2. Historia de la navaja
Las navajas son las piezas que vamos a descubrir, a partir de
historia de uno de los lugares de España que solo nombrarlo
evoca al utensilio, Albacete. La fabricación de navajas y otras
armas blancas cortas proviene de los moriscos habitantes de esa
zona manchega, ya que eran muy hábiles artesanalmente en el
forjado y trabajo de los navajas y cuchillos.
La navaja clásica apareció en España a finales del siglo XVI, de
forma tan generalizada y práctica que pronto se extendió por
toda nuestra geografía. Convirtiéndose en arma necesaria para
garantizar la seguridad ante un posible ataque inesperado, puesto que
la pobreza del momento no permitía la habilitación de policía rural, ni
de alumbrado público que garantizasen la seguridad ciudadana.
3. Sus restos se han encontrado en los ajuares de sepulturas de
incineración ibérica de la Segunda Edad del Hierro y en la
excavaciones romanas de los últimos años del Imperio.
Sin embargo, la navaja española como instrumento de uso
generalizado entre la población aparece a finales del siglo XVI y
principios del XVII, y surge ante la necesidad de un arma de
defensa que al ser plegable facilita su porte y ocultación.
Su forma y dimensiones se fijan definitivamente en el siglo XVIII.
Crece entonces su demanda y popularidad, hasta el punto de
que la segunda mitad de esta centuria es considerada la época
dorada de la navaja española.