Este documento discute por qué los colombianos son pobres y cómo pueden cambiar esta situación. Señala que los colombianos carecen de disciplina y tienden a improvisar. Compara a Colombia con Japón y Suiza, y concluye que los colombianos aceptan mitos sobre su propia pobreza. Para superar esta situación, los colombianos deben cambiar su mentalidad y comportamientos, trabajando juntos de manera cooperativa para desarrollar industrias que mejoren la economía del país.