1. Enseñanzas del Papa
Francisco. No.66

2. El 3 de Agosto al presidir el rezo del Ángelus dijo:
“El Evangelio de hoy, trae tres mensajes,
“Compasión, compartir, Eucaristía”, y Dios no nos
hace faltar el pan de cada día si sabemos
compartirlo como hermanos.

3.
“…En el milagro de la multiplicación de los
panes y los pescados…
“en este hecho podemos captar tres
mensajes.

4. El primero es la compasión.
Frente a la multitud que lo busca
y - por así decirlo – “no lo deja en paz”,
Jesús no reacciona con irritación.

5.
No dice “esta gente me da fastidio”.
No, no. Reacciona con un sentimiento de
compasión, porque sabe que no lo buscan
por curiosidad,
sino por necesidad”.

6.
“Pero estemos atentos:
compasión, lo que
siente Jesús,
no es simplemente sentir
piedad. ¡Es más!
Significa
‘padecer con’, es decir,
compenetrarse en el
sufrimiento del otro, al
punto de tomarlo sobre
sí. Así es Jesús, sufre
junto a nosotros, sufre
con nosotros, sufre por
nosotros”.

7. “el signo de esta compasión son las muchas
sanaciones que realizó. Jesús nos enseña a
anteponer las necesidades de los pobres a las
nuestras. Nuestras exigencias, aunque legítimas,
nunca serán tan urgentes como las de los pobres,
que carecen de lo necesario para vivir”.

8. “Nosotros hablamos seguido de los pobres,
pero cuando hablamos de los pobres,
¿oímos que aquel hombre, aquella mujer, aquellos
niños no tienen lo necesario para vivir? ¿Que no
tienen para comer,
no tienen para vestirse, no tienen la posibilidad de

9. También los niños que no tienen la posibilidad de
ir a la escuela… Y por eso, nuestras exigencias - aún
legítimas –
no serán jamás tan urgentes como aquellas de los
pobres,
que no tienen lo necesario para vivir”.

10. El segundo mensaje
del milagro de Jesús
“es el compartir.
El primero es la
compasión,
aquello que sentía
Jesús, con el
compartir.
Es útil comparar la
reacción de los
discípulos frente a la
gente cansada y
hambrienta, con la de
Jesús.

11. Son diferentes. Los discípulos piensan que
es mejor despedirse de ellos, para que
puedan ir a buscarse la comida.
En cambio, Jesús dice:
denles de comer ustedes mismos”.

12.
“Dos reacciones diferentes,
que reflejan dos lógicas opuestas:
los discípulos razonan de acuerdo con el
mundo,
por lo que cada uno debe pensar en sí mismo;
reaccionan como si dijeran: “arréglenselas

13.
Jesús razona en cambio de acuerdo a
la lógica de Dios, que es aquella del
compartir”.

14. “¡Cuántas veces nosotros nos damos vuelta
hacia otro lado con tal de no ver a los
hermanos necesitados! Y esto, mirar hacia
otro lado,
es un modo educado de decir con guantes
blancos: ‘arréglenselas solos’. Y esto no es
de Jesús:

15. Si Jesús “hubiera despedido a la gente,
muchas personas se habrían quedado sin
comer.
En cambio, aquellos pocos panes y pescados,
compartidos y bendecidos por Dios,
fueron suficientes para todos.

16. Y atención ¿eh?: no es una magia, ¡es un
“signo”! Un signo que invita a tener fe en
Dios,
el Padre providente, que no nos hace
faltar
“el pan nuestro de cada día”, si nosotros

17.
El tercer mensaje, es
que “el milagro de los
panes preanuncia la
Eucaristía.
Esto se puede ver en el
gesto de Jesús que
‘recita la bendición’
antes de partir el pan y
distribuirlo a la gente.
Es el mismo gesto que
hará Jesús en la Última
Cena, cuando instaura
el memorial perpetuo
de su Sacrificio
redentor”.

18. “En la Eucaristía, Jesús no da un pan,
sino el pan de vida eterna,
se dona a Sí mismo, ofreciéndose al
Padre por amor a nosotros.

19. Nosotros debemos ir a la
Eucaristía con aquel
sentimiento de Jesús, es
decir, la compasión, y con
aquel deseo de Jesús,
compartir.

20.
Quien va a la Eucaristía sin tener compasión por
los necesitados y sin compartir,
no se encuentra bien con Jesús”.

21. “Compasión, compartir, Eucaristía.
Este es el camino que Jesús nos indica en este
Evangelio. Un camino que nos lleva a
afrontar con fraternidad las necesidades de
este mundo,
pero que nos conduce más allá de este
mundo, porque parte de Dios Padre y regresa

22. “Que la Virgen María, Madre de la Divina
Providencia, nos acompañe en este Camino”

23. En twitter dijo:
Apreciemos más el trabajo de los
empleados domésticos y de los que cuidan
a los menores, ancianos o inválidos: es un
servicio valioso.

24.
Deseo que cada familia redescubra la
oración doméstica:
esto también ayuda a comprenderse y
perdonar.

25.
Cuando no se adora a Dios, se adoran otras
cosas. Dinero y poder son ídolos que a
menudo ocupan el puesto de Dios.

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Y que permanezcamos unidos en el amor
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