Benzodiazepinas en anestesiologia generalidades.pptx
Qué es la autoestima
1. ¿Qué es la autoestima?
Es el valor que nos asignamos a nosotros mismos, y que se relaciona con cuánto nos aceptamos como
somos y qué tan satisfechos estamos con nosotros mismos. Esto a su vez está íntimamente relacionado
con el grado en que creemos que tenemos derecho a ser felices y cuánto respetamos y defendemos
nuestros propios intereses. Las personas que han desarrollado estas habilidades y una alta valoración de
sí mismas tienen una autoestima más alta que aquellas que no han logrado esta meta.
¿Qué es el autoconcepto?
Es la idea que tenemos de nosotros mismos. Algunos ejemplos serían cómo nos definimos, qué
cualidades o habilidades pensamos que tenemos, qué defectos o debilidades, qué tanto sentimos que
somos aceptados por los demás.
¿Qué relación existe entre autoestima y autoconcepto?
Entre más claro es el concepto que tenemos de nosotros mismos y mayor aceptación tenemos de
éste, más positivo será. El grado en el que valoramos ese concepto que tenemos de nosotros es la forma
en la que vamos a poder definir nuestra estima como alta o baja.
¿Qué importancia tiene la autoestima en el desarrollo del niño?
La forma como nos sentimos con respecto a nosotros mismos afecta todos los aspectos de nuestra
vida. Desde la manera como nos desempeñamos en la escuela, el trabajo, en la relación con otras
personas, hasta la forma como nos enfrentamos a los problemas, las decisiones que tomamos y las
metas que nos planteamos para el futuro.
¿Cómo son los niños con alta autoestima?
Los niños con una alta autoestima son niños seguros de sí mismos, que tienen confianza en sus
capacidades, pueden reconocer sus errores y aceptarlos, saben que cuentan con apoyo, afecto y
aceptación de sus padres. Son niños que se valoran a sí mismos y pueden darse cuenta si alguien quiere
abusar de ellos, son niños que aprenden a defender sus derechos y puntos de vista.
¿Cuándo se forma la autoestima?
La autoestima se desarrolla desde la infancia, primero a través de la relación con los padres y
madres y posteriormente con el grupo familiar y social. En la adolescencia se reafirma o revalora la
autoestima y así en la edad adulta los éxitos y fracasos continúan repercutiendo en la manera de
evaluarnos a nosotros mismos.
¿Cómo se forma la autoestima?
Desde la infancia, los adultos podemos nutrir la confianza y respeto de los niños hacia sí mismos,
dependiendo de si los respetamos, les demostramos cariño de forma incondicional, los valoramos y los
alentamos a tener confianza en sí mismos. Si no hacemos esto, estaremos afectando negativamente la
posibilidad de que desarrollen su autoestima.
¿Es cierto que con rechazos sutiles, no agresivos, también se afecta negativamente la
autoestima?
Sí. Para que una persona se sienta rechazada no necesita que la empujen para sacarla de un grupo,
ni que le griten que no la quieren. Cosas tan simples como que la ignoren cuando habla (ver para otro
lado cuando habla o hacer otra cosa mientras habla) que la comparen con otra: "¿por qué tu primo sí
puede y tú no?"; que le hagan sentir que no es capaz: "nunca haces bien las cosas"; son suficientes para
que su autoestima se vea afectada. Por ello es tan importante comunicar pensamientos y valoraciones
positivos.
¿Qué podemos hacer como padres y madres para que nuestros hijos tengan una alta autoestima?
Las padres y madres jugamos un papel muy importante en el desarrollo de la autoestima.
Una de las necesidades fundamentales de todas las personas es sentirnos aceptados, queridos y
necesitados por otros. Para los niños y jóvenes es fundamental poder establecer vínculos con otras
personas.
Aceptarnos a nosotros mismos, nos ayuda a aceptar a las demás personas como son. Hacer esto
con nuestros hijos favorece el desarrollo de una autoestima alta en ellos.
Mostrándoles que los queremos y confiamos en lo que dicen y hacen les daremos a nuestros hijos
seguridad en sí mismos.
2. ¿Por qué algunos padres y madres que quieren y aceptan a sus hijos no favorecen su autoestima?
Los padres y madres que no favorecen el desarrollo de la autoestima de sus hijos generalmente son
demasiado estrictos. En vez de elogiar los logros de nuestros hijos les exigimos cada vez más. Esta
situación transmite al niño la idea de que lo que hace no está bien, y nunca logra dar gusto a su padre o a
su madre ni a sí mismo, por lo que se siente frustrado y devaluado.
Por ejemplo:
Niño: Papá, te tengo una gran noticia, saqué el primer lugar en mi grupo.
Papá: Yo lo que quisiera es que fueras más obediente y que sacaras primer lugar pero no del grupo, sino
de la escuela.
Niña: Quiero mucho a mi amiga Laura.
Mamá: Pues tú la quieres mucho, pero ya ves que no estudia. ¡Ay, qué amiguitas!
¿Cuáles son los errores más comunes en la educación de los hijos que impiden la formación de
una alta autoestima?
A continuación mencionamos algunos errores que se pueden evitar:
a) Manejar al niño en función de premios y castigos. Cuando se maneja al niño con premios y castigos
éste aprende que es valioso sólo cuando hace lo que las demás personas quieren y que para ganar un
premio debe ser mejor que las demás personas. Al hacer esto, estamos haciendo que se valore en
relación con la competencia con otras personas y no en relación a sus propios logros. Cuando no obtiene
la meta final, aún habiéndose esforzado, sentirá que fracasó. Otro problema es que esta técnica lleva al
niño a hacer las cosas para ganar el premio o por temor al castigo y no por el gusto o por responsabilidad
propia. Esto lo llevará a hacer las cosas sólo por razones exteriores a él y no por su propia motivación.
b) Tener expectativas que no corresponden a la edad o a las características del niño. Comparar al
niño con otras personas hace que nos formemos expectativas equivocadas, como por ejemplo, al saber
que el hijo de una amiga nunca despierta por la noche, decidimos que nuestro hijo también debe hacerlo,
nos provoca molestia que continúe despertándose. En estos casos no estamos tomando en consideración
que cada persona es diferente y de lo maravilloso que así sea. ¿Se imaginan qué aburrido sería que
todos fuéramos iguales? Otras veces lo que sucede, es que aspiramos a la perfección y, por lo tanto, el
niño nunca o pocas veces logra satisfacer a los padres: "Ya te salió mejor ese dibujo, pero vi uno de tu
compañerito que estaba perfectamente bien terminado". El niño seguramente se sentirá más satisfecho
consigo mismo y más motivado a hacer esfuerzo si se le dijera: "Cada vez dibujas mejor, me encanta ese
dibujo".
c) Resaltar los errores y no los logros. Por lo general, tendemos a hablar de los problemas con los
niños, de lo difícil que es educarlos y de los errores que comenten, en vez de hablar de las satisfacciones
que nos dan y de sus logros. Muchas veces, esto mismo es lo que transmitimos al niño. Por ejemplo, nos
fijamos en el juguete que le faltó guardar en vez de felicitarlo por todos los que sí guardó; o resaltamos la
materia en la que obtuvo baja calificación en lugar de elogiar el éxito en las otras actividades escolares.
De esta manera "olvidamos" reconocer los logros y le damos más atención y más valor a los fracasos.
¿Cómo se puede identificar qué tipo de autoconcepto y autoestima tienen nuestros hijos?
Conocer qué piensan nuestros hijos respecto a su familia, su escuela, sus amigos, etc., incluye
conocer qué piensa respecto a sí mismo. La manera de saberlo es comunicándonos con él y permitiendo
que valore sus actividades y logros antes de decidir como adultos si nos parece bonito, feo, difícil o fácil.
Las siguientes preguntas nos pueden ayudar a conocer qué piensan los niños de ellos mismos:
¿Cómo crees que te ves con esa ropa?
¿Quién piensas que ganaría la carrera?, ¿en qué lugar crees que podrías llegar?
¿Por qué crees que a "fulanito" le gusta ser tu amigo?
¿Por qué piensas que "perenganito" no quiere jugar contigo?
¿Adivina qué es lo me gusta de ti?
¿Cómo crees que vas a ser de grande?
¿Cuáles son las cosas que más se te facilita hacer?
¿Qué es lo que más se te dificulta hacer?
¿Para que sirve conocer el autoconcepto y la autoestima de nuestros hijos?
Al saber lo que piensan de sí mismo, los podemos ayudar si les mostramos aprecio y reconocimiento
por las actividades en que sobresalen y los apoyamos en las que se sienten inseguros o poco aceptados.
Lo podemos hacer si les enseñamos nuevas habilidades o les mostramos las que ya poseen. Por
ejemplo: Mariana piensa que sus dibujos son feos. La ayudaríamos si le enseñamos sus dibujos
3. anteriores y le mostramos con agrado cómo ha mejorado. Otra forma puede ser ayudarle a dibujar paso a
paso lo que desea, para que aprenda nuevas formas de resolver el problema. En cualquier caso es
recomendable reconocer abiertamente y de diferente manera su esfuerzo y hablarle positivamente acerca
de sus habilidades en otras áreas.
Todos sobresalimos en algo, no es válido decir que alguien no sobresale en nada. Búsquelo.
Seguramente va a encontrar algo positivo en cada persona. Empiece por sus hijos. Dígaselos.
¿Qué se puede hacer para ayudar a los hijos a incrementar su autoestima cuando descubrimos
que es baja?
Prestando atención al niño cuando lo necesite. Los niños piden atención, tanto directamente diciendo
cosas como "ven conmigo" o "acompáñame" como de manera indirecta a través del llanto, preguntas,
quejas, etc.
Se recomienda escucharlos y demostrarles que nos interesa lo que dicen, mirándolos a los ojos y en
ocasiones repitiéndoles lo que entendimos para verificar qué quieren decir.
