2.
Durante la II Guerra Mundial, los Estados Unidos de América pidieron la colaboración de los países del itsmo
centroamericano y como consecuencia se construyeron a lo largo del litoral pacífico una serie de instalaciones
militares, incluyendo la Base Militar de San José que incluía una pista de aterrizaje asfaltada. Así llega 1944,
cuyos acontecimientos políticos sacudieron la sociedad guatemalteca, y luego del triunfo del movimiento del 20
de octubre, el Ejército es totalmente reorganizado, hasta que, en base al Decreto No. 59 del 5 de mayo de 1945
se reforma el reglamento interno del Cuerpo de Aeronáutica Militar para posteriormente adoptar su nombre actual
de Fuerza Aérea Guatemalteca, más acorde con su misión y proyecciones interiores. Poco antes de este
acontecimiento llega como instructor de vuelo el Piloto Aviador americano Charles Montgomery Jr. a principios del
año 1944.
Contando Guatemala con uno de los cuerpos de aviación más completos de América Latina, nuestro gobierno se
interesó porque la aviación tuviera un adelanto técnico en sus operaciones de desarrollo, dedicándose a
profesionalizar a sus miembros a través de becas al extranjero, tecnificando sus métodos y mejorando el equipo
existente, es así como la Fuerza Aérea Guatemalteca inicia sus actividades solicitando ante el gobierno de los
Estados Unidos de América, el envío de una Misión Aérea, y llega como primer Jefe de la Misión el Tte. Cnel. P.A.
(USAF) Juan Francisco Puerta y como subjefe el Mayor P.A. (USAF) Merle S. Else y cuatro mecánicos para
asesorar los aspectos técnicos del mantenimiento.
Siendo éstos los verdaderos pioneros del asesoramiento técnico de la Fuerza Aérea Guatemalteca, cooperando
con igual entusiasmo con los señores Jefes y Oficiales de este Comando y de la Escuela Militar de Aviación para
la formación de nuevos cuadros de los Escuadrones de Vuelo que inmediatamente principiaron a funcionar,
siendo entre otros: Caza, Observación , Bombardeo y Transporte.
Estas Misiones Aéreas fueron relevadas al final de sus respectivos contratos en sucesión, de manera tal que el
entrenamiento tanto teórico como de vuelo, continuó con el devenir de los años, entre los jefes de Misión surgen
nombres como Tte. Cnel. P.A. (USAF) Stephen Mc`Elroy, Coronel P.A. (USAF) Richard C. Hutchinson, Coronel P.
A. (USAF) Gene L. Douglas, quien fue el último Jefe de Embajada de los Estados Unidos de América en
Guatemala, convirtiéndose entonces la Misión, en Sección Aérea como una subdivisión del Grupo Militar.
3. En el afán siempre de perfeccionamiento, el personal de Pilotos y Mecánicos de la Fuerza Aérea Guatemalteca
ha sido enviado a la Zona del Canal de Panamá a partir del 1944, para especializarse en diferentes ramas de la
aviación. Con el mismo propósito se ha enviado personal a algunas Bases Aéreas en los Estados Unidos de
América, retornando con un bagaje de conocimientos que luego son compartidos y aprovechados al máximo por
el cuerpo de mecánicos.
Durante el año 1946 se adquieren 3 aviones Douglas C-47, 1 avión Grumman Goose JRF-5B anfibio que
posteriormente se canjeó por un helicóptero Hiller 360, y para entrenamiento se compraron aviones Beechcraft
AT-11 “Kansan”, AT-6C “Texan” y Cessna UC-78 “Bobcat”. Por aquella época se efectuaron varios vuelos
internacionales de buena voluntad incluyendo la famosa hazaña de llevar las Alas de la Fuerza Aérea a través del
Paso del Aconcagua, en los Andes, entre Argentina y Chile, en uno de los recién adquiridos aviones C-47, este
vuelo sin precedentes mereció los más cálidos elogios de propios y extraños y definitivamente fue coronado por
el éxito.
Por contraste, octubre de 1951 resulta luctuoso, en una carrera tan arriesgada como la aviación, los accidentes
son muchas veces inevitables, y aquí hubo de lamentarse la más grande tragedia aérea ocurrida hasta la fecha
en este Comando, un avión C-47 se estrella en Petén, 27 personas perdieron la vida, eran ellos en su mayoría
distinguidos artistas y algunos elementos militares, que participaban en el programa de proyección denominado
“La Hora Cultural del Ejército”.
