El principio eterno del diezmo

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El principio del diezmo
John G. Alber
Adaptación de Pablo Rathbern

LA PROPOSICIÓN BÁSICA

“Según la norma neotestamentaria de la iglesia, hay igual razón para los
discípulos de cristo aceptar, predicar y practicar el principio del diezmo como el
mínimo de su obligación al Reino de cristo como lo hay para aceptar, predicar y
practicar la observación semanaria de la cena del Señor o la inmersión como el
modo apropiado del bautismo cristiano.”

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PREÁMBULO

Hay varias maneras por las cuales el tema del diezmo se ha presentado en el
pasado:
I Sobre la Base de la Ley. Puesto que el estatuto Mosaico ha sido abrogado
en Cristo, “Clavado a la Cruz”, no tenemos en cuenta el diezmo legalista. De lo
contrario, si uno disputa que el Cristiano bajo la gracia, debe hacer tanto como el
judío bajo la ley, el argumento tiene peso.

II Sobre la Base de Conveniencia. El argumento es que el diezmo consigue
más dinero para el reino. El hecho de que tiene éxito, por supuesto, le da peso.
Si un hombre ha dado el dos por ciento y aumenta sus ofrendas al diez por
ciento, la iglesia recibirá cinco veces más dinero. El defecto de esta apelación es
que en su fondo se trata de la plata y no del ánimo.

III Sobre la Base de que Uno sería Bendecido Monetariamente. Nueve
décimos con Dios valen más que diez décimos sin El. Puesto que es cierto y es
posible hacer un argumento para sostenerlo, la apelación es para el interés
humano y presenta el asunto entero sobre un nivel demasiado inferior.

IV Sobre la Base de Principio. Tomamos la posición que el principio del
diezmo es eterno. Las leyes pueden ser hechas y abrogadas, pero los
principios permanecen pasa siempre. El principio del diezmo es aplicable a
todas las dispensaciones: Patriarcal, Judía, Cristiana. Del punto de vista
lógico y escriturario, esta posición es inexpugnable.
Lo hemos sostenido por casi un cuarto de siglo. La hemos defendido en
numerosas discusiones. La debatimos al fin con el Sr. W.H. Hanna, Pittsburg.
Publicamos este debate y copias de el todavía se consiguen. No hemos
podido encontrar a nadie que pueda desbaratar el argumento
Este libro presenta en forma condensada el argumento afirmativo de este
debate y se propone como reto a los ministros y discípulos de Cristo para
contestar el argumento o aceptar el principio.

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INTRODUCCION
Un Principio Espiritual

Al tratar el asunto del diezmo, tratamos con más que un método de conseguir
dinero para las empresas del Reino.
Tratamos como un profundo principio espiritual, adhesión al cual, creemos, es
necesario para nuestro bienestar espiritual así como para el avanzamiento del
reino de Dios.
El dinero tiene valor espiritual. Bien ha dicho alguno, “El dinero que
pertenece con todo derecho a Dios, que le es negado por su pueblo, es sin
duda el mas grande estorbo a la espiritualidad vital que existe en el mundo
hoy”. Oímos mucho en estos días que cuando la iglesia obra justamente con
Dios no habrá más dificultades acerca del dinero. Las Escrituras enseñan de
lo contrario. No puede uno ponerse de acuerdo con Dios espiritualmente a
menos que esté de a cuerdo con El monetariamente. Si Ud. No cree esto,
pruébeselo con su vecino. El dinero es más que la “caja fría”, o el “lucro”. Es
la energía del cuerpo y el cerebro transformados en el valor común. Es
“personalidad líquida”. Representa la vida. Si yo vendo mi trabajo y consigo
un billete de cinco dólares por un día de labor, ¿Qué es esta moneda?
Representa un día de mi vida. Si yo lo doy al avanzamiento del Reino de Dios,
he dado un día de mi Vida al Reino de Dios.
Dar, es un ejercicio espiritual. Hay una relación muy intima entre la oferta de
si mismo y la sustancia. De que el ofrecerse a si mismo al Reino de Dios sea
un acto religioso nadie pondrá en duda.
Es un ejercicio o experiencia altamente espiritual. Dando la sustancia, o sea el
dinero, es lo mismo a menos que haya diferencia de grado.
Desde el alba de la historia humana la ofrenda al altar era el acto central
del culto. La suprema experiencia religiosa se centraba allí aun desde los días
de Caín y Abel hasta la cruz del Calvario. No obstante esto, en muchas
iglesias y en el pensamiento particular de muchos discípulos, la ofrenda ha
sido divorciada de la adoración.
Cuando el hombre al principio juntó los frutos del campo, huerto y
ganado, y veía que sin estos dones de Dios no podía vivir, edificó un altar y
trajo algún símbolo material de su reconocimiento de la bondad de Dios.
¿Habría sido más espiritual si hubiese venido con cantos y palabras
solamente?
Cantos y palabras pueden usarse en el culto, pero el amor exige algo más.
¿Qué joven, cuando ha encontrado a la que satisface su corazón de lleno,

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jamás dejo de traerle alguna prenda de su amor: flores, bombones o joyas
brillantes?
Lléveselo al reino del Amante Divino. Lea el texto dorado de la Biblia, “De tal
manera amó Dios… que ha dado…”
Uno puede dar sin amar, pero uno no puede amar sin dar. El ejercicio
genuinamente espiritual enseña a uno a dar. Cuando Jacob pasó por aquella
exaltada experiencia espiritual y vio la visión de la escalera al cielo, no dijo
solamente, “esta es la casa de Dios, esta es la puerta al cielo,” sino que dijo.
“De todo lo que Tu me das ciertamente daré el diezmo a Tí”
Si el dinero tiene un valor espiritual y dar el dinero es un ejercicio
espiritual, pues, todo discípulo de El, quien se dio así mismo por nosotros
necesita este ejercicio espiritual para su desarrollo espiritual. Todo miembro
de la iglesia, sin hacer caso de su riqueza, posición, o edad necesita este
ejercicio espiritual para su desarrollo espiritual que se centra en la ofrenda de
nuestros dones a los altares de Dios. Pablo dice, “que tan bien abundéis en
esta gracia, “v.g., la gracia de dar.
El dar no es solamente un medio de gracia sino que esta relacionado con
la observación de la Cena del Señor, que conmemora el don de Dios en
nosotros. Ciertamente nadie negaría que la comunión sea institución
espiritual. El autor de Hebreos dice, “Tenemos un altar, del cual no tienen
facultad de comer los que sirven al tabernáculo, “e instruye a sus lectores a
que traigan mas que un sacrificio de alabanza, “Y de hacer bien y de la
comunicación no os olvidéis: porque de tales sacrificios se agrada Dios. “Heb.
13:10-16.

El Hilo del Argumento

Nuestra posición Básica: Resuelto: “Que según la norma neotestamentaria de
la iglesia hay igual razón para los discípulos de Cristo aceptar, predicar, y
practicar el principio del diezmo como el mínimo de su obligación al reino de
Cristo como la hay para aceptar, practicar y predicar la observación semanal
de la Cena del Señor o la inmersión como el modo apropiado del bautismo
cristiano.”

Explicación y definición de la Proposición:
“Norma neotestamentaria de la iglesia”…con estos queremos decir la
base puesta por los escritores neotestamentarias en sus enseñanzas y
práctica.

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“El principio del diezmo”…Queremos distinguir claramente entre el
“principio del diezmo y “la ley del diezmo”.
Las leyes pueden ser hechas y abrogadas, pero ‘los principios son eternos’. El
principio estaba en acción mucho antes que la ley del diezmo fuese
establecida por Moisés. El principio permanece en vigor aunque la ley
Mosaica fue clavada a la cruz.
La distinción principal entre el principio y la ley es que cuando uno acepta el
principio del diezmo, la obligación de dar es de adentro. Es voluntario. Uno no
está obligado a diezmar así como no esta obligado a ser bautizado. En la ley
la coerción es de afuera, e involuntaria. El principio se aplica a los libres, la ley
a los esclavos. El principio hace una apelación infinitamente más noble. Esta
en la coerción de perdonar, amar, o servir.
Esta discusión, sin embargo, no intenta abarcar todo el terreno de la
mayordomía que es ancho y abarca todas nuestras obligaciones. Estamos
tratando solamente de una fase da la mayordomía, y es, la obligación de un
cristiano de sostener adecuadamente el reino con sus cosas materiales.
“Como mínimo”… No abogamos por el diezmo como un máximo, sino
como la cantidad menor que podría satisfacer la obligación cristiana. Nada en
mi argumento será entendido para explicar que un cristiano no debe proceder
más allá del diezmo.
“La cena del Señor y el bautismo”… No llamamos a cuentas a alguna
enseñanza del Nuevo Testamento concerniente a estas ordenanzas.
Tampoco llamamos a cuentas a las inferencias fuertes que sostienen la
conmemoración semanal de la Cena del Señor o la inmersión como la acción
apropiada en el bautismo cristiano. Nuestro único objeto al meter estas cosas
en esta discusión es porque son aceptadas por nuestro pueblo, sin embargo
ningún escritor neotestamentario hacer argumento alguno a favor de la
conmemoración semanal de la cena del Señor o la inmersión como la acción
apropiada en el bautismo cristiano. Estas cosas fueron aceptadas sin
preguntar. Ningún argumento fue necesario. Estas ordenanzas fueron
practicadas universalmente así en la iglesia primitiva. Si algún escritor
neotestamentario hubiera discutido estos puntos, nos haría creer que ellas no
fueron practicadas universalmente en aquel tiempo.
La misma situación prevalece concerniente al principio del diezmo.
Ningún escritor neotestamentario hace discusión de que un cristiano debe
pagar hasta un diezmo. Esto y más fué dado por supuesto. El diezmo fue una
costumbre venerada antiguamente en el mundo tanto judío como gentil. Fue
aceptado universalmente, y un argumento o mandato no fue necesario en los
tiempos neotestamentario. Los judíos lo llevaron a un extremo de diezmar la
menta y el comino y toda hortaliza. El profeta de Nazareth no tenía que llamar

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a su pueblo al arrepentimiento sobre este punto. El Bautismo y la Cena del
Señor eran instituciones nuevas. Estamos sorprendidos de que hay tan
poquito acerca de ellos en el Nuevo Testamento, especialmente con
referencia a la Cena del Señor.

LAS SIETE PROPOSICIONES

De acuerdo con las preguntas basadas en la razón y la revelación
divina, trataré de establecer las siguientes proposiciones:

I Las Sagradas Escrituras, en todas las dispensaciones: Patriarcal, Judía y
Cristiana, enseñan la doctrina de la soberanía divina opuesta a la soberanía
humana; que el hombre no es dueño verdadero de sus posesiones sino que
es solamente un mayordomo a quien sus posesiones se han encargado y el
tiene que dar cuenta de lo mismo.

II Las Sagradas Escrituras, en todas las dispensaciones reconocen una
porción sagrada, una primera parte del sueldo del hombre que pertenece a
Dios en un sentido especial, y ha de entrar a su Tesoro.

III Las Sagradas Escrituras, en todas las dispensaciones enseñan que esta
porción sagrada es cuando menos un diezmo. En ninguna parte ha puesto el
Señor su aprobación en una cantidad menor. En todos los casos de ofrendas
cristianas mencionadas en el Nuevo Testamento se daba más que un diezmo.

IV Las Sagradas Escrituras. Enseñan que las instituciones de la edad
Patriarcal no fueron abrogadas por Moisés, sino amoldadas: La ley fue dada a
causa de la trasgresión hasta que viniera la dispensación Cristiana. Lo que fue
añadido por Moisés fue abrogado por Cristo pero las instituciones originales
de la dispensación Patriarcal, el altar, la oración, la alabanza, la fe, el diezmo,
el día Santo, y la circunsición todos fueron ejemplificados en la dispensación
Mosaica y todos pasaron por ella hasta la dispensación Cristiana exceptuando
el altar, que fue un tipo y fue cumplido en la cruz, y la circuncisión una
distinción familiar la cual tuvieron como un rito religioso que se ha abrogado
en el Nuevo Testamento.