-Demostrando afecto con caricias, abrazos, frases estimulantes, como: "estás muy elegante", "me gustas
mucho". Se sugiere hacerlo de manera espontánea y cuando sea real; los niños perciben fácilmente si el
estímulo es sincero o no.
-Elogiando sus esfuerzos: "Limpiaste muy bien la mesa", "te quedó muy bonito ese cuadro", "estoy
orgulloso de tus calificaciones".
-Reconociendo sus intentos de relacionarse con las demás personas: "Qué bueno que le prestaste tus
carritos a Juan". Animándolo para que aprenda a reconocer sus cualidades por sí mismo.
-Hablándole sobre sus sentimientos; esto permite crear un ambiente de tranquilidad donde sea posible
comunicarnos sin enojos. Ejemplo: "No me gusto lo que hiciste porque…".
-Dándole pequeñas sorpresas: Recaditos cariñosos, un dibujo, unas calcomanías, un cuento, una tarjeta
de felicitación por ser como es.
-Compartiendo aficiones e intereses con él; "Ayer leí en el periódico algo que pienso que te interesa".
-Resaltando sus características especiales: "Eres muy bueno en trabajo manual", "siempre que me
ayudas con el jardín las flores se ponen más bonitas".
-Aceptando sus ideas, animándolo para que las lleve a cabo aunque sean diferentes a las nuestras.
-Respetando la intimidad de su habitación y admirando sus pertenencias. "Te quedó increíble tu cuarto,
que buena idea que lo acomodaras así".
-Permitiendo que cumpla con sus responsabilidades a su manera (siempre y cuando no haya peligro)
para que así descubra por sí mismo sus cualidades y habilidades.
-Permitiendo que lleve a cabo su trabajo u obligaciones a su ritmo. Los niños trabajan más lentamente
que los adultos y se fijan en cosas diferentes.
-Comprendiendo sus fracasos y apoyándolo cuando necesita ayuda. No es necesario ser el mejor o ganar
siempre, ni es posible ser perfectos en todo. Por ejemplo: "Esta calificación en tu trabajo nos va a servir
mucho porque aquí tenemos señalado con estos tachaditos lo que debemos repasar para el próximo
examen. No te preocupes, yo te voy a ayudar".
Dignidad, autoestima e identidad nacional
13 de noviembre de 2007
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por Gustavo Ywanaga Reh; gywanaga@gmail.com Director General Pro-intellectum
4. Parece mentira que luego de más de medio siglo, la situación de miseria y pobreza de los pueblos del
tercer mundo no ha cambiado, muy por el contrario cada día estas dos amenazas efectivas de la
humanidad, se incrementan significativamente día tras día. Todas las políticas internacionales impuestas
por las agencias financieras y sus patrocinadores tendentes a revertir los procesos de pobreza han
fallado, lo único significativo es que los ricos son más ricos, y los negocios de éstos, generan más
recursos para sus dueños y alimentan en la sombra, en muchos casos, a la corrupción de estos Estados.
El Perú no escapa a esta realidad, es más, somos un claro ejemplo de la inequidad, injusticia y “no
distribución” de los recursos. Una persona que revisase todos los avisos de empleo en nuestro país verá
una oferta inferior a dos mil puestos laborales para” todo el territorio” con ofertas (desde un empleado de
limpieza hasta un gerente de una empresa), los cuales se mantienen en promedio en un lapso cercano a
una semana mientras que cada día nacen 1827 niños en todo el país, de los cuales aquellos que logren
llegar a la mayoría de edad enfrentarán (suponiendo que mañana fuesen adultos), una exclusión superior
al 90 % en la participación de la oferta laboral. Ahora los puestos de empleo son en promedio con sueldos
inferiores a US$ 200, sin seguro laboral ni de salud.
La cifra de pobreza es alarmante, más del 50 % de la población es pobre y sobre el 10 % en la categoría
de extrema pobreza, es decir viven con menos de 1 dólar al día. Gran parte de la otrora clase media, que
hoy está en pobreza, ha ido liquidando sus activos, es decir hipotecando casas, máquinas, joyas, etc.,
para poder cumplir con sus obligaciones o necesidades. Son pocas las personas que mantienen
anualmente sus “ahorros” en los bancos o que tienen dinero invertido. Muy por el contrario, los bancos
sólo son meros intermediarios de los pagos o sueldos, y en el caso de trabajadores tanto estatales como
de empresas privadas, es obligatorio tener una cuenta en los bancos a, b ó c para poder realizar el
depósito del sueldo, dineros que simplemente se esfuman en las dos primeras semanas de cada mes.
Por otro lado, la educación a nivel nacional ha colapsado en los niveles de inicial, primaria y secundaria
así como en superior (centros de educación nacional). Los niveles de comprensión de lectura son
demasiado bajos y la resolución de problemas en el área de lógico-matemática se encuentra en idéntica
condición. También hay que añadir, que es muy difícil que entre en la cabeza de un niño algún número o
texto, simplemente con una taza de te en el estómago. Existe un divorcio entre la universidad y la
empresa, y en líneas generales la educación no cuenta con medios físicos adecuados, docentes
justamente remunerados, motivados y bien preparados así como planes curriculares actualizados y de
acorde con la realidad local-nacional. Sin embargo cada año, miles de nuevos profesionales engrosan las
filas del desempleo, sub-empleo o informalidad, debido a que las ofertas de plazas universitarias se
programan de acuerdo al número de carpetas y no a la realidad nacional.
La falta de carreteras longitudinales y transversales en el territorio, así como medios de transporte
adecuados, vienen ocasionando exclusión de las poblaciones fronterizas donde la infancia y juventud
aprenden a leer y escribir en los países vecinos, bajo otras banderas, bajo otras lenguas. En gran parte
de este perímetro fronterizo la presencia del Estado se limita a unos pocos y mal equipados puestos de
vigilancia y a discontinuos operativos de seguridad en la lucha contra el TID o los remanentes terroristas.
Muchos distritos de la Selva o Sierra peruana también han sido incomunicados en las políticas viales,
excluidos de la economía nacional. Ante esta realidad, cómo esperar la identidad de estas peruanas o
peruanos, hacia un Estado excluyente. Imaginemos porqué un simple kilogramo de limas puede valer
menos de 10 centavos y en la capital sobrepase los S/ 3 soles o, toda la cosecha de papas de un simple
agricultor de algún lugar de nuestra Sierra valga lo que vale un costal en la ciudad capital. Lima engloba
los recursos nacionales, es comprensible, pues, es casi la mitad de la población nacional. Se extraen
recursos de provincias pero se tributa en Lima, nuestra capital centraliza recursos pero a su vez también
lo hacen todas las capitales de provincia.
Asímismo, las familias se están desintegrando, los valores humanos a nivel nacional están en crisis. La
subjetividad de la justicia, la corrupción, la impunidad, han contribuido a que nadie confíe en el sistema de
justicia, cada quién vela por sí mismo. La percepción de seguridad, por tanto, es muy baja. ¿Porqué no
comprendemos que la corrupción es parte de nosotros, y que, como sociedad la engendramos hasta
niveles
insospechables? Bajo este clima, nuestros hijos se educan, con pocos valores de la sociedad y encima
una deficiente educación. Aquellos que tuvieron suerte de obtener una visa, forman parte de los más de 2
millones de peruanos en el extranjero, peruanos que si bien quieren a su país han sentido que éste les dio
la espalda.
¿Cómo pensar que una madre que pierda a sus hijos cruelmente asesinados, mutilados o violados, en
vez de clamar por justicia pida un apoyo económico? ¿Cuánto valemos en realidad? y, sobre todo
¿cuánto es el precio que pedimos por nuestras vidas? Cuando dejamos de querernos a nosotros mismos
(autoestima) perdemos nuestra dignidad, y sin autoestima ni dignidad: ¿COMO HABLAR DE IDENTIDAD
NACIONAL?
5. Autoestima
" Conozco una sola definición de la felicidad: ser un buen amigo de sí mismo" ( P. Solignac)
La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos. El ser humano se percibe a nivel
sensorial; piensa sobre sí mismo y sobre sus comportamientos; se evalúa y los evalúa; siente, en
consecuencia, emociones relacionadas consigo mismo. Todo ello evoca tendencias de actuación acordes
con sus percepciones pensamientos, evaluaciones y sentimientos. Puede ocurrir, por ejemplo, que una
persona se vea con unos kilos de más, y piense de sí misma que es fea y poco atractiva, y que su
aspecto "no da la talla" para ser apreciada por los demás; lo cual puede provocar sentimientos de
vergüenza y una tendencia a evitar la compañía de otras personas. Esta actitud formaría parte de su
autoestima, negativa en este caso. Todo ser humano tiene unas actitudes, positivas o negativas,
hacia sí mismo. Nadie puede dejar de pensar sobre sí mismo ni de evaluarse. Todos, pues, desarrollamos
una autoestima suficiente o deficiente, positiva o negativa, aunque no seamos conscientes de ello. Ocurre
que es necesario un entorno facilitador de la toma de conciencia y el desarrollo de esas potencialidades,
como veremos en el punto tercero.
"Por mucho que valga un hombre, no tiene valor más grande que el valor de ser hombre". (A. Machado)
La autoestima
" Píllele usted haciendo algo bien y hágaselo saber!" (S. Jonson)
Las personas vamos desarrollando una autoestima desde que venimos al mundo. Cómo se adquiera ésta
depende directamente de los mensajes, verbales y no verbales, conscientes o inconscientes, que el niño
recibe de sus padres y figuras significativas.
El niño aprende a percibir el mundo y a sí mismo, en función de cómo lo perciben sus adultos; éstos son
para los niños "espejos psicológicos" a través de los cuales van construyendo su propia imagen. Desde
que nace, el niño se mira en sus padres y va aprendiendo a valorarse por lo que "siente" que ellos le
valoran. Las huellas de estos espejos son profundas y duraderas, tanto "para bien" como "para mal". Los
niños, por tanto, tienden a creer visceralmente lo que sus padres y figuras significativas les transmiten, y a
comportarse de acuerdo a lo que éstos esperan de ellos.
