1. Esperanza después de un abismo.
Siendo las cuatro de la tarde en Montería Córdoba, bajo el furor del sol que
caracteriza esta ciudad, a las orillas del rio específicamente al frente de la
Universidad del Sinú, se encuentra Luz María Anaya, una señora de estatura muy
baja y con mucha humildad que se dedica a la venta de empanadas, jugos, y demás
productos consumibles.
Antes de la pandemia, Luz María se ganaba una cifra considerable en la que se
podía mapntener tanto en lo personal como en los gastos que implica el hogar. Su
rutina empezaba desde las cuatro de la mañana hasta las dos o tres de la tarde, se
desplazaba de su residencia hasta el puesto donde vende sus productos.
Luz María es reconocida por la comunidad estudiantil quienes son sus
compradores frecuentes, desde hace cinco años su pequeño puesto ha sido su
fuente principal para generar ingresos y vivir del día a día, pero que al inicio de la
pandemia se vio muy afectada.
“Cuando llegó la pandemia todo mi mundo se vino abajo” expresó Luz María
Anaya, “primero, porque dependo de las personas que ingresan a estudiar a la
universidad y al ver que todo estaba cerrado y que no se veía la asistencia de
estudiantes ni de nadie por esta zona fue demasiado triste para mí”, continuó
diciendo mientras les despachaba a tres clientes más.
Para nadie es un secreto que bajo el aislamiento obligatorio que se implementó en
todo el mundo coloco en crisis a muchas personas, principalmente a los vendedores
que viven del día día, que tienen como medios de subsistencia su presencia en
espacios públicos, así como la señora Luz.
“Entre en desesperación y me vi en la necesidad de salir por las calles con mi
carrito a vender empanadas, fue una situación muy difícil porque había días en la
2. que no recibía ingresos, aprendí a tolerar el rechazo de la gente y un sin números
de cosas que solo se viven en la calle”
Esta es la realidad que muchos desconocen sobre las historias de los vendedores
en general, no solo de Luz María Anaya, la difícil situación por la que tuvieron que
pasar y aún más cuando no se recibía el apoyo necesario por parte de alcaldía o
grupos que fueran de atención al ciudadano.
Cuando cesó un poco la pandemia y se regresó nuevamente a la presencialidad
volvió una luz de esperanza, de nuevas oportunidades para todas aquellas personas
que pesé a la difícil situación que vivieron en pleno confinamiento vieron que el
mundo se les derrumbaba en segundos.
Luz Anaya, por su parte con rostro de felicidad y agradecimiento, comento.
“Ni te imaginas la felicidad que tuve al momento de iniciar con mi puesto
nuevamente, fue empezar desde cero, pero ver que el dinero regresaba mí era algo
que no podía creer, pensé que nunca volvería a estar en algo que era normal para
mí.”
3. LA ESPERANZA DE VOLVER A EMPEZAR
La pandemia del Covid-19, trajo consigo muchas desgarradoras situaciones a la
humanidad, éstas se vieron empleadas en cada una de las personas, pero los más
perjudicados fueron los vendedores informales que tuvieron que cerrar las puertas
de sus sustentos diarios a causa de esto.
En el barrio Juan XXIII, en Montería – Córdoba, alrededor de la Universidad del
Sinú, trabaja Félix María Velásquez Martínez, quien tiene un puesto de dulces y
mecatos que día a día vende a los estudiantes de la universidad, siendo este su
pan del diario vivir y con lo que mantiene a su familia.
Félix María Velásquez Martínez, dice que la pandemia lo tomo de una manera
sorpresiva ‘’nos cogió desprevenidos, mejor dicho, los dejo frio no estábamos
capacitados para eso´´. La pandemia fue un momento que sorprendió al mundo
entero y que nadie se esperaba, esta desestabilizo la economía mundial y mucho
más la de las personas vulnerables sin un trabajo y un salario fijo.
Debido a la pandemia, cuando todo era un caos mundial, la universidad tuvo que
optar por ver las clases virtuales. Félix, al ver que la universidad cerraba sus
puertas, y el escenario se sentía cada vez más solo tomo la dura decisión de
clausurar su negocio de un plante de más de 25 años llevándolo esto a la pérdida
total de su puesto.
Félix Velásquez relata que ‘no fue fácil trabajar en la pandemia ya que estaba a
acostumbrado a su trabajo, tiene 64 años de edad y trabajar en otras cosas que él
no sabe se le dificulta y le queda muy duro ‘mantenerse después de dejar su
trabajo a causa de la situación que se vivía mundialmente fue difícil ya que no
contaba con su empleo si no con las ayudas que con mucho amor y unión le
brindaban sus familiares radicados en Bogotá y algunos amigos cercanos a él.
