2. INTRODUCCIÓN
El siglo IV a.C. datan las primeras teorías cosmológicas, centradas en
los pueblos mesopotámicos, los cuales consideraban que la Tierra era el
centro del Universo, y que eran los demás cuerpos celestes los que
giraban alrededor de ella. Algunos clásicos como Aristóteles, defendían
esta teoría.
Nicolás Copérnico fue un astrónomo polaco del renacimiento que estudió
la teoría heliocéntrica del Sistema Solar, concebida en primera instancia
por Aristarco de Samos. Copérnico pasó cerca de veinticinco años
trabajando en el desarrollo de su modelo heliocéntrico del universo.
Resultó difícil para ese momento que los científicos lo aceptaran, ya que
suponía una auténtica revolución. Copérnico era matemático, astrónomo,
jurista, físico, clérigo católico, gobernador, administrador, líder militar,
diplomático y economista. Junto con sus extensas responsabilidades, la
astronomía figuraba como poco más que una distracción.
En realidad, la teoría de Nicolás Copérnico no era nueva: ya la había
propuesto el griego Aristarco de Samos (310-230 a.C.). Sus
observaciones, sin embargo, le permitieron recuperarla para sus
contemporáneos: uno de los argumentos para justificar la obra era
plantear su sistema de planetas que giraban en órbitas circulares
alrededor del Sol pero este resultaba peligroso: sus veinticinco años de
trabajo resumidos en De Revolutionibus Orbium Coelestium no fueron
publicados hasta después de su muerte en 1543.
Copérnico, Galileo y Johannes Kepler, representaron el prototipo de los
pensadores humanistas y hombres de ciencia que arrancaron a Europa
del oscurantismo durante ese período crítico que fue el Renacimiento,
Kepler demostró una flexibilidad de pensamiento que pocos tienen:
cuando comprobó su idea armoniosa de planetas con órbitas circulares,
reformuló su teoría y legó a la posteridad las leyes que hablan de órbitas
elípticas.
3. Postulados sobre la teoría heliocéntrica de Nicolás
Copérnico
En el siglo XVI, en la civilización occidental, nadie se planteaba de
forma científica el origen del universo, pues se partía de la base que Dios
había creado todo lo que existe, de acuerdo a su poder omnímodo. De tal
manera que todo el empeño de los investigadores se centró en descubrir
la organización existente en el universo creado por Dios.
En lo referente a la organización de los cuerpos celestes, la teoría
aristotélica y las creencias católicas de que la Tierra era el centro del
Universo, chocaban con diversas observaciones referentes al movimiento
de los planetas.
La teoría heliocéntrica propuesta por Nicolás Copérnico establece que
la tierra y los demás planetas son los que giran alrededor del sol, esta se
sustenta de las teorías propuestas por el griego Aristarco de Samos (310
a.c) quien basó su argumento en la distancia entre la tierra y el sol;
registrando un mayor tamaño para el sol que para la tierra, por lo que
argumenta que esta última es la que gira al rededor del sol y no al
contrario como lo sostenía la teoría geocéntrica de Ptolomeo e Hiparco.
Las ideas de Copérnico surgen en un contexto de crisis del modelo
Ptolemaico, el cual seguía teniendo fallos y cada vez se complicaba más
con la inclusión de nuevos epiciclos. Copérnico estudió los escritos de los
filósofos griegos buscando referencias al problema del movimiento
terrestre, especialmente los pitagóricos y Heráclides Póntico quienes
creían en dicha teoría.
Desde el inicio ya se había observado que los 5 planetas, algunas
veces se adelantaban, otras se retrasaban y en ocasiones permanecían
fijos. Por lo que Copérnico dedujo de sus observaciones que Venus y
Mercurio se hallan más cerca del Sol que la Tierra.