Igualmente, no podrá apreciar ni desarrollar aquellas cualidades o potencialidades que no le sean
reconocidas. Es indudable que la mayoría de los padres desean que sus hijos se valoren en lo que
realmente valen, y que crezcan como personas seguras, eficaces y saludables. Pero debemos tener
presente que como seres humanos falibles, aun con la mejor intención, no siempre generan las mejores
condiciones para que esto sea así; más aún si no recibieron a su vez unas pautas adecuadas para el
desarrollo positivo de su propia autoestima.
Es muy probable que la autoestima de una persona no se desarrolle adecuadamente:
* Cuando hay mucha crítica por parte de los padres y profesores.
* Cuando hay comparaciones con hermanos o compañeros (en vez de"afirmación" de su valía
personal).
* Cuando no se diferencia entre conductas e identidad ("eres malo" cuando "haces algo mal").
* Cuando las muestras de afecto dependen de los aciertos o errores del niño ("te quieromás cuando te
comportas impecablemente que cuando rompes un jarrón"); en vez de manifestarlo aun cuando haya que
corregir la conducta o poner los límites y normas necesarios.
* Cuando no se le reconocen explícitamente sus potencialidades ( al igual que se le reflejan sus
errores).
* Cuando, por ahorrar tiempo o esfuerzo, no se le dan las suficientes oportunidades para desenvolverse
por sí mismo y sentirse capaz, haciendo las cosas por él.
Pero el desarrollo de una autoestima negativa no es irreparable. Al ser algo aprendido, de adultos
podemos responsabilizarnos de nuestro bienestar, y volver a aprender una nueva forma de relacionarnos
con los demás, con nosotros mismos y con el mundo.
Autoestima
Autoestima e Identidad
Las personas con poca autoestima tienen, naturalmente, lo que se conoce popularmente como
"problemas de identidad". No se trata de un sentimiento de humildad sino de desvalorización
6. devastadoramente deprimente. Estas personas pueden actuar con desesperación para obtener una
identidad, siendo cualquiera mejor que ninguna.
Recuerdo cierta vez en que realicé una evaluación psiquiátrica de un joven que había sido arrestado por
robar un banco. El asalto había sido planeado tan chapuceramente que su propósito parecía ser que el
ladrón fuera arrestado y no que consiguiera dinero. El joven señalaba orgullosamente su foto en la
primera plana del periódico. ¡Lo había logrado! Ahora era alguien; alguien negativo, pero alguien, al fin.
Si bien no todos los intentos por resolver el problema de identidad son tan marcadamente patológicos
como éste, muchos están, sin embargo, lejos de ser saludables. El tener una sana autoestima evitaría la
necesidad de resolver cualquier problema de identidad.
Una persona que siente que carece de identidad puede tratar de adquirir una perteneciendo a algo. Esto
es descripto por el Gaón de Steipl (Jaié Olam, vol. 1, cap. 5) en su perspicaz observación de personas
que defienden ideales y congregan a la gente bajo el estandarte de algún movimiento ideológico al que
luego glorifican o incluso adoran. El establece que en esta forma las personas que no pueden sentirse
valiosas adquieren un sentimiento de valorización identificándose con algo que ellas pueden considerar
sublime.
Otra técnica para adquirir una identidad se parece un tanto a la descrita en el caso del súpertriunfador, en
el hecho de que aunque pueda tener algunos elementos compensatorios, éstos se producen a un costo
extraordinario. Las personas sin un sentimiento de identidad pueden esforzarse y alcanzar posiciones y
títulos prestigiosos. Para la pregunta que antes había resultado tan dolorosa, "¿qué soy?", ellas tienen
ahora una respuesta: "soy un médico", o "soy un abogado" o "soy presidente de una organización", o "soy
el dueño de una mansión o de un lujoso automóvil". Como en el caso del súpertriunfador, los intentos para
remediar deficiencias inexistentes resultan insatisfactorios y estas personas se convierten,
invariablemente, en desdichados médicos, abogados, poseedores de elegantes automóviles, etc. La falta
de efectividad de esta táctica para alcanzar una identidad está bellamente ilustrada en una de las
leyendas de los "sabios de Jelm".
Uno de ellos visitó cierta vez una casa pública de baños y se encontró en un "terrible aprieto", porque sin
las ropas que lo distinguiesen de los demás todos parecían ser esencialmente iguales. "Entre todos estos
hombres que parecen iguales", se dijo a sí mismo, "¿cómo sabré cuál soy yo?" Luego de pensarlo
cuidadosamente, se le ocurrió una brillante idea.
Tomó un trozo de cuerda roja y la ató alrededor del dedo gordo de su pie. ¡Ahora era otra cosa! No había
forma de que pudiera perderse entre tantos hombres iguales.
Desafortunadamente, mientras se enjabonaba y duchaba, la cuerda roja se deslizó fuera de su dedo y
otro bañista la pisó de tal manera que quedó enganchada en el dedo gordo de su pie. Después de un
rato, el "sabio de Jelm" advirtió al portador de la cuerda roja, luego miró su propio pie y, por supuesto, no
vio nada. Quedó confuso y acercándose al otro hombre le dijo: "Perdóneme, pero quizá pueda usted
ayudarme. Sé muy bien quién es usted, pero, ¿podría usted decirme quién soy yo?"
Este jugoso relato popular contiene una profunda enseñanza psicológica. Si mi identidad es una cuerda
roja, quienquiera que la lleve puesta tiene mi identidad. Si mi identidad es el exótico automóvil o el hogar,
ella será el resultado del título y yo permaneceré invariable.
La afirmación "soy un médico" expresa lo que hago, y la expresión "soy dueño de esa mansión" indica lo
que tengo, pero ninguna de las dos dice qué soy yo. Si nos resulta difícil describirnos a nosotros mismos
como no sea en términos de lo que hacemos o poseemos, ello indica cuánto nos hemos desviado del
verdadero sentido del propio yo.
LA AUTOESTIMA
Para alcanzar un buen nivel de autoestima, debemos descubrir nuestra Identidad. ¿Quién
soy yo? ¿qué soy?, y más importante y decisivo aún, ¿qué quiero ser?
Ya sea consciente o inconscientemente, todos albergamos opiniones y emociones respecto
a nosotros mismos: seguridad o inseguridad, confianza o desconfianza, fe en nosotros
mismos y nuestros proyectos o falta de entusiasmo. Todos estos elementos dependen
directamente del nivel de autoestima que hemos desarrollado.
Todo ello incide en la forma en que miramos las cosas, en cómo aprovechamos las
oportunidades que la vida nos ofrece y en la manera en que nos relacionamos con los
demás.
Con una autoestima saludable, nos hacemos cargo de nuestra propia vida y asumimos una
actitud responsable y activa en la búsqueda de nuestras propias metas.
Definición de “La Autoestima”:
Algunos usan la palabra “estima” en el sentido de “aprecio, cariño”, y vinculan la autoestima al
7. conjunto de emociones y sentimientos que tenemos hacia nosotros mismos. Este enfoque explica
la autoestima como uno de los componentes de los “autoesquemas” o “autosistemas” (Walter
Riso).
En la misma línea, otros autores la definen como el sentimiento personal que surge de la
satisfacción o insatisfacción alcanzada por la forma en que vamos logrando el éxito en la
consecución de las metas que nos habíamos propuesto (William James).
Hay quienes la relacionan a procesos valorativos, vinculados a nuestras opiniones y juicios, así
como a procesos subjetivos y concienciales que se dan la mayoría de las veces de forma
inconsciente dentro de nosotros mismos.
Nathaniel Branden la relaciona con la conciencia, y la define como la disposición a considerarse
competente para hacer frente a los desafíos básicos de la vida y sentirse merecedor de la
felicidad. También con la reputación que llegamos a tener con respecto a nosotros mismos.
Según Branden, la autoestima tendría dos componentes: El sentido de eficacia personal y el
respeto a uno mismo.
Coopersmith afirma que es la evaluación aprobatoria o desaprobadora que uno hace sobre sí
mismo continuamente.
¿QUÉ ES LA IDENTIDAD?
Desde la adolescencia, todo hombre y toda mujer descubren su propia existencia. Y surge la
necesidad de satisfacer las viejas preguntas que se ha hecho la Humanidad desde los albores de
los tiempos. ¿Quién soy Yo? ¿Qué soy? ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Cuál es mi papel en la
Vida? ¿Qué sentido tiene mi existencia?
Ya Sócrates nos recordaba el viejo precepto del frontispicio del templo de Delfos en Grecia:
Conócete a ti mismo y conocerás el Universo.
Precisamente la Identidad es la compleja respuesta a la eterna pregunta humana "¿Quién soy?"
Anita E. Woolfolk indica que la Identidad se refiere a la organización de la conducta, habilidades,
creencias e historia del individuo en una imagen consistente de sí mismo. Esto implica elecciones
y decisiones deliberadas con respecto de la vocación y de una "filosofía de vida”.
Diane E. Papalia y Sally W. Olds explican que la búsqueda de identidad es una búsqueda de toda
la vida, la cual se enfoca durante la adolescencia y puede repetirse de vez en cuando durante la
edad adulta. Erikson enfatiza que este esfuerzo por encontrar un sentido de sí mismo y del
mundo es un proceso sano y vital que contribuye a la fuerza del ego del adulto. Los conflictos
que involucran el proceso sirven para estimular el crecimiento y el desarrollo.
Así, para alcanzar un buen nivel de autoestima, debemos antes que nada descubrir nuestra
Identidad. La primera pregunta que debemos contestarnos con franqueza es ¿quién soy yo? ¿qué
soy?, y más importante y decisivo aún, ¿qué quiero ser?
