1. 66 Deia – Sábado, 12 de abril de 2014
begiraKULTURA AISIA KOMUNIKAZIOA
DONOSTIA2016LADIRECCIÓNTÉCNICA
SOSTENDRÁELPROYECTOHASTAQUESE
NOMBRELADIRECTIVADEFINITIVA.PÁGINA46
FESTIVALDETERRORELFANT
PROYECTARÁ80PELÍCULASYCORTOSEN
SUVIGÉSIMOANIVERSARIO.PÁGINA70
Kurt Cobain y su mítica banda Nirvana ofrecieron un
único concierto en Bilbao (y su hija por poco nace en
Cruces), pero su estela ‘grunge’ caló en los grupos vascos
Un reportaje de Amaia Santana
La(última)
caraBdelrock
P
ARA algunos fue “flojo”, a
otros, en cambio, les con-
venció su sonido potente y
agresivo. En cualquier caso, el (úni-
co) concierto que ofreció Nirvana en
Bilbao –en el pabellón de La Casilla,
en julio de 1992– fue “memorable”,
tal y como apunta Luis Herrera, pro-
motor musical de Muskerra. “Aca-
baba de empezar a trabajar en con-
ciertos, para una empresa de Donos-
manager al hospital de Cruces”, don-
de una embarazadísima Courtney
Love –de “7 u 8 meses”, calcula
Herrera–, esposa del malogrado líder
de Nirvana, permanecía en observa-
ción, aquejada de fuertes dolores y
contracciones. “Durante el concier-
to, Love comenzó a sentirse mal y la
llevaron a Cruces. Cobain estaba
informado del estado de su mujer,
así que se le notaba algo nervioso en
el escenario”, admite Herrera.
Talvezesoexpliquequealgunosde
los asistentes al concierto se sintie-
ran decepcionados con la puesta en
escena de la banda llamada a liderar
el movimiento grunge. “Como
muchos, descubrí Nirvana a raíz de
Nevermind, un discazo; fui con
muchas ganas de verles en directo y
me llevé un chasco, la verdad. El
mejor,sinduda,fueDaveGrohl(bate-
ría); y Teenage Club también, les
conocíallíymeencantaron”,comen-
taelautordelafotografíasobreestas
líneas, donde se aprecia a Cobain a
punto de destrozar su guitarra (otra
más).“Todaslasfotografíasmesalie-
ron movidas –se lamenta–, no me
quedé muy contento, pero al menos
conseguí capturar ese instante”.
Otros, en cambio, disfrutaron tan-
to de Nirvana como de Teenage Club
(parece que sí hay unanimidad res-
pecto al buen hacer de los teloneros).
“Sonaron muy fuerte, no me decep-
cionaron, fue intenso y agresivo.
Recuerdo aquellas luces estrobos-
cópicas, que creaban un efecto psi-
codélico muy acorde con el sonido
de Nirvana”, señala el periodista y
escritor Gotzon Hermosilla.
Mientras tanto, Love protestaba en
Cruces, en demanda de más medi-
cación para calmar sus dolores.
Tras una breve actuación y un bis
de una sola canción, Cobain, su tour
manager y Herrera se desplazaron
raudos al hospital de Cruces. “Al
final, Love solicitó el alta voluntaria
y la ingresaron en una clínica pri-
vada de Indautxu. Ella insistía en
regresar esa misma noche a Estados
Unidos porque quería que su hija
(Frances Bean Cobain) naciera allí.
Pero en aquella época eso era invia-
ble, no había vuelo ni a Madrid”. Al
día siguiente, la misma limusina que
les trajo les acercó de nuevo al aero-
puerto, donde tomaron el vuelo de
regreso a casa.