V. Las Sagradas Escrituras enseñan que el principio del diezmo fue
sancionado por Jesucristo. En ninguna parte fue abrogado por El.

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VI. Las Sagradas Escrituras enseñan que el principio del diezmo fue
sancionado por los escritores neotestamentarios.
En ninguna parte hay alguna sugerencia de que este principio fue quitado.

VII En la edad apostólica y por varios siglos después del establecimiento de
la iglesia en el mundo, los seguidores de Cristo enseñan el diezmo como una
obligación cristiana.

Ahora consideraremos estas siete proposiciones y por medio de referencias
claras y deducciones lógicas procuremos establecerlas sin dar lugar a la
refutación. Si es que podemos establecer estas siete cosas:

1. Soberanía Divina
2. La Sagrada Porción
3. Que esta porción sea cuando menos el diezmo
4. Que el principio del diezmo no fue afectado por la abrogación
de la ley de Mosaica.
5. Que fue endorsado por Jesús
6. Que fue endorsado por los escritores neotestamentarios.
7. Que fue enseñado como una obligación cristiana en las
primeras iglesias cristianas.

Si estas cosas son establecidas claramente, entonces como los discípulos de
Cristo profesan “hablar cuando las Escrituras hablan” sigue que hay toda razón
divina y humana para que acepten, prediquen y practiquen el principio del
diezmo como el mínimo de su obligación al Reino de Cristo.

I. Soberanía Divina

Para edificar un gran edificio tenemos que poner el fundamento hondo y
fuerte. Ahora emprenderemos esto en nuestra primera proposición.
PROPOSICIÓN I. Las Sagradas Escrituras, en todas las dispensaciones,
Patriarcal, Judía y Cristiana, enseñan la doctrina que Dios es el Divino dueño
opuesto a la soberanía humana; que el hombre por eso no es el verdadero dueño
de sus posesiones que se le han encargado y de las cuales el tiene que dar
cuenta.
Queremos comenzar a llamar la atención a dos teorías de la mayordomía:

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La pagana y la cristiana; el concepto cristiano es que Dios es el soberano dueño
de todas las cosas, el hombre es solamente un mayordomo de sus posesiones. La
teoría pagana no considera a Dios de ninguna manera. En esta teoría el hombre
es dueño de sus posesiones. Es sorprendente que el paganismo se ha pegado
como una sanguijuela a nuestra civilización moderna.
A los primitivos, en la conquista se les dió un título de propiedad. La
mayordomía dependía de la capacidad física. Por tener y conseguir este concepto
primitivo se hizo una costumbre del pueblo. Sus costumbres eran el germen de la
ley civil cuando ellos organizaron sus estados. El barbarismo pasó esta teoría al
paganismo y el romano pagano lo incorporó en sus leyes y/o ha pasado a nuestra
civilización moderna.
Para el pagano Dios es impersonal. El piensa así; “La personalidad es
necesaria para la mayordomía. Dios es impersonal, entonces Dios no puede
poseer nada. “La premisa principal es que sea cierto. Sin personalidad no puede
haber propiedad. La mayordomía de propiedad significa relaciones con la
personalidad pero la premisa menor no puede ser aceptada por el cristiano.
Pensar en Dios como impersonal es el paganismo.
El único concepto lógico de Dios para el cristiano es que El siendo Creador,
es el único dueño de su creación. El concepto pagano no tiene lugar para Jehová
Dios “poseedor del cielo y la tierra’, quien puede decir: “la plata es mía y el oro es
mío y los pastos sobre las colinas”.
Pero el concepto pagano nos rodea con sus ideas de la mayordomía como
una neblina y obscurece el significado de la fe para millones de hombres
cristianos.
Del concepto pagano, de que el hombre es el dueño, han salido dos formas
de error que han llevado la enseñanza pagana a la Edad Media y la ha llenado de
escombros como después de un diluvio.
La primera de estas es el Ascetismo. Esta es la doctrina que dice que el
mundo material es esencialmente malo; que la salvación se consigue por la
mortificación de la carne; que uno tiene que renunciar al mundo material, vestirse
de garras y alejarse del como un ermitaño.
Si la mayordomía humana es la verdadera doctrina, el ascetismo es una
necesidad. El pecado de la codicia esta enraizado profundamente en el corazón
humano. ¿En que manera podemos deshacernos de el? Si la riqueza detiene la
vida mejor, la curación es la pobreza. Así pensaron los ascetas cristianos. En este
concepto no había lugar para la mayordomía cristiana; porque la propiedad fue
considerada un tesoro terrenal y no una fianza celestial.
La segunda fuete de error que fluyó de la tierra pagana fue el Feudalismo.
La mayordomía de la edad media afecto la vida social y política como el ascetismo
afecto la vida religiosa. Bajo el sistema feudal toda la tierra directamente

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pertenecían al rey. Bajo el había señores feudales. La soberanía quiere decir no
solamente la propiedad de la tierra sino del pueblo que vive en la tierra.
Esta es la base de la autocracia. Nadie puede contar toda la historia del
sufrimiento de l a humanidad a causa de esta idea o pintar los males que han
seguido el concepto pagano de la mayordomía. Sin embargo, esta es la teoría
común de hombres cristianos en nuestros días.
Ahora estudiaremos el concepto bíblico, o sea Teísta, de la mayordomía del
punto de vista de las tres dispensaciones.

La Dispensación Patriarcal

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Eran de El cuando Dios puso al
hombre en le Huerto de Edén para cultivarlo. El puso allí. El hombre nunca fue
dueño de un solo pie cuadrado. Así como el empleado que cuida su terreno
tampoco es dueño. Cuando nació la raza, Dios puso la marca de posesión en
todas las cosas y le dijo al hombre la parte que debería tener y lo que no debería
tocar.
En seguida notamos en Gen. 14:18-23. “Y Melquisedec, sacerdote del
Altísimo, dijo. “Bendito sea Abraham del Dios Altísimo, poseedor del cielo y la
tierra.” Y Abraham le dio un diezmo de todo. Y Abraham dijo al rey de Sodoma,
“He alzado mi mano a Jehová el Dios Altísimo, poseedor del cielo y la tierra” etc.
Los textos no nos dejan con duda en cuanto al concepto de las posesiones en la
Dispensación Patriarcal.

La Dispensacion Mosaica

En la dispensación Mosaica tenemos una revelación mas clara. A la luz de
las estrellas de los Patriarcas se mantiene la luz de la luna de la edad Mosaica. La
ley esta añadida y las ceremonias del tabernáculo y el templo son una sombra de
la Institución cristiana. Hay más luz, pero todavía como una revelación incompleta.
La luna brilla por una luz reflejada. Es solamente un reflejo del sol.
Los principales fundamentos de la Institución Patriarcal están ordenados de
nuevo en la ley Mosaica con muchas añadiduras. Al principio antiguo del séptimo

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están añadidas las ceremonias sabáticas de la ley. Al principio original del diezmo
están añadidos otros diezmos por propósitos nacionales y doce diferentes clases
de ofrendas enseñando en sombra los grandes hechos del sistema Cristiano.
Bajo la Teocracia de la Institución Mosaica Dios era el absoluto dueño de
todo.
Éxodo 19:5 “Ahora pues, si diereis oído a mi voz, y guardares mi pacto, vosotros
seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.”
Levitico 25:23 “Y la tierra no se venderá rematadamente, porque la tierra mía
es; que vosotros peregrinos y extranjeros sois para conmigo”
Hageo 2:6-8 “Porque todo lo que esta en los cielos y la tierra es tuyo, todo viene
de ti y todo el oro, dice Jehová de los ejércitos”

La Dispensación Cristiana

En la dispensación Cristiana tenemos la luz de la revelación perfecta de
Dios. “El sol de justicia ha salido con salud en sus alas.” Las estrellas se han
apagado y la luna se obscureció en comparación con la luz mas brillante.
¿Ahora, que es el estado de este principio antiguo aquí discutido a la luz de la
revelación cristiana?
No hay base sobre la cual esta revelación es mas clara que la que Jesús es
dueño por el derecho de creación. “En el principio era el Verbo, y el Verbo fue
hecho carne y habito entre nosotros.” “Todas las cosas por El fueron hechas’”
Juan 1 “Dios nos ha hablado por su Hijo, al cual constituyo heredero de todo, por
el cual asimismo hizo el universo.” Heb. 1:2 El mundo es de El, y de El somos por
el derecho de redención, a quienes El ha comprado con su propia sangre.

En mateo 19:16-22 esta la historia del joven rico: Y Jesús le dijo, “Si
quieres ser perfecto, ve, vende lo que tienes y da a los pobres, y tu tendrás tesoro
en el cielo” Pero el joven rico se fue triste, porque el tenía grandes posesiones” La
dificultad, de este joven estuvo en su concepto de las posesiones, si el se hubiera
considerado a si mismo como un mayordomo, no hubiera sido tan difícil para el
haber dado lo que era de otro. Pero él consideraba que de lo que tenía todo era
suyo. Esto fue lo que lo separaba de su Salvación. Cristo le hizo la prueba como la
había hecho Dios a Abraham, pero el no pudo pasarla.
Si hubiera pasado la prueba como Abraham cuando Dios le dijo que
ofreciera a su hijo, es probable que Jesús le hubiera detenido así como Dios

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detuvo a Abraham devolviéndole su hijo, e infinitamente más porque El no quiso la
sangre de Isaac. El quiso el corazón de Abraham. Así Jesús no quiso el dinero del
joven rico. El quería salvar su alma.
Jesús nos pone la misma prueba hoy a nosotros. Para poder pasarla tenemos que
hacernos solamente mayordomos.
Después de la entrevista de Jesús con el joven rico, El dijo: “De cierto te digo
que un rico apenas entrara al reino de los cielos. Es mas fácil para un camello
pasar por el ojo de una aguja”.
Si, esto es más fácil que pase, que para un hombre entregar su riqueza, en
tanto que guarde un concepto pagano, en cuanto se retenga esta teoría se
guardara sus riquezas aunque la condene el alma. Esta es la dificultad con la
iglesia de hoy. Para nosotros no hay esperanza a menos que expulsemos el último
vestigio del paganismo. Para hacernos cristianos de corazón. En Mateo
20:1 encontramos: “Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre que es
amo de casa que salió a ocupar labradores para su viña”. Sale sobrando decir que
el amo de casa es Dios, que la viña es de El y que solamente nosotros somos
labradores y no dueños.
En mateo 21:31-42 tenemos la parábola de otro amo de casa “que plantó
una viña y la cercó y cavó en ella un lagar y edificó una torre y la dio a renta a
labradores y se partió lejos”. Vez tras vez él mandó a sus siervos y los mataron.
Entonces él mandó a su hijo y lo crucificaron.
“Pues cuando venga el Señor de la viña, ¿Qué hará a aquellos labradores?
A los malos destruirá miserablemente a su viña dará a renta a otros labradores
que le paguen el fruto a su tiempo”. ¿Cómo puede alguno leer esta lección y no
entender su enseñanza de posesión divina y mayordomía humana?
En mateo 24:45 Jesús otra vez enseña la posesión divina y la mayordomía
humana. ¿Quien es pues el siervo fiel y prudente, a quien su señor le ha puesto
sobre su casa para darle su alimento a su tiempo?
Ahora pues daremos una ojeada al capitulo 16 de Lucas.
“Y le dijo a sus discípulos, había cierto hombre rico (Dios) el cual tenía un
mayordomo (hombre) el cual fue acusado que malgastaba sus bienes, y le llamó y
le dijo: ¿Qué es esto qué oigo de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no
puedes ser mayordomo. Entonces hizo aquel siervo un plan ingenioso por el cual
el Señor le recomendó. ‘Entonces Jesús añadió este comentario. vs. 9-18: ‘Haceos
amigos de las riquezas de maldad (Dinero) para que cuando faltaréis, os reciban
en las moradas eternas (el cielo) pues si en las malas riquezas no fuisteis fieles,
¿quien os confiara lo verdadero? “Y si no habéis sido fieles en lo que es de otro,
¿Quién os dará lo que es vuestro? Ningún siervo puede servir a Dios y a Mamón.”
Lo que es de otro evidentemente se refiere a nuestras posesiones como que
no son de nosotros sino que pertenecen a Dios.