Retomar y volver a empezar de cero no ha sido nada fácil para Félix, ‘ya que le ha
tocado prestar dinero a bancos’ y organizar de la misma manera o mejor que
antes su chaza con dulces, mecatos e implementando artículos de bioseguridad
4. como tapabocas en su negocio del cual se siente muy orgulloso. Félix, jamás
perdió las esperanzas de volver a retomar sus actividades diarias, con sus ganas
de salir adelante y resiliencia hoy en día ha logrado tener de nuevo su puesto con
gran surtido de comestibles para brindarle lo mejor a su tan esperada clientela; los
estudiantes.
Félix María Velásquez Martínez, en su puesto de trabajo feliz con el retorno a las clases presenciales.
7. De los fritos a la electrónica: la pandemia que implico cambios
Juan David Puentes Julio
Bajo la sombra de un gran edificio de 8 pisos perteneciente al bloque 7 de la universidad
del Sinú, se encuentra desde hace 4 años el negocio de Andrés Manuel Carvajal Tirado.
Una pequeña carretilla llena de fritos, en donde encontramos, empanadas, papas rellenas, y
dos vitrinas de jugos muy consumidas en la región.
Desde hace casi 30 años esta carretilla ha sido principal fuente de ingresos de Manuel, pero
lamentablemente el 17 de marzo de 2020 cuando se inició el confinamiento, se vio obligado
a quedarse en su casa, por lo que tuvo que cerrar su pequeño negocio y quedarse con los
brazos cruzados sin poder hacer nada.
“El inicio de la pandemia para mi negocio y para mí fue una pérdida total” fueron las
palabras de Manuel Carvajal cuando vio que de un día para el otro no podría seguir sacando
su carretilla a producir como lo hacía comúnmente todos los días. Aunque inicialmente
nadie pensaba que la pandemia se iba extender tanto, con el paso del tiempo se fue
haciendo mucho más preocupante para todas las personas, en especial para aquellas que su
sustento diario dependían de las ganancias del día a día.
Cuando comenzó la pandemia los medios de comunicación tradicionales fueron de mucha
ayuda, ya que la gran mayoría de personas se informaban y brindaban mayor confianza
para informarse de cómo iba transcurriendo la pandemia en el país y el mundo, el señor
Manuel agradece el arduo trabajo de los periodistas reporteros que fueron los dueños de la
información durante todo el confinamiento.
Dos meses después del inicio de la pandemia, los vendedores ambulantes fueron una de las
poblaciones que más le había afectado el confinamiento, puesto que los pocos ahorros que
tenían se fueron desvaneciendo a medida que iba pasando el tiempo; “yo sobreviví unas 3
semanas con unos ahorritos que tenía” comentaba Manuel Carvajal mientras atendía a uno
de sus clientes.
8. Realmente la situación fue muy dura, llegando hasta el punto de tener que regalar su
mercancía para que esta misma no se dañara. Durante al confinamiento también se vieron
en la obligación de tomar plata al interés para poder cubrir las necesidades de su hogar,
pero al no tener como pagar, lo que hizo fue endeudarse aún más.
Para pagar dichas deudas, puso en practica su conocimiento sobre electrónica que había
adquirido estudiando ingeniería electrónica en el Sena y montó un negocio en su propia
casa de reparaciones de televisores, ventiladores, equipos de sonido y diferentes aparatos
electrónicos.
Este emprendimiento realizado por el Manuel fue de mucha ayuda, ya que más allá de
contribuir a pagar sus deudas lo ayudo a mantener una estabilidad económica durante el
resto del confinamiento, y que a pesar de las afectaciones por Covid-19 se esforzó para
rebuscarse en ese trabajo y poder mantener a su familia.
Hoy en día, dos años después del inicio de la pandemia Manuel Carvajal y su familia se
esta recuperando poco a poco, “fue un alivió la reapertura de la universidad” con la
reapertura de la universidad fue una toma de aire dentro de las preocupaciones económicas,
puesto que volvió a sacar su carretilla y retomo su trabajo a las afueras de la universidad y
por otro lado siguió con su negocio en su casa de las reparaciones de aparatos electrónicos
y gracias a la pandemia hoy en día obtiene doble ingresos de dos medios diferentes.
9. LOS CHURROS VUELVEN A LA UNISINU
El 2019 sorprende al mundo con una noticia, que, eventualmente afectaría al planeta entero.
Evidenciasde unaenfermedadhabíansidodescubiertas,“elnuevocoronavirusse escuchaba”yuna
nuevaadaptaciónde trabajode modoaceleradase avecinaba.Colombiafue de lounode lospaíses
que entro en estado critico y todas sus ciudades quedaron afectadas, miles de empleos y vidas
fueron arrasadas por este virus, mas de tres meses en cuarentena estrictica acabo con muchos
hogares, especialmente por la economía, lo que lleva a pensar, ¿quiénes fueron los trabajadores
más afectados por este virus?