El promotor de Muskerra vivió otra
anécdota (menor) antes de seme-
jante vorágine. “En la tarde de aquel
sábado (4 de julio), fui a buscar a los
de Teenage Club al hotel, para lle-
varles a la prueba de sonido. Me
encontré con Dave Grohl, y al prin-
cipio no le reconocí y le confundí con
otro miembro de los teloneros. Él
me aclaró quién era, y me dijo que
necesitaba que alguien le llevara a
La Casilla, así que nos fuimos todos
juntos para allí”, relata.
Cuenta Herrera que los compo-
nentes de Nirvana (Kurt Cobain,
Dave Grohl y Krist Novoselic) solían
viajar por separado. Mientras los dos
últimos llegaron “bastante tranqui-
los” a la villa, Cobain apareció en
limusina junto con Love y varias
amigas de ésta. “Iban bastante colo-
cados”, desvela. Afirma que mantu-
vo un trato cordial con todos los
miembros de la banda, que cuando
llegaron a Bilbao “se encontraban
en el punto álgido de su carrera”.
SU ESTELA Entre quienes se perdie-
ronaquelconciertoseencuentrauna
arrepentida Estibaliz Sainz. “Tenía
14 años, fue un grupo muy influyen-
te en mi juventud; y creo que no sólo
paramigeneraciónsinoparaeldeve-
nir del rock –sostiene la periodista–.
Estuve a punto de ir a La Casilla con
una amiga, pero al final no nos atre-
vimos, empezamos a preguntarnos
qué haríamos allí entre tantos mayo-
res, cómo volveríamos luego a casa…
¡Fíjate cómo éramos!”, recuerda
entre risas. “Cuando Cobain murió
me arrepentí de no haber ido a ese
concierto, aunque muchas personas
que fueron me contaron que fue
patético. Eso sí, tengo muchos con-
ciertos de ellos grabados con los que
disfruto muchísimo”, afirma.
Por su parte, el músico Javier Leta-
mendia Leta no pudo acudir a la cita
porque ofrecía un concierto el mis-
mo día junto a su banda, El inquili-
no comunista. “Nos quedamos con
lasganas”,reconoce.Porsuerte,años
Con él llegó la distorsión... y se popularizó. Cobain, a punto de romper su guitarra, en el concierto de Nirvana en Bilbao (1992). Foto: Jon Iraundegi
tia. Por aquel entonces me encarga-
ba de trasladar a los grupos del aero-
puerto al hotel, de que estuviera lis-
to el catering y todo lo que pudieran
necesitar los músicos, etc.”, explica.
En un principio, su labor en aquel
concierto era ocuparse de los telo-
neros Teenage Fanclub. No obstan-
te, “las circunstancias” le llevaron
por otros derroteros… “Tuve que
acompañar a Kurt Cobain y a su tour
2. Deia – Larunbata, 2014ko apirilaren 12 KULTURA BEGIRA 67Deia – Larunbata, 2014ko apirilaren 12a KULTURA BEGIRA 67
como en indies y/o pop”, conviene
Luis Herrera, quien cita a Zea Mays
como una de las bandas vascas que
considera bebie-
ronmuchodeNir-
vana y delgrunge.
“A nivel estatal, la
influenciadeNir-
vana en el pano-
rama indie es
clara”, asevera
Roberto Moso.
En opinión
de Estibaliz
Sainz, el ma-
yor legado
que dejó Nir-
vana en los gru-
pos vascos fue “la distorsión”.
Recuerda que Nevermind desbancó
al mismísimo Michael Jackson en la
lista Billboard. “Su influencia en la
música fue indirecta: al convertirse
en algo masivo, contribuyó a nor-
malizar grupos considerados hasta
entonces underground”, señala la
periodista, quien valora asimismo
la humildad con la que el trío forja-
do en el garajero Seattle irrumpió en
un panorama copado por el heavy
metal y machotes tipo Axl Rose.
