1. La casa Matusita
Durante más de cincuenta años, el enigmático segundo piso de la conocida casa Matusita, ubicada en el
cercado de Lima en el cruce de las avenidas España y Wilson, ha inspirado uno de los mitos urbanos
sobre actividad paranormal más consolidados de Lima.
De la casa Matusita, llamada así porque casi por el mismo tiempo una familia de origen japonés le
alquilaba a los verdaderos dueños el primer piso para montar una tienda de tuberías y conexiones de
agua y desagüe, se ha dicho de todo, que penan, que allí adentro se cometieron crueles asesinatos y que
las voces de ultratumba todavía se pueden escuchar por las noches en medio de apariciones.
Se han hecho documentales, decenas de amarillentos y truculentos reportajes para todos los gustos que
han alimentado este mito enquistado ya por varias generaciones de limeros y por estos días, ya se
anuncia incluso una película, dizque basada en hechos reales, dirigida por la peruana Catherine Pirotta,
en la que actuaría nada menos que el británico Malcolm Macdowell, protagonista de la célebre Naranja
Mecánica.
Mucho se ha dicho sobre la denominada casa Matusita, el misterioso segundo piso que se ubica en el
cruce de las avenidas España y Garcilaso de la Vega (Cercado de Lima).
Ahora sus dueños reales cuentan la verdad y aseguran que lo que se dice sobre ese inmueble responde a
leyendas urbanas.
“Es una gran mentira, una falsedad total”, dice Ladislao Tery Andrade, actual dueño de la casa, que
contó que el recinto fue construido a fines de 1800 y que sus abuelos la adquirieron en 1924.
En entrevista que ofreció al programa dominical Cuarto Poder, dijo que las historias sobre sobre
fantasmas y terror surgieron cuando uno de los guardianes de la casa subía a medianoche los fines de
semana tropezándose por haber bebido alcohol y portando la cadena de una de las rejas en medio de la
oscuridad.
“Y los muchachos en la calle decían ‘mira, hay luz, están penando, están los fantasmas’. Tiraban
piedras, terminaron rompiendo todas las lunas de todas las ventanas. El hombre salía molesto por la
ventana. Y como era una persona muy mayor, decían ‘ahí está el fantasma’”, explicó Tery Andrade.