La ciudad de Nauta fue fundada en 1830 por el cacique Manuel Pacaya Irarica, líder de la etnia cocama, quien buscaba un lugar para su comunidad luego de sufrir malos tratos de los conquistadores. Nauta sirve como acceso a la Reserva Nacional Pacaya Samiria y alberga comunidades nativas como Castilla y Miguel Grau, que mantienen su cultura e identidad a pesar de la influencia de los colonos.
1. Cuenta la historia que este pueblo fue fundado por Manuel Pacaya, líder de la Tribu Cocoma,
quien estaba molesto por los malos tratos que él y su comunidad sufrieron por parte de los
conquistadores. Por ello, decidió buscar un lugar donde él y su comunidad pudieran alojarse,
llegando a los ríos Marañón y Ucayali
Fue fundada el 30 de abril de 1830, por el cacique Manuel Pacaya Irarica, líder de un grupo de
nativos de la etnia cocama. Según una leyenda, el nombre de esta ciudad surgió cuando los
hombres de Pacaya encontraron una tinaja (en cocama mauta), nombre que fue cambiado por los
colonos por la palabra latina «nauta» que significa «marinero». En la plaza Centenario de Nauta se
encuentra una escultura referente a la leyenda.
Nauta sirve de acceso para llegar a la Reserva Nacional Pacaya Samiria. Para ello se ha de solicitar
al INRENA (Instituto Nacional de Recursos Naturales) un permiso, por el que hay que pagar los
derechos correspondientes. Se accede por vía fluvial hasta la Comunidad 20 de febrero. La Reserva
Nacional Pacaya Samiria es uno de los lugares con mayor riqueza biológica del planeta.
2. Comunidades nativas
No se puede hablar de Nauta sin hablar de Castilla. Se trata de una comunidad de nativos
indígenas (a unos 3 km del centro de Nauta) situada en la selva, en el margen derecho del Río
Ucayali, justo donde éste se une con el Marañón para formar el nacimiento del Amazonas.
La forma de vida es completamente tradicional: en 2007, aún no tenían electricidad, se hace la
colada en el río y la vida se hace “en la calle”.
Otra de las comunidades nativas presentes en Nauta es la Comunidad Miguel Grau. A diferencia de
las otras comunidades, esta es de las más pequeñas, pero no por ello menos interesante. Se sitúa
bastante cerca de Nauta, y ha ido tomando importancia, cada vez más, gracias al turismo. De
hecho, son los propios habitantes de la comunidad los que se ofrecen para guiar a los turistas
desde Nauta hasta Grau y vuelta. En esas excursiones les enseñan su cultura, y aprovechan para
venderles los objetos de cerámica y otras cosas que ellos realizan. Incluso, es posible hacer una
breve visita al interior de la selva. Otro sitio que visitar en la misma comunidad es el Mirador de
Grau; una gran torre desde la que se puede divisar el nacimiento del río Amazonas y otras muchas
vistas espectaculares, y con suerte, los tan conocidos delfines rosados.