1. IDENTIDAD, AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA
El estudio del Auto concepto ha incluido reciente la autoestima además de la
autoestima. (Ver anexo 1) El Autoestima es el grado en que una persona es
consciente de y evalúa su pertenencia a grupos o categorías sociales, mientras
que la AP está relacionada con la evaluación positiva o negativa de los
atributos personales.Este trabajo revisa las relaciones entre ambos tipos de
autoestima y la participación en la comunidad. (Ver fig.1)
Fig.1: La baja autoestima y falta de identidad.
2.1.1 LA IDENTIDAD._ Concepto
Se comprende como aquel núcleo del cual se conforma el yo. Se trata de un
núcleo fijo y coherente que junto a la razón le permiten al ser humano
interactuar con otros individuos presentes en el medio. (Ver anexo 2)
La formación de la identidad es un proceso que comienza a configurarse a
partir de ciertas condiciones propias de la persona, presentes desde el
momento de su nacimiento, junto a ciertos hechos y experiencias básicas. (Ver
anexo 3)
A partir de lo anterior, la identidad se forma otorgándonos una imagen compleja
sobre nosotros mismos, la que nos permite actuar en forma coherente según lo
que pensamos. (Ver fig. 2)
Fig. 2: No puedo ver quien realmente soy yo.
2. La identidad también es la conciencia que una persona tiene respecto a ella
misma y que la convierte en alguien distinta a los demás. (Ver fig. 3)
Fig. 3: La apariencia que tenemos ante nosotros mismos.
Aunque muchos de los rasgos que forman la identidad son hereditarios o
innatos, el entorno ejerce influencia en la conformación de la especificidad de
cada sujeto. Por eso puede decirse que una persona “busca su identidad” o
expresiones similares. (Ver anexo 4)
En este sentido, la idea de identidad está asociada a algo propio, una realidad
interior que puede quedar oculta tras actitudes o comportamientos que, en
realidad, no son propios de la persona: “Me olvidé de mi identidad y comencé a
aceptar trabajos que no me gustaban y con los que no tenía nada en común”.
Creemos que la identidad puede ser vista como un juego de diferenciadores
generados por los miembros de un grupo.La identificación, como es obvio,
constituye un fenómeno muy diferente de la identidad. La distinción entre uno y
otro fenómeno, sin embargo, no es siempre clara en la literatura sociológica.
(Ver fig. 4)
Fig. 4: la identificación que es única como la huella digital.
3. La identificación, en los términos consagrados por Freud para describir el
complejo de Edipo, es la primera manifestación de la unión afectiva con otra
persona, un proceso a través del cual un sujeto asimila atributos de otro y se
transforma tomando como modelo a este último. (Ver anexo 5)
En este sentido Freud ve la formación de la personalidad como una serie
continuada de identificaciones (una formulación que ha sido nuevamente
propuesta en épocas más cercanas por parte de la sociología fenomenológica).
CARACTERISTICAS DE LA IDENTIDAD
La identidad es compuesta
Cada cultura y cada subcultura transportan valores e indicadores de acciones,
de pensamientos y de sentimientos. A ejemplo de la cultura, la identidad está, a
menudo, relacionada con grandes corrientes culturales y también limitada a
ellas.
La identidad es dialéctica
La construcción de la identidad no es un trabajo solitario e individual. Se
modifica en el encuentro con el otro, cuya mirada tiene un efecto sobre ella. La
identidad se sitúa siempre en un juego de influencias con los otros: "estoy
influido por la identidad del Otro y mi identidad influye en la suya".
En un constante movimiento de ida y vuelta, los otros me definen y yo me
defino con relación a ellos. Estas mutuas definiciones revisten la vía de
señalescon mensajes verbales y no verbales, como la elección de un vestido o
de un nuevo peinado de cabello, la toma de decisiones para el mejoramiento
de nuestra apariencia ante los demás para así poder proyectar muchas cosas
2.1.2 LA IDENTIDAD E IDENTIDADES
Las relaciones dentro de un grupo que detenta cierta identidad y la relación con
otros grupos se pueden detectar a través de los tipos de recursos y los niveles
sociales que se involucran. (Ver fig. 5)
4. Fig. 5: Grupo de jóvenes con distintas identidades.
Simplemente identidades o si se prefiere esferas de identidad compartidaspor
más de un sujeto, cada uno de los cuales puede compartir variasIdentidades
colectivas. (Ver fig. 6)
Fig. 6: identidad de un grupo que comparten lo mismos interés
Son muchas las confusiones sobre este concepto existentes todavía en la
literatura especializada donde es dable observar que, en ciertos casos, la
expresión «identidad colectiva» llega a ser usada como sinónimo de «actor
colectivo». (Ver anexo 6) Es necesario por ello tener bien presentes algunas
distinciones conceptuales.
Si bien todas las identidades se configuran en un ámbito social, en el caso de
las identidades colectivas la presencia del contexto social es más que nunca
evidente (ver anexo 7). Así, por ejemplo, cuando las identidades colectivas
corresponden a un grupo organizado. Pero téngase presente que la formación
de identidadescolectivas no está imprescindiblemente ligada a la existencia de
un grupo organizado. (Ver fig. 7)
5. Fig. 7: grupo social juvenil con su identidad colectiva
Tanto las identidades individuales como las colectivas derivan de
representaciones, imágenes, que se producen en el interior de los sujetos.
De aquí resultan dos consecuencias:
La primera, casi obvia, es que la identidad es algo así como un atributo
de un sujeto, pero nunca el sujeto mismo; la identidad, por tanto, no es
un concreto actor social y de igual forma identidad colectiva y actor
colectivo no son sinónimos.
La segunda, de especial importancia por lo que respecta a la medición
empírica del fenómeno identidad, es que al menos una de las etapas de
tal medición debe producirse aun en el caso de las identidades
colectivas estudiando sujetos individuales
Nuestra identidad se construye a partir de las imágenes y mensajes que
recibimos de los otros y creamos de nosotros mismos. Aquí los medios de
comunicación, nuestras relaciones de grupo y familiares, nuestra pertenecía de
clase, juegan un papel muy importante. (Ver fig. 8)
Fig. 8: Jóvenes influenciados por modas del momento.
6. “Ser uno mismo” no implica ni ser rebelde, ni estar a la moda, ni siquiera no
estarlo; tampoco implica pensarnos como individuos aisladas y únicos, sino ser
conscientes, auto-reflexivos con aquellos factores que influyen en la
construcción de nuestra identidad: nuestros orígenes, grupos de influencia, las
expectativas que se tienen respecto de nosotros y las que tenemos de nosotros
mismos.
En ese largo proceso de construcción de nuestra identidad, nos reconocemos
en otros y nos diferenciamos también. Para construirnos a nosotros mismos
necesitamos de un “otro”; los padres por ejemplo son los primeros “otros”
significativos con los que nos encontramos, y a partir de los que construimos
nuestra identidad, luego comienzan a operar muchos factores.