Carta de Nuestra Madre Superiora General con motivo del Jubileo 2016

1. Estar en el Sagrario, es el distintivo de I.C.A.S. por ser alimento de nuestra alma, además es
nuestro CONFIDENTE Y AMIGO. (N.P.F.)
Junio 2016
HERMANAS I.C.A.S
Como cada año en la comunidad en general celebramos con gozo y gratitud el Santo
Jubileo.
Tenemos la oportunidad de contemplar a Jesús que da su vida por nosotros, nutrirnos de
su amor para fortificar poco a poco nuestro corazón en una confianza inquebrantable que nos une
en su presencia, para resistir al temor, el abatimiento, trabajo etc. este encuentro de oración,
meditación es una experiencia personal “con quien sabemos que nos ama”(Santa Teresa) y
reencontrarnos, para que, reconocidas podamos decir “gustar y ver cuán bueno es el Señor” (Sal
34) y otra bellas expresiones de búsqueda y abandono en las manos de Dios para decir: El Señor es
mi pastor; nada me faltará en verdes pastos él me hace reposar. A las aguas de descanso me
conduce y reconforta mi alma...) (Sal.23)
“Oración es la prioridad máxima, que la actividad no se las coma, prudencia y alegría en
sus relaciones con todos”. (N.P.F) pues la experiencia de nuestra oración diaria y profunda se
expresa en nuestros actos de caridad y actitudes, dentro de nuestros cenáculos de Caridad
expresamos esa pertenencia a Dios quien hace proyecto con nosotras. “Es verdad, esta oración
construye mi propio yo.
Lenta y silenciosamente a través de un proceso de continuo cambio aunque a veces, no
sea consciente de ello.
Corazón, Mente, Voluntad sensibilidad… todo comienza a trasformase a la luz de la
teofanía entre el yo y Dios.
El año pasado reflexionamos sobre nuestro ser y hacer de Vida consagrada, nos
preguntamos que nos dejó y que vivimos como respuesta a la vocación vivida con alegría y éste
año es de la misericordia que nos propone el Papa Francisco a ser misericordiosas como el Padre
lo es, por eso que “con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el
amor de la Santísima Trinidad” (Bula MV 8)

2. Les invito a elevar a Dios Padre la oración del Jubileo de la misericordia durante estos días
con un corazón agradecido por su amor pues Él ha hecho en nosotras su obra.
Que María Dulce Madre y como decimos en la letanía Madre de los pecadores nos proteja
y nos cubra con su manto.
Hna. Verónica Domínguez Márquez.
Superiora General y Consejo I.C.A.S.
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