia es considerada un
medio válido de control. Numerosos estudios han descrito la
vinculación entre la violencia contra la mujer y el sentido de
propiedad que el hombre cree tener sobre ella
El concepto de masculinidad asociado a la dominación, la rudeza y el honor individual o
familiar, es uno de los factores de mayor influencia en la conformación de actitudes violentas
hacia la mujer (Sanday, 1981; Counts et al., 1992).
Según el antropólogo David Guilmore, no todas las culturas definen la masculinidad en
términos de poder y agresión, pero en aquellas que así la definen, el abuso sexual y físico
contra la mujer es mayor, pues no sólo es aceptable, sino deseable (Sanday, 1981).
Las mujeres que viven en sociedades donde la fuerza es aceptada como un mecanismo
válido para solucionar conflictos, tienen mayor riesgo de ser agredidas en sus hogares
(Leviston, 1989; Sanday, 1981).
Los medios de comunicación masiva son un vehículo importante para transmitir una cultura
de violencia, debido a su carácter de entretención y a programas que validan la conducta
agresiva contra la mujer.
10. Consecuencias de la violencia doméstica hacia la mujer
La violencia doméstica contra la mujer tiene repercusiones que trascienden la esfera personal
afectando a la familia y a la sociedad en general. En la siguiente sección se exponen algunas de sus
repercusiones más conspicuas
Salud física
Salud mental
Productividad
de la mujer
Generaciones
futuras
11. Salud física
Efecto en la salud física
Además del alto riesgo de sufrir lesiones físicas o incluso morir, las víctimas de
violencia doméstica también corren el riesgo de:
• sufrir complicaciones durante el embarazo y parto,
• problemas ginecológicos,
• enfermedades de transmisión sexual y contagio del VIH,
• trastornos somáticos,
• complicación de las condiciones médicas crónicas,
• incumplimiento del tratamiento indicado por el médico,
• depresión,
• ansiedad y suicidio,
• trastornos de la alimentación,
• alcoholismo y abuso de drogas.
12. Salud mental
El carácter permanente y crónico de la violencia en el hogar hace que
sus consecuencias psicológicas sean de largo alcance. A pesar de que
un solo incidente traumático puede tener consecuencias psicológicas
permanentes, la agresión cíclica es claramente más perjudicial para el
ajuste social (Follingstadet et al., 1991; Gelles y Harrop, 1989; Carmen et
al., 1984).
En un hospital de Estados Unidos, el 25% de los casos de intento de
suicidio de mujeres de raza blanca tuvo como antecedente la violencia
doméstica. Un estudio transcultural concluyó que la violencia en el
hogar es la principal causa del suicidio femenino (Heisse, 1994).
Estudios de otros problemas de salud tales como dolor crónico,
trastornos de alimentación, enfermedad inflamatoria pélvica y depresión
han concluido que la violencia es el principal factor de riesgo. Sin
embargo, pocas veces los servicios de salud diagnostican a la violencia
como la causa de muchas de las enfermedades que sufren las mujeres
(Schei, 1996)
13. Productividad
de la mujer
La productividad de las mujeres víctimas de violencia doméstica
disminuye en forma significativa.
Managua, Nicaragua
las mujeres que sufren violencia física severa ganan sólo el 57% de lo que ganan las
mujeres no maltratadas. Esta pérdida representó aproximadamente el 1.6% del PIB en
1996 (Morrison y Orlando, 1999).
Santiago, Chile
Las mujeres que sufren violencia física severa ganan sólo el 39% de lo que ganan
las mujeres no maltratadas. La pérdida de ingreso para el total de las mujeres
representó más del 2% del PIB de Chile en 1996 (ibid, 1999).
Uruguay
El 42% de las mujeres con un nivel alto de ingresos reporta no haber sido víctima
de la violencia doméstica, mientras que sólo el 21% del total de mujeres hace tal
declaración (Traverso, 1998).