Sin embargo, esa fama y éxito sin
precedentes –que se dice Cobain fue
incapaz de asimilar– provocaron a
más tarde tuvo la oportunidad de
coincidir, en escenario y camerinos,
con Dave Grohl, esta vez no como
batería de Nirvana sino como can-
tante y guitarra de los exitosos Foo
Fighters.“LesteloneamosenMadrid,
en el 96; pude conocerle
y la verdad es
queaprendíbas-
tante de él. Una
de las cosas que
más me sorpren-
dieron fue que la
batería que utili-
zabanllevabaunos
platos más grandes
de lo habitual –si el
estándar se sitúa
entre 16 y 18 pulga-
das, su batería supe-
raba las 20 pulgadas,
entre 22 y 24–.
Grohl ya era un referente para Leta
desde Nirvana –“me fijaba en sus rit-
mos y redobles”–; de hecho, admite
que en cierto modo ha seguido “su
estela”, puesto que también ha pasa-
do de tocar la batería en El inquili-
no comunista a llevar la voz y gui-
tarra de su nuevo proyecto musical
Planetaleta (el próximo 17 de mayo
actuará en el MAZ de Basauri, jun-
to a Zea Mays y Willis Drummond,
entre otros).
“He aprendido bastante
de Dave Grohl y, en
cierto modo, he seguido
su estela”
JAVIERLETAMENDIA‘LETA’
Músico
“Muchosdejaronde
reivindicaraNirvana
comoreferenteporsu
éxitomasivo”
GOTZONHERMOSILLA
Escritoryperiodista
“Enelrockmegusta
buscareloptimismo,y
Nirvanayelgrungeme
resultandeprimentes”
ROBERTOMOSO
Músicoyperiodista
“Fueungrupoinfluyente
enmijuventud,ycreo
quesumayorlegado
musicalfueladistorsión”
ESTIBALIZSAINZ
Periodista
Veinteañosdespuésde
ingresarenel‘clubdelos27’,
ellegadoyfiguradeCobain
permanecenincólumes
Eltipoqueprefirióarder
aapagarselentamente
BILBAO– “Nunca sabremos cómo
sería ahora Kurt Cobain si siguie-
ra vivo, ¡a lo mejor se hubiera
vendido! Pero, hasta el día en que
murió, creo que fue una persona
muy consecuente con todo lo que
decía, y con Nirvana reflejó cómo
se sentía la juventud de la época:
desesperanzada”, opina la perio-
dista Estibaliz Sainz.
Kurt Donald Cobain, nacido el
20 de febrero de 1967 en la loca-
lidad estadounidense de Aber-
deen (Washington), siguió la
máxima del rock and roll –vive
deprisa–, lideró el movimiento
musical grunge, fue símbolo de
la Generación X y a los 27 años
entró a formar parte del club
maldito junto a Janis Joplin, Jim
Morrison o Jimi Hendrix, entre
otros. Dejó viuda a Courtney
Love, líder de Hole y con quien
tuvo una hija, Frances Bean
Cobain.
El divorcio de su
padres y una infan-
cia tormentosa hi-
cieron de Cobain
un chico “depresivo y antisocial”.
Formó Nirvana junto a su amigo
KristNovoselic,aquienesen1988
se uniría Chad Channing como
batería (después sería sustituido
porDaveGrohl).BajoelselloSub-
pop,suprimerdiscoBleachviola
luz en 1989, pero fue Nevermind
el trabajo que marcó un hito en
sucarrerayenlahistoriadelrock.
Después vendrían Incestide
(1992), In Utero (1993) y el acústi-
co (póstumo)MTV Unplugged in
New York (1994). Éxitos como
Lithium, Come as you are o
Smells like teen spirit “no han
envejecido nada mal”, subraya el
músico Roberto Moso.
El pasado día 10, la localidad de
Hoquiam, en Washington y pró-
xima a su Aberdeen natal, decla-
ró el Día de Nirvana. El mismo
día, la banda se hizo un hueco
en el Rock and Roll Hall of Fame,
junto a Kiss y Cat Stevens.