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La misma palabra “Mayordomía fue usada por el Maestro. Su comentario
sobre las malas riquezas (Dinero) no se puede equivocar en su significado: Por lo
tanto, si habéis sido infieles en las malas riquezas, ¿Quién os confiara lo
verdadero? (espiritualidad).
Noten la parábola de los talentos. “Porque es como cuando un hombre
partiéndose lejos llamo a sus siervos y les entrego sus bienes. Y a uno le dio cinco
talentos ($ 150.000) a otro dos ($ 60,000) y a otro uno ($ 30,000) a cada uno
según su facultad.” Mateo 25:14-30. Todos los talentos pertenecían a otro,
únicamente se habían de usar por un tiempo.
En seguida notemos la parábola del rico ¿Cuántas lecciones tan tremendas
se necesitan para meter juicio en nuestros cráneos tan duros? El Joven Rico, El
Camello, y El Ojo de la Aguja, El Amo de Casa, Los Talentos, El Rico Tonto.
No había pecado en la manera en que recibía sus riquezas. Su tierra
producía abundantemente. El pecado consistía en la manera en que las empleaba
todas sobre si mismo. “Alma, tienes muchos bienes, repósate”; entonces se oyó la
voz de Dios como un trueno en el cielo claro: “Necio, esta noche se te pide tu
alma.” Ahora, dime ¿de quien serán todas estas cosas que tu has preparado? Tu
pensaste que eran tuyas.
Así es el que atesora para si mismo y no es rico para con Dios.” Lucas 12: 15 al
21.
La doctrina de la mayordomía legítima de Dios que tiene tan abundante
espacio en las enseñanzas de Jesús tiene un lugar igualmente prominente
después del Pentecostés.
Leamos Hechos 2:41-47 “Así que, los que recibieron su palabra, fueron
bautizados: y fueron añadidos a ellos aquel día como tres mil personas. Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y el partimiento
del pan, y en las oraciones. Y todos los que creían estaban juntos y tenían todas
las cosas comunes. Y vendían las posesiones, y las haciendas y las repartían a
todos como cada uno había menester. “Ahora, ¿Qué fue la ocasión de esta
acción? Hechos 4:32 contesta “Y la multitud de los que habían creído eran de un
corazón y una alma: y ninguno decía ser suyo algo de lo que poseía; mas todas
las cosas les eran comunes.”
Esto no fue el comunismo, ni fue un proceso de poner a todos en el mismo nivel,
nada fue forzado, Hechos 5:4. La repartición fue hecha según había menester, fue
hecha con una mayordomía basada en la posesión divina.
Circunstancias extraordinarias habían hecho la necesidad.
Miles de gentes habían abrazado una nueva religión, muchos eran forasteros en la
ciudad y otros se habían salido de sus casas. La iglesia tenía que proveer por ellos
o el evangelio se volvería un tropiezo, pero esta fue la prueba de su mayordomía.
Los que tenían bienes o posesiones las vendieron ¿y por que no? Nadie

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consideraba sus posesiones como el mismo, estaban administrando por otro. Tan
extraordinaria fue la necesidad que el mayordomo fue justificado en cambiar la
propiedad de su Señor por dinero. El se empobreció a así mismo pero enriqueció
al mundo por todos los siglos venideros. Veinticinco años más tarde Pablo
enseñaba que el hombre no fue constituido el dueño absoluto de nada.
“Porque nada hemos traído a este mundo y sin duda nada podremos sacar.”
1 Timoteo 6:7
Un hombre dice: “Este es mi rancho”. ¿De veras? Pocos años mas y solamente
es “polvo y cenizas”. ¿Ahora de quien serán estas cosas? Hay solamente un
concepto de la posesión para el cristiano; es que todo es de Dios, que somos sus
mayordomos para administrar sus posesiones de acuerdo con su voluntad. Esto
no se refiere solamente a la propiedad. Toda la vida es una mayordomía, nuestros
cuerpos y almas porque pertenecen a Dios.” ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es
templo del Espíritu Santo el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque
comprados sois por precio, glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
Espíritu, los cuales son de Dios” 1Cor.6:19
También hay mayordomía de tiempo, talento personalidad, oración, etc.
“Como todo hombre ha recibido el don, así también suministro a otros como
buenos dispensadores de la gracia de Dios. Si ministra, hágalo según la capacidad
que Dios da, para que sea planificado en todas las cosas por Jesucristo a quien
sea la alabanza y el dominio para siempre, Amen”
Habiendo establecido nuestra primera proposición por muchas pruebas
infalibles, por una multitud de textos brillantes, debe ser claro que nuestras
posesiones no son de nosotros. Dios nos ha dado estas posesiones como el
Señor que “Partió lejos llamando a sus siervos y les entrego sus bienes”. Estas
posesiones se han de usar para su gloria “hasta que El venga otra vez”

II. La Sagrada Porción

Las Sagradas Escrituras en todas las dispensaciones reconocen una
porción sagrada, la primera parte del sueldo del hombre, que pertenece a Dios de
una manera especial y se ha de traer a Su Tesoro.
La doctrina de la mayordomía cristiana reconoce todas las cosas que
pertenecen a Dios; sin embargo, el mayordomo Cristiano, tiene que usar algo de
ellas si ha de vivir.
De lo contrario, si las emplea todas para si mismo, él deja de reconocer la
posesión y los derechos de Dios. Esto es exactamente lo que ha pasado en la vida
de millares de miembros de la iglesia. Esta es la cuña de oro que hace separación
entre ellos y su Dios. Ellos no dan nada al reino, y por eso pierden su interés en él.
“Porque donde estuviere muestro tesoro, allí estará vuestro corazón.”

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El principio de la porción sagrada atañe a más que el sueldo. También atañe
al trabajo. Una tribu puso una duodécima parte del trabajo en Israel. Fue una
porción sagrada apartada para el servicio del santuario. En el cristianismo esto se
comprende en el ministerio de la iglesia. Sin embargo, no procuramos abarcar en
este tema más que la porción sagrada del sueldo.


Para demostrar que este es un principio eterno, vamos atrás hasta el
principio. El hombre fué puesto en el Huerto para “cultivarlo”. Nunca el dueño, dió
parte de él para su recompensa. Dios dijo: ‘de todo árbol del huerto puedes
comer”, pero un árbol “en medio del huerto” El reservaba para si mismo y dijo: “en
el día que comiereis morirás”.
El árbol “en medio del huerto” era una porción de los árboles del Edén. Dios
reservaba este árbol prohibido al hombre que comiera de el, porque ese árbol fue
sagrado. E, impuso el castigo de muerte por la infracción. Por eso fue un asunto
muy importante.
Así que el principio de la porción sagrada fue establecido en el principio. La
infracción de este principio afectó todo el destino de la raza humana. El hombre
comió de el. Las consecuencias eran terribles. El pecado fue apropiándose la
porción divina a las necesidades humanas. —El Antiguo Testamento empieza con
la historia de la infracción de este principio por el hombre y a causa de él la
maldición fue principiada sobre la raza. El Antiguo Testamento termina con
semejante historia “¿Robara el hombre a Dios? empero me habéis robado. ¿En
que te hemos robado? de diezmos y ofrendas. Por tanto sois malditos de
maldición”.
La porción mayor del fruto del Edén fue dada al hombre por su trabajo, pero la otra
parte se quedo en los árboles o se pudrió en el suelo. Fue una señal para siempre,
de que no solamente todo es de Dios sino que una cierta proporción del fruto de la
labor del hombre es sagrado para El de una manera especial. El pecado de
nuestros primeros padres fué que se atrevieron a violar este principio. Por eso
fueron expulsados del Edén.
Un segundo argumento que confirma la antigüedad de este principio es
tomado de la historia de Caín y Abel. Ambos hicieron una ofrenda.
La ofrenda de Caín fué rechazada; es evidente que algo estuvo en error.
¿Qué fue el pecado de Caín? La Septuaginta, las mas antigua versión griega del
Antiguo Testamento, dice: “Si tu has ofrecido bien y no has repartido bien, ¿no has
hecho pecado?”. A esto se parece el pecado de Caín de no haber repartido
correctamente, que había guardado una parte de la porción de Dios. Abel trajo de
las primicias del rebaño y la grosura, pero Caín trajo las papas chicas.

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Se arroja un poco de luz sobre este pasaje antiguo por el escritor de
Hebreos: “Por fe Abel ofreció a Dios mayor sacrificio que Caín”. La palabra griega
“mayor” o “más excelente” es PLEIONA y quiere decir más rico, más grande, o
más completo. El pecado de Caín fue la codicia, “robando a Dios”. Fue el mismo
pecado que el de Adán y Eva.
El guardó la porción de Dios. Otra vez se pronuncia la maldición como castigo,
“Maldito eres de la tierra”.
Yo tengo una convicción que el principio del sacrificio, desde los días del
justo Abel en adelante, es que el hombre debe algo a Dios. Si el hombre es
codicioso y avaro como Caín, a Dios no se puede agradar. Es claro que la
interpretación neotestamentaria de esta historia dice que Abel ofreció una ofrenda
PLEIONA. Esta palabra se emplea cuando menos ocho veces en el griego del
Nuevo Testamento Jesús la empleo cuando dijo en Mateo 5:20 “…que si vuestra
justicia no fuere mayor que la de los escribas y de los fariseos, no entrareis, en el
reino de los cielos”. Mateo 21:36
“Envió de nuevo otros siervos mas que los primeros”. Mateo 26:56 “…Mas de doce
legiones de ángeles”. Marcos12:43 “…ella ha echado mas que todos”. Lucas 7:42
¿Cuál aun de allí?”. 1 Cor. 9”19 “Para ganar mas”.
Este uso de la palabra en el nuevo Testamento indica que la ofrenda de Abel era
de más alto valor, una porción más grande, más rica, más completa que la de
Caín. Dice Dios que Abel “recibió testimonio que fue justo, dándole testimonio Dios
en cuanto a su presente”. Sin todo su carácter y fe tenia algo de valor, pero el
testimonio fue con respecto de su presente. Abel tenía fe que Dios le sustentaría
con bendiciones si él ofrecía de lleno la porción sagrada. Caín era sin fe, como
muchos de los cristianos de nuestros días que resisten dar a Dios, porque temen
que si dan morirán del hambre. Con Abraham fue diferente. El reconoció el
principio de la porción sagrada y fue bendecido. Nadie puede leer la historia de
Abraham, el Padre de los Fieles, el tipo del cristiano, pagando su diezmo a
Melquisedec, el tipo de Cristo, sin saber que la base del principio del diezmo fue
puesto en la dispensación Patriarcal cuatro siglos antes de la Ley Mosaica.
Abraham reconocía a Dios como “Poseedor del cielo y la tierra” y que el diezmo
fue una porción sagrada.
Cuando leemos de Abraham y el diezmo tenemos un cuadro grandemente
admirable y digno. Un rey que asumido entre la historia es “como el Hijo de Dios”.
El Dios soberano hizo juramento, y juró tocante a Cristo y “no se arrepentirá
diciendo: Tu serás Sacerdote para siempre según el orden Melquisedec. Este
Melquisedec trajo pan y vino.
Allí podemos ver cuando menos los símbolos de la “Cena del Señor”. Entonces él
bendijo a Abraham y recibió un presente que representaba una décima parte o sea
un diezmo.

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Otra revelación clara tocante a la porción sagrada en la dispensación
Patriarcal es aquella visión exaltada de la escalera recargada sobre las estrellas.
Dios se revelo a Jacob.
De la visión recibida una fue práctica para establecer la casa de Dios y mantenerla
con el diezmo, Así que en la edad de la luz de las estrellas, en la edad de los
patriarcas, la luz fue suficiente sobre este sujeto para establecer el principio.
Cierta proporción definida fue sagrada para Dios.
No habría sido nada para mantener en aquel tiempo. ¿Se atreverá alguno,
sin embargo, negar que el omnisciente Dios tuviera la sabiduría y el poder para
contemplar el tiempo cuando había de hacer una casa de mas lujo que los pilares
de Jacob, el tabernáculo de Moisés, o el templo de Salomón? ¿O un sacerdocio
real del orden de Melquisedec que necesita mantenimiento al atender al altar
espiritual según Hebreos 13:10-16?