LA IMPORTANCIA DE LA “IMAGEN”:
El 1968, los psicólogos Robert Rosenthal y Leonore Jacobson demostraron que las expectativas
que los profesores tienen de sus estudiantes -aunque éstos desconozcan dichas expectativas-,
son determinantes en la mayoría de los casos para el logro de las metas y aspiraciones de éstos,
en lo que se llamó el "Efecto Pigmalión". Redescubrieron lo que ya enseñaba la filosofía
tradicional: en el proceso de llegar a ser, son más importantes nuestras expectativas respecto al
futuro que el recuerdo de nuestro pasado.
Como señala Branden, la Identidad, Autosistema o Autoestima crea un conjunto de expectativas
acerca de lo que es posible o apropiado para nosotros. Estas expectativas tienden a generar
acciones que se convierten en realidades. Y las realidades confirman y refuerzan las creencias
originales. La autoestima -alta o baja- tiende a generar las profecías que se cumplen por sí
mismas.
Tales expectativas pueden existir en la mente como visiones del subconsciente sobre nuestro
futuro. El psicólogo educacional Paul Torrance, al analizar la evidencia científica acumulada,
afirma que nuestras asunciones implícitas acerca del futuro afectan decisivamente a la
motivación". "De hecho, la imagen del futuro de una persona puede pronosticar mejor lo que
consiga del futuro que sus actuaciones del pasado.
PROBLEMAS DE LA BAJA AUTOESTIMA:
Los problemas de baja autoestima más serios surgen de la adopción de una falsa identidad, de
una afirmación exterior por oposición a la afirmación interior. Ejemplos:
Afirmación centrada en nosotros mismos. Un factor que podría jugar un papel en el
deterioro temporal de la autoestima es un bajo nivel de autoconciencia o autovaloración, debido a
la inquietud infundada respecto de la opinión o aprecio hacia sí mismo por parte de los demás.
Tendemos a vernos a nosotros mismos o a sentir respecto de nosotros mismos según como
pensamos que nos ven o nos estiman los demás (aclaramos que habrá situaciones en las que la
opinión o valoración externa sea relevante, tal como puede ser la que de nuestra eficacia pueda
hacer nuestro jefe).
Se busca entonces afanosamente agradar a los demás, a fin de mejorar la imagen o estima que
de nosotros tienen. En casos extremos, es causa del llamado "vampirismo emocional".
Comparación social. Desde niños, y ya adultos, evaluamos nuestras capacidades, al menos en
parte por comparación con las de los demás. En algunos casos puede ser necesario y hasta
positivo, si lo hacemos buscando un referente externo para comprendernos mejor a nosotros
8. mismos y para evaluar las cosas que estamos haciendo. Pero si lo hacemos con el propósito de
valorarnos por comparación con los demás, sentirnos bien si los demás parecen peores que
nosotros, o sentirnos mal si los demás parecen mejores que nosotros, se constituye en una
afirmación negativa centrada fuera de nosotros mismos. En casos extremos, nos lleva a denigrar
regularmente a las personas que conviven con nosotros.
Desvaloración aprendida. Cuando un trabajo no nos sale bien, podemos atribuirlo a la falta de
esfuerzo, a la falta de capacidad, o ambas (también podemos echarle la culpa a algo o alguien
externo). Cuando se atribuye el fracaso a la falta de esfuerzo, suele tener poca influencia en los
sentimientos que uno tiene sobre su propia eficacia. Sin embargo, cuando lo atribuimos a falta de
capacidad, probablemente el resultado sea una desmotivación. Además, este tipo de valoración
persistente puede llevarnos a enfrentar situaciones semejantes cada vez con menos motivación y
más pesimismo, fracasando incluso en situaciones relativamente fáciles (profecías
autorrealizables).
Represión. Es una regulación interna que genera estados de angustia, usualmente por no venir
de una decisión consciente sino del acatamiento de una imposición externa o internalizada. Por
ejemplo, cuando dejamos de decir lo que sentimos por temor al rechazo o enojo ajeno.
¿CÓMO DESARROLLAR AUTOAFIRMACIÓN Y LA IDENTIDAD DEL INDIVIDUO?
¿Cómo desarrollar una Autoestima elevada y eficaz? Nathaniel Branden expone seis componentes
básicos para lograrlo: 1. vivir conscientemente; 2. conocerse y aceptarse a sí mismo, como punto
de partida, para poder cambiar; 3. asumir la propia responsabilidad frente a la vida y al destino;
4. la autoafirmación; 5. vivir con un propósito en la vida; y 6. vivir una vida íntegra.
De ahí la importancia de aportar herramientas de autoconocimiento, desarrollo de la conciencia y
cultivo personal, a fin de descubrir la verdadera identidad y trabajar en la afirmación interior.
A través del rescate de las enseñanzas milenarias de Oriente y Occidente y de los clásicos, todos
podemos desarrollar un enfoque natural y desconflictuado para promover nuestro potencial
interno, conociéndose a sí mismos gracias al descubrimiento de los componentes de la
personalidad.
Es de vital importancia el tener una “motivaciones reales” en la vida, es decir, metas claras, bien
definidas, posibles de alcanzar y auspiciosas en nuestro desarrollo personal a largo plazo.
Asimismo, el menester el perdonarse por errores pasados y proponerse no volver a cometerlos, o
como dice un refrán antiguo: “Quien comete un error y no lo corrige comete otro error peor”.
Test de Autoestima Autoaplicado y Autoevaluado
Contesta sí o no a cada ítem basándote en tu realidad (no en la vida de los demás ni en
la vida que te gustaría tener). Si no tienes seguridad en tu respuesta o ésta es parcial
inclínate por la opción “NO”, luego te explicaré por qué.
SI No
1. Me siento atractivo(a), no necesariamente en lo físico, sino en general ___ ___
2. Creo que tengo una personalidad interesante………………… …………… ___ ___
3. Tengo mucha seguridad en mí mismo(a)………………………………………... ___ ___
4. Mi relación con los demás es siempre satisfactoria…………………………… ___ ___
5. Sinceramente pienso que puedo ser tan bueno(a) como el mejor en
mi actividad …………………………………………………………………………………. ___ ___
6. Me siento cómodo(a) respecto a mi apariencia física………………………… ___ ___
7. Siento que doy buena impresión en general……………………………………. ___ ___
8. Si alguien me elogia lo acepto con gusto y me alegro realmente………… ___ ___
9. Me relaciono fácilmente con personas atractivas del sexo opuesto……… ___ ___
10. Puedo tratar con extraños con absoluta facilidad y seguridad…………… ___ ___
11. Siento que realmente soy mi mejor amigo(a)………………………..……….. ___ ___
12. Si volviese a nacer sería exactamente como soy ahora……………………. ___ ___
13. Admito mis errores y no me hiere que me critiquen por ellos…………… ___ ___
14. Siento que nadie es más que yo como persona………………………………. ___ ___
15. Casi siempre tengo una actitud amigable con los demás, los acepto
sin juzgarlos……………………………………………………………………………….. ___ ___
16. Siento que tengo control de mi vida………………………………………………. ___ ___
17. Realizo mis metas con facilidad…………………………………………………….. ___ ___
18. Sé cuales son mis principales virtudes…………………………………………… ___ ___
19. Me gusta lo que hago…………………………………………………………………… ___ ___
20. Siento que estoy feliz y plenamente a gusto conmigo mismo(a)………. ___ ___
21. Cuido activamente mi salud…………………………………………………………. ___ ___
22. Puedo ser creativo(a) sin ninguna dificultad…………………………………… ___ ___
23. Me considero muy optimista………………………………………………………… ___ ___
24. Siempre doy lo mejor de mi mismo(a)………………………………………….. ___ ___
25. Siento merecer, como todos los seres humanos, lo mejor posible
para satisfacer mis necesidades…………………………………………………… ___ ___
9. Autoestima
Introducción
Toda persona tiene en su interior sentimientos, que según su personalidad puede manifestarlos de
diferentes maneras. Muchas veces estas manifestaciones dependen de otros factores, según el lugar
físico, sentimental y emocional, éstos pueden influir positiva o negativamente en la formación de la
persona o sea en la Autoestima.
No podemos dudar de nuestra capacidad para hacer las cosas o concretar metas. La confianza en uno
mismo es fundamental para tener éxito y erradicar la derrota en lo que nos proponemos hacer.
A muchos nos cuesta llevar a cabo algo que no hemos hecho antes. El proponernos a realizar nuevas
cosas asusta y nunca llegamos a concretarlas cuanta gente deja de hacer algo simplemente por que
piensa que no puede o que no tiene capacidad para ello.
Autoestima
La percepción valorativa de mi ser, de mi manera de ser, de quien soy yo, del conjunto de rasgos
corporales, mentales y espirituales que configuran mi personalidad.
La autoestima se aprende, fluctúa y la podemos mejorar. Es a partir de los 5 - 6 años cuando empezamos
a formarnos un concepto de como nos ven nuestros padres, maestros, compañeros y las experiencias
que vamos adquiriendo.
El nivel de autoestima es el responsable de muchos éxitos y fracasos escolares.
Una elevada autoestima, vinculada a un concepto positivo de sí mismo, potenciará la capacidad de la
persona para desarrollar sus habilidades y aumentara el nivel de seguridad personal, mientras que un
bajo nivel de autoestima enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso.
La autoestima es importante porque nuestra manera de percibirnos y valorarnos moldea nuestras vidas.
En la Adolescencia los mensajes se superponen.
Las personas que valoro me influyen en mí auto concepto.
Si el concepto personal y social son fuertes no nos interesa tanto el Yo Material y Corporal (los adornos).
En la actual cultura, hay un culto a la belleza, el yo Corporal esta Hipertrofiado.
El yo material es muy importante en la sociedad industrial.
Ej. El coche es un signo de poder.
La identidad hay que renegociarla en varios momentos de la vida principalmente en la Adolescencia.
