1. Arzobispado de Arequipa
Domingo
17 de
Mayo
LA ColumnA
De Mons. Javier Del Río Alba
COMUNICAR LA FAMILIA
La Iglesia Católica celebra hoy la 49ª
Jornada Mundial de las Comunicaciones
Sociales. Estas jornadas son fruto del
Concilio Vaticano II, cuyos cincuenta años
de clausura estamos celebrando este año.
Hasta antes del Concilio Vaticano II un
sector bastante considerable de la Iglesia
había vivido un cierto alejamiento en sus
relaciones con el mundo, debido a que el
proceso de secularismo que se venía dando
hacía cada vez más difícil vivir la fe en medio
del mundo. Sin embargo, gracias a la
asistencia del Espíritu Santo, los padres
conciliares redescubrieron que la misión de
la Iglesia es, justamente, dar testimonio de
Jesucristo muerto y resucitado a todas las
gentes. Con ello, se renovó el deseo de
acercarse al mundo y no verlo más como un
adversario sino como el destinatario de
nuestra misión y comprensión.
Desde entonces, conscientes de la
importancia que los medios de
comunicación social tienen en la sociedad,
se instauró esta jornada anual y los Papas
emiten un mensaje con motivo de cada
jornada. Este año el mensaje del Papa
Francisco se titula “Comunicar la familia:
ambiente privilegiado del encuentro en la
gratuidad del amor”. Entre otras razones, el
Papa ha elegido este tema porque la familia
es el primer lugar donde aprendemos a
comunicar y, por tanto, volver a esa
experiencia originaria de comunicación nos
puede ayudar a comunicarnos de un modo
más auténtico y humano. Por ejemplo, en la
misma experiencia familiar se descubre que
la comunicación está llamada a promover y
facilitar el encuentro entre sus distintos
miembros, independientemente de sus
edades y puntos de vista. En la familia se
aprende la lengua materna, es decir la de
nuestros antepasados y, con ello, se percibe
que otros nos han precedido y nos han
puesto en condiciones de existir y de poder,
también nosotros, generar vida, acoger a los
demás y hacer algo bueno por ellos.
Viviendo en familia se experimentan los
límites propios y ajenos, pero también la
importancia de compartir los gozos y de
afrontar juntos los problemas. En la familia
se aprende a dialogar, a expresar con
respeto los propios puntos de vista y, con el
mismo respeto, escuchar a los demás. Los
ancianos transmiten su sabiduría, los niños
su ternura y los jóvenes su entusiasmo.
En ese sentido, la familia puede servir de
paradigma para los medios de comunicación
social, de modo que estos sean también
“lugares” de encuentro y de mutua donación.
Como dice el Papa, el desafío que hoy se
propone a los medios de comunicación es no
reducirse a producir información a ser
consumida por sus destinatarios ni, mucho
menos, aprovechar su influencia para crear
o aumentar la división entre las personas,
sino redescubrirse como instrumentos
capaces de facilitar la comprensión mutua y
de crear comunión en el conjunto de la
sociedad para que, unidos aun en la
diversidad de opiniones o puntos de vista,
podamos construir juntos un futuro mejor
para todos.
+ Javier Del Río Alba
Arzobispo de Arequipa