La Dispensación Mosaica

En la dispensación Mosaica tenemos una revelación más clara, y centenares
de textos para probar el hecho de la porción sagrada. Esto no solamente fue
reconocido, que el primer diezmo fue de Dios, sino que bajo la ley, los primeros
frutos del huerto, la viña, y el campo fueron sagrados para El. También la
primogenitura del hombre y bestia eran de Dios. La primera parte, no la última o lo
que sobraba, era sagrada, santo. Dedicado al Señor. Por eso, Jericó, la primera
ciudad conquistada en la conquista de Canaan, fue una ciudad dedicada.”Toda la
plata y el oro y los vasos de bronce y hierro son sagrados a Jehová”. Jehová les
había manda no tomar, “del anatema”, para que “la maldición” no llegara al campo
de Israel. Este fue el mismo castigo pronunciado a Adán y a Eva y a Caín por
infringir el mismo principio. Es lo mismo por todo el Antiguo Testamento. En los
ojos de Dios fue un pecado grande para el hombre meter la porción de Dios con
sus propias cosas. La porción de Dios tenía que ser guardada aparte y no
apropiada a los propósitos del hombre. Dios dijo a Josué: “Israel ha pecado, y aun
han quebrantado mi pacto que yo les habían mandado; pues aun han tomado del
anatema, y hasta han hurtado, y también han mentido, y aun lo han guardado
entre sus enseres. Josué 7:11
Tan grande fue el pecado en los ojos de Dios que “La maldición fue
pronunciada sobre Israel y el castigo de muerte fue impuesto por su infracción.
Tan seria fue esta ofensa que no solamente ACAN, sino que todo Israel sufrió. Sus
ejércitos fueron abrumados con derrota. “Los corazones del pueblo se derritieron y
se hicieron como agua.” Y pusieron polvo en sus cabezas. Y Jehová sostiene a
Josué en medio de su clamor, y le dice que la razón de su fracaso es el hecho de

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que Israel pecó al tomar del anatema. “Por eso los hijos de Israel no se podían
parar delante de sus enemigos.”


El lector probablemente este de acuerdo con la idea de una porción sagrada en las
antiguas instituciones, pero se dará el argumento que en la dispensación Cristiana
todo es sagrado y que no diferencia en la parte que el mayordomo cristiano
emplee para si mismo y la parte que entregue en el año para el mantenimiento de
la religión. Algunos creen que se debe dar, pero no creen en la porción sagrada ni
en el diezmo. Hay diferencia en el dar y en el pagar. Al dar denota que es
propiedad suya. En la porción sagrada se “da a Dios lo que es de Dios”.
No es maravilla que la gente se disguste con la iglesia y diga: “La iglesia
siempre esta pidiendo dinero”. Nuestra propia voluntad, un plan de finanzas de la
iglesia, hace limosneros del ministerio y del reino de Cristo. Es errónea desde las
raíces. El sistema nos hace benefactores, y Cristo se hace el objeto de nuestra
benevolencia. El no pide caridad sino manda: “Dad a Dios lo que es de Dios”.
Evidentemente se entiende que había una porción sagrada que pertenece a Dios
en la misma forma que los impuestos pertenecían a Cesar.
De esto que es de Cristo por derecho El puede mantener su casa y su novia sin
dones de caridad de su pueblo. Suponer que Cristo no ha provisto por el
mantenimiento de su casa es acusarle de ser infiel. “Si alguno no tiene cuidado de
los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.”
Afirmamos que Cristo provee ampliamente para su novia con la porción sagrada,
empero muchos miles de miembros de la iglesia ahora no quieren reconocerlo.
Están en huelga silenciosa contra el reino de Cristo.
Consideran que sus dones son hechos de benevolencia en vez de un tributo al
rey eterno. Ellos dictan a Cristo lo que debe tener. No es maravilla que El diga:
¿Por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis las cosas que yo digo?” La esencia
del Cristianismo es que Cristo tiene el primer lugar el corazón del discípulo. “Si
amas al padre y a la madre, hijo o hija, mas que a mí, no sois dignos de mi
“Puesto que la iglesia debe tener apoyo financiero para trabajar, la Iglesia debe ser
primero en los gastos del mayordomo cristiano. La estadística mas reciente
demuestra que 65% de los miembros de la iglesia dan casi nada a ella. Ellos
dicen: “Tengo que comer, tenemos que vestir, etc.”. Cristo contesta: ¿Por qué te
afanas por la comida o el vestido?” Cristo contesta: “Considera los lirios, considera
las aves, ¡oh hombre de poca fe! Busca primeramente el reino… y todas estas
cosas os serán añadidas”.
¿Quién puede leer la parábola del labrador sin saber que Jesús enseñaba el
principio de la porción sagrada” “Pues cuando viniere el Señor de la viña ¿Que

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hará aquellos labradores? A los malos destruirá miserablemente, y su viña la dará
a renta a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.” Mateo 21:33-41
¿Quién puede leer la parábola de los talentos, Mateo25:14-30, sin entender que
Dios espera que nuestras posesiones sean empleadas para su gloria? La parábola
no solamente enseña que nuestras posesiones pertenecen a Dios, sino que
también Dios espera el rédito v.18. “Mas el que había recibido un talento, fue y
cavo en la tierra, y escondió el dinero de su Señor: “El Señor lo llama un siervo
malo y perezoso. “Echar al siervo malo a las tinieblas de afuera.”
¡Mediten en esto los miembros perezosos de hoy!
Consideremos otra vez la parábola del tonto en Lucas 12: 14-21. Su tierra
producía con abundancia. ¿En que consistía su pecado? Probablemente él
pensaba en si mismo con satisfacción, pensando que la Providencia le daba. Esto
nos enseñara siempre que el mayordomo cristiano no tiene derecho de usar su
sueldo para si mismo. El tiene una obligación con Dios. Hay una porción sagrada
que él no puede apropiarse para si mismo sin tener que perder su alma.
Así enseñaba Jesús durante todo su ministerio.
Los apóstoles enseñaron la misma idea de la mayordomía.
Fue profundamente impresa en la iglesia Apostólica y fue la base de la acción
después del Pentecostés. Con el principio de la porción Divina y la mayordomía
humana tejida en la iglesia primitiva no nos sorprende leer, “Perseveraban en la
doctrina de los apóstoles, y en la comunión (KOINONIA), y en el partimiento del
pan y en las oraciones” “Y todos los que creían estaban juntos; y tenían todas las
cosas comunes; (KOINOS) y vendieron sus posesiones y las repartían a todos
como cada uno había menester’’. “ Y la multitud de los que creyeron eran de un
corazón y un alma, y no decían ser suya ninguna de las cosas que poseían.
La palabra KOINONIA aquí traducida “COMUNIÓN’’ muchas veces se
traduce “contribuciones” compárese Romanos 15:26; 2Cor.9”13 La palabra
TAKOINA, “El dinero publico”, es la palabra griega que significa moneda. La fuente
latina de la misma palabra es CUNEUS significando cuña. En latín una moneda de
oro es una cuña de oro. La palabra comunión es igualmente interesante en Ingles.
Proviene de la palabra anglosajona “fel-lagship”, que quiere decir propiedad o
dinero. Así que quiere decir traer o poner dinero para el bienestar común.
Hay muchos otros textos que sostienen la idea de una porción sagrada, pero los
dejamos para discutir en lo sucesivo. Esto es suficiente para establecer nuestra
segunda proposición que la porción sagrada se reconoce en todas las
dispensaciones. Ahora pasemos a nuestra tercera proposición.

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III. Por lo menos un Diezmo

PROPOSICIÓN III.- Las Sagradas Escrituras en todas las dispensaciones nos
enseñan que la porción sagrada es cuando menos el diezmo. En ninguna parte ha
puesto Dios su aprobación sobre una cantidad menor. En todo caso el dar de los
cristianos mencionado en el Nuevo Testamento fue más que el diezmo. En nuestra
primera proposición presentamos las incontestables pruebas escriturarias para la
posesión Divina.
Nuestra segunda proposición establece el hecho de la porción sagrada. Ahora
investigamos lo que dicha porción sagrada ha de ser, o sea la cantidad que se
requiere por parte de los cristianos.
Al tratar con nuestros seres semejantes no hay mala compresión en este
asunto. Si pido prestado dinero, si alquilo una casa o un rancho reconozco al
dueño al pagarle los réditos o la renta o cierta porción de la cosecha. Si alquilo una
propiedad tres cosas son reconocidas universalmente:
1. Que no soy dueño de la propiedad; pertenece a otro.
2. Que mi estancia en el lugar es solamente por tiempo limitado. Al vencerse el
plazo se devuelve al dueño.
3. Que por causa de los beneficios que recibo yo he de pagar la cantidad
nombrada por el dueño y escrita en el contrato.

Si ocasionalmente le traigo al dueño una canasta de manzana u otras frutas,
esto sería un acto bondadoso pero no es la consideración nombrada, y no es
un reconocimiento de él como dueño. El único reconocimiento que vale delante
de la ley en el sentido común es la consideración nombrada en el contrato. Si
de alguna manera dejara esto no soy prudente ni derecho con él. Asimismo no
es suficiente que yo, por acuerdo escrito o verbalmente, reconozca al dueño
como que lo reconociera y luego no pagarle lo que le debo. Es la misma
insinceridad.
Hay solamente una manera de tratar derecho con Dios, es pagarle la cantidad
declarada “en su contrato”.
Al tratar con nuestro prójimo hay dos fines al cobrar una proporción
definida de la cosecha, o alguna cantidad de rédito o renta.
Primero, la entrada material. Esto es necesario para que el mantenga la
propiedad y extienda el negocio.
Segundo, hay un propósito legal, es decir que el titulo y el manejo de la
propiedad que tiene otro puedan ser guardados en la memoria constantemente.
Esto y no el dinero es el verdadero propósito de la renta. Si fuera necesario los
hombres pedirían menos renta, pero el reconocimiento de ellos como dueños

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por alguna cantidad definida es exigida siempre si se ha de mantener la
posesión. Cuando este reconocimiento no se puede exigir, no, hay posesión.
Al tratar con Dios, son ciertos los mismos principios.
El primero es la ganancia material. Esto es necesario para que la casa del
Señor se mantenga y el evangelio sea predicado a toda criatura.
En las Dispensaciones Patriarcal y Mosaica el culto tenía que ser
sostenido. Los sacerdotes y levitas tenían que ser sostenidos. En el
cristianismo la necesidad es tan grande como la anchura del mundo. Nuestra
comisión es “a todo el mundo”. La necesidad pues que todo hijo de Dios aparte
fielmente alguna porción digna de su sueldo para los propósitos del reino es
más grande que nunca. La grandeza de la necesidad es medida por la
grandeza de la responsabilidad.
La segunda razón para el reconocimiento material de Dios como Dueño
por medio del diezmo es espiritual. Es para que Dios, el Dueño y Sustentador
de todas las cosas, pueda ser guardado en memoria constantemente. En los
contratos humanos, con renta o réditos, esperamos que el dueño nombre
alguna cantidad, De veras esta es una parte necesaria del contrato.
Además, todos están de acuerdo que el dueño tiene el derecho de nombrar la
cantidad que él ha de recibir.

