1. “Cantare eternamente la misericordia del Señor”
Nosotras las hermanas: Lourdes Aco Tecuatl, Magdalena García Sosa, Lourdes
Montiel Gutiérrez y Silvina López Pérez I.C.A.S.
Agradecemos a Dios por habernos escogido para ser sus discípulas en medio de
un pueblo santo y por todo lo que hizo por nosotras durante estos 25 años de
caminar, con nuestras incertezas y aciertos, debilidades y fortalezas en su plan de
salvación.
Manifestamos nuestra gratitud al Sr. Vicario Episcopal, a los Srs. Padres, a nuestra
Superiora General Madre Verónica Domínguez Márquez. Es para nosotras una
bendición de Dios que este entre nosotras en este momento significativo de
nuestra vida, a nuestra consejera Madre Rosa María Nava Flores, a nuestra
Delegada M. Judith Fernando que nos acompaña en nuestra vida fraterna y
misionera.
A nuestros padres y padrinos, primeros educadores en la Fe, que con gran
empeño nos acompañaron en nuestra formación sacramental y han jugado un
papel muy importante en nuestra vocación, nos han fortalecido con su oración,
sacrificio, entrega, ejemplo, etc. Alguno que ya se encuentran en la casa del
Padre (tenemos la certeza que desde el cielo nos acompañan, como lo hicieron
en vida), que con generación nos donaron a Dios, a nuestros hermanos y
hermanas que crecimos juntos, por su mano amiga, por su cariño sincero, a
nuestros amigos y amigas que con su alegría y consejos nos impulsaron en los
momentos de dificultades.
A nuestras Superioras Generales: M. Teresa Ramos Ruiz que de Dios goza; M.
Marina López Hernández; M. Ernestina Herrera Mena y la actual superiora general
M. Verónica Domínguez Márquez, a nuestras formadoras de las diferentes etapas
que nos dieron los medios necesarios para nuestra formación y así poder
responder a las necesidades de la Iglesia.
A nuestras hermanas de comunidad presente y a las que se encuentran en los
diferentes países donde trabajamos, que con su oración, corrección fraterna,
palabras de aliento cuando parecía que los días estaban muy nublados, su
cercanía aun en la distancia y su ejemplo, hicieron que este día fuese una
realidad.
A nuestros bienhechores, profesores y personas de buena voluntad que directa o
indirectamente nos transmitieron sus conocimientos, nos compartieron: tiempo,
2. pan, alegría, en este momento las palabras serian pocas para tantos beneficios
recibidos.
Nuestro sincero agradecimiento a todos los sacerdotes presentes y ausentes que
dedicaron parte de su vida para nuestro crecimiento espiritual y a todas las
hermanas de las diferentes congregaciones que nos acompañan y oran por
nosotras.
También gracias a los miembros de comunidad de base, catequistas, grupos
juveniles, al paronal que se dedica al cuidado de la salud, que juntos hemos
caminado y aprendido en los trabajos que desempeñamos en las diferentes
misiones en los estados donde colaboramos con nuestros servicio.
Al coro y al equipo litúrgico que animaron esta celebración, muchas gracias.
Y a todos ustedes queridos hermanos que nos acompañan y oran por nosotras,
muchas gracias y su tarea no acaba aquí, seguimos necesitando de sus valiosas
oraciones, porque hoy estamos naciendo a una nueva vida en la viña del Señor.
Un mensaje para todas las familias. Papas, ustedes que son los primeros
depositarios de la semilla de la vocación, en sus manos tiene la delicada tarea de
educar y una educación que deje deseo de seguir a Cristo, por eso su tarea debe
ser incansable, donde de día y de noche velen por la sana educación de sus
hijos, rescatar los valores morales y cívicos que tristemente vemos como se van
perdiendo cada vez mas.
No tengan miedo y reciban la semilla que Dios lanza en su familia, cuídenla para
que germine y cuando oigan que su hijo diga: “me quiero ir al seminario o a un
convento” no se los impidan, es una bendición que en medio de la familia haya
una vocación consagrada a Dios. Reciban esa bendición de Dios. Y que Dios
oiga sus oraciones para que surjan muchas vocaciones en la iglesia, porque la
mies es grande y los operarios pocos.
Imploramos a todos que continúan rezando por nosotras para que hagamos
realidad los ideales de nuestros fundadores: “devolver la dignidad a la persona
para que viva como hijo de Dios y amar a la iglesia hasta morir por ella” Excmo. Sr.
Obispo don Luis Munive Escobar y Madre Bertha Verónica de la Fuente Marchant.
A nuestra Madre María Santísima, amiga, intercesora, consejera, nos acompañe
en esta nueva etapa de nuestra vida y reciba con agrado nuestra renovadora
entrega.
Muchas gracias.