Alfonso I accedió al trono tras la muerte de su hermano Pedro. Se casó con doña Urraca de Castilla y logró expandir el reino de Aragón a través de conquistas como Zaragoza y Granada, gobernando también sobre León, Castilla, Toledo y Navarra. Intentó tomar el río Ebro y entró en conflicto con el conde de Barcelona por la conquista de Lérida.