En nuestros tratos con Dios esperamos que alguna porción sea
nombrada. Ciertamente nadie negara que Dios tenga el derecho de nombrarla.
En efecto, Dios si la ha nombrado.
Fue el Diezmo. Además no hay sugestión de que dicho porción fue abrogada.
Tampoco hay conocimiento de ningún profeta entre los judíos o los cristianos
que haya nombrado cualquier otra porción. La prueba de nuestra tesis de que la
porción sagrada del diezmo es como sigue:


Empezaremos con Abraham. Algunos de mis hermanos hacen poco aprecio a
esto como si no tuviera nada que ver con el cristianismo. Permítanme recordar
lo que Pablo dice (Gal. 3:8-29) que el evangelio fue predicado de antemano a
Abraham; que los justos vivirán por la fe; que la ley que vino 430 años después
de Abraham no puede desanular la promesa, y “Si sois de Cristo, entonces sois
la simiente de Abraham y herederos según la promesa”.
La misma esperanza de nuestra salvación proviene de Abraham. El
principio del diezmo fue plantado por la misma mano en el mismo terreno como
el principio de la justificación por fe. De alguna manera Abraham dio con el
diezmo. Nuestros contrincantes nos dirán probablemente que el diezmo fue

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adoptado porque el hombre tiene 10 dedos de las manos y de los pies y que fue
la manera más fácil de contar. Sin embargo de cualquier manera que fuera
adoptado esta aquí y el sello de la aprobación divina está sobre él.
Jacob tenía 10 dedos de las manos y lo de los pies. Estos juntos hicieron
20. Si hubiera pensado en esto él probablemente hubiera ofrecido una vigésima
parte en vez de una décima parte. Pero Dios se revelo a si mismo a Jacob en la
visión admirable de la escalera hasta el cielo. Jacob entendió que la porción
sagrada fue el diezmo y otra vez tenemos la aprobación divina el voto de Jacob
de establecer la casa de Dios y mantenerla con el diezmo. Pudo haber sido que
Jacob no cumpliera pero el diezmo fue reconocido como la porción sagrada en
aquella época tan lejana.
Es de interés entender que el principio del diezmo se aceptaba
universalmente en el mundo antiguo. Tablillas de barro encontradas en los
escombros de ciudades antiguas nos demuestran que las naciones de la tierra
al oriente hasta Palestina y al Sur hasta Egipto daban el diezmo en los días de
Abraham. El Dr. Adán Clark dice, “Casi todas las naciones de la tierra han
acordado dar un diezmo para el uso religioso”. El erudito Grotius dice, “Desde
los días mas antiguos una décima parte fue la porción que debían a Dios”
Y Montacutius dice, “Hay menciones en la historia de las naciones de los que
no ofrecieron sacrificios, pero ninguna que diga que no pagaron sus diezmos”
Heerodotus, Xenophon, Plinio, Hesiodo, y otros dan testimonio a esta
declaración.

La Dispensación Mosaica

En la Institución Mosaica el principio del diezmo fue establecido en la ley
con muchas agregaciones. Jehová declaró que “El diezmo es santo a Jehová”.
De que el diezmo se reconoce como una porción sagrada bajo la ley Mosaica
es de aceptación tan universal que un mandamiento textual no se considera
necesario aquí.


¿Cómo se encuentra en la dispensación Cristiana? ¿Esta aplicado el
principio del diezmo al cristiano? Este es el corazón de todo el asunto y lo que
más nos interesa aquí.
Sostendremos el punto que el principio si se aplicó al cristiano. No es una ley
de coerción externa, es un mandamiento.
Sin embargo, a causa de las necesidades del mundo y la incapacidad de la
iglesia para realizar dicha necesidad sin suficiente sostenimiento, el mayordomo

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cristiano tiene el diezmo como la base establecida por Dios en la remota
antigüedad y sancionada por El en toda época, y si su corazón está en armonía
con la verdad y el programa de Dios él procurara no decaer bajo dicha base.
La coerción es de adentro, es voluntaria. Es de la misma clase que experimento
Jesús cuando dijo, “He de obrar las obras de Aquel que me envió mientras hay
día”. “Tengo que, “no porque alguno lo exija a fuerza. Eso sería esclavitud. Sino
porque los principios de Cristo han sido escritos en el corazón y la fuerza es de
adentro.
¿Se atreve alguno averiguar que no hay base? ¿Qué no hay guía?
Entonces cada hombre tiene que poner su propia base. Entonces el codicioso
puede ponerla muy baja y esconderse tras ella. Si el puede inventar alguna
razón porque el necesita toda su ganancia para si mismo, el reino no recibirá
nada como en el caso de millares de discípulos de hoy en día.
Si hay alguna manera de calcular que un discípulo de Cristo se justifica en
apartar menos de un diezmo para el reino, ahora le conviene hacerlo. No
importa lo que intenta hacer, yo tengo las siguientes preguntas que quisiera
poner firmemente delante de él: ¿Es retrospectivo el cristianismo? ¿Exige
Cristo menos que Moisés? ¿Suena como retroceso el evangelio? ¿Se ha
bajado el criterio de la liberalidad en el cristianismo? ¿Puede dar menos un
cristiano si le conviene, para todo el mundo que el judío daba para la Palestina?
¿Es correcto que el cristiano sea más egoísta al dar que el judío? ¿Puede el
cristiano hacer mas baja la ley de amor que el judío bajo una ley sin amor? ¿Se
vio más grande sacrificio bajo la ley que la gratitud bajo el evangelio? ¿Es más
fuerte el Sinaí que el Calvario? ¿Será mejor resultado cuando Moisés mando
austeramente que cuando Jesús atrae amorosamente? ¿Será mejor volver al
yugo de servidumbre del Antiguo Testamento para el bien del mundo y todo su
paganismo y pecado? ¿Se pueden apoyar falsos razonamientos a la luz de la
razón si no hubiera revelación?
Si Adán y Eva fueron expulsados de Edén porque tomaron el fruto prohibido, si
la maldición fue puesta sobre Caín por el no haber dividido justamente, si la
pena de muerte fue puesta para Acán porque robó el lingote de oro, si en las
dispensaciones Patriarcal y Mosaica “cada trasgresión y desobediencia recibe
justa recompensa, ¿Cómo escaparemos” nosotros que vivimos bajo la
esplendidez de la luz del sol de mediodía si cometemos el mismo pecado?

IV. La Ley “Agregada…. Hasta Que”

PROPOSICIÓN IV. Las Sagradas Escrituras enseñan que las instituciones de la
edad Patriarcal no fueron abrogadas por Moisés sino engrandecidas. “La ley no

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fue agregada a causa de las transgresiones hasta que la simiente (Cristo)
viniera”. Lo que fue agregado por Moisés fue abrogado por Cristo.
Pero las instituciones originales de la dispensación Patriarcal, el altar, la
oración, la alabanza, la fe, el día santo, la circunsición fueron todos
restablecidos en la dispensación Mosaica y todos hasta la dispensación
Cristiana, exceptuando el altar que fue tipo y fue cumplido en la Cruz, y la
circunsición la distinción familiar terrena que como rito religioso está abrogado
claramente en el Nuevo Testamento.
De que las instituciones de la oración, la alabanza, el Día Santo permanecieron
desde la dispensación Patriarcal hasta la Cristiana ningún estudiante Bíblico
dudara. Tampoco se ha de dudar que la Cruz cumplió y sublimó el altar, y la
circunsición como un rito religioso se ha abrogado. El único que se llama a
cuentas es el principio del diezmo. De que el principio fue efectivo en las
dispensaciones Patriarcal y Mosaica nadie puede negarlo. Para que uno
demuestre que no se efectuó en la dispensación Cristiane tiene que mostrar
que el diezmo fue un tipo como el altar o que como la circuncisión se ha
abrogado en el Cristianismo.
Alguno dirá, “la continuación del sistema de diezmar no esta exigido por la
verdad o la razón como la continuación del altar”. Esta declaración no es cierta,
porque la edificación por un cristiano para ofrecer un sacrificio animal sería
deshonra para Cristo y considerar insuficiente su sacrificio sobre la Cruz. De lo
contrario pagar un diezmo a Cristo para la extensión de su reino sería un acto
de honor para El, lo cual constituye una razón para su continuación. El altar,
siendo tipo, fue cumplido en la Cruz. El diezmo no es tipo. Por eso no se ha
vencido. En la mente de muchos escrito res modernos sobre la mayordomía el
diezmo es una institución legalista y tan luego como se menciona ellos gritan
¡legalismo, legalismo! Si ellos estuvieran firmes darían el mismo grito cuando se
surgiera la observancia del día Santo. Los principios del Séptimo y del diezmo
son gemelos; son de la misma edad y del mismo parentesco. Ambos son
reconocidos de haber existido en la más remota antigüedad.
Ambos fueron restablecidos en los estatutos Mosaicos con muchas
ramificaciones. Las agregaciones Mosaicas es decir la observancia sabática de
la ley fue clavada a la Cruz, pero el principio original del Séptimo esta
reformado y aceptado durante todos los siglos cristianos sobre el procedimiento
apostólico. El Sábado con memorizaba el cumplimiento de la Creación y la
liberación de Egipto. Permítame preguntar, si a Israel le fue ordenado guardar
el Sábado porque ¿Dios hizo el cielo y la tierra en seis días y descansó el
Séptimo día? ¿No es prueba de que el principio del Séptimo provino de la
creación? Ahora ¿Qué hay tocante al principio gemelo del diezmo? ¿A caso
murió cuando vino Jesús?

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La ley del Sábado provino de Moisés pero su principio lo antedata desde
la creación. De la misma manera el principio del diezmo proviene Moisés. No
dependemos de El para eso. Tampoco afecta la abrogación de la ley mosaica al
principio que fue antes de la ley. El principio del Séptimo está reformado en el
día del Señor para el cristiano, y concuerda que es una institución con
memorizando un evento nuevo, la Resurrección. Como el Sábado conmemora
dos cosas, la nueva creación, “Si alguno esta en Cristo, nueva criatura es”, y
nuestra liberación de la esclavitud del pecado. El Sábado fue un tipo o símbolo
(Col. 2:16,17), fue cumplido el día del Señor. Pero el diezmo ¿fue tipo? Al
principio original del diezmo Moisés añadió los diezmos para propósitos
nacionales y doce diferentes clases de ofrendas. Estas cosas “que fueron
agregadas a causa de la trasgresión hasta que viniera la cimiente” fueron
clavadas a la cruz.
Pero la abrogación de la ley mosaica no afecta a cualquier ley o principio que
estuvo en vigor antes de Moisés.
Un juez famoso ha hablado sobre este sujeto. El menciona tres reglas que
la experiencia de las edades ha confirmado como sabias, las cuales son de
aceptación universal en las cortes civiles, las cuales se pueden encontrar en
cualquier libro de leyes:
1. Un estatuto temporal, que se vence por sus propias limitaciones deja la ley
como estaba (omitamos aquí las reglas dos y tres).
Bajo una de las tres reglas arriba se argumente el caso del diezmo y que
un caso mas claro con dificultad se encuentra en las conciliaciones. Si un caso
civil se incluye dentro de estas reglas se sostiene. Si el asunto de dinero entre
un hombre y otro; una de estas reglas será suficiente, ¿no serán suficientes las
tres reglas en el asunto entre nosotros y nuestro Hacedor?” –Juez J.P. Hobson
de Kentucky.
El Nuevo Testamento no calla sobre este punto. El tercer capítulo de
Gálatas demuestra que pasamos a Moisés para llegar a Abraham para el
principio de justificación por fe.
“La ley de Moisés que vino 430 años después de Abraham no puede anular la
promesa para hacerla sin ningún efecto”.
Así que la abrogación de la ley Mosaica no afecta el principio y símbolos que
fueron cumplidos en Cristo, las instituciones nacionales y fiestas y el diezmo
que las mantenía.
Cristo no abolió ninguna ley fundamental. El no vino a destruir la ley sino a
cumplirla. El cumplió los tipos. En el la sombra esta sublimada por la realidad.
Así que, la ley está clavada a la cruz. Cualquier acto legislativo se puede
abrogar, pero principios son eternos y duran para siempre como son.

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Si decimos que el diezmo esta abrogado porque esta en la ley Mosaica,
igualmente podríamos decir que las leyes, “No mataras y no hurtaras” se han
abrogado también, porque ellas se encuentran en la ley Mosaica. Sabemos que
estas no son meramente leyes judías, aunque fueron incorporadas en los
estatutos mosaicos, sino principios fundamentales tan antiguos como el Edén y
tan universales como la raza. Lo mismo es cierto en cuanto al principio del
diezmo. Fue reafirmado (No legalizado por primera vez) en la ley Mosaica, por
tanto la abrogación de la ley Mosaica no afecta el principio del diezmo porque la
ley de Moisés fue un estatuto temporal, caducando por sus propias limitaciones
y dejando el principio como estaba.