14. Generaciones
futuras
Efecto en las generaciones futuras
Los niños que son testigos o víctimas de violencia en el hogar presentan mayores
niveles de agresividad y conducta antisocial tanto fuera como dentro del hogar (Jaffe et
al., 1986). Adicionalmente, presentan una tasa promedio más alta de abuso de drogas,
suicidio, ansiedad, depresión, problemas en la escuela, comportamiento violento y
agresivo, trastornos del sueño y trastornos somáticos (Holden y Ritchie, 1991). La
violencia en el hogar es un precursor importante de la delincuencia, la violencia contra
la pareja futura y el vandalismo y la vagancia.
15. Lección 13.2.
Prevención, control e identificación de la violencia doméstica y
servicios de apoyo
Prevención
El conocimiento que hoy se tiene sobre los procesos que desembocan en violencia contra la mujer y las
implicaciones de este tipo de violencia en el desarrollo personal y social, nos compromete a desarrollar programas
integrales que valoren la complejidad de la problemática y que movilicen las distintas fuerzas sociales implicadas.
Esto permite la utilización óptima de los escasos recursos disponibles y la creación de un sistema integral de
atención y asistencia a la mujer que sufre violencia, lo que también implica la integración de los recursos del
Estado, los organismos no gubernamentales, la comunidad y una amplia gama de intervenciones; desde la
prevención de la violencia a nivel de la población en general, hasta la atención especializada de las víctimas,
victimarios y testigos de la violencia.
Principios básicos de los programas de prevención de la violencia
doméstica
La Asociación Americana de Psicología plantea que los programas exitosos para prevenir la violencia contra la
mujer se fundamentan en cuatro principios básicos (APA, 1996):
• Realizan intervenciones en distintos aspectos de la vida: familia, escuela, comunidad, medios de
comunicación, etc.
• Aprovechan las etapas de transición en la vida como oportunidades para el desarrollo. Es aquí donde las
intervenciones podrán verdaderamente representar una diferencia; por ejemplo, al nacer, al ingresar al nivel
preescolar o a la primaria, durante la adolescencia, etc.
• Se fundamentan en la identificación teórica de los factores de riesgo social y de los factores de desarrollo que
conducen hacia un comportamiento violento.
• Se enfocan en los hombres (los victimarios potenciales), así como en las víctimas potenciales.
16. La escuela y los medios de comunicación son dos herramientas fundamentales de
prevención
LA ESCUELA
Las escuelas pueden adoptar medidas concretas para erradicar y prevenir la discriminación contra la mujer que es
reforzada por estereotipos, valores y prácticas sexistas presentes en los sistemas educativos (Subsecretaría de
Asuntos de Género, 1996).
Se destacan tres acciones posibles para erradicar tal
discriminación:
• la revisión del currículum escolar con miras a incluir una perspectiva de género;
• el control de la violencia entre compañeros en el ámbito escolar;
• la incorporación de módulos de estudio específicos sobre resolución pacífica de
conflictos y asertividad
La finalidad de realizar una revisión curricular para incluir una perspectiva de género es mitigar los factores de
riesgo asociados a la rigidez en los estereotipos sexuales, lo que puede lograrse realizando actividades como:
• Revisar los textos escolares para eliminar estereotipos de género e incorporar los aportes de la mujer a la historia, la
ciencia y las artes. Las mujeres están prácticamente ausentes en los libros escolares y, cuando aparecen, lo hacen
en forma estereotipada.
• Incorporar en el currículum para ambos sexos temas específicos que, tradicionalmente, se han enseñado
únicamente a la mujer, por ejemplo, la vida en familia y la problemática de la violencia doméstica.
• Diseñar cursos prácticos, tanto para niños como para niñas, que desarrollen las destrezas y moldeen las actitudes
que serán de utilidad para la vida familiar cuando sean adultos.
• Promover la actividad física y deportiva de las mujeres, así como la participación en otras actividades
tradicionalmente asociadas al sexo masculino.
• Trabajar con los docentes y demás miembros de la comunidad educativa para fomentar una mayor comprensión y
una reflexión crítica sobre la desigualdad por motivos de género. Si los maestros y líderes educativos logran
identificar sus propias actitudes hacia las diferencias de género (normas disciplinarias, asignación de tareas,
atención prestada, etc.), podrán valorar de manera equitativa las destrezas, estilos, intereses y aportes de mujeres y
hombres.
