1. Guía de Filosofía.
Unidad 3: Los Fundamentos de la Moral.
Resumen.
La Naturaleza Humana.
Existen diversas posiciones respecto al fundamento de la moral humana,
al respecto revisaremos las opiniones de Sócrates y Aristóteles, ambos
pensaron que la Naturaleza Humana era la base de la moral. Por eso Sócrates
afirmaba que el actuar moral del hombre se fundamentaba en el conocimiento
de su naturaleza y en un actuar conforme a ella. Aristóteles, en cambio, se
preocupaba de buscar qué era lo que realmente distinguía a esta naturaleza y lo
encontraba en la vida intelectual.
Ambos filósofos, como también lo hacen después los filósofos cristianos,
piensan que existe una naturaleza humana y que ella nos da la pauta acerca de
lo que es bueno o malo para el hombre. La dificultad que tiene esta posición es
poder determinar cuáles son las verdaderas características que forman parte
de la naturaleza humana y cuáles son las características culturales que
parecen, en las diferentes culturas, ser esenciales a esta naturaleza.
Por otra parte, en la contemporaneidad, encontramos la postura del
existencialismo ateo, que nos señala que tal naturaleza no existe, que no existe
un modelo de hombre anterior a los hombres concretos, somos un proyecto
abierto, que cada uno deberá ir construyendo, cada persona tiene la obligación
y la responsabilidad de elegir su propio modelo de hombre.
El deber.
La ética formulada por Kant es conocida como ética del deber. Este
deber se refiere a un mandato que debemos cumplir. Este mandato ético se
conoce como imperativo, que ordena el cómo debemos hacer las cosas. Según
Kant, una misma acción puede ser buena o mala, según la presencia o ausencia
de la buena voluntad. Esto es así ya que Kant no encuentra fundamental la
materialidad de las acciones.
El filósofo formula así el imperativo moral:
“Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda valer
siempre, simultáneamente, como principio de legislación universal”.
Crítica de la Razón Práctica.
El imperativo es categórico, es decir, válido siempre para todos los
hombres; no está sujeto a ninguna condición. Pero, según Kant, existen otros
imperativos, los hipotéticos, y que son válidos si se acepta la condición que
plantean.
La buena voluntad: se refiere a la que actúa conforme al deber; por amor y
respeto a la ley y ésta es la que constituye la grandeza moral del ser humano.
Todo lo demás está supeditado a esta buena voluntad.
2. Condiciones necesarias de la moral.
LOS VALORES
La palabra “valor” se utiliza a menudo en la vida cotidiana. Cuando se
quiere comprar algo, se pregunta por su valor. Cuando se habla de un acto de
heroísmo, se dice que es una acción de mucho valor. Cuando una persona es muy
ejemplar en su conducta, se dice que es persona de muchos valores. Si un
cuadro es muy estimado, se dice que tiene gran valor…
¿Qué queremos decir con esa palabra empleada en los diversos
ejemplos? Los “valores” de que hablamos en cada caso son diferentes. En una
oportunidad se trata de dinero; en otra, de una fortaleza moral y física; en el
tercer ejemplo, se habla de una consistencia ética; en el último caso, nos
estamos refiriendo a la calidad de una obra de arte. Y para todos ellos
utilizamos la palabra “valor”. Los valores son la manifestación de la no
indiferencia ante el mundo. Según Lotze, ellos no forman parte constitutiva del
ser de las cosas: los valores no “son”, “valen”.
Los valores, al expresar la no indiferencia, constituyen un movimiento de
atracción o rechazo. De ahí la característica de la polaridad: valor-contravalor
o valores positivos- valores negativos. Además los valores se estructuran en
grupos jerárquicos: unos “valen” más que otros. Y esta jerarquía suele
determinar nuestras opciones.
Frente a la definición de los valores hay diferentes posiciones; la que
señala que los valores existen por sí mismos, independientes de las cosas
(Platón, Scheler); la que sostiene que los valores no existen en sí, sino que las
personas los asignan a las cosas (Nietzsche); la que sostiene que los valores
existen “en” las cosas (Frondizi).
Hay que agregar que dentro de los valores es necesario distinguir entre
juicios de valor y juicios de existencia. Los juicios de existencia señalan lo que
una cosa es, los atributos de la cosa que pertenecen a su ser; los juicios de
valor no quitan ni agregan nada a la existencia misma de la cosa, podemos decir
entonces que el juicio de valor corresponde a una apreciación.
Autonomía y Heteronomía Moral
Se entiende por autonomía la capacidad humana para darse sus propias
normas o patrones de conducta, de los cuales es la misma persona que piensa y
ejecuta una acción la que se hace responsable. En cambio la heteronomía
corresponde a las normas de conducta que me son impuestas por otros, en
donde la responsabilidad mayor corresponde a la o las personas que entregan
las pautas de conducta.