Este documento argumenta que las aulas deben construirse como comunidades inclusivas que acogen a todos los estudiantes. Propone que las aulas reconozcan y valoren la diversidad, que promuevan el aprendizaje conjunto, y que brinden apoyo crítico a todos los estudiantes para evitar la segregación. Finalmente, ofrece algunas claves como denunciar la exclusión, colaborar en la inclusión y establecer vínculos entre la escuela y la comunidad.
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La construcción del aula como comunidad de todos
1. La construcción del aula como comunidad de todos. Ángeles Parrilla Latas Universidad de Sevilla Organización y Gestión Educativa (2004), nº 2, 19-24
2. “Una comunidad se desintegra en cuanto consiente en abandonar al más débil de sus miembros” (Amín Maalouf: León el Africano)
3. Introducción. El aula: ¿Comunidad de diversidad? El aula: ¿una comunidad de Aprendizaje? El aula: ¿una comunidad social? El aula: ¿una comunidad de apoyo? Algunas claves en la construcción de comunidades inclusivas.
4. Objetivo: En este artículo se plantea que avanzar en la creación de aulas inclusivas supone pensar la educación en el aula como comunidad acogedora e integradora de la diversidad. Se apoya en las ideas expresadas por algunos jóvenes a los que han preguntado por sus sentimientos y preferencias durante sus años de escolarización. El artículo finaliza con algunas sugerencias que podrían servir de marco para avanzar en la dirección señalada.
5. Introducción. El aula inclusiva debe ser un aula pensada por todos y para todos. Pero, establecer comunidades que escuchen, apoyen y atiendan a todo el alumnado, exige modificaciones sustanciales en los centros escolares y sus aulas.
6. Cuatro ideas sobre el concepto de comunidad: Asunción de pertenencia de todos. Derecho de cada miembro a sentirse actor social, a desarrollar su propia identidad individual dentro de la comunidad y no fuera de ella. Derecho a ejercer e insertarse en las actividades de la comunidad. Compromiso de construcción conjunta de la comunidad.
7. El aula: ¿Comunidad de diversidad? La primera regla es hacer presentes las diferencias en el aula: Todo alumno/a debe sentirse representado/a en el conjunto de la clase más allá de su propia singularidad y peculiaridad. La segunda regla es reconocer la normalidad de la diversidad. La tercera es valorar la diversidad. La cuarta supone Aprender a aprender de la diferencia. La quinta nos lleva a actuar desde la diversidad combatiendo las desigualdades.
8. El aula: ¿una comunidad de Aprendizaje? Compromiso básico: Construcción de una educación de calidad para todos y todas. El aprendizaje no ha de basarse en oportunidades de diferenciación, sino de búsqueda de caminos comunes.
10. El aula: ¿una comunidad social? Supone convertir al alumnado en aliados privilegiados para la creación de un contexto inclusivo. Características que suelen darse en las comunidades sociales acogedoras y rspetuosas con la diversidad: Participación de todos en la elaboración de normas del grupo. Flexibilidad en los acuerdos. Relaciones que potencian los aspectos más positivos. Relaciones simétricas entre y con el alumnado.
11. El aula: ¿una comunidad de apoyo? “Hasta sexto estuve en una clase normal, pues me iban bien los estudios, pero decidieron ponernos todos juntos a unos cuantos gitanos. Estuvimos así dos años. Ellos lo llamaban clases de apoyo, pero bueno…Me retrasé ahí un montón” (Manuel, 18 años) Se plantea el riesgo de convertir una herramienta al servicio de la inclusión (el apoyo) en todo lo contrario: en mecanismo de segregación y exclusión. Apoyo crítico: El aula inclusiva plantea un apoyo que promueve la indagación, la búsqueda conjunta de soluciones, el diálogo y la confrontación entre el profesorado en la escuela. (Dyson)
12. Algunas claves en la construcción de comunidades inclusivas. Denunciar la exclusión. Colaborar en la construcción del conocimiento de la Inclusión. Establecer vínculos entre comunidades educativa y social. Apertura dinámica.