El Auto concepto no se consolida para siempre se cambia en las diferentes etapas de la vida de una
persona.
Baja Autoestima
Todos tenemos en el interior sentimientos no resueltos, aunque no siempre seamos conscientes de estos.
Los sentimientos ocultos de dolor suelen convertirse en enojo, y con el tiempo volvemos el enojo contra
nosotros mismos, dando así lugar a la depresión. Estos sentimientos pueden asumir muchas formas:
odiarnos a nosotros mismos, ataques de ansiedad, repentinos cambios de humor, culpas, reacciones
exageradas, hipersensibilidad, encontrar el lado negativo en situaciones positivas o sentirse impotentes y
autodestructivos.
10. Cuando una persona no logra ser autentica se le originan los mayores sufrimientos, tales como,
enfermedades psicológicas, la depresión, las neurosis y ciertos rasgos que pueden no llegar a ser
patológicos* pero crean una serie de insatisfacciones y situaciones de dolor, como por ejemplo, timidez,
vergüenza, temores, trastornos psicosomáticos*.
Los síntomas en las personas de baja autoestima son muy variables porque depende de las
personalidades de las mismas.
En general manifiestan desde desgano y ellas mismas crean una falta de oportunidades, tienen dificultad
para saber que es lo que quieren, no logran concretar nada, tienen dificultades con el contacto social (se
sienten fracasados en situaciones de su vida) –aclara- ya sea con sus hijos, porque no puede establecer
una buena relación con su pareja o no les va bien en el trabajo. Pero ellas se justifican para cubrir los
errores que cometen y para que nadie se dé cuenta que se sienten mal.
La autoestima es importante porque es nuestra manera de percibirnos y valorarnos como así también
moldea nuestras vidas. Una persona que no tiene confianza en sí misma, ni en sus propias posibilidades,
puede que sea por experiencias que así se lo han hecho sentir o por mensajes de confirmación o
desconfirmación que son trasmitidos por personas importantes en la vida de ésta, que la alientan o la
denigran*.
Otra de las causas por las cuales las personas llegan a desvalorizarse, es por la comparación con los
demás, destacando de éstos las virtudes en las que son superiores, por ejemplo: sienten que no llegan a
los rendimientos que otros alcanzan; creen que su existencia no tiene una finalidad, un sentido y se
sienten incapaces de otorgárselo; sus seres significativos los descalifican y la existencia se reduce a la de
un ser casi sin ser. No llegan a comprender que todas las personas son diferentes, únicas e irrepetibles,
por lo que se consideran menos que los demás.
La persona, va creciendo y formando su personalidad dentro del ambiente familiar, que es el principal
factor que influye en la formación de la misma, ya que le incorpora a ésta los valores, reglas y costumbres
que a veces suelen ser contraproducentes. Algunos de los aspectos ya mencionados son incorporados, a
la familia, por medio del "modelo" que la sociedad nos presenta, y éste es asimilado por todos los grupos
sociales. Pero, la personalidad de cada uno, no sólo se forma a través de la familia, sino también, con lo
que ésta cree que los demás piensan de ella y con lo que piensa de sí misma, al salir de este ambiente y
relacionarse con personas de otro grupo diferente.
En realidad no es que hay una lista de palabras o cosas que hacen que la autoestima sea baja, esto
depende de cada persona. Por ahí hay cosas que por más sutiles que sean son las que más nos afectan,
según cada uno! Las cosas muy evidentes duelen, dan bronca, pero al fin esas cosas se aclaran, en
cambio, hay frases sutiles que son las que más duelen y pueden desordenar la autoestima. Por ejemplo,
si a un chico le dicen "¡Otra vez te fue mal!" y sin decir las palabras esto te dice muchas cosas... Eres un
burro, siempre todo lo haces mal, eres un inútil, etc... Por otra parte la sobreprotección tampoco es buena,
porque es como decirle a la persona, "¡No, no lo hagas porque no lo sabes hacer!", aunque la persona
sobre protectora lo hace porque ama a la otra persona y tiene miedo de que se equivoque, quiere que
salga todo bien y en realidad lo que le está transmitiendo a la otra persona es que piensa que es incapaz
de hacer las cosas por sí solo.
¡Y cuáles para que sean altas! y... en realidad la alta no existe, o es la autoestima normal o es el
narcisismo que ya es el amor excesivo o incondicional a uno mismo. Pero les puedo decir, que el estímulo
y ayudar a aprender a aceptar el fracaso crean una buena autoestima.
Nosotros bien sabemos que las cosas nunca salen tan bien como las soñamos, tal vez nos salen bien,
peor siempre hay un "pero"... porque siempre se aprende a costa de un error ¡La cosa es simple!: Los
logros que tienen alguna pérdida en algún orden, este mismo nos va llevar a otra parte.
Para ayudar a las personas de baja autoestima lo primero y principal que se puede hacer es que se
concienticen que está mal y que necesita ayuda. Es como los drogadictos, si ellos no toman conciencia de
que se están matando y no deciden hacer algo por su bien, todo lo que hagan los demás va a ser inútil.
Retomando con lo de las personas de baja autoestima, luego de que tomen conciencia se los tiene que
enviar a un profesional. Pero por lo general nadie ayuda a nadie, las personas aprenden a ayudarse a sí
mismas, con el apoyo de los demás.
Actitudes o Posturas habituales que indican Autoestima Baja
11. • Autocrítica dura y excesiva que la mantiene en un estado de insatisfacción consigo misma.
• Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada/o, herida/o; hecha la
culpa de los fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos tercos contra sus
críticos.
• Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
• Deseo innecesario por complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y
a perder la buena opinión del peticionario.
• Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que
conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
• Culpabilidad neurótica, por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son
objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta
indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.
• Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas de poca
importancia, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le
decepciona, nada le satisface.
• Tendencias defensivas, un negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre
todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.
La Familia
La autoestima, además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye o reconstruye
por dentro. Esto depende, también, del ambiente familiar en el que estemos y los estímulos que este nos
brinda.
En la violencia familiar las víctimas y los victimarios poseen muy baja autoestima, ya que por un lado, la
víctima es alguien al que maltratan sin que ésta pueda poner límites y no se da cuenta de que está siendo
abusada. Por otro lado, los victimarios compensan lo inferior que se sienten, maltratando y abusando, en
este caso, de un familiar.
Muchas de las heridas emocionales que tiene una persona, producidas en su niñez pueden causarnos
trastornos psicológicos emocionales y físicos (cáncer, úlceras, hipertensión, trastornos cardíacos y
alimentarios, problemas en la piel, depresiones, etc.), produciendo dificultades en la vida de las mismas
(conflictos serios en el trabajo, disminución de la energía y de la capacidad creativa, relaciones
matrimoniales desastrosas, no poder hacer o conservar amigos, poco entendimiento con las hijas e hijos).
Existen padres, madres, docentes o cuidadores que humillan, desprecian, no prestan atención, se burlan
o se ríen del niño/a cuando pide ayuda, siente dolor, tiene un pequeño accidente, necesita que lo
defiendan, expresan miedo, piden compañía, se aferra buscando protección, tiene vergüenza, etc.. Estas
actitudes se completan con otras totalmente opuesta, demostrándole al niño que es "querido y bonito"
creándole una gran confusión. Pero estas muestras de cariño son aparentes, adjudicándole un rotulo a su
identidad, que trae como consecuencia un peso negativo en formación y en el desarrollo de sus
capacidades.
En el momento en que la persona afectada es adulta, transmitirá la humillación o el maltrato a personas
más pequeñas o vulnerables. Es una cadena hereditaria de abuso y poder, ya que el desprecio y la
vergüenza vivida en la infancia son la fuente de los problemas que afectan en la vida adulta y los
causantes de la baja autoestima.
La principal imagen y más generalizada forma de violencia es el maltrato emocional. Hay muchas
maneras para asustar a un niño y hacerlo sentir culpable e intimidado, sin recurrir a la violencia física. El
niño o la niña se atormentan con pensamientos y sentimientos que no pueden comunicar ni compartir con
nadie y aprenden a soportar el dolor y el silencio.
La autoestima y la comunicación están muy relacionadas, porque según como se diga algo, el efecto será
positivo o negativo, de aprendizaje o de resentimiento, que se transmite desde la infancia hacia el futuro.
Por esta razón, se entiende que los padres y madres que dañan la autoestima de sus hijos no siempre lo
hacen intencionalmente, ya que ellos fueron educados del mismo modo.
Cuando los padres quieren que sus hijos reaccionen como ellos desean, suelen comportarse de maneras
particulares. Estas maneras pueden ser:
12. Mártires: controlan al niño haciéndolo responsable de su sufrimiento y culpable por todo lo que pueda
querer o hacer que no le caiga bien a estos mártires, a quienes nada les viene bien, y recurre a las
quejas, los reproches, las lágrimas, las amenazas de que les va a dar un ataque, etcétera.
Los dictadores: controlan al niño o la niña atemorizándolos cuando hacen algo no autorizado, son
estrictos y amenazantes para que obedezcan y todo los enfurece. Condenado de manera inapelable al
niño, con burlas, gritos, despliegue de poder y dominación.
A veces estos roles (mártir y dictador) se combinan, se alternan y agregan mas confusión a los chicos
porque también van acompañados con demandas o manifestaciones de cariño. Y si un hijo llega a
quejarse, a llorar o a reclamar por el trato que recibe puede volver a ser juzgado, culpado y descalificado.
"Según se hallan comunicado nuestros padres con nosotros así van a ser los ingredientes que se
incorporen a nuestra personalidad, nuestra conducta, nuestra manera de juzgarnos y de relacionarlos con
los demás.
Esas voces quedan resonando dentro de nosotros toda la vida. Por eso hay que aprender a reconocerlas
y anular su poder para que no nos sigan haciendo sufrir, para liberarnos de esos mandatos distorsionados
y para no volver a repetírselos a nuestros hijos e hijas.
