3. Cuestiones
¿Qué valoración existe hoy de la oración?
¿Qué tipo de oración se da?
¿Resulta fácil hablar de oración?
¿Cuáles son las dificultades más significativas?
Nos encontramos ante una situación contradictoria:
de aceptación y, al mismo tiempo, de marginación de
la oración.
4. a.- Se acepta la oración:
Datos que nos hablan de la aceptación
La oración es actualmente un tema al menos respetado.
Se repiten los encuentros de oración organizados por los distintos
grupos de vida cristiana.
La experiencia de ejercicios espirituales y jornadas de oración.
La estancia de fines de semana o de varios días en los
monasterios es frecuente.
Cursillos sobre técnicas y métodos de oración.
La literatura que existe sobre la oración.
Tanto la valoración y la práctica de la oración es un hecho general
de todos los pueblos.
5. b.- Se margina la oración:
Hay situaciones en las que de hecho la oración queda fuera de la
vida y se le critica por:
El subjetivismo de la oración: se acusa a la oración de descansar
en la proyección de los propios deseos buscando la respuesta
que interesa.
El egocentrismo de la oración: se dice de la oración que suele
estar centrada en el individuo y sus necesidades, y que además,
centra a la persona en ella misma fomentando planteamientos de
personalidad artificiales.
6. La falta de espontaneidad: cierto formalismo estricto que
dificulta la libre espontaneidad de la persona y del grupo en el
momento de orar.
La huida desde la oración: en el momento de mayor urgencia
del compromiso evade a la persona de la realidad concreta a
la que debe responder.
El anacronismo de la oración: la oración descansa en una
cosmovisión superada y en una antropología que no tiene en
cuenta los avances de las ciencias del hombre.
7. En síntesis:
Es costoso admitir que en nuestros contextos cristianos se
olvide de hecho la oración.
No se puede presuponer que a cualquier cristiano le resulte
obvia y fácil la oración.
La oración como problema puede en algunos casos derivar
en problema existencial de la persona.
Ésta es la situación en la que nos encontramos:
Existe una clara valoración de la oración, pero su praxis
encuentra serias dificultades en el hombre y en el mundo de
hoy.
8. ¿Qué es la oración?
La oración es:
“Un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el
cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde
dentro de la prueba como desde dentro de la alegría”(Santa
Teresita del Niño Jesús).
“La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios
de bienes convenientes”(San Juan Damasceno).
9. La humildad es la base de la oración.
La humildad
Es una disposición necesaria para recibir
gratuitamente el don de la oración.
La oración es el encuentro de la sed de
Dios y de la sed del ser humamno. Dios
tiene sed de que el ser humano tenga
sed de Él.
La oración acompaña a toda la
historia de la salvación
Dios llama incansablemente a cada persona al
encuentro misterioso con Él.
La oración acompaña a toda la historia de la
salvacióncomo una llamada recíproca entre Dios
y el hombre.
10. La oración de Abraham
(Gn. 18,16-33) y de Jacob
aparece como una lucha de fe
vivida en la confianza a la
fidelidad de Dios, y en la certeza
de la victoria prometida a
quienes perseveran.
La oración de Moisés (Ex.
17,8-13; Nm. 12,13-14)responde
a la iniciativa del Dios vivo para
la salvación de su pueblo
Los profetas llaman a la
conversión del corazón y, al buscar
ardientemente el rostro de Dios,
como hizo Elías, interceden por el
pueblo (1 R. 18, 20-39).
11. Los salmos constituyen la obra maestra de la oración en el
Antiguo Testamento.
Presentan dos componentes inseparables: individual y comunitario.
Rezándolos en referencia a Cristo y viendo su cumplimiento en El, los Salmos son elemento
esencial y permanente de la oración de su Iglesia.
Se adaptan a los hombres de toda condición y de todo tiempo.
En el Nuevo testamento el modelo perfecto de oración se encuentra en la oración filial de
Jesús.
El evangelio de san Lucas subraya la acción del Espíritu Santo y el sentido de la oración en
el ministerio de Cristo.
En la plenitud de los
tiempos:
12. La oración acompaña las grandes decisiones y los acontecimientos
importantes de su vida.
Bautismo (Lc. 3,21-22)
Retiro en desierto (Mc. 1,12-13; Mt. 4,1-11; Lc. 4,1-13)
Elección de los Doce (Lc. 6,12-13)
Diálogo de Cesarea (Lc. 9,18)
Transfiguración (Lc. 9,28-29)
Getsemaní (Mc. 14,32-42; Mt. 26,36-46; Lc. 22,40-45)
Oración en la cruz (Mc. 15,34; Mt. 27,46; Lc. 23,46)
13. La oración anima el vivir diario de Jesús.
Una jornada típica de Jesús está encabezada por la oración. (Mc.
1,35)
Busca la soledad (Mc. 1,35; Mt. 14,23; 26,36; Lc. 5,16; 9,18)
La encuentra en el silencio de la montaña (Mt. 14,23; Mc. 6,46; Lc.
6,12; 9,28)
Y en la serenidad de la noche (Mc. 1,35; Lc. 6,12)
A Jesús hay que verlo como un judío piadoso (Lc. 4,16)
Su originalidad radica en la comunión del Hijo con el Padre (Jn. 11,
41).