Julio de 1954 ve llegar 3 aviones Mustang F-51D, prototipo considerado como el mejor avión caza de la II Guerra
Mundial, cuatro más llegan en octubre de ese año y otros siete llegan en abril de 1956 desde San Antonio, Texas,
EE.UU. En abril de 1958 llegan otros 3 F-51D procedentes de Sacramento, California, EE.UU. y en marzo de
1962 llegan los últimos 3 Mustangs. En agosto de 1960 se adquieren 8 caza-bombarderos “Invader” A-26 A/B/C
para refuerzo de los Escuadrones Tácticos; en 1962 como ya mencionamos llegan 3 F-51 y en agosto de ese año
a través del MAP llega un C-47. En 1963, la Fuerza Aérea Guatemalteca hace su ingreso a la era de la
Propulsión Jet cuando bajo los auspicios del Programa de Asistencia Militar (MAP por sus siglas en inglés), en
enero, llegan a Guatemala 4 aviones T-33. Bajo este programa llegaron en mayo de ese año 2 aviones C-47 y
otros dos en diciembre. El gobierno decide aumentar y apoyar el Escuadrón de Transporte y adquiere un C-54
cuadrimotor en noviembre de 1964; para diciembre del mismo año llegan otros dos aviones T-33 comprados por
el gobierno de Guatemala y el MAP proporcionó otros dos en junio de 1965. En esa fecha también el MAP trajo
dos helicópteros Sikorsky H-19 para que pudieran ser empleados en misiones de rescate o de observación y
completó 4 unidades al traer, en septiembre de 1966, otros 2 helicópteros H-19.
4. Los beneficios del Programa de Asistencia Militar no paran allí, en julio de 1967 llegó un avión C-47 y en
Noviembre de ese año 3 helicópteros UH-1H Huey. El gobierno de Guatemala ha comprado avionetas Cessnas
172,182 y otras, Piper de diferentes modelos, 1 avión DC-6B de cuatro motores y capacidad de transporte
pesado en 1973, 11 aviones ARAVA 201 de características STOL muy apreciadas en nuestro territorio por su
topografía, los cuales hicieron su aparición entre los años 1976 y 1977, a la par de helicópteros franceses Lama
SA-315 y Alloutle III SA-319 robustos y fuertes caballos de carga, en los mismos años. Entre 1971 y 1975
llegaron también los poderosos aviones Cessna A-37B DragonFly, considerado como un avión muy efectivo.
Se adquirieron también aviones Pilatus PC-7 para entrenamiento entre 1979 y 1980. Helicópteros Bell Jet Ranger
en 1980 a 1982, Bell Long Ranger en 1981, y se han adquirido varios helicópteros Bell 212 y 412 entre 1980 y
1992. En 982 se agregaron los aviones Fokker Friendship F-27 para transporte de pasajeros y carga. Así mismo
algunos aviones Beechcraft Super King Air 300 y 200 (transporte ejecutivo) forman parte de este inventario, junto
a helicópteros Sikorsky S-76A.
Una a una estas aeronaves han ido reemplazando los viejos aviones de mitad de siglo, sin embargo, merece
especial atención al hecho que al siempre noble avión de transporte Douglas DC-3/C-47 le ha tocado vivir un
momento muy especial porque atendiendo a la importancia que como aerotransporte tiene y tras largos años en
tierra, se han enviado algunos de ellos para su repotenciación y reacondicionamiento en la Compañía Basler
Turbo Conversions Inc. en Oshkosh, Wisconsin, EE.UU. en donde se les ha dado nueva vida y fuerza a través de
la instalación de nuevos motores Turbo-Prop sustituyendo a los viejos motores recíprocos, para que ahora, como
antes, puedan ser verdaderos pilares en que se apoyen las misiones de transporte mediano de personal o carga
al interior o exterior de la República.