17. Programa de prevención del
comportamiento agresivo
Olweus (1996), analizó un programa de prevención del comportamiento agresivo en las escuelas
que fue implementado en Alemania. Como resultado, la incidencia de la violencia y el vandalismo
disminuyeron en un 50%. Paralelamente la disciplina mejoró y se lograron relaciones
interpersonales más positivas. Los componentes de este programa fueron los siguientes:
• Elevar el nivel de conocimiento de los padres de familia sobre el problema de la
violencia en las escuelas.
• Mayor supervisión en los recreos y a la hora de almuerzo.
• Reacción inmediata ante un comportamiento agresivo.
• Normas específicas en cada clase que prohíben la violencia entre compañeros.
• Reuniones de clase para discutir los comportamientos agresivos.
• Conversaciones individuales con las víctimas y los agresores.
• Conversaciones individuales con los padres de las víctimas y los agresores.
La incorporación de módulos específicos en el currículum permite enfrentar diversos factores
asociados a la violencia doméstica. Los siguientes son ejemplos de objetivos establecidos para
algunos de estos módulos:
• Apoyar a los jóvenes para que puedan comprender, identificar y prevenir la violencia en sus
propias relaciones de pareja.
• Proporcionar al estudiante las herramientas necesarias para dar apoyo a un amigo que
pueda estar viviendo una situación de violencia.
• Enseñar a los jóvenes medios de resolución pacífica de conflictos.
• Fortalecer la autoestima y la asertividad.
• Reconocer y modificar estereotipos del rol de hombres y mujeres.
18. LOS MEDIOS DE COMUNICACION
En las últimas décadas se ha comprobado que los medios de comunicación son una herramienta
poderosa para generar cambios de conducta por medio de campañas masivas o estrategias más
focalizadas (Tilson et al., 1977).
Para lograr cambios radicales en las actitudes, el comportamiento y las normas sociales, es
fundamental contar con enfoques estratégicos sostenidos e integrados (Suarez y Quesada, 1999).
El diseño y la implementación de campañas de prevención contra la violencia doméstica requieren
de un análisis previo para identificar el nivel de progreso del país en cuanto a los esfuerzos
realizados para combatir esta forma de violencia (Castillo Ruiz, 1999).
El diagnóstico definirá los objetivos y las etapas de la campaña. Se deben formular, desde el inicio,
algunas preguntas de gran importancia, tales como:
19. En la mayoría de los países, las campañas educativas sobre la violencia doméstica utilizan una
combinación de métodos de divulgación como boletines noticiosos, afiches, radio, televisión y
panfletos que persiguen objetivos tales como:
• Cambiar las actitudes y los valores del público relativos al problema de la violencia contra la
mujer.
• Elevar el nivel de conocimiento de la población sobre el problema de la violencia doméstica.
• Brindar información sobre los servicios de apoyo disponibles.
• Lograr que tanto las víctimas como los victimarios tengan conocimiento sobre las leyes y el
sistema judicial (Naciones Unidas, 1993).
Aunque muy pocas campañas educativas han sido evaluadas, hay un sinnúmero de
experiencias innovadoras de este tipo que han logrado atraer la atención del público hacia
el problema de la violencia doméstica (ibid, 1993).
Una de las campañas más ambiciosas de prevención de la violencia doméstica es la
emprendida por UNIFEM (Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer) que
realiza campañas regionales con el fin de hacer realidad el lema "una vida sin violencia es
un derecho nuestro".
La campaña tiene como meta movilizar a la sociedad civil y a las autoridades
gubernamentales a fin de garantizar que los gobiernos respeten su compromiso de
promover y proteger los derechos humanos de las mujeres (en el cuadro se presenta un
ejemplo de la campaña apoyada por UNIFEM en Argentina).
20. Ejemplo de aplicación de la campaña en Argentina
Campaña masiva de educación para la prevención de la violencia contra la mujer realizada por el Instituto Social y
Político de la Mujer, Argentina 1998.
El propósito de esta campaña fue crear conciencia entre la población respecto al problema de la violencia contra la mujer y
difundir métodos de prevención. La campaña estuvo dirigida a la sociedad en general: mujeres y hombres de todas las
edades y clases sociales. Se diseñaron mensajes adaptados a las características propias de la población objetivo, tales
como edad, sexo e intereses.
