1. INFLUENCIA
DE ROUSSEAU
EN EL
PREÁMBULO
DE LA LOE
Alumna: Lucía Conde Cambelo.
Asignatura: Tendencias Contemporáneas en la Educación.
Profesor: Daniel Rodríguez Arenas.
Curso: 2 Grado en Magisterio Primaria “A”.
Año académico: 2010/2011.
Universidad: UCLM. Facultad de Educación de Toledo.
2.
3. A continuación haremos referencia a aquellos aspectos del
preámbulo de la Ley Orgánica de Educación que están
relacionados con el pensamiento de Rousseau, señalando los
fragmentos en los que hemos visto la influencia de dicho
autor.
La educación es el medio más adecuado para construir su
personalidad, desarrollar al máximo sus capacidades, conformar su
propia identidad personal y configurar su comprensión de la realidad,
integrando la dimensión cognoscitiva, la afectiva y la axiológica. En este
aspecto del preámbulo observamos la influencia de Rousseau ya que se
aboga por que el alumno construya su propia personalidad y desarrolle al
máximo sus capacidades, buscando a través de los hábitos su propia
autonomía y autosuficiencia.
Lograr que todos los ciudadanos puedan recibir una educación y
una formación de calidad, sin que ese bien quede limitado solamente a
algunas personas o sectores sociales, resulta acuciante en el momento
actual. Rousseau defendía que el ser humano tenía que aprender y
desarrollarse para garantizar su futuro, por lo tanto, no excluye entre
sectores social, sino que afirma que hasta el “más salvaje” puede
desarrollarse igual que todos los demás e incluso llegar a ser más
humano. (Esto lo podemos observar en la película de Tarzán)
Ningún país puede desperdiciar la reserva de talento que poseen
todos y cada uno de sus ciudadanos, sobre todo en una sociedad que se
caracteriza por el valor creciente que adquieren la información y el
conocimiento para el desarrollo económico y social. Y del reconocimiento
de ese desafío deriva la necesidad de proponerse la meta de conseguir el
éxito escolar de todos los jóvenes. Según Rousseau la persona nace buena
y es el ambiente el que lo hace malo, el que lo corrompe, luego como se
dice en el preámbulo, ningún país puede desperdiciar los talentos de sus
ciudadanos.
Se debe concebir la formación como un proceso permanente, que se
desarrolla durante toda la vida. Si el aprendizaje se ha concebido
tradicionalmente como una tarea que corresponde sobre todo a la etapa
de la niñez y la adolescencia, en la actualidad ese planteamiento resulta
claramente insuficiente. Hoy se sabe que la capacidad de aprender se
mantiene a lo largo de los años, aunque cambien el modo en que se
aprende y la motivación para seguir formándose. Como defiende
Rousseau la educación debe ser continua, es decir, la persona no debe
4. parar de formarse, no debe para de aprender e intentar desarrollar al
máximo sus capacidades y conocimientos.