Pensó que Mercurio, al recorrer una órbita más corta, se mueve más
de prisa que la Tierra, y que da varias vueltas alrededor del Sol durante el
año terrestre. Esta sería la causa de que parezca moverse hacia atrás y
de cambiar de dirección repetidas veces cuando adelanta a la Tierra y
luego se aleja de ella.
4. El italiano Galileo Galilei observó por primera vez manchas en el sol,
cráteres en la luna los grandes satélites de júpiter y los anillos de Saturno.
Que no llegó a distinguir con precisión. Al descubrir las fases del planeta
venus descubrió experimentalmente que este giraba alrededor del sol
. Este fue él fue el argumento decisivo para confirmar la teoría de
Copérnico, le pareció que aportaba una confirmación empírica al sistema
heliocéntrico, ya que el modelo de Copérnico, y no el de Ptolomeo, estaba
en condiciones de proporcionar una explicación a este fenómeno.
Cabe destacar que en la antigüedad los círculos eran las figuras más
perfectas, por lo que se consideró en un principio la forma del universo,
las órbitas planetarias de forma circular, por lo tanto los cálculos de
Copérnico no eran tan precisos, al igual que los de la teoría geocéntrica.
Pero más tarde en 1609 adquiere el modelo heliocéntrico un grado de
exactitud más preciso con cálculos más simples propuestos por
Johannes Kepler (1571-1630), cuando formula la teoría estableciendo que
las trayectorias de los planetas no eran circulares sino elípticas, enunció lo
que actualmente se señala como la primera ley de Kepler: “Los planetas
describen movimientos elípticos alrededor del Sol, estando éste situado
en uno de los focos de la elipse”.
En 1687, Isaac Newton formuló su ley de la gravitación universal, y
explicó el porqué de la forma de las órbitas y la fuerza que las mantiene.
En la actualidad la teoría de la Relatividad permite conocer la posición y el
movimiento de cualquier astro del Universo tomando como centro
cualquier punto de él. Sin embargo el heliocentrismo sigue siendo la base
para el estudio del Universo cercano
Aun cuando los postulados en sus libros prohibidos por la iglesia
católica, debido a que contradecía a la biblia sus ideas marcaron el
comienzo de lo que conoce como revolución científica. No solo se dio un
cambio la astronomía como tal si no que también en la ciencia en general
destacándose en la cosmovisión de la civilización. A partir de la
publicación de su libro y la refutación del sistema geocéntrico defendido
por la astronomía griega, la civilización rompe con la idealización del
saber establecido por la iglesia de la época medieval y se lanza con
mayor ímpetu en busca del conocimiento. Esta teoría abrió el camino a
los adelantos científico-técnico de la cosmonáutica.
El modelo fue el paradigma dominante desde la antigüedad hasta el
Renacimiento, cuando se produce una ruptura en la forma de concebir la
5. ciencia en tanto pone su mirada en la observación experimental y el
ajuste de lo empírico a lo especulativo.
En 1687, Isaac Newton formuló su ley de la gravitación universal, y
explicó el porqué de la forma de las órbitas y la fuerza que las mantiene.
En la actualidad la teoría de la Relatividad permite conocer la posición y el
movimiento de cualquier astro del Universo tomando como centro
cualquier punto de él. Sin embargo el heliocentrismo sigue siendo la base
para el estudio del Universo cercano
6. CONCLUSION
Si bien no se puede considerar a Copérnico ni como descubridor del
heliocentrismo ni como desarrollador verdadero de la teoría, sí cumplió
una función crucial como inspirador para los científicos que le sucederían.
La verdadera revolución aun habría de venir y removería los cimientos de
la iglesia cuya lucha contra el avance científico llevaría a Giordano Bruno
a la hoguera y a Galileo a retractarse de sus observaciones y teorías. Sin
embargo, fueron las observaciones de Galileo de los satélites jovianos las
que constituyeron finalmente la prueba definitiva que inclinaría la balanza
a favor de la revolución copernicana.
El modelo heliocéntrico es considerado una de las teorías más
importantes en la historia de la ciencia occidental.