V. Endorsado por Jesús

PROPOSICION V. –Las Sagradas Escrituras enseñan que el principio del
diezmo fue endorsado por Jesús. En ninguna parte fue abrogado este principio
por El. Ahora trataremos de demostrar que Jesús reconoció el diezmo como el
mínimo de la obligación cristiana.
En primer lugar es interesante notar que el mismo Jesús aceptaba
suficiente sostenimiento financiero en su ministerio terrenal “Y aconteció
después, que El caminaba por todas las ciudades y aldeas, predicando y
anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con El, y algunas mujeres
que habían sido curadas de malos espíritus y de enfermedades: Maria, que se
llamaba Magdalena, de la cual habían salido siete demonios, Juana, mujer de
Chuza, procurador de Herodes, Susana, y otras muchas que le servían de sus
haciendas”. Lucas 8:1-3
Este argumento esta edificado sobre la palabra griega UPRXONTON
traducida “sustancia” en el texto arriba.
Fíjese en estas palabras griegas: ARXAGOS-Principe; ARXEIREOS-Sumo
Sacerdote; ARXON-Gobernante; ARXAGGELOS-Arcangel; UPARXONTON-
Posesiones. Hechos 2:45.
“Vendieron sus posesiones.” Esta es la acusativo plural como en Lucas 8:3
Estas mujeres de riqueza, una de ellas la esposa del mayordomo del rey, no le
daba a Jesús una propinita por la puerta de atrás, sino “cantidad de reyes”.
Aunque Jesús no tuviera donde reclinar su cabeza, El fue sostenido
adecuadamente en su ministerio. Con este pensamiento volvamos y
estudiemos la vida de Jesús en su hogar, su práctica a sus enseñanzas en
cuanto al principio del diezmo. Jesús era judío. Fue criado en el hogar de su
madre. Jose su padrastro, ¿Qué clase de hogar fue este? ¿Cómo fue la
preparación de sus primeros años? Sabemos que clase de mujer era Maria. El

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ángel dice, “eres muy favorecida por Dios”. Mateo da testimonio que Jose fue
un hombre justo. Según el concepto judío eso quiere decir un hombre que
guardaba la ley. José si guardaba la ley (Lucas 2:21-24, 31-41) ¿Puede usted
pensar otra cosa acaezca de Jose sino que también guardaba la ley del diezmo
y la enseñaba a su casa como fue requerida por la ley? Jesús fue criado en
aquella atmósfera y fue obediente a sus padres. (Lucas 2:51)

Hasta cumplir los 30 años entendemos que El trabajaba en la carpintería.
Si trabajaba debió haber recibido un sueldo, especialmente de los 20 a los 30
años. Si El hubiera tenido un sueldo, El hubiera dado un diezmo. Yo no puede
imaginar que Jesús pudiera ver en desobediencia a uno de los principios
fundamentales de la religión que había estado en vigor desde la fundación del
mundo. ¿Y Ud.? Si decimos que no fue necesario que El diezmara, porque El
había de darse así mismo en la cruz, también podríamos averiguar que El no
fue bautizado, porque no fue necesario. Pero El fue bautizado. Aun El, el
Cordero sin mancha, en la luz de cuyo carácter no había falta ni contaminación,
llego a las aguas del Jordán diciendo. “Deja, porque así nos conviene cumplir
toda justicia”.
Me atrevo a decir que aquel mismo Jesús pagaba los requisitos
monetarios de la ley. ¿Puede Ud. Imaginar que El quiso evitarlos sobre
cualquier pretexto?
Pero no se nos deja a la imaginación en este asunto. Mateo 17:24-27
contesta sin duda. “Y como llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que
cobraban las dos dracmas, y dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos
dracmas? El dice: “No temas que El no dice, yo creo o yo supongo, sino que
dice Sí. Esto fue anual para el mantenimiento del templo, impuesto por ley
sobre varón de los judíos que tuviera más de 20 años de edad. Jesús no tenía
el deber de pagar esto, porque El era el Hijo. Lea Mateo 17:25-27, El lo paga
porque le conviene. Esta fue la regla de su vida. Por eso fue bautizado. “El lo
pagó para no hacerlos tropezar. ¿No seria esto un buen motivo para que
pagara sus diezmos?”
Si El no hubiera pagado lo que la ley requerida, ¿Cómo hubieran usado
los fariseos este caso contra él? Los que le acusaron de violar el sábado
hubieran dicho, “Tu que dices que eres el Hijo de Dios, Tu que eres mas grande
que nuestro Padre Abraham, que pago el diezmo al sacerdote del Dios
Altísimo” ¿Eres Tu mas grande que nuestro padre Jacob; que hizo el voto del
diezmo, en el camino a Harán? ¡Como se hubieran burlado aquellos que
diezmaron la menta y el comino! Muchas veces lo acusaron de no guardar el
sábado.

27

¿Ha leído ud. En alguna parte en donde le acusaron de no pagar el diezmo?
¿No es esta una de las mejores pruebas que El nos da que lo pagaba? Pero
unas pruebas mas fuerte es que El enseñaba a los hombres que debían darlo.
Luego él mismo lo hacia o de los contrario no practicaba lo que predicaba.
Jesús endorsaba el diezmo cuando menos en dos ocasiones.
Seis meses antes de la ultima Pascua El cenaba con un fariseo, registrado en
Lucas 11:42. El dice, “Ay de vosotros, fariseos, porque diezmáis la menta y la
ruda y toda hortaliza; mas el juicio y la caridad de Dios pasáis de largo’ pues
estas cosas eran necesarias hacer, y no dejar las otras”
Casi seis meses más tarde o sea sino días antes de la ultima Pascua, El
otra vez se dirige a los fariseos. Esta vez esta en el patio del templo, “diezmáis
la menta y el anís y el comino y habéis dejado los asuntos mas pesados de la
ley: la justicia y la misericordia y la fe. Esto debíais haber hecho y no dejar lo
otro.”
Así que, dos veces Jesús dice con énfasis que debemos diezmar pero
nunca usarlo como un pretexto para dejar las otras cosas.
Si se presenta el argumento que esto fue dicho a un fariseo y no a un
cristiano, entonces muchas de sus enseñanzas no tienen aplicación para
nosotros. Casi toda la enseñanza de Jesús fue dada a los judíos. Arriba hay
dos escrituras inequivocables de que Jesús menciona el diezmo. ¿Cuantos
queremos saber su voluntad? La regla de oro se da solamente dos veces. En
Mateo 22 leemos como los fariseos tomaron consejo como enredarlo en su
plática. Luego preguntaron, “¿Es lícito dar tributo a Cesar?” Pero Jesús percibe
su maldad y dijo, ¿Por qué me tentáis, hipócritas?” mostradme la moneda…
¿de quien es la imagen e inscripción? Ellos le dijeron “de Cesar”.
Entonces “Dad pues a Cesar las cosas que son de Cesar y a dios lo que es de
Dios.”
Hay tributo que se paga al gobierno según la ley civil. Jesús dijo,
“páguelo”. Hay tributo que se ha de pagar a Dios. Sus oyentes entendieron
perfectamente bien que esto fue el diezmo. Jesús dice, “Páguelo” porque el
diezmo es del Señor. Jesús usó esta ocasión para recalcar el hecho de que es
necesario pagar el diezmo a Dios, asimismo como el impuesto a Cesar.
Jesús fue diferente de Moisés sobre muchos temas, porque El amplificacaba y
sublimaba dichos temas. Mateo 5:17-19,21-22, 27,38-39, 43,44. Al llegar al
tema del diezmo, ¿retrocedía o iba mas adelante. Jesús no solamente
endorsaba el diezmo, sino que se adelantaba más. Al joven rico el le dice,
“vende todo…y da”. Jesús procedió más adelante del diezmo al recomendar la
viuda. Marcos 12:41-44. “Y estando sentado Jesús delante del arca de la
ofrenda, miraba como el pueblo echaba dinero en el arca: y muchos ricos
echaban mucho. Y como vino una viuda pobre, echo dos blancas, que son un

28

maravedí. Entonces llamando a sus discípulos, les dice: De cierto os digo que
esta viuda pobre echó mas que todos los que han echado en el arca: Porque
todos han echado de lo que les sobra; mas esta, de su pobreza echó todo lo
que tenía, todo su alimento.”
Los que echan mucho de su abundancia no recibirán ninguna alabanza
del Maestro, porque ellos solamente pagan su deuda. El hombre no merece
ningún elogio especial por ello, “porque es un deber hacerlo.” El diezmo es una
deuda, es lo que debemos. Es la porción sagrada. A menudo debemos dar
más. El diezmo es el mínimo. Todo caso de dar mencionado en el Nuevo
Testamento está mencionado porque fue mas que diezmo.
La viuda echo más que el diezmo. Ella dio todo. Jesús no toma en cuenta
la cantidad que damos sino la proporción. El se sienta todavía delante del arca
y echa de ver la proporción que damos. Si aquella proporción es menos de lo
que los fariseos pagaron, ¿piensa ud. que Jesús esta complacido? Los fariseos
pagaron un diezmo. Esto lo consideraron como parte de su justicia. A ellos les
dijo, “diezmáis” pero a nosotros él nos dice, “A menos que vuestra justicia fuere
mas que la justicia de los escribas y fariseos, de ninguna manera entraréis en el
reino de los cielos.”
Hace 16 siglos San Agustín edificó su argumento para el diezmo sobre
estos textos y concluye al decir, “ellos dieron un diezmo, ¿Y vosotros?”.
Al llegar al Nuevo Testamento a las aprobaciones de Jesús en cuanto al
diezmo algunos niegan que sea aplicable a nosotros porque fue dicho a los
fariseos. No se puede sostener el argumento de que los discípulos no
estuvieron presentes. El capitulo 11 de Lucas, es donde se encuentra la
primera aprobación del diezmo por Jesús, comienza con el relato de la oración
del Señor. Los discípulos estaban presentes. Mientras El enseñaba, otros se
unieron a su auditorio. El versículo 29 dice, “y juntándose las gentes a El,
comenzó a decir:” El continua su enseñanza hasta el versículo 37. Todavía
están presentes los discípulos. Llega la hora de comida. Un fariseo lo invita a
comer con él. Había mucha gente en esa comida, no solamente judíos y los
fariseos. Los fariseos estuvieron presentes, también los abogados. ¿Entraría
Jesús a comer dejando a sus discípulos hambrientos afuera? No hay nada que
indique que no estuvieron presentes. El enseñó a sus oyentes conforme a sus
clases, fariseos, escribas, abogados hasta el fin del capitulo. Aquí enseguida
“procuraron apartarle en gran manera. Lo acecharon… procurando cazar algo
de su boca para acusarle”. Este incidente sigue hasta el capitulo 12, “En esto
juntándose muchas gentes,… El empezó a decir a sus Discípulos…etc.” Los
discípulos estuvieron presentes. Uno de ellos escribió el relato. Sus
enseñanzas no fueron expuestas para los fariseos solamente sino para sus
discípulos para nosotros.

