1. CUANDO SE QUIERE, SE PUEDE.
Sandra Milena Uribe Rodríguez
Estudiante Licenciatura en Educación Física
Universidad de Antioquia – Sede Amalfi.
Recuerdo cuando cursé mi bachillerato; Mmm… tiempos y recuerdos aquellos.
Cuándo iba a llegar la hora de la clase de educación física me alegraba… me
alegraba muchísimo ver el profesor José y el profesor Orlando, sí; llegaba la hora
de ir a la campo traviesa, salíamos de la mina de barro para salir al alto del Cristo
o salíamos del alto del Cristo para salir a la mina de barro, ¡oh! las clases
teóricas; de historia del baloncesto, voleibol, balonmano, sus reglas, el cómo y
por que era una falta, un dril doble, el cómo pivotear, sacar los balones, como
cogerlos ya en la misma clase o en otra, si no alcanzaba el tiempo la práctica.
Exactamente lo que nos enseñaban, lo que teníamos plasmado en los cuadernos
era, no fácil pero con esmero, dedicación y apoyo de los profes todo era
muchísimo más fácil, divertido y el conocimiento era completo.
Ahora que estoy en la universidad he aprendido tantas cosas; de valorar, de
poner muchísimo más amor, ganas. Con mi recuerdo me voy a esa época y miro
que había comunicación si muy buena comunicación, profesores orientándonos,
guiándonos, apoyándonos pero no sabía realmente el gran valor, el gran trabajo
que desempeñaban con nosotros, en fin.
Hoy día los alumnos quieren que llegue la hora de la educación Física solo para
jugar, de atrasasen de lo que hicieron, de lo que les paso durante el fin de
semana ni siquiera llevan el cuaderno de la materia de educación Física, como
si no fuera tan importante como las demás, no se les ve ese entusiasmo por
aprender, compartir conocimiento con sus compañeros incluso con el mismo
profesor, aun mas no se les ve ánimos ni siquiera de jugar.
Con la ayuda de Dios llegaré por lo que estoy luchando y seguiré luchando
incansablemente hasta conseguirlo, ser la mejor licenciada de educación Física.
Pero no solo hasta ahí; quiero, necesito y anhelo que mi familia ¡sí! Mi familia;
porque mis alumnos se convertirán en mi familia, me vean como un apoyo, una
gran amiga, que les de alegría saber que va a llegar mi clase, que se inquieten
pero por pensar que nuevo vamos a aprender hoy, que me quieran absorber todo
el conocimiento que tenga, que dialoguemos, que nos entendamos, que
compartamos, darles espacio, confianza que me ayuden a planear una clase o
2. que la planeemos juntos, que digan, piensen nos falto mucho más tiempo para
compartir, aprender y disfrutar.
Dejando aparte los grandes momentos vividos, tantas cosas características de
aquel momento como: mochilas verdes, cuadernos con páginas amarillas y
forrados en papel celofán, de
Cometa y de regalo.
Aprender y enseñar nosotros como maestros y a nuestros alumnos que no
existen diferencias de las formas de ser entre niños “normales” y los “anormales”;
Que maestro y alumnos son una comunidad que busca realizar una obra en
común: el conocimiento de los bienes culturales y los valores propios o
característico por sí misma y no por causas exteriores.
Con amor, diálogo, apoyo, confianza, lucha, esmero, trabajo, investigación,
innovación lo lograre, claro que lo lograre. Siguiendo paso a paso tanto, pero
tanto conocimiento que me dejan mis grandes, mis excelentes maestros con los
que he tenido el gran privilegio, la gran bendición de compartir hasta el día de
hoy.
De cada uno de ellos muchas cosas para poner en práctica, como el hacernos
sentir que cada fin de semana estamos en casa con la diferencia que nos
estamos formando para ser grandes seres humanos y maestros.