2. z
¿Qué significa mediar en el contexto de
la lectura?
Para comprender bien el sentido de la mediación, es necesario
remontaros a la historia del concepto de “animación”, así como los
anhelos pedagógicos y sociales de la época en que surgió (en los
años sesenta). La palabra fue asociándose progresivamente a las
mas diversas actividades sociales, entre ellas a la lectura. La
nueva locución se afincó con éxito en las bibliotecas y de ahí
brincó a las aulas. Tanto los entusiasmos como los recelos que
suscitó pueden interpretarse si se toman en cuenta las esperanzas
de quienes veían en las nuevas actividades una forma grata de
acercar los libros a las personas.
3. z
¿Qué debe entenderse por placer de leer
y qué hacer para lograrlo?
La noción de placer está ya indefectiblemente ligada a la lectura.
Nadie duda a estas alturas que la experiencia de leer debe ser
ante todo grata y deseable. Pero una cosa son los discursos y otra
muy diferente las prácticas cotidianas. La realidad muestra las muy
frecuentes contradicciones entre lo que se proclama y lo que se
hace. No es infrecuente que la defensa del placer de leer surja en
medio de ejercicios tediosos y forzados. El cada vez mejor
conocimiento de cómo funciona el cerebro humano está
permitiendo demostrar que el placer, que preserva y sostiene la
vida, está en el origen de cualquier actividad que se emprende.
4. z
¿Qué papel deben tener los mediadores
de la lectura?
Los lectores experimentados saben que el descubrimiento de los
buenos libros es casi siempre consecuencia de una búsqueda
atenta y paciente. Exige reconocimientos y perspicacia, cualidades
que los lectores incipientes no necesariamente poseen por lo que
en la mayoría de los casos están a merced de los gustos de los
expertos (en el caso de los niños, de los adultos). El papel de los
mediadores resulta por ello determinante. Pero al hablar de
mediadores lo más importante es considerar la voluntad consciente
de lo que se quiere hacer. Persuadir no es cuestión de recursos
técnicos. La mediación es primordialmente una labor de lectores
comprometidos que tratan de fascinar a quienes no lo son.
5. z
¿Qué fundamenta la mediación de la
lectura?
A la sombra de la “animación” se acogieron un heterogéneo y a veces
contradictorio conglomerado de prácticas. No todos los que las llevan
a cabo entienden las mismas cosas ni tienen los mismos objetivos.
Establecer sin ambigüedades qué debe entenderse por “mediación de
la lectura” puede ser muy clarificador. En ese sentido, parece oportuno
distinguir entre prácticas que animan a leer, es decir, que persuaden,
impulsan y allanan los caminos (para alcanzar la autonomía), y
prácticas que animan una lectura, es decir, que la ramifican, la
vinculan a otras experiencias, la enraízan. La soldadura de las
actividades que preceden y las que prolongan la lectura constituye el
fundamento de la mediación (seleccionar textos, leer, conversar, jugar,
expresar, escribir). Mediar implica estimular el deseo de acercase a
un libro y leerlo libremente.
6. z
¿Puede ser la lectura una forma
sublimada de juego, y leer y jugar
compartir las mismas secuencias y los
mismos objetivos?
La mediación ha sido a menudo descalificada por su reivindicación
del juego y por la libertad de interpretación. El juego, entendido con
seriedad, es inherente a la lectura, y bien utilizado, puede
despertar el deseo de leer. Y la libertad de interpretación se
deslinda de directrices establecidas desde el poder.
7. z
¿Cuál debe ser el sentido de la
mediación de la lectura?
La mediación es una de las actividades que mejor contribuyen a la
comprensión de un texto. La preposición de le otorga una
dimensión más creativa. La respuesta de los lectores es en sí
misma una vía de conocimiento personal. La conversación y el
debate, el juego, la escritura y la recreación artística, son modos de
compromiso con las palabras depositadas en un libro. Y es
asimismo, una manera de elaborar significados personales, de
indagar en uno mismo los efectos de la lectura. Compartir la
experiencia de leer un texto o escribir otro texto a modo de diálogo
con lo leído, ensancha y afina la lectura.
8. z
Ejes para la mediación…
A partir de un tema
A partir de un género
A partir de un libro
A partir de un autor
A partir de una situación