14. La novedad de la oración de Jesús está también en el
contenido, que no tiene otro objetivo que el cumplimiento de
la misión salvífica, que es la voluntad del Padre (Jn. 17,1)
Oración por la misión:
La oración por los Doce (Lc. 6,12-13)
Por los pequeños (Lc. 10,21)
Por Pedro (Lc. 22,23)
Por la comunida (Jn. 17,24)
15. Jesús es maestro de oración:
Indicaciones sobre la actitud orante (Mt. 6,5-8)
Audacia filial (Mc. 11,24)
Orar y entregarse es una misma cosa (Lc. 22,42; Mt. 7,21)
Orar con insistencia (Lc. 11, 5-13)
Con la paciencia de la fe (Lc. 18,1-8)
Con la humildad de corazón (Lc. 18,9-14)
Pidamos en su nombre (Jn. 14,13)
16. Orar desde la noche oscura.
Los místicos nos enseñan cómo en la noche y en el desierto Dios
trabaja más hondamente a las personas.
Las situaciones de noche oscura son muchas y muy variadas, y
desde todas ellas se puede y se debe orar.
Podemos orar en la noche oscura del pecado, del desencanto, de
la injusticia, de la debilidad de la carne, de la fe, de la historia, de
la muerte. En la oración oscura se prepara la luz.
Situaciones para orar
17. Orar desde el día.
Cuando la luz lo invade todo y da sentido a lo que se hace y se
vive, es un momento muy propicio para abrirse a Dios y
dialogar con él.
Orar en la aurora de la vida, de la vocación, de la nueva
opción, de la nueva etapa de relación, cuando la oración se
vive como respuesta a una llamada creadora que es presencia
de amor, es muy distinto que orar en la plenitud de la vida, de
la misión, de la tarea, donde la oración se vive en medio de
una realismo aceptado, y que orar en el crepúsculo de la vida,
donde la oración es abandono confiado.
18. Oración vocal:
cada orante ha de inventar los gestos y las
palabras para adentrarse en el misterio y para
vivir expresando su experiencia interior.
Las palabras empleadas por la tradición, son
un gran servicio y tienen un valor profundo
para dialogar con Dios.
Caminos de
oración
19. Oración litúrgica:
toda celebración litúrgica es oración en cuanto que participa en el diálogo
santificante y cultual que es la liturgia.
Dice Borobio: “la oración litúrgica no se distingue de las demás por ser
oración, sino por serlo litúrgicamente, es decir, por acontecer y
manifestarse en unas formas, en una estructura y en una acción litúrgica,
que implican las secuencias de: la reunión de la asamblea, la proclamación
de la palabra, la expresión del rito, el envío y dispersión de la asamblea”.
20. Oración meditativa:
le corresponde al hombre pensar de
forma intensa y afectuosa en torno al
contenido de su fe.
Cuando ese pensar se convierte en base
estructurada del encuentro con Dios,
surge la meditación propiamente dicha. Oración contemplativa:
con este nombre se designa el momento
en que la lectura de la Palabra de Dios y la
reflexión sobre el misterio desembocan en
la quietud admirativa, en el contacto, en la
experiencia.
Se ahonda el conocimiento y el amor.
21. Oración mística:
se caracteriza por la progresiva actuación de
Dios y la consiguiente pasividad receptiva
del ser humano.
En la oración mística hay distintos tipos de
oración: recogimiento infuso, oración de
quietud y oración de unión.
Diferentes tipos de oración:
Oración de petición tiene por objeto el
perdón, la búsqueda del Reino y cualquier
necesidad verdadera.
Oración de intercesión consiste en una
petición a favor de otro. No conoce fronteras
y se extiende hasta los enemigos.
Oración de alabanza, totalmente
desinteresada, se dirige a Dios; canta para El
y le da gloria no sólo por lo que ha hecho
sino porque El es.
22. Conclusión
Cuando hay sujeto orante, señalamos estos rasgos
como los más característicos:
a.- Hay sujeto de oración en la medida en que dé cabida al Espíritu.
b.- La capacidad de descentralización superando el narcisismo. Consiste en
utilizar la oración en función de uno mismo.
c.- La capacidad de conversión. Las personas duras a la conversión son
difíciles a la oración.
23. d.- La capacidad de trascendencia y de
vivir la nueva apertura en fe.
La gran dificultad que muchos tienen en
la oración es querer dominarla desde el
poder que cada uno tiene.
e.- La afectividad es la pieza clave de la oración.
El amor posibilita y condiciona la oración.
Se puede decir desde la experiencia que
a un amor egoísta corresponde una oración egocéntrica,
a un amor dominante corresponde una oración de dominio,
a un amor narcisista corresponde una oración vanidosa,
a un amor oblativo corresponde una oración generosa;
pero a su vez, la oración enriquece y madura a la afectividad.
24. f.- Hacer espacio entre los problemas y las cosas, por un lado, y la
realidad profunda de mi ser cristiano, por otro.No se trata de ignorar
los problemas ni de no dejarse afectar por ellos, sino de que no
ocupen lo profundo de la persona.
g.- Favorecer la salida de uno mismo. Salir de uno mismo es una
buena preparación para la oración, que es siempre desinstalación
confiada y en fe.
26. h.- Plantear y sostener la actividad en la oración.
La oración como relación interpersonal exige una intensa actividad.
i.- Proposición, revisión y renovación de los métodos de oración.
No son recomendables ni la improvisación ni la fijación de la oración.
j.- Plantear la necesidad del tiempo para la oración.
Es verdad que la oración no se reduce a tiempo, pero sin tiempo no hay encuentro.