29

Los discípulos también estuvieron presentes cuando Jesús dio los
discursos registrados en Mateo 21,22,23,24,25 y 26, hasta llegar a Mateo 26:56
“Cuando todos los discípulos huyeron dejándole”. De veras estuvieron
presentes cuando él decía, “Dad a Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es
de Dios”. Mateo 22:21
Ahora en cuanto a la segunda aprobación, el segundo “deben diezmar”
registrado en Mateo 23. El discurso comienza con las palabras, “Entonces
habla Jesús a las gentes y a sus discípulos, “Mateo 23:1. En este discurso El
dice: “¡Ay de vosotros escribas y fariseos, hipócritas!” Porque diezmáis la
menta el eneldo, y el comino, y dejasteis lo que es mas grave de la ley, es a
saber, el juicio y misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo
otro”. Mateo 23:23
Algunos averiguan que la razón por la cual Jesús diezmara fue porque
estaba bajo la ley. ¿No eran también judíos los discípulos? Entonces, ¿Qué
gana uno al averiguar que estas palabras no fueron habladas ante los
discípulos? Si la ley estuvo en vigor en cuanto al Señor, también estuvo en
vigor en cuanto a los discípulos, y no puede uno desentender nada aunque
probara que los discípulos no estuvieron presentes.
Anteriores a estas aprobaciones del diezmo por Jesús, Moisés había
puesto sus comisiones a los pies del Señor transfigurado y una voz de la
magnifica gloria había dicho “A El oíd”.
Es duro imaginar a Jesús como imitador de Moisés o pensar que el tenia
pensado solamente unos cuantos contemporáneos cuando El hablaba dichas
palabras. Si Jesús sabía todo el tiempo, y esto sostenemos, que el evangelio
fue para toda la humanidad, parece manifiesto que aquí hay enseñanza para
las iglesias “en todas las naciones”. Puesto que el diezmo era de uso universal
en aquella época, si hubiera algo acerca de él como inconsecuente con el
cristianismo, parece que encontraríamos algún texto que nos lo indicara, así
como hay acerca del altar, el sacrificio y la circuncisión. De lo contrario,
tenemos una palabra clara de aprobación de El a quien debemos oír. Al colocar
la palabra clara a lo largo de las palabras de Pablo concerniente a lo que Cristo
ordenaba, cuando él pensaba en los diezmos y ofrendas para el sostenimiento
de los sacerdotes levíticos, y escribid, “Así también ordenó el Señor,” me
parece a mi que tenemos un argumento para el diezmo que es invencible para
cualquiera que acepte la autoridad de Jesucristo.
Aquí hay cuatro cosas sancionadas por Jesús: el diezmo, la justicia,
misericordia, y fe. Todas las cuatro son “Asuntos de la ley”. Ahora, amigo mío,
¿Echará fuera ud. Alguna de ellas porque es asunto de la ley? Solamente ud.
No quiere echar fuera todas las cuatro, pero tiene que tenerlas si quiere ser
consistente.

30

No. La justicia, misericordia y fe no fueron abrogadas cuando “la ley fue
clavada a la cruz”. Son antes de la ley mosaica y permanecen aunque la ley se
terminó. En la misma clasificación, en la misma recomendación Jesús pone el
principio del diezmo.
Cuando uno dice que la justicia, misericordia y fe de la ley están muy
debajo de la base que Jesús estableció, El concede el mismo punto contra el
cual esta averiguando. El concede que la justicia, misericordia y fe todavía
están aplicadas al cristianismo. Si el cristiano tiene que hacer más que la
justicia, misericordia, y fe de la ley. ¿Con que clase de lógica puede
convencerse a si mismo de que no es necesario también hacer mas que el
diezmo según la ley? ¿No es claro pues, que su propio argumento sostiene
nuestra proposición fundamental de que el diezmo es el mínimo de nuestra
obligación al reino. ¿No es cierto que él se ha encadenado muy seguro con las
cadenas de su propia lógica?
Si, los principios eternos de la justificación, la misericordia, la fe, y el
diezmo todavía permanecen y no son afectados por la abrogación de la ley
Mosaica.

VI. Endorsado por los Apóstoles

PROPOSICION VI. – Las Sagradas Escrituras enseñan que el principio del
diezmo fue endorsado por los escritores neotestamentarios. En ninguna parte
hay una sugerencia de que este principio fue quitado. De lo contrario fue
ampliado.
Nuestra proposición fundamental es “Resuelta: Que según la norma
neotestamentaria de la iglesia hay razón igualmente tan clara y fuerte para que
los discípulos de Cristo acepten, prediquen y practiquen el principio del diezmo
como el mínimo de su obligación al reino de Cristo como ellos aceptan,
predican y practican la conmemoración semanal de la Cena del Señor o la
inmersión como la acción adecuada para el bautismo cristiano”.
Primero, déjeme preguntar, ¿es necesario tener un mandamiento del
Señor para todo lo que hacemos? Como un pueblo, a través de nuestra historia
hemos insistido que la inmersión es el bautismo. Creemos que hemos sido
justificados en ello aunque no haya en el Nuevo Testamento un mandamiento
que solamente se debiera usar la inmersión.
Sin embargo, la palabra usada quiere decir sumergir, y la inmersión fue la única
forma usada en los tiempos apostólicos. Por causa de que la inmersión se
sostiene por el precedente apostólico, hemos aceptado esto como lo suficiente
para establecerlo como una prueba de comunión.

31

Otra vez no hay mandamiento de Jesús o de los apóstoles para guardar
el día del Señor. Sin embargo, el precedente establecido por el Nuevo
Testamento ha sido suficiente para nosotros, y correctamente así. La inmersión
y la conmemoración semanal de la Cena del Señor son ampliamente
sostenidas por el dechado profético y por el precedente apostólico.
Ahora procuro mostrar que la misma lógica que nos hace practicar la
inmersión solamente y la Cena del Señor cada primer día de la semana
también nos hará aceptar, practicar y predicar el principio del diezmo como el
mínimo de nuestra obligación al reino. Es nuestro propósito que el principio del
diezmo este sostenido en las Escrituras Cristianas no solamente por un
precedente apostólico sino también por un mandamiento divino. Además es
parte del dechado. Si entra en el plan, tenemos que incluirlo si edificamos
según el dechado.
Antes de llegar a un escudriñamiento del Nuevo Testamento hay unos
hechos preliminares que tiene que ver con el caso, los cuales tenemos que
notar. Algunos rehúsan aceptar el principio del diezmo, porque dicen que hay
muy poco acerca de él en el Nuevo Testamento.
La razón de no haber más en el Nuevo testamento acerca del diezmo es
porque no fue necesario. El antiguo Testamento fue la Biblia de los cristianos
primitivos. En él la instrucción fue abundante. Los escritores del Nuevo
Testamento eran judíos. Cada uno de ellos tenía conocimiento del diezmo.
Cada miembro de la iglesia apostólica entendió estos requisitos de la ley. Eran
celosos de la ley. La tendencia fue traída más del judaísmo de lo que se
requería.
El apóstol Pablo dio su vida para rescatar a la iglesia de ciertas instituciones
judaicas las cuales fueron cumplidas en Cristo ¿piensa usted que bajo estas
condiciones, estos hombres que fueron celosos para Dios, bajo la plenitud de
las bendiciones del cristianismo, dieron menos o enseñaron a los hombres que
dieran menos para la sustancia que lo que habían dado para la sombra?
Está declarado definitivamente que dieron más. Con la conquista del
mundo delante de ellos no había sido la parte de sabiduría abolir el diezmo.
Puesto que el diezmo se había enseñado por miles de años y que se había
plantado firmemente como un hábito y principio de la raza, ¿No esta fuera de
razón pensar que Dios ahora lo venga a abolir?
Como los judíos de la iglesia primitiva estaban acostumbrados a la
práctica del diezmo también los gentiles del mundo pagano. Dídimo de
Alejandría dice,. “Fue una costumbre griega pagar los diezmos a los dioses”.
Herodoto y Xenophon dan el mismo testimonio. Los griegos llamaron a Apolo el
portador del diezmo. Diodoro Siculus, del primer siglo antes de Cristo dice, “Los

32

fenicios y los cartaginenses envían un diezmo cada año a Hércules en Tiro”.
Lucullus, un cónsul romano rico, pagó un diezmo de todos los bienes.
Dionisio, historiador griego en los días de Cristo, dice lo mismo de Pelagio.
Plinio, autor romano en los días de los apóstoles dice, “Los etíopes dan un
diezmo a sus dioses antes de comprar o vender nada”. El testimonio es
abrumador. Los judíos y gentiles de la misma manera ya estaban bien
informados sobre este sujeto. Los apóstoles escribieron sobre temas que
necesitaban atención como “La justificación por la fe,” “La vida de santidad,”
etc. Por eso una mención del diezmo seria coincidencial.
Si el Nuevo Testamento guardara silencio sobre el diezmo sería muy
natural para el sistema de la iglesia apostólica.
Es un principio bien establecido de la ley que si una ley esta en vigor, si las
condiciones son las mismas, dicha ley permanece en vigor hasta que sea
abolida. Las leyes de la circuncisión y el sacrificio animal y otros están
plenamente abrogados en el Nuevo Testamento. ¿En donde hay un texto que
de alguna manera debilite el diezmo?
El nuevo Testamento no lo abroga, de lo contrario lo amplía. Es el mínimo
de la obligación del cristiano para el reino de Cristo. Muchos deben dar 2, 3, o 5
diezmos.
Afortunadamente el principio del diezmo no es sin sanción apostólica
también. El apóstol Pablo no solamente sancionaba ofrendar
proporcionadamente sino que lo hacia mandamiento general, 1 Cor. 16: 1-2.
“Cuanto a la colecta para los santos, haced vosotros también de la manera que
ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de
vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiera;
para que cuando yo llegare, no se hagan entonces colectas. “Esto demuestra
que el mandamiento divino es dar en proporción a nuestras ganancias. Esto es
exactamente el principio del diezmo. Si creemos en dar proporcionadamente,
entonces hay que hacer una proporción.
Si la porción sagrada no es el diezmo, ¿entonces que es?
El hombre honesto tiene que admitir que tiene que haber una base o todo el
negocio de dar proporcionadamente se vuelve broma. Si el hombre
regularmente y sistemáticamente diera un centavo de cada $100.00 de su
sueldo, esto sería una ofrenda proporcionada, ¿pero podrá satisfacer algún
requisito de la ley o del amor? Para que tenga alguna significación el dar
proporcionadamente, cierta proporción tiene que tener algún nombre.
En el capitulo 9 de 1 de Cor. Se encuentra el método de Pablo para
financiar el reino. Aquí Pablo justifica su derecho de recibir pago por su
ministerio. “Que, ¿no tenemos potestad de comer o de beber?” v.4.” ¿Quién
jamás pelo a sus expensas?” v.7. Pablo siempre usa la ley Mosaica para

33

simplificar este derecho. ¿No pondrás bozal al buey que trilla. “Aun el buey ha
de recibir su vida de su trabajo. “Pero esto no esta escrito para los bueyes,
“dice Pablo “Sino para nosotros,” v.8-10. “Si eres arador del suelo, ¿no aras y
trillas con esperanza de recibir el fruto?” v.9-10
“Si nosotros sembramos lo espiritual, ¿es gran cosa si segaremos lo vuestro
carnal?” v.11. Esto hace referencia al capitulo 18 de Números, que es la ley
Mosaica de diezmos y ofrendas para el sostenimiento de los sacerdotes y
levitas en el servicio del templo. Ellos no tenían otra herencia en Israel. El
apóstol Pablo averigua que es ordenanza de Cristo que los ministros de la
iglesia que se dedican completamente al ministerio sin tener otra fuente de
ganancia deben ser sostenidos de la misma manera. “Así también ordenó el
Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.” V.14. Así
como Dios ordeno en el Antiguo Testamento que los que ministraban en las
cosas sagradas debían ser sostenidos por los diezmos y ofrendas, “Así también
(exactamente de la misma manera) fue ordenado por el Señor (Cristo) que
deben ser sostenéis los que predican el evangelio.
El apóstol pensaba en el diezmo y las ofrendas como el medio de
sostener a los sacerdotes y levitas cuando él escribía esas palabras. Si el
diezmo fuera abrogado como la circuncisión, ¿piensa usted que había usado tal
argumento?
El mismo hecho de que él tan enfáticamente se opone a la circuncisión es
prueba que él también se había opuesto al diezmo si hubiera entendido que fue
abrogado en Cristo. El mismo hecho de que Pablo emplea este argumento para
el sostenimiento del ministerio comprueba que él endorsaba el diezmo. Una
prueba más. Prueba que Cristo también lo sanciona, de lo contrario Pablo no lo
hubiera llamado una ordenanza del Señor (Cristo). Es un comentario sobre el
“Debéis de Jesús.
De que la Cena del Señor y el bautismo sean ordenanzas nunca
averiguaremos, aunque no se llaman así en alguna parte del Nuevo
Testamento. Les hemos dado gran prominencia y justamente es así. Pero la
una cosa que el Nuevo Testamento llama una ordenanza la hemos relegado a
la basura. Si esta es ordenanza, entonces hay tan buena razón para que
aceptemos, prediquemos y practiquemos dicha ordenanza como la hay para
cualquier otra ordenanza, lo cual sostiene nuestra proposición básica, y hace
innecesario mas argumento. Pero todavía se queda el argumento más
importante del libro de Hebreos, el cual será suficiente si no hubiera otro
argumento.
En seguida notemos con cuidado el capitulo 7 de Hebreos, el escritor
inspirado esta averiguando la superioridad del sacerdocio de Cristo al
sacerdocio de Aarón, porque El (Jesús) es Sacerdote para siempre según el