Al mismo tiempo que el inventario aumentaba, poco a poco se fue creciendo en infraestructura, en 1957 se crea
el Hospital de la Fuerza Aérea el cual atiende a la familia FAG y también a personal civil, en 1963 se crea el
conjunto de marimba “Alas Chapinas”, y en 1969 marca la reapertura de la Escuela de Mecánicos de Aviación de
la Fuerza Aérea. Después de trasladado el Aeropuerto Internacional a las nuevas instalaciones al lado oeste de la
pista en la década de los 70, se pasó a ocupar el edificio actual, tras hacerle algunos ajustes para acomodo de lo
que sería el nuevo Cuartel General, y, con el paso del tiempo a partir de 1975 se empezaron a construir nuevas
edificaciones como un local para bomberos, el hangar para avionetas “Tte. Matías Urizar”, el almacén de
motores, los hangares “Juan Adolfo Castillo Ralda’ para aviones DC-4 y C-47, y “Sgto. Jesús Herrera Milián” para
aviones ARAVA; por 1978 se terminó de construir un ala del Hospital de la Fuerza Aérea, se amplió la Capilla de
Nuestra Señora de Loretto, se acondicionó el Club de Oficiales y de Aerotécnicos, y como obras de
reconstrucción por los daños que el terremoto de 1976 causó podemos mencionar en este período la
reconstrucción de la muralla perimetral que da a la Avenida Hincapié, la reconstrucción de la gasolinera “Los
Arcos”, la reconstrucción de los torreones en la antigua entrada principal y el cambio de techo y artesón del
Edificio Principal, por mencionar algunos.
5. En esta década también se construyó el Centro de Recreación para el Aerotécnico en las instalaciones
de la ahora Base Militar “La Aurora”, el taller de soldadura, el local para el Almacén de Abastecimientos
No. 2.
Al mismo tiempo que los cambios en el inventario de aeronaves lo fueron exigiendo, se fue adquiriendo
el equipo y la herramienta especial, necesarios para llevar a cabo las tareas de comprobación y
reparación de las nuevas naves y sus componentes, incluyendo montacargas, remolques,
extinguidores, etc.
En 1978 se reorganiza la Escuela Militar de Aviación para Pilotos Aviadores Militares. Y, con el afán de
tener una mejor cobertura y proporcionar de mejor forma el apoyo aéreo, y cumplir con la misión
encomendada, a nivel nacional, en 1981 se crea la Base Aérea del Norte “Tte. Cnel. Av. P.A. DEMA.
Danilo Eugenio Henry Sánchez” en Santa Elena, Petén, y en 1989 se crea la Base Aérea del Sur “Cnel.
Av. P.A. DEMA. Mario Enrique Vázquez Maldonado”, en la cabecera departamental de Retalhuleu,
trasladándose hacia allá la Escuela Militar de Aviación quedando adscrita a esa Base.
Otros dos hechos importantes son la creación de la Reserva Aérea como un Comando Especial en 1982
y la Escuela Técnica Militar de Aviación en 1983.
6.
7. La Fuerza Aérea Guatemalteca ha sustentado su doctrina y principios en enfrentar los desafíos del futuro,
actuando ante las amenazas, cuyo efecto se presenta sobre la nación y el mundo entero.
Las misiones en tiempo de paz van desde la cooperación a entidades estatales y privadas, a entidades que velan
por el ecosistema y la biósfera maya, así como a integrantes de las distintas comisiones de prevención de
desastres, apoyo en el combate de incendios forestales, apoyo a las operaciones de combate al narcotráfico,
evacuación de enfermos, abastecimiento de equipos diversos y suministros a áreas de difícil acceso.
La capacidad humana del personal que conforma la Fuerza Aérea Guatemalteca ha quedado demostrada en
épicas jornadas, al asistir y volar a lugares inhóspitos e inaccesibles, para apoyar y llevar alivio a poblaciones que
son víctimas de desastres naturales o desastres provocados por las manos del hombre. Mediante estas misiones
humanitarias, en apoyo a hermanos guatemaltecos, se proyectan hacia la sociedad dos de las grandes
características de la aviación: la flexibilidad y la capacidad de desplazamiento inmediato.
La historia no se ha escrito fácilmente, es por ello que a lo largo de la misma el desarrollo ha sido con paso firme,
paciencia, seguridad y eficacia; los distintos obstáculos que se han presentado han sido superados
progresivamente, hasta alcanzar el nivel de la aviación nacional actual y en cada una de esas etapas han
quedado hitos de gloria y ejemplos sobresalientes de la dedicación al engrandecimiento de la Fuerza de Aire, y
por ende del Ejército de Guatemala.
Para finalizar, mi gratitud al Supremo Creador por permitirme el privilegio de comandar a la Fuerza Aérea
Guatemalteca, siendo una oportunidad de servir a la sociedad de este país, invocando su bondad y protección,
para los hombres y mujeres, soldados del aire, que la integran, tanto en su vida personal, como en sus
actividades de trabajo.
A ustedes mi renovado agradecimiento por haber visitado esta página web, que Dios los bendiga y como un
soldado del aire: "Buen vuelo"