En su fase preparatoria se trabajó para lograr la participación de periodistas, figuras públicas, líderes sociales, diseñadores
gráficos, comunicadores, estudiantes de estas disciplinas, profesionales de Internet, ONG, agencias de servicios
relacionados y la empresa privada.
Las principales actividades fueron:
• Una campaña de publicidad para elevar el nivel de conocimiento sobre el problema, las formas que adquiere y cómo
prevenirlo.
• Una campaña de prensa para brindar información y cifras básicas en forma permanente.
• Un sitio en la Red con información sobre violencia doméstica y la campaña: http://www.ispm.org.ar/violencia_mujer.html
• Una campaña para recaudar fondos para asegurar la continuidad del proyecto.
El proyecto contó con un componente de evaluación tanto cuantitativa como cualitativa.
En la evaluación cuantitativa se utilizaron los siguientes indicadores:
• Tamaño del espacio de columnas dedicado al tema en la campaña de prensa
• Tiempo de la cobertura por televisión y radio
• Número de personas que solicitaron apoyo de las instituciones prestadoras de asistencia
• Número de denuncias interpuestas ante las instituciones gubernamentales antes y después de la campaña
• Número de visitas al sitio de la Red
La evaluación cualitativa se realizó a través de una encuesta. La medida estándar para evaluar la campaña de recaudación
de fondos fue, por supuesto, la cantidad de dinero recaudada (Lubertino, 1999).
21. Control
Los programas de prevención primaria han demostrado ser efectivos para mitigar los factores de riesgo que pueden
desembocar en violencia; no obstante, no han sido efectivos en aquellas poblaciones con un historial previo de
comportamientos altamente violentos (APA, 1996). Estos casos requerirán una atención especial orientada específicamente
hacia las poblaciones de alto riesgo.
Para dar una respuesta efectiva a estas poblaciones, es necesario contar con la capacidad de detectar y dar asistencia a las
víctimas. Se debe entonces proporcionar capacitación técnica a todos los actores involucrados en el proceso de respuesta al
problema de la violencia doméstica:
• Proveedores de servicios de
salud.
• Funcionarios del sistema judicial.
• Agentes de policía.
• Trabajadores sociales.
• Líderes comunitarios, etc.
La capacitación de personal es una actividad crucial para logar este objetivo.
Esta capacitación se ha llevado a cabo de diversas formas, desde charlas informales de sensibilización, hasta programas
especializados a nivel de postgrado en Argentina, Chile y México. En general, la capacitación busca mejorar la respuesta de
los servicios brindados a la mujer víctima de violencia doméstica, lo que implica elevar los niveles de entendimiento y
conciencia sobre esta problemática. También requiere desarrollar mayores niveles de sensibilidad, experiencia y destreza
en el manejo de casos de violencia doméstica, así como fortalecer el trabajo interdisciplinario (Naciones Unidas, 1993).
22. PARA DETECTAR LOS CASOS DE VIOLENCIA DOMÉSTICA SE RECOMIENDAN
DOS MÉTODOS:
• Examen de rutina para todas las mujeres. Según lo demuestran estudios recientes, basta hacer
preguntas sencillas para detectar si la persona es víctima de maltrato. Las preguntas siguientes
han demostrado tener una eficacia del 71% en detectar la violencia doméstica:
“¿Alguna vez se ha sentido insegura en su casa?”
“¿Alguna persona en su casa la ha golpeado o ha tratado de
lastimarla de alguna forma?”
• Los casos de maltrato de menores con frecuencia nos ayudan a identificar los casos de violencia
contra la mujer. Entre el 51% y el 70% de las madres de niños maltratados están siendo también
ellas víctimas de sus parejas (Holden y Richie, 1999).
Una vez identificada la víctima, ésta necesita recibir atención y servicios específicos. Esta
asistencia puede ser de naturaleza física, social, psicológica o legal, y la beneficiaria de tales
servicios puede ser la víctima y/o su familia.
Detección de la violencia doméstica
Servicios para las víctimas de violencia doméstica.