Hace 20 años, el 5 de abril de
1994, atrincherado en su casa de
Seattle y tras consumir heroína,
Cobain se pegó un tiro en la
cabeza. “…Ya no me queda
pasión. Recordad: es mejor que-
marse que apagarse lentamen-
te. Paz, amor, empatía.
Kurt Cobain”, se
despidió en una
nota. – A.S/Efe.
VISIÓNDEPRESIVAEl mismo año que
Cobain decidió poner fin a su vida, la
banda de Santurtzi Zarama dejó los
escenarios. “Nirvana no me influyó
demasiado quizá porque nuestra
existencia fue coetánea, y creo que
tendemos a idolatrar a las genera-
ciones anteriores”, razona el perio-
dista y músico Roberto Moso, quien
fuera la voz de Zarama. Tampoco es
un grupo que le gustara especial-
mente, más allá de un par de can-
ciones, “las más conocidas, como
Smells like teen spirit y Lithium”,
indica. “En general, en el rock siem-
pre me ha gustado buscar energía y
optimismo, que te inviten a vivir ¡y
no lo contrario! –comenta–; aunque
sé apreciar la melancolía en la músi-
ca, Nirvana y el grunge en general
poseen una visión muy depresiva de
la vida, que no va conmigo”. Asimis-
mo, confiesa que la relación entre
Cobain y Love le daba la impresión
de ser “enfermiza, insana”.
Como curiosidad, señala que Nir-
vana ha vuelto a llegar a sus oídos no
a través de alguien de su generación
sino por medio de su hija de 19 años.
“Aita, ponme la de Lithium, me dice,
y yo, como padre, me quedo un poco
mosca, ¡a ver si le va a gustar preci-
samente lo más deprimente de
su vez que muchos seguidores y
músicos renegaran de Nirvana.
“Muchas bandas nombran como
referentes a Sonic Youth o a Dino-
saur Jr., pero pocas veces citan a Nir-
vana”, observa Hermosilla. “Parecía
que no quedaba bien reivindicar a
Nirvana, quizá por esa tendencia
esnobporlaquealgodejadeserinte-
resante cuando se populariza”, sope-
sa. “Con independencia del éxito que
tuviera, Nevermind es un gran dis-
co”, defiende.
Leta es de la misma opinión. “Hay
quien critica que una banda entre en
una multinacional; no es mi caso, y
creoquesiguieroninfluyendoenban-
das como Los Planetas o Australian
Blonde”.Consideraquesuenergíaen
el escenario y contar con producto-
res de la talla de Steve Albini contri-
buyeron al éxito de la banda.
Pocos niegan que el trágico sui-
cidio de Cobain mitificó su figura
y elevó a Nirvana “por encima de
su mérito musical”, reconoce Her-
mosilla. “Pero la mitificación es
inherente al rock –contrapone–, y
Nirvana fue la última cara B del
rock, que vino a provocar una rup-
tura con lo establecido... que luego
el mercado, como siempre, supo
asimilar”. ●
todas!”, bromea.
Quizá no tanto en grupos como
Zarama pero, en mayor o menor gra-
do, la influencia de Nirvana sí puede
apreciarseenbandasagrupadasbajo
la etiqueta de Getxo Sound, desde el
citado El inquilino comunista a Lord
Sickness –grupos que versionaron a
Nirvana en algunos de sus directos–,
así como Electrobikinis, “en su pri-
mera etapa, cuando se hacían llamar
Elektra”, puntualiza Gotzon Hermo-
silla.“Fueronmuchosquienessiguie-
ron a Nirvana, creo que ha influido
tanto en bandas de rock duro y metal
Entrada del ‘bolo’ bilbaino y
‘homenaje’ de la revista ‘NME’ a
Cobain: “Olvida las drogas y la
escopeta. Siempre se trató de la
música”. Foto: Luis Herrera/ Ilustración:
Noma Bar/NME