Ninguna forma de maltrato es educativa y ningún mensaje o comunicación que culpabiliza, critica, acusa,
insulta o reprocha es un buen estímulo para nadie. Y menos en la infancia, cuando no hay posibilidades
de defenderse, protegerse o entender que es la impotencia y el desconocimiento de otras formas de trato
lo que lleva a los padres y madres a asumir ese papel de mártir o de dictador.
"Lo primero que hay que entender es que no podemos hacernos cargo toda la vida de los problemas que
amargaron o hicieron de nuestros padres y madres personas mártires o dictadoras. Basta con empezar a
investigar de que manera nos afectaron esas actitudes, para comenzar a liberarnos de sus efectos y no
repetir nada de esto con los propios hijos e hijas, con nuestros alumnos, con cualquiera de nuestros
chicos o chicas que puedan estar a nuestro cuidado."
Bueno... en realidad el niño crece y crea una buena autoestima porque el padre o madre "le festejan" o le
reconocen sus logros, por ejemplo: -piensa- cuando el niño está aprendiendo a caminar y se cae los
padres lo aplauden diciéndole que no importa, que se levante y que no pasó nada. En estos casos los
padres tienen una buena actitud hacia el mismo niño. Es favorable esto de que lo estimulen a seguir
intentándolo ante sus fracasos o errores.
En cambio si en la familia al niño no se le reconoce nada y le hacen ver que lo que hace es normal o
natural y que no interesa, el niño no tiene estímulos para intentar y avanzar como persona... - se queda
en silencio- Si a un chico, que está aprendiendo a caminar nadie le presta atención porque "se supone" es
algo que todas las personas hacen, y si ese niño no puede o le cuesta no va a tener esa motivación para
seguir haciéndolo.
En fin, la familia es la base de la autoestima de las personas... La familia se basa en pautas culturales y
sociales y en base a eso nace la actitud que van a tener hacia sus hijos. Es como que se estructura a la
persona según un modelo social, que por supuesto va cambiando, pero en definitiva se considera una
buena persona al que llega a ese modelo social. Pero no siempre es ese modelo el que es transmitido a
los niños, ya que hay padres que transmiten una autoestima baja a sus hijos y esto se debe a que de
niños también la tuvieron. Otras de las causas es que crean una presión en sus hijos, por los logros que
los mismos padres tuvieron y los niños no. Ya sea porque no puede, porque no está capacitado o
simplemente no está a su alcance.
Como sanar la autoestima herida en la infancia
"Para comenzar a ejercitase en desaprender lo negativo que nos inculcaron...", y sanar a ese niño/a que
quedaron escondidos y heridos en nosotros, podemos ir reemplazando las viejas ideas que construimos
por otras. Repetir estas afirmaciones con frecuencia es manera de comunicarnos con nosotros mismos,
de ayudarnos a adquirir seguridad y tener presentes nuestros derechos:
• Realizo mis elecciones y acciones con responsabilidad y sin temor.
• Sólo yo decido el modo como utilizo mi tiempo, pongo límites a quienes no respetan esto, hago
acuerdos para combinar mi tiempo con el de otros sin someterme.
13. • Me aplico a mi trabajo con responsabilidad pero, si algo no va bien, no es porque yo sea un
fracaso sino que todavía tengo que aprender más.
• Me hago responsable del modo cómo trato a los demás y evito repetir lo que a mí me hizo sufrir.
• Tengo confianza en poder resolverlo mejor posible cualquier situación.
• Aprendo a comunicar mis sentimientos y respeto los de otros.
• Cambio mis opiniones sin temor si me doy cuenta que no eran correctas.
• Soy una persona valiosa, capaz, creativa y estoy abierta para cambiar todos los aspectos de mi
vida.
Si una persona tiende a valorarse de esta manera se trasforma el guía de su propia vida y está protegida
de sentir culpas irracionales, de creerse incapaz, mala o inútil, de tener que complacer para ser aceptada.
La comunicación en la violencia familiar
La comunicación y el intercambio de mensajes son permanentes entre los seres humanos. Ésta no es
solo lo que hablamos, sino todo lo que hacemos o no hacemos: Silencios, posturas, gestos, actitudes,
expresiones, tonos de la voz que cambian el sentido de lo que se dice y miradas significativas. Por eso
una persona puede manejar la comunicación como un elemento de poder sobre otros, que le permite
controlar la relación e influir sobre las personas para obtener las respuestas que desea.
"El ejercicio de la violencia en todas sus formas es una manera de comunicar algo que se quiere lograr,
por lo general, el dominio de la situación y el control sobre los demás; y una manera de comunicar lo que
le sucede a la persona que ejerce la violencia." Estas se sienten impotentes, no conocen otras formas de
obtener atención y protagonismo y repiten lo que le hicieron a ellos de chicos. También son incapaces de
manifestar sus sentimientos, sus emociones, carecen de habilidad para conversar y lograr acuerdos, en
conclusión, tienen un grave problema de comunicación y necesitan imponerse para sentirse poderosos y
compensar su baja autoestima.
La Sociedad
La sociedad cumple una función muy importante para la persona, ya que a partir de la cultura de esta, la
familia adopta diferentes pautas o formas de vida que son transmitidos a sus miembros y determinan o
ayudan a formar la personalidad de cada uno, teniendo a esta como modelo social.
Las personas que tienen poca confianza de su capacidad dentro de la sociedad, tienden a buscar roles
sometidos y evitan las situaciones que requieren asumir responsabilidades.
En nuestra sociedad el nivel de autoestima de una persona esta en cierta medida, ligado a lo que hace
para ganarse la vida. Por ejemplo: un hombre puede alcanzar una posición social elevada y tener, no
obstante una baja autoestima. Puede tener conciencia de la importancia que tiene, pero aun así
considerarse a sí mismo, un ser humano despreciable, indigno de respeto y del afecto de los demás.
"Puede experimentar sentimientos crónicos de inferioridad porque no es bien parecido..." (5)
, puede sentir
que es físicamente débil o un cobarde, o puede considerarse condenado a causa de su identidad étnica.
Los criterios mediante los cuales, las personas, se evalúan a si mismas son culturales. Algunos de estos
criterios son: si eres gordo, flaco; lindo, feo; blanco, negro; rubio, morocho, o si tenés la capacidad para
luchar, honestidad, capacidad para soportar el dolor, la astucia para ganar dinero, los modales, la
capacidad para manipular a las demás personas, etc..
Toda persona se ve a si misma desde le punto de vista de los grupos en que participa y todo aquello que
piensen de uno influirá positiva o negativamente en la personalidad o forma de pensar.
La Escuela
Es fundamental que los padres y maestros o docentes en quienes los padres confíen, sean capaces de
transmitir valores claros. Es muy importante que se les enseñe a los niños, el significado de esos valores.
Los maestros deben conocer el ambiente y aceptarlo si quieren ayudar a los niños a que vean estos
dentro del mismo. En todos los ambientes el niño tiene las mismas necesidades básicas de amor y
seguridad, el derecho de ser una persona de valor y tener la oportunidad de triunfar.
14. Los educadores deben estar conscientes de los distintos ritmos de desarrollo de cada niño, para que el
mismo se sienta cómodo con el propio y capacidad de desarrollo.
También podemos decir que los maestros pueden favorecer u obstaculizar el proceso por el cual uno
puede encontrarse a sí mismo. Su comprensión o la ausencia de la misma, pueden favorecer o hacer la
personalidad que se desarrolla y está en vías de manifestarse. Es por esto que el educador tiene mucha
responsabilidad en este tema tan importante o en esta cuestión del tiempo necesario para que uno se
encuentre a sí mismo. También es necesario saber que la mente de cada niño está llena de imágenes.
Estas imágenes son de tres dimensiones. En primer lugar, se relaciona con la imagen que tiene de sí
mismo. Puede imaginarse a sí mismo como una persona que puede llegar a triunfar. Por el contrario, el
niño puede tener la impresión de ser una persona de poco valor, con escasa capacidad y pocas
posibilidades de lograr éxitos en algún área de su actividad.
El segundo grupo de imágenes se vincula con la opinión que el niño tiene de sí mismo en relación con
otras personas. Puede considerar que sus valores, sus actitudes, su hogar, sus padres, el color de su piel
o su religión, son la causa de que se lo mire con temor, desconfianza y disgusto, o que se lo trate con
interés. La imagen que cada niño tiene de sí mismo se forma a través del reflejo de las opiniones de los
demás.
El tercer juego de imágenes se vincula con la imagen de sí mismo, tal como desearía que fuera. Si la
distancia entre estas dos imágenes, como se ve realmente y la imagen idealizada, no es grande, de modo
que a media que crece y madura pueda alcanzar la asimilación de estas dos imágenes, se puede decir
que se acepta a sí mismo como persona.
Por todo lo mencionado es muy importante que la escuela del niño ayude al mismo a descubrir y aprender
a ser las personas que siempre quisieron ser, respetándole sus tiempos, sus conflictos y sus confusiones.
Para ser un buen educador...
• Saber que la escuela puede mejorar o degradar a la gente que está en ella.
• Estar dispuesto a complementar las nuevas informaciones con los viejos conocimientos.
• Debe ajustar las oportunidades de aprendizaje a cada niño, de modo que pueda progresar a su
propio ritmo de velocidad.
• Debe tener la capacidad e incluir el desarrollo de habilidades intelectuales junto con el estímulo
para que el niño se acepte a sí mismo.
• Tiene que saber cómo crear un ambiente, para encontrar oportunidades dentro del mismo,
donde cada niño pueda sentirse importante.
• Debe reconocer los puntos fuetes de cada niño: debe tener en claro que las decisiones de los
niños pueden ser vencidas a través de sus fortalezas.
• Tener conciencia de los sentimientos y de las imágenes que los niños tienen en su mente
cuando van a la escuela.