34

orden de Melquisedec. Hebreos 6:20. En Melquisedec esta el dechado del
Sacerdote Celestial que instituyó la fiesta “De pan y Vino” y recibe el diezmo.
Melquisedec fue superior a Abraham, el Patriarca, porque Abraham pagó
diezmos a Melquisedec y recibió bendición de él. “Sin condición alguna lo que
es menos es bendecido de lo que es mas.” V.4-7.
Pero Abraham fue superior a los hijos de Leví, que también recibieron
diezmos, “porque ellos salieron de los lomos de Abraham” v.5
Ahora Cristo es príncipe para siempre de la orden de Aarón, “hombres
que murieron” “porque es testigo de que es Sacerdote para siempre”. V.17
V.8 “Y aquí los hombres que mueren (levitas) reciben diezmos: pero allá El
(Jesús) los recibe de quien se atestigua que El vive. El argumento de este
capítulo acepta el hecho de que Jesús recibe diezmos de su pueblo.
Ahora, con nuestra mente abierta honestamente miremos a ese asunto.
Yo sostengo el hecho de que si alguno establece la afirmación de que el
antecedente “El” se refiere a Melquisedec, esto no tumba el argumento para el
diezmo, porque Melquisedec recibió el diezmo. Siendo Jesús de dicha orden,
también será digno de recibir los diezmos. Jesús, siendo la realidad pudo ser el
cumplimento de lo que Melquisedec fue el tipo, es merecedor de un diezmo y
mas.
Puesto que la grandeza de Melquisedec establecida por el hecho de que
él recibió diezmos del patriarca, y si alguno pudiera probar que Jesús no recibe
diezmos, el mismo argumento probaría que Jesús no recibe diezmos, el mismo
argumento probaría que Jesús es inferior a Melquisedec y también inferior a los
sacerdotes levíticos.
Miremos ahora a este personaje misterioso, Melquisedec, quien fue “sin
padre y sin madre, sin linaje que ni tiene principio de días ni fin de vida” ¿Era de
veras un hombre de carne con sangre sin padre ni madre terrenal? ¿Era este
ser Humano sin principio de vida? ¿Cómo van a contestar mis lectores a estas
preguntas? ¿No significa en realidad, que Melquisedec eran sin genealogía
sacerdotal? El fue el único de su linaje, u orden de los sacerdotes. Siendo el
único, no había nadie que le siguiera. ¿No es pues su sacerdocio, y no su vida,
lo que sigue para siempre? Con dificultad pienso yo que cualquiera quisiera
averiguar que Melquisedec no ha vivido en la carne. Si uno averigua que el
todavía vive en el sentido de que murió y fue a la gloria, podríamos hacer la
misma declaración en cuanto a Abraham, Isaac y Jacob.
Este sacerdocio es inmutable, el único de su linaje, y sin sucesor es el
elemento que lo constituye un tipo de Cristo.
Cristo es la realidad, el que vive. Es la Resurrección de El que se atestigua por
todos los apóstoles. Es el Cristo, el Sacerdote de la Orden de Melquisedec que
recibe los diezmos de lo cual se atestigua que El se levantó de los muertos.

35

“Este mismo Jesús levantó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos… y
el ha hecho Señor y Cristo. “Hechos 2:32-36.
¿Hay algún testigo de la resurrección de Melquisedec? Los versículos
24-25 confirman para siempre el hecho de que esto se refiere a Jesús. “Mas
este por cuanto permanece para siempre, tiene un Sacerdocio inmutable. Por lo
cual puede también salvar eternamente a los que por el se alleguen a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos”. ¿Dirá alguno que Melquisedec
puede salvarlos eternamente o que él es el que hace intercesión por nosotros?
El ultimo versículo del capitulo 6 dice, “Donde entro por nosotros como
precursor Jesús, Hecho Pontífice eternamente según el orden de Melquisedec”.
El capitulo 7 comienza, “Porque este Melquisedec, “y sigue mostrando los
puntos en los cuales Melquisedec era semejante a Jesús.

MELQUISEDEC CRISTO
El Tipo El Anti-tipo
1. Sacerdote del Dios Altísimo. v.1 1. Sacerdote del Dios Altísimo. V.20
2. Rey de Justicia. V.2 2. Sol de Justicia. Malaquías 4:2
3. Rey de Paz. V.3 3. Príncipe de Paz. Isaías 9:6
4. Ninguna Genealogía Sacerdotal. 4. Ninguna Genealogía Sacerdotal.
v. 3 Hebreos 7:16
5. Semejante al Hijo de Dios. V.3 5. Hijo de Dios. V.28
6. Un sacerdote para siempre. V.3 6. Sacerdote para siempre. V.17.
7. Bendijo a Abraham. V. 1 7. Bendice a su pueblo. V.25
8. Recibía diezmos de su pueblo. v. 8 8. Recibe diezmos de su pueblo v.8

Si Jesús no recibe diezmos, entonces en este solo punto se echa a perder
la comparación, y esto es el centro de todo el asunto.
El segundo argumento incontestable que Jesús es quien recibe los
diezmos se basa en la forma de los verbos como aparecen en el texto original
griego, El v.6 se refiere a Melquisedec y nadie lo niega. “Empero él
(Melquisedec) cuya genealogía no es contada de aquellos (los hijos de Leví)
recibió “diezmos de Abraham, y bendijo a aquel que tiene las promesas”.
Al llegar al versículo 8, la forma del verbo cambia al participio presente, y
se traduce literalmente, “Y aquí los hombres que mueren están recibiendo
diezmos, pero allí El esta recibiéndolos del cual se da testimonio que vive”. En
aquel entonces, como ahora, muchos pagaban diezmos. ¿Quién recibe estos
diezmos? ¿Es Cristo o Melquisedec? Entonces como ahora es Jesús quien
recibe los diezmos. El participio presente indica el que vive recibe todavía

36

diezmos. ¿Dará alguno el argumento de que Melquisedec todavía recibe
diezmos. Si el escritor a los Hebreos pensaba que eso se refiere a
Melquisedec, ¿Por qué cambia el tiempo del pasado al participio presente? El
recibimiento de diezmos se comprende al mismo tiempo que el testimonio de su
resurrección.
Todos los apóstoles dan testimonio de la Resurrección de Cristo. Hay
testimonio de que el vive; que el puede salvar eternamente; que El, con su
propia sangre, entro en el mas grande y perfecto tabernáculo, en el mismo cielo
al aparecer en presencia de dios por nosotros; y que tenemos tal Sacerdote,
que esta sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos.
Para hacer aparecer que Hebreos 7:8 se refiere a Melquisedec, un tendría
que establecer:
1º. La Resurrección de Melquisedec;
2º. Que haya testigos de su resurrección.
3º. Que él pueda salvar eternamente;
4º. Que él esta en la presencia de Dios con su propia sangre haciendo
intercesión por nosotros;
5º. Que él ocupa el lugar atribuido a Jesucristo, sentado a la diestra del trono de
la Majestad en los cielos.
Ahora debe ser claro a todo lector que tenemos no solamente la palabra
de los labios de nuestro Bendito Señor, sino que tenemos también el
mandamiento de Pablo para dar proporcionadamente, y su “así mismo” que él
declara una ordenanza de Cristo, y ahora esta palabra fuerte de Hebreos
mostrando que el diezmo es una parte del dechado. Sostenemos el hecho de
que esto último es suficiente para establecer nuestra proposición fundamental
aunque no tuviéramos más.

VII. La Edad Pos-Apostólica

“…. Las leyes divinas también cuidando a los ministros de la iglesia para que
tengan uso de la porción por herencia, han mandado a todo el pueblo pagar el
diezmo, para que el clero, sin estorbo de ninguna clase de empleo, pueda
proseguir su deber espiritual del ministerio. Las leyes que todo el cuerpo de
cristianos por mucho tiempo guardaron sin violar, pero ahora gradualmente,
casi todos ellos se han mostrado prevaricadores de aquellas leyes; pues han
negligido cumplir las cosas que se han ordenado divinamente.”
Agustín, 354-430 D.C..., “Nuestros antepasados tenían abundancia de
riquezas de toda clase por la razón que deban diezmos y pagan el impuesto a
Cesar… Nosotros hemos estado renuentes en compartir los diezmos con Dios,
ahora todo se nos ha quitado. Los escribas y fariseos dieron diezmos para los

37

cuales Cristo todavía no había derramado su sangre…Yo no puedo guardar lo
que el murió por nosotros dijo, “Si vuestra justicia no fuere mayor que la justicia
de los escribas y fariseos de ninguna manera entrareis en el reino de los cielos.
Ellos dieron diezmos, ¿y usted?”
Jerónimo 345-420 D.C. escribió a Neopotiano, “Yo, si soy la porción del
Señor, y descendiente,… como los sacerdotes y levitas vivo por el diezmo y
sirviendo al altar estoy sostenido por sus ofrendas… lo que hemos dicho de los
diezmos y ofrendas que en la antigüedad se daban a los sacerdotes y levitas,
se comprende también en el caso de la iglesia… si alguno no quiere hacer esto,
es culpable de robo y de defraudar a Dios”.
Ambrosio de Milan 340-397 D.C. “Dios ha recibido la décima parte para si
mismo, así que no es legal que un hombre retenga lo que Dios ha recibido para
si mismo. A ti te es dado nueve partes, para El ha recibido la décima parte y si
tu no das a Dios la décima parte Dios te quitara de ti las nueve partes. UN buen
cristiano paga los diezmos.”
En la constitución apostólica, 300 D.C. leemos, “De las primicias y los
diezmos y de la manera que el obispo ha de participar de ellos y distribuirlos a
otros. Que emplee estos diezmos y primicias que se dan según el mandamiento
Dios como varón de Dios… Los Levitas que atendieron el tabernáculo
participaron de aquellas cosas que se ofrecieron a Dios por su pueblo…
Vosotros pues, los obispos, sois sacerdotes y levitas, ministrando a la
iglesia..,porque los que atienden a la iglesia deben ser sostenidos por la
iglesia..,Ahora debéis saber que aunque el Señor se ha entregado y no permite
sacrificar a las criaturas irracionales para el pecado, como quiera no os ha
librado de aquellas obligaciones que debéis a los sacerdotes, ni de hacer bien a
los pobres.”
Ireneo, 120-202 D.C., “Los preceptos de la vida perfecta son iguales en
los dos testamentos… El Señor no abroga la ley que aquellos observaron los
cuales son justificados por fe, sino que los extiende… Ahora todos aquellos no
abrogaron la ley sino que la extendieron. Sacrificios hay entre el pueblo (los
judíos); sacrificios hay también en la iglesia; pero solamente se ha cambiado la
especie en cuanto a la ofrenda, ahora se hace no por esclavos sino por libres.
Es muy evidente que Jerónimo, Ambrosio, y los constructores de la
constitución apostólica tuviera delante de ellos el capitulo 9 de la carta de Pablo
a los Corintios. Sus argumentos están basados sobre él.
Ireneo, que es casi de la edad apostólica, hace exacto el mismo unto que
yo he dado para establecer mi proposición cuarta. El también hacer fuerza al
hablar de pagar él diezmo sobre el nivel mas alto. La fuerza esta en el interior,
no es de esclavos sino de libres. El dice que el principio del diezmo no fue
abrogado por el Señor, sino que se ha de observar como el principio de

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