Cada día resulta más complejo el ser elegido para una posición laboral. Las Organizaciones quieren en sus filas a gente que les de valor a sus productos o servicios.
¿Que debemos hacer ante esta situacion?
Quedo a la espera de sus opiniones.
1. VENDER VALOR A LAS EMPRESAS
ace unos días tuve la oportunidad de
platicar con uno de los alumnos que
están por egresar de Mercadotecnia,
y un tanto tenso me comentó que después
de enviar el CV a tres vacantes y no recibir
respuesta se sentía frustrado.
Haciendo un análisis de esta situación caí
en la siguiente pregunta: ¿Qué significado, o
qué magnitud le tenemos que dar al verbo
BUSCAR en relación al empleo?
Hoy día, la búsqueda de empleo implica un
trabajo muy dedicado, esfuerzo constante
y resistencia a la frustración; es necesario
dedicarle tiempo todos los días para
encontrar aquellas opciones que nos
llaman la atención, pero que también
concuerden con aquello en lo que somos
capaces en ese momento de nuestra vida.
Hasta hace no muchos años, hacia finales
del siglo XX, encontrar un trabajo ideal era
todavía un asunto más “tradicional”; las
personas llenaban una “solicitud de
empleo” o hacían su CV, buscaban en los
periódicos y otros medios como el internet
(no tan popular aún) las oportunidades, y
en un tiempo relativamente corto obtenían
trabajo.
No obstante, con el aumento de la
población económicamente activa (cada
vez somos más profesionistas), la
globalización, la especialización de puestos
de trabajo, las fusiones entre empresas o
cierres de éstas y la automatización de
procesos, por mencionar algunas causas,
ha incidido en que los tiempos de espera
para emplearse puedan ir más allá de
varios meses, y que las páginas de internet,
las bolsas de trabajo locales y las ferias de
empleo ya sean tan sólo una parte del
universo al que debemos enfrentarnos
para encontrar lo que se ajusta a nuestras
competencias. Si bien el internet y el
avance en la tecnología nos están
acostumbrando a encontrar lo que
buscamos con un clic, con el empleo está
sucediendo todo lo contrario.
En primera instancia, los aspirantes a una
oportunidad de empleo deben aprender a
VENDERSE, buscando por todos los medios
dejar una semilla de interés en los
reclutadores. Para ello, un buen marketing
personal significa la necesidad de
identificar cuáles son aquellos puntos
fuertes que llaman la atención a las
compañías y los puntos débiles propios
que se deben mejorar para poder competir
en un mercado tan saturado; dentro de
este ámbito se encuentran cuestiones
relacionadas con imagen, comunicación,
relaciones interpersonales, valores, nivel
de cultura, y en general todo aquello que
haga fuerte la marca propia y al mismo
tiempo empate con la misión y visión de
las organizaciones.
Como segundo punto a considerar, la
modernidad y las tendencias globales
actuales obligan al interesado a expandir
sus opciones de búsqueda, a no rendirse
ante las frustraciones y entrevistas donde
no se pasa del primer filtro. Ante ello, el
grado de especialización de las empresas
es un punto de referencia clave para los
candidatos, pues estos deben moldear su
currículum acorde a lo que la organización
solicita en cuanto a competencias suaves y
duras, a la par de la experiencia mínima
requerida. Lo que le puede interesar al
área de mercadotecnia de una refresquera,
una alimenticia o una electrónica puede
ser totalmente diferente en cada Firma,
aún cuando se trate de la misma área.
Un tercer aspecto a tomar en cuenta y que
cada vez toma mayor relevancia en el
mundo laboral es el uso de las redes
sociales. Hoy las organizaciones han
trasladado sus motores de búsqueda de
candidatos a redes sociales como
Facebook, Twitter o Linkedin; ésta última
red se especializa en conectar
profesionistas y empresas con
oportunidades de empleo y utiliza el
curriculum como perfil del usuario.
H
2. Esto ha permitido a empresas de todo
tamaño y sector acercarse a los intereses
personales y profesionales de los
profesionistas, conociendo mejor a sus
candidatos potenciales antes de invitarlos
a participar en procesos de reclutamiento.
Por ello, los profesionistas deben
considerar que sus perfiles en las redes
sociales son el fiel reflejo de su vida diaria,
aquello que hacen usualmente, sus
intereses personales y profesionales e
incluso el nivel de cultura y que detrás de
una publicación o comentario pueden estar
los ojos de una Corporación interesada.
Como último punto a reflexionar pero no
menos importante, es que las empresas ya
no están dispuestas a invertir en personas
que no signifiquen una propuesta atractiva
de valor presente y futuro. Quieren en sus
filas personas proactivas, líderes de
cambio dispuestos a enfrentar los desafíos
del entorno, que sean capaces de tener y
aportar VALOR en sus áreas de desempeño
y que hagan notar su presencia para mover
al capital humano e innovar con la
compañía para así cumplir las metas
trazadas.
Debido a ello, los procesos de contratación
se han extendido de tan solo unos días a
semanas o meses, periodos en los que se
aplican entrevistas, evaluaciones
psicométricas, casos prácticos,
evaluaciones en sitio y demás
herramientas que comprueben que la
inversión que se hará en la persona
contratada dará los réditos esperados.
En conclusión, la misma que le di al
alumno frustrado aquel día: hoy las
empresas “compran valor” y cada día
esperan más de los “elegidos”. Demandan
en sus filas personas atractivas y
adaptables a los entornos, que sean líderes
y sepan resaltar ante el resto de
competidores; buscan una congruencia en
lo que el candidato hace en su vida diaria
con los propósitos profesionales.
Así pues, la búsqueda de empleo debe
cimentarse en tres factores fundamentales:
la paciencia, el conocimiento previo de las
organizaciones y en poder conocerse a sí
mismo para saber hacia qué vacantes
enfocar un mayor interés y generar mayor
seguimiento, aunque sin menospreciar las
oportunidades que puedan surgir de otros
lugares.
Respecto a la era digital, se ha generado un
mayor acercamiento entre los candidatos y
las empresas. Por ende, para los primeros
es imperativo buscar adaptar sus perfiles a
la información publicada en sitios web y
medios de las Organizaciones, o en su
defecto buscar aquellas con las que se
concuerde en los intereses, perfil y
objetivos.
¡Así que no te quedes sentado esperando!
Busca todos los días, conócete, capacítate
constantemente, pide ayuda profesional si
es necesario, y sobre todo no te
desesperes, porque el camino es largo y la
competencia es dura.
Hoy en día uno de los trabajos más
complicados es poder encontrar el empleo
que queremos, pero el resultado que se
obtiene es tan trascendental que puede
definir el camino que seguiremos en
nuestras vidas.
Mtro. Miguel Alonso Berrelleza Pérez
lae.berrelleza@gmail.com