• Comprender que algunas veces los niños sólo se desarrollan mediante la aprobación, ya que la
crítica debe esperar hasta que el niño sea suficientemente fuerte para aceptarla.
• Aceptar la conducta que no sea adecuada comprendiendo que los seres inestables se rigen en la
conducta agresiva cuando las presiones son demasiado grandes.
• Transmitir a los niños su fe en ellos, es decir, que sus alumnos sean personas dignas de estima
y respeto.
"La gente hace cosas para nosotros. Pueden ser cosas simpáticas y agradables. Pueden ser cosas
desoladoras. Pueden ser cosas alentadoras y estimulantes. Pueden ser cosas que restauran nuestro
equilibrio, acrecientan nuestra fe y fortalecen nuestras convicciones: pueden darnos nuevas perspectivas
y nuevo coraje, pero pueden sumergirnos, también en la desesperación, el temor y el pesimismo."
Buena Autoestima
No se habla de una alta autoestima, sino del narcisismo o de una buena autoestima. El narcisismo es el
amor excesivo hacia uno mismo o de algo hecho por uno mismo, por eso se dice que una persona es
narcisista, cuando está enamorado de sí mismo, es decir de lo que piensa, de lo que hace, de cómo es,
de cómo se viste, etc., pero no del propio ser, sino de la imagen del yo.
15. En relación al narcisismo hay que tener en cuenta dos elementos, uno la imagen, que es como se ve
exteriormente la persona y la otra es el amor, que es el amor excesivo de la persona, hacia sí mismo. La
representación del narcisismo en el niño son simplemente las palabras e imágenes que les transmitieron
sus padres, por eso se dice que los padres tienden a atribuirle al niño todas las afecciones y se niegan o
se olvidan todos sus supuestos defectos.
Alguien con una buena autoestima no necesita competir, no se compara, no envidia, no se justifica por
todo lo que hace, no actúa como si "pidiera perdón por existir", no cree que está molestando o haciendo
perder el tiempo a otros, se da cuenta de que los demás tienen sus propios problemas en lugar de
echarse la culpa "por ocasionar molestias".
Características de la autoestima positiva
• Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesto a defenderlos aún cuando
encuentre fuerte oposiciones colectivas, y se siente lo suficientemente segura como para
modificar esos valores y principios si nuevas experiencias indican que estaba equivocada.
• Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio juicio, y sin sentirme
culpable cuando a otros le parece mal lo que halla hecho.
• No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que halla ocurrido en el pasado, ni por lo
que pueda ocurrir en el futuro.
• Tiene confianza por su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar
por los fracasos y dificultades que experimente.
• Se considera y realmente se siente igual, como persona, a cualquier otra persona aunque
reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
• Da por supuesto que es una persona interesante y valiosa para otros, por lo menos para
aquellos con quienes se asocia.
• No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y
conveniente.
• Reconoce y acepta en sí mismo una variedad de sentimientos e inclinaciones tanto positivas
como negativas y está dispuesta a revelarlas a otra persona si le parece que vale la pena.
• Es capaz de disfrutar diversas actividades como trabajar, jugar, descansar, caminar, estar con
amigos, etc.
• Es sensible a las necesidades de los otros, respeta las normas de convivencia generalmente
aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene derecho a mejorar o divertirse a costa de los
demás.
Prevención
Si se aprende autoestima desde pequeños es una defensa para las malas relaciones.
1. Reforzar lo positivo de la otra persona. Dar a los niños la oportunidad que exprese sus cualidades.
2. Escucha cálida y activa. Sin distracciones. Aceptación incondicional.
3. Feedback. Informaciones positivas de lo que percibo de tí.
4. Evitar los elogios ambivalentes Ej. Casi estás al nivel de tu hermano
5. Fomentar un espacio de autonomía y libertad
6. Dar responsabilidad, me fío de cómo lo hace.
7. Estimular la autoestima de los estudiantes, evitar las reprimendas en clase, el trato humillante,
minimizar el estrés en la escuela.
¡ Test !
La siguiente es una prueba sorpresa con la que sabrás como esta tu autoestima. Solo tienes que
responder si o no y sabrás cuanta confianza te tienes:
16. 1.-) ¿Últimamente te has dicho no puedo hacerlo, no puedo lograrlo?
2.-) ¿Te da pena hablar de tus logros?
3.-) ¿Piensas que saldrás mal en el examen aún cuando sabes que estudiaste?
4.-) ¿Alguna vez te haz dicho no a tus amigos por tener que hacer tus tareas?
Resultados:
Si contestaste sí a la mayoría de tus respuestas entonces tu nivel de confianza no es el suficiente para
sentirte bien. Necesitas confiar mas en ti para elevar tu seguridad personal.
Si contestaste no a la mayoría de tus respuestas entonces tu nivel de confianza es suficiente para sentirte
bien, es decir que tienes muy buena autoestima. ¡Felicidades!
Conclusión
La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos
nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad,
además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye o reconstruye por dentro. Esto
depende, también, del ambiente familiar, social y educativo en el que estemos y los estímulos que este
nos brinda.
La influencia que tiene la familia en la autoestima del niño o niña es muy importante, ya que ésta es la que
le trasmite o le enseña los primeros y más importantes valores que llevaran al niño a formar, a raíz de
estos, su personalidad y su nivel de autoestima. Muchas veces los padres actúan de diferentes maneras,
que pueden ser perjudiciales para el niño dejándole marcas difíciles y un continuo dolor oculto que influirá
en el desarrollo de su vida; a estos padres se los llama mártires o dictadores. Pero también están los que
le valoran y reconocen sus logros y sus esfuerzos y contribuyen a afianzar la personalidad.
Otro factor importante que influye en la familia, es la comunicación, ya que están estrechamente
relacionadas. Según se hayan comunicado nuestros padres con nosotros, esos van a ser los factores que
influyan en nuestra personalidad, nuestra conducta, nuestra manera de juzgarnos y de relacionarnos con
los demás. Estas experiencias permanecen dentro de cada uno de nosotros toda la vida. Por eso hay que
aprender a reconocerlas y a anular su poder para que no nos sigan haciendo sufrir, y para no
transmitírselas a nuestros hijos.
Hay una estrecha relación entre la sociedad, la familia y la persona, ya que la sociedad es la que le
presenta a la persona un modelo social con costumbres y con una cultura que a través de la familia son
trasmitidos al individuo. Pero cuando los integrantes de la misma, tienen asuntos indefinidos en el interior
por un pasado doloroso en la infancia le trasmitirá el mismo dolor y las mismas confusiones a su hijo,
causándole problemas de comunicación en el ambiente social.
Para poder ayudar a una persona que tiene autoestima baja, primero que nada se tiene que concientizar
del problema que tiene, y luego se la podrá ayudar llevándolo a un especialista y apoyándolo durante el
tratamiento o el proceso de recuperación. En el caso de los niños, la escuela también cumple un papel
muy importante ya que es la que debe tener la estrategia y las formas para ayudar al niño con estos
sentimientos tan distorsionados que le ocasionan tantos problemas.
La Autoestima
Reflexiones
pastora sonia luna Pastora: Sonia Luna - www.CashLuna.org -
Podríamos definirla como la forma en que las personas se sienten con respecto a sí mismas y como se
valoran. La autoestima se basa en los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que
tenemos a lo largo de nuestra vida. Desde muy temprana edad, conciente o inconcientemente,
empezamos a formarnos un concepto de nosotros mismos el cual es tremendamente influenciado por la
manera como nos ven y nos aceptan o rechazan las personas que nos rodean, principalmente, nuestros
padres, hermanos, otros familiares, maestros, compañeros y amigos.
17. La forma en que una mujer se siente con respecto a la aceptación y respeto de si misma afecta
directamente todos los aspectos de su vida, desde su desempeño en el trabajo, como esposa, como
madre, como hija y socialmente. La mayoría de problemas emocionales tales como temores, angustias,
depresión, complejos, soledad, culpabilidad, adicciones, rendimiento intelectual, etc., que enfrentan las
mujeres de todas las edades, están casi siempre relacionados con la identidad y una baja auto estima.
Además de la influencia en nuestra vida de lo que dicen los demás de nosotras, vivimos en un medio en
el que los anuncios publicitarios, las películas, los programas de televisión nos envían mensajes de
estándares y parámetros que “son necesarios” para ser una persona de “éxito” y equivocadamente
muchas mujeres los escuchan, los creen y miden su valor e identidad en la medida que puedan alcanzar
tales fantasías. Algunas de estas mentiras que nos bombardean constantemente pueden ser: La
apariencia, por la que gran cantidad de mujeres tienen su identidad basada en su apariencia y como se
sienten respecto a ella e invierten cualquier cantidad de tiempo y dinero en gimnasios, ropa y todo lo
relacionado con el arreglo personal. Realización o logros obtenidos: Otras mujeres fundamentan su valor
sobre las obras que realizan lo que implica que solamente tienen valor de acuerdo a sus acciones las
cuales no tienen que ver necesariamente con la integridad y el carácter. Claro, nuestros logros sí pueden
decir algo de nosotros pero no son totalmente representativos de quienes somos ni cuanto valemos. Las
posesiones tales como casa, carros, ropa de marca etc., son otro aspecto que también influye en la auto
valorización de una persona.
Estas y muchas mentiras mas son el mensaje de nuestra sociedad: Solo eres una persona respetable y
de valor si vives en una gran casa, tienes éxito profesional y financiero, tienes un carro fino último modelo,
ropa de marca etc. y lo más triste de este mensaje es cuando las mujeres lo creen y aceptan que solo
valen si son bellas, si usan productos de las mejores marcas, si han tenido éxito en lo que hacen o han
sido prósperas financieramente.
Sin embargo, ya sea a consecuencia de palabras de rechazo o condenación que hayan influido en
nuestra propia valorización, o sea por el mensaje y los parámetros que nos ha impuesto la sociedad para
ser una persona de valor, es importante saber que en ningún momento esta es una base firme para
edificar nuestra autoestima. El único fundamento valedero para levantar nuestra autoestima y que define
nuestra identidad procede de nuestro hacedor y no de lo que hacemos: Dios mismo.
