1. Agilidad
La agilidad en la educación física, es quizá una de las características más particulares dentro de dicha
actividad, ya que su presencia en el ejercicio, nace como resultado de otras cualidades ejecutadas en el
ejercicio, como lo son la velocidad y la flexibilidad, por ende la agilidad nace de la “combinación” de estos
dos puntos. Tanto la velocidad como la agilidad, si bien cumplen roles distintos dentro de la educación
física, los dos forman parte fundamental en el esquema de cualquier actividad deportiva que se quiera
realizar en óptimas condiciones.
Dentro del alumnado que se somete al entrenamiento de dicha asignatura, debemos señalar que tanto
los ejercicios que se pueden realizar utilizando velocidad, como los que pueden realizarse usando la
agilidad, suelen ser muy divertidos, cosa que hace a los niños, motivarse aún más, de éste modo
acercarse de manera activa, a los buenos hábitos, que los impulsen a practica alguna actividad física
constante y permanente. Dentro de los primeros cursos, la agilidad debe trabajarse, pero en baja
intensidad, como modo de evitar posibles daños en el niño, claro que todo aumentaría dependiendo del
curso en donde se emplee. Dentro de los objetivos que se buscan en el individuo, con la práctica de los
ejercicios de agilidad, es conocer los funcionamientos en el cuerpo, así como también los beneficios
saludables que éstos puedan adoptar. Se suelen realizar diferentes tipos de juegos, que contemplen en
el alumnado una motivación idónea, para que el niño logre encontrar en la actividad física, un buen
motivo para interiorizarse en lo que respecta a la educación física.