La norma culta del español se refiere al conjunto de criterios lingüísticos que regulan el uso considerado correcto del idioma. Esta norma corresponde al nivel sociocultural elevado y sirve para unificar el idioma. La Real Academia Española se estableció en 1713 para fijar las voces y vocablos del español en su mayor propiedad, elegancia y pureza.
2. Definición
Conjunto de criterios lingüísticos que
regulan el uso considerado correcto, o
variante lingüística que se considera
preferible por ser más culta.
3. El uso que los hablantes hacen de su lengua corresponde a
una manera particular de realizar el sistema, es decir, a
una norma determinada. De las distintas normas que
conforman una lengua, la de mayor prestigio social es la
llamada norma culta o lengua formal porque es la lengua
oficial de una comunidad de hablantes: es homogénea,
flexible y es la que corresponde también a la vida cultural y
pública.
4. Características generales
• Lengua de nivel sociocultural elevado.
• En realidad, es la norma culta lo que
unifica y da estabilidad al idioma.
• Homogeneidad de la lengua culta.
• La lengua culta sirve de referencia.
5.
6. Para el hablante español medio, la autoridad
máxima, algo así como el tribunal supremo del
idioma, es la Real Academia Española. Esta
institución oficial nació, en 1713, con un carácter
exclusivamente técnico (diferente del de hoy, que
es en gran parte honorífico) y con una finalidad
muy definida, que está de manifiesto en su lema:
Limpia, fija y da esplendor. Es decir, su misión era,
basándose en el uso de los mejores escritores,
establecer una forma precisa y bella de la lengua,
exenta de impurezas y de elementos superfluos.
7. Con tal objeto compuso la Academia el célebre
Diccionario de Autoridades en seis volúmenes,
(1726-1739), y más tarde su Ortografía (1741) y
su Gramática (1771). Incluso entre personas
cultas es frecuente oír que tal o cual palabra “no
está admitida” por la Academia y que por tanto “no
es correcta” o “no existe”.
8. Un error fundamental
Es un error el considerar que alguien – sea una persona o una
corporación – tiene autoridad para legislar sobre la lengua. La lengua es
de la comunidad que la habla, y es lo que esta comunidad acepta lo que
de verdad “existe”, y es lo que el uso da por bueno lo único que en
definitiva “es correcto”. La propia Academia, cuando quiso imponer una
determinada forma de lengua, no lo hizo a su capricho, sino presentando
el uso de los buenos escritores. La validez de un diccionario o de una
gramática en cuanto autoridades depende exclusivamente de la fidelidad
con que se ajusten a la realidad de la lengua culta común; ninguna de
tales obras ha de decirnos cómo debe ser la lengua, sino cómo es, y por
tanto su finalidad es puramente informativa. Se puede buscar en ellas
orientación, no preceptos.
9. La norma
Si la lengua es de todos; si nadie, ni la
Academia ni gramáticos, la gobiernan, ¿cómo
se mantiene su unidad? Ya hemos dicho que el
instinto general de conservar el medio de
comunicación con los demás, necesidad de
toda sociedad, es lo que frena y contrarresta la
tendencia natural a la diversidad en el hablar.
Este instinto es el que establece las normas
que rigen el habla de cada comunidad.
10. Cada grupo humano, por pequeño que sea, tiene su norma lingüística.
Los habitantes de una aldea se burlan de los de la aldea vecina
porque hablan “peor que ellos”, es decir, porque no siguen su propia
norma; y el paisano que, después de haber vivido años en la capital,
vuelve a la aldea, tiene que recuperar su lenguaje local por miedo a
resultar ridículo o afectado, esto es, a quedar fuera de la norma. En el
pueblo de al lado, la norma será distinta. Pero, naturalmente, la
comunicación no solo es necesaria entre las personas dentro de cada
aldea, sino de una aldea a otra, de una ciudad a otra, de una región a
otra. Y entonces se hace necesario limar diferencias, seleccionar lo
que todos entienden y aceptan. Esta necesidad es la creadora de la
lengua común, la lengua idealmente exenta de particularismos locales.
[...] Como es al nivel culto de la lengua al que se asocia generalmente
el criterio de corrección, resulta que la norma de la lengua común se
basa ampliamente en la forma escrita del nivel culto.
11. Lengua estándar
La lengua estándar es considerada correcta y
ejemplar en una comunidad. Es la versión cuyas
normas ortográficas y gramaticales siguen la
mayoría de los textos escritos en esa lengua, y la
que se enseña a quienes la aprenden como lengua
extranjera.
12. Características de la lengua estándar
• Un diccionario que unifique un
vocabulario y una ortografía
estandarizados.
• Una gramática reconocida que registra
las formas, reglas y estructuras del
lenguaje y que recomienda ciertas formas
y castiga otras.
13. • Un sistema de pronunciación estándar,
que es considerado como “educado” o
“adecuado” por los hablantes y que se
considera libre de marcadores regionales.
• Una institución que promueve el uso de
la lengua y que posee cierta autoridad,
formal o informal, en la definición de sus
normas de uso, como la Real Academia
Española.
14. • Un estatuto o constitución que le da un
estado oficial en el sistema legal de un
país.
• El uso de la lengua en la vida pública,
por ejemplo en el poder judicial y el poder
legislativo.
• La enseñanza escolar de la ortografía y
gramática estandarizadas.
15. Jerarquía lingüística
I. Norma culta:
Esta norma corresponde al ideal de la lengua forjado
a lo largo de siglos por los hispano parlantes. Esta
norma resulta de las personas instruidas y de los
escritores de ambas orillas del atlántico, codificada
por los gramáticos y lexicólogos y enseñada en la
escuela.
16. En este último aspecto ha sido decisivo el
trabajo unificador de la Real Academia
Española (RAE) fundada en 1713 con la
misión de :
•“fijar las voces y vocablos de la lengua
castellana en su mayor propiedad ,
elegancia y pureza“
17. II. Norma inculta
Corresponde al empleo del idioma que
realizan los individuos insuficientemente
instruidos, y se manifiesta con
pronunciaciones, palabras y construcciones
sintácticas deficientes en nuestro idioma.