Lo que más debe importarnos es como nos ve Dios, lo que El piensa de nosotras y lo inmenso de su amor
y misericordia. Con sus propias manos nos ha creado y formado. Salmo 139:13 “Porque tú formaste mis
entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son
tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.” Además todos hemos sido formados con un
propósito divino: Salmo 139:16 “Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas
cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.” Y tenemos tanto valor para El que fuimos
comprados por la sangre de su hijo. Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a
su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” El nos ha
dado una identidad como hijos suyos: Salmo 100:3 “Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no
nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.”
El proceso del cambio de identidad
Cuando tomamos conciencia de que tenemos un problema de autoestima el siguiente paso es resolverlo.
Si ya has identificado cuales son las bases que han determinado tu identidad y tu autoestima, el siguiente
paso es tomar la decisión de deshacerte de algunos conceptos que has tenido de ti misma y que te hacen
daño o te limitan para desarrollarte plenamente y disfrutar de tu verdadera identidad.
Si has reconocido situaciones dolorosas, rechazos o humillaciones como el origen de tu baja autoestima,
este es el momento de perdonar y entregárselas al Señor. El es un Padre cariñoso que se preocupa por ti,
te cuida y se interesa hasta en los detalles más secretos de tu vida. Mateo 10:29 “¿No se venden dos
pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 30 Pues aun vuestros
cabellos están todos contados. 31 Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos”.
Recuerda que El te conforta: 2Corintios 1:4 “el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para
que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la
consolación con que nosotros somos consolados por Dios”.
21. Identidad
IDENTIDAD
Identidad es la respuesta a las preguntas quién soy, qué soy, de dónde vengo, hacia dónde voy. Pero el
concepto de identidad apunta también a qué quiero ser.
La identidad depende del autoconocimiento: ¿quién soy, qué soy, de dónde vengo?; de la autoestima:
¿me quiero mucho, poquito o nada?; y de la autoeficacia: ¿ sé gestionar hacia dónde voy, quiero ser y
evaluar como van los resultados?
El autorretrato de la identidad. El ojo interno de la mente crea la identidad con la información que proviene
de la experiencia en un proceso que dura toda la vida. Al responder a la sugerencia Socrática: Conócete a
ti mismo y conocerás el Universo, la mente refuerza la identidad interconectando experiencia, vocación y
filosofía de vida.
Efecto Pigmaleón. Pigmalión fue un rey que se enamoró de la estatua que había realizado. Logró que una
diosa le diera vida y se casó con ella. Tuvieron un hijo pero ella tenía un corazón frío (de piedra) y una
mente vacía, por lo que se separan. La moraleja es que la expectativa tiene más poder sobre la identidad
que el pasado: si el deseo es grande el obstáculo se vuelve pequeño. Pero la profecía que se cumple
requiere una autoestima alta.
Pérdida de identidad. Si no se resuelve bien la crisis de identidad se puede aceptar una identidad creada
por los padres, los amigos, o la autoridad. La falsa identidad pone en contradicción actos, pensamientos
y emociones, elimina la pasión y rebaja la autoestima.
Crear la identidad. Para afirmar la identidad la educación debe sacar de adentro el potencial que traemos
al nacer. El cerebro es una página en blanco a completar con el saber y la experiencia, que construye su
realidad con las limitaciones de su sistema perceptivo.
Solipsismo. Es la creencia que sólo uno existe y lo que experimenta es parte de su mente. Como el
solipista confiamos demasiado en la percepción y nos equivocamos. Por el absurdo se puede demostrar
la falacia del solipismo: cualquiera podría pensar que es el ombligo del mundo. Hay otro punto de
referencia que es la identidad. La primera noción de identidad es temporal. Descubrimos que pese a los
años somos los mismos. Iguales, pero distintos a los demás. Esta comparación refleja la noción de
identidad en el eje espacial.
"Conócete a ti mismo". La libertad es la capacidad de seleccionar actos conscientes. Pero si mi
racionalidad es limitada, cualquier observador puede ver otra realidad. Al elegir la identidad sobre la
diferencia, admitimos el pluralismo y el principio de relatividad.
Logro de Identidad. Construir identidad consume energías hasta que al final se convierten en el logro.
Caer en la falsa identidad es fácil: asumir como propios planes ajenos, eludir el compromiso, como una
hoja arrastrada por el viento o cambiar de colores según la ocasión, como el camaleón, diferir la
resolución de la crisis produce parálisis por exceso de análisis.
Cultura e identidad. Mentalidad de empleado. Se puede esperar poco de una sociedad donde priva la
conveniencia sobre la autorrealización, sálvese quien pueda sobre los valores. La cultura establece
directrices; un poder central fuerte, articula la identidad según la distancia con el centro. La cultura de la
función crea identidades: soy contador, abogado, obrero. La cultura de la tarea acentúa el proyecto y
cuando este concluye sobreviene la desorientación. La cultura del individuo como centro de todo, es la
categoría del consultor.
Crisis. Al tomar conciencia se puede modificar, al detectar valores obsoletos o que interfieren en los
planes se pueden cambiar. La identidad empieza en la infancia, y se afirma en la adolescencia con crisis
y compromisos. La crisis termina con la selección de la identidad. El compromiso es involucrarse en
actividades compatibles con la elección.
22. Test de identidad. La calidad depende del contenido del compromiso, de su intensidad y de la extensión
de la exploración. Abarca filosofía de vida incluyendo religión y política, relaciones familiares, con amigos,
escuela, ocupación futura y del tiempo libre, destrezas personales, relaciones intimas. El logro se revela
en el ejercicio práctico de la identidad.
Trampas comunes. Dispersión, falta de foco. Nos hacen sucumbir a la sobrecarga de estímulos e
información que intentan atrapar nuestra atención, con ofertas que nos desvían del rumbo, o nos
convencen de atender falsos problemas.
Falta de dirección. Es no saber qué hacer a continuación al cambiar de trabajo o jubilarse. La dirección
se logra inventando futuros, observando los pequeños placeres aparentemente desviados pero que
pueden ser las semillas de cambios futuros.
Exceso de flexibilidad. No conviene volverse adicto a la novedad por sí misma y a la respuesta rápida y
superficial. No se logra una identidad fuerte sin cierta estabilidad.
Modelos de identificación. Hoy la identidad no está en el territorio por la globalización, ni en los viejos
valores por la omnipresencia del consumo. Se perdieron los grandes relatos que brindaban racionalidad y
visión holística a los que se aferraba la identidad individual. La democracia es formal: iguales como
ciudadanos -un hombre, un voto-, desiguales como consumidores. Una mayoría de perdedores aplaude el
discurso de los ganadores.
Los nuevos disvalores. Perder la brújula generó pensamiento light, relativismo, doble discurso, violencia,
no creer en la justicia ni en la política, fin de la solidaridad, fundamentalismo del consumo, buscar la
satisfacción inmediata, vivir el momento y a la moda, falta de oportunidades laborales. Hasta la cultura se
transformó en industria.
Antes y ahora. Antes la identidad personal se basaba en la autonomía, en compartir anhelos con el grupo
de pares; en acceder a una sexualidad plena, a lograr una inteligencia abstracta, a la esperanza de
concretar los sueños. Hoy la adolescencia se extiende pese a la maduración temprana por las barreras el
empleo. Muchos jóvenes no estudian ni trabajan, y no tienen futuro. Las exigencias de belleza, cuidado
del cuerpo, moda, se atienen al parecer físico, dificultando establecer vínculos satisfactorios y plenos.
El otro se reduce a la mera necesidad de estar para confirmar nuestra imagen.
La sociedad de consumo. Cada sociedad tiene los medios para bañar al sujeto en sus paradigmas. No
hay patologías sin sujetos, pero tampoco sin historia. Los jóvenes no tienen modelos en los cuales creer.
Ante su ausencia se estimula la ilusión de una juventud como valor que choca ante la autoevidencia de
los hechos, y aumenta la sensación de frustración e inseguridad. El consumo es un valor egoísta, la señal
de éxito y el caldo de cultivo de adicciones y de la violencia para alcanzarlo simbólica o materialmente. La
publicidad empuja hacia la moda pero la sociedad de consumo, marca diferencias y jerarquías. La gente
debe integrarse al consumo, por las buenas o por las malas.
La nueva identidad. La situación actual requiere que reinventemos nuestra identidad reinventando
nuestras relaciones pensando, diciendo y haciendo para que los demás compartan este cambio. El
ciberespacio, mundo paralelo a la realidad cotidiana, abre perspectivas para inventar identidad. El efecto
Pigmalión ejemplifica que podemos crear un mundo mejor armonizando entre nosotros y con el medio
ambiente, reforzando la idea de un correcto propósito, a pesar de los antivalores. Si tu puedes, yo
puedo. Un ejemplo: En una escuela se hizo un test de inteligencia. Sin motivo se separó al 20% y se dijo
a los docentes que eran superiores y ellos mejoraron en 4 puntos su coeficiente sobre el resto.
Yo soy el que seré. Para que la identidad no sea un sueño y evitar que ocurra lo que dijo Rousseau: el
hombre nace libre y sin embargo por todas partes se lo encuentra encadenado, hay que adquirir una
metodología que enseñe a desarrollar el potencial, a conocer y usar la totalidad de los recursos naturales,
a dominar los mejores métodos, a elegir los mejores proyectos y modelos, a convertirnos en arquitectos
diseñadores de nuestro propio destino.
El desarrollo de la identidad personal
Gerardo Castillo Ceballos*
Todas las personas, en todas las edades de la vida, necesitan un mínimo de autoestima bien entendida.
La necesitan para confiar en las propias posibilidades y estar así siempre dispuestas a hacer nuevas y