1. 3.- El post-operatorio:
Esta etapa es la más difícil. Después de la cirugía existen dos momentos importantes,
la del hospital y el alta al hogar.
cuidados del hospital:
En el hospital:
Inmediatamente después del procedimiento, lo llevarán a la sala de recuperación
para mantenerlo bajo observación antes de que lo lleven a la unidad de cuidados
intensivos pediátricos (UCIP) donde lo vigilarán estrechamente. Alternativamente,
lo podrán llevar directamente a la unidad de cuidados intensivos desde la sala de
operaciones.
El proceso de recuperación variará en función del tipo de procedimiento
realizado y del tipo de anestesia que se le haya administrado. Una vez que la
presión arterial, el pulso y la respiración estén estables lo llevaran a la unidad de
cuidados intensivos pediátricos (UCIP) o a su habitación en el hospital.
Después de permanecer en la unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP),
será transferido a una sala en una unidad de enfermería neuroquirúrgica del
hospital. Permanecerá en el hospital por varios días más.
Es posible que necesite oxígeno durante un tiempo después de la cirugía.. Por lo
general, se interrumpirá la administración de oxígeno antes de que regrese a su
hogar.
Se le enseñarán ejercicios de respiración profunda para ayudarle a volver a
expandir los pulmones y a evitar una neumonía. Esto es muy importante, porque
como necesariamente tiene que estar recostado surge la acumulación de flemas.
El personal médico y de enfermería realizará frecuentes controles neurológicos
para examinar sus funciones cerebrales y para asegurarse de que sus sistemas
corporales funcionen en forma adecuada después de la cirugía. Se le pedirá que
responda a una variedad de órdenes básicas, como mover los brazos o piernas,
para evaluar sus funciones cerebrales. Le revisarán las pupilas con una linterna, y
le harán preguntas para evaluar su orientación (nombre, fecha, adónde está, etc.)
También se revisará su fuerza en los brazos y piernas.
Puede que se levante la cabecera de la cama para evitar que se le hinche la cara
y la cabeza. Un poco de hinchazón es normal. es importante aclarar que la
inflamación surge en todos los casos, existen fugas subcutáneas del LCR en el
cuero cabelludo, lo que provoca mucho dolor y la llamada “cara de boxeador”, por
el movimiento de la cirugía surgen moretones faciales y en el cuello,
Se moverá en la medida en que lo tolere mientras esté en la cama, y luego a
que se levante y camine, al comienzo con ayuda, a medida que recupera sus
2. fuerzas. Posiblemente le pidan a un fisioterapeuta (FT) que evalúe su fuerza,
equilibrio y movilidad y que sugiera ejercicios para realizar en el hospital y en su
hogar.
Probablemente se le coloquen dispositivos de compresión secuencial (DCS) en
las piernas mientras está acostado para prevenir la formación de coágulos
sanguíneos. Los dispositivos de compresión secuencial tienen un compresor de aire
que bombea aire lentamente dentro y fuera de fundas ajustadas que se colocan en
las piernas. Ayudan a prevenir la formación de coágulos de sangre al comprimir en
forma pasiva las venas de la pierna y mantener la sangre en movimiento. Es muy
importante que no pase mucho tiempo sin que tenga movimiento, pues las llagas
cutáneas también pueden aparecer.
Según la situación, se le pueden administrar líquidos para beber unas horas
después de la cirugía. Su dieta puede cambiar gradualmente para incluir más
alimentos sólidos, según los tolere.
Tendrá una sonda en la vejiga para drenar la orina por un día aproximadamente,
o hasta que pueda levantarse de la cama y caminar. Asegúrese de avisar si siente
dolor al orinar u otros síntomas urinarios que ocurren cuando se quita la sonda,
debido a que pueden ser signos de una infección que puede ser tratada.
EL DOLOR! El manejo de los analgésicos debe de ser muy controlado, tiene que
estar pendiente de la hora en la que se los aplican, pues las enfermeras por lo
general tiene varios pacientes a su cargo y le debes de recordar el analgésico para
prevenir el dolor, “prevenir” porque una vez que inicie la etapa de dolor es muy
difícil controlarlo.
Importante: Antes de que se le dé el alta del hospital, se concertará una consulta de
seguimiento con su médico. Él también le dará instrucciones para el cuidado en el
hogar.
En la casa:
3. Una vez que esté en su hogar, es importante que mantenga la zona de la
incisión limpia y seca (exageradamente limpia y seca). El médico le dará
indicaciones precisas acerca de cómo debe ser bañado, no utilices shampoo, sólo
jabones neutros. Si se usan suturas o grapas quirúrgicas, se las retirarán
durante una consulta de seguimiento. Si se usan tiritas adhesivas, deben
mantenerse secas, y generalmente se desprenderán en unos días.
Puede decidir si usará un turbante flojo o un sombrero sobre la incisión. No debe
usar peluca hasta que la incisión esté completamente cicatrizada
(aproximadamente de 3 a 4 semanas después de la cirugía) puedes tener
riesgos de infección.
Es posible que sienta dolor en la incisión y en la cabeza mucho tiempo después,
especialmente al respirar de manera profunda, cuando tosa y haga esfuerzos.
Tome un analgésico para el dolor, de acuerdo con las recomendaciones del
médico. La aspirina u otros medicamentos anticoagulantes pueden aumentar las
probabilidades de sangrado. Asegúrese de tomar sólo los medicamentos que su
médico le haya recomendado y pregunte si no está seguro.
Debe seguir haciendo con los ejercicios respiratorios que hizo en el hospital para
prevenir infecciones pulmonares. Se le aconsejará que evite la exposición a
infecciones de las vías respiratorias altas (gripe y resfríos) y a agentes irritantes
como el humo del tabaco, vapores y contaminación ambiental.
Debe aumentar gradualmente su actividad física, según lo tolere. Quizás pasen
varias semanas hasta que vuelva a sus niveles anteriores de energía y fuerza.
Posiblemente le indiquen que evite levantar cosas pesadas durante varias
semanas para evitar esforzar la zona de la incisión quirúrgica. Y no maneje
hasta que su médico se lo permita.
o Ojo, estos son los signos de alerta:
o fiebre y/o escalofríos
o enrojecimiento, hinchazón, sangrado u otra secreción de la zona de la incisión
o la cara
o aumento del dolor en la zona de la incisión
o cambios en la visión
o confusión o somnolencia excesivos
o debilidad en brazos o piernas
o dificultades en el habla
o dificultad para respirar, dolor de pecho, ansiedad o cambio en el estado
mental
o esputo (flema) verdoso, amarillento o sanguinolento
o actividad convulsiva
Durmiendo el